Una forma, sin embargo, de turismo podría ser interesante para el Proyecto Tren Maya, consistente en aquellos segmentos de mercado amantes de la cultura maya, interesados en hacer circuitos por la Península de Yucatán y todo el Mundo Maya, a quienes habría que atraer desde origen, con una interesante y bien planeada estrategia de marketing, promoción y relaciones públicas, que pudiera generar el interés en esos mercados emisores, en Europa por ejemplo, lo que implica, uno o varios entes de promoción institucional, que hoy no existen (desapareció el Consejo de Promoción Turística de México -CPTM-) o una empresa comercializadora de experiencias turísticas para el Tren Maya, que tampoco existe, toda vez que el Tren será operado por militares, que con respeto para ellos, poco o nada saben de comercialización turística.
Es decir, que el controvertido Tren Maya, tiene poco futuro en cuanto a clientes turistas se refiere, si se sigue pensando en que su fuente de ingresos son los turistas actuales del Caribe Mexicano. Habría que atraer a otros y para ello hay que trabajar en promoción, marketing, diseño de productos turísticos, rutas y horarios establecidos, servicios de calidad internacional, información en idiomas y muchos otros etcéteras; ¿Quién lo hará, los militares?...
El otro asunto controvertido del Tren Maya, más allá de la devastación de selva y recursos naturales, que ha sido señalada y documentada por numerosos grupos y activistas, es el tema del riesgo que supone el hecho de que su estructura en diversos puntos esté soportada en la base kárstica de la región, en la fragilidad del suelo y en el hecho de que eso pudiera significar debilitamiento de la tierra, resquebrajamiento de la superficie y de la muy grave posibilidad de hundimientos, cosa que nadie desea, pero que preocupa a todos; sería lamentabilísimo un desastre por esas causas.
Se ha atentado contra la selva, la flora, la fauna y las comunidades en el marco de este proyecto y aunque es posible que existan medidas de compensación del daño, de reforestación y otras similares, estas no han sido ni informadas ni socializadas como es debido, lo que preocupa y ciertamente molesta a diversos grupos.
Finalmente, por cuanto respecta a la operación del Tren Maya, es de preocupar y de llamar la atención que como muchos otros proyectos que se van inaugurando, no exista la información suficiente respecto de logística, horarios, tarifas, formas de acercarse y eventualmente hacer negocios con el proyecto.
Los mexicanos en general, sentimos un profundo respeto y aprecio por el ejercito; es una de las instituciones mas queridas y admiradas del país por generaciones, sin embargo, es altamente cuestionable y eventualmente preocupante, que sea esta muy noble institución encargada ahora de proyectos turísticos tan importantes como aeropuertos, una línea aérea, el tren maya, y otros que se mencionan como empresas hoteleras y mas.
Que el muy noble y leal ejercito mexicano, se encargue ahora de tareas turísticas estratégicas, por una parte, los pone en competencia con la iniciativa privada; pone en riesgo la competitividad turística del país, toda vez que el desconocimiento, la impericia y falta de experiencia nos pone en desventaja frente a otros destinos competidores y finalmente, de alguna manera nos atemoriza la tentación del autoritarismo.
La disciplina castrense es fabulosa y respetada, pero como que no se antoja para la calidad y calidez que se demanda y se aprecia en el servicio turístico.
Para estar en el turismo, y sobretodo ahora, en este mundo tecnológico y competido, hay que saberle…
“zapatero a tus zapatos” reza un viejo y conocido refrán.
¿Cómo le entramos al Tren Maya?.
Al Buen Entendedor…
sgrubiera@acticonsultores.com
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