Aunque a menudo se asocia con los veteranos de guerra, el trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) es una afección de salud mental que puede afectar a cualquier persona de cualquier edad después de experimentar o presenciar un evento traumático. Dichos eventos traumáticos pueden incluir combate militar, violencia sexual o física, desastres naturales o accidentes graves.
Según el Centro Nacional para el PTSD, alrededor del seis por ciento de la población tendrá PTSD en algún momento de su vida y alrededor de 12 millones de adultos en los Estados Unidos tienen PTSD durante un año determinado.
Después de un evento traumático, es normal tener reacciones de estrés que incluyen recuerdos perturbadores, sentirse nervioso o tener problemas para dormir. Si los síntomas persisten por más de unos pocos meses, una persona puede tener PTSD. Las personas con PTSD pueden experimentar pesadillas o recuerdos no deseados del trauma, evitar situaciones que les traen recuerdos del trauma, reacciones intensificadas, ansiedad o estado de ánimo deprimido que afectan su capacidad para desempeñarse en su vida social, laboral u otras actividades importantes. El PTSD en los niños puede presentarse de manera diferente. Podrían pensar que había señales de que el trauma iba a ocurrir y, posteriormente, buscar señales similares pensando que esto les ayudará a evitar futuros traumas.
Si usted o un ser querido experimentan síntomas de PTSD, es importante saber que existen múltiples recursos de tratamiento y apoyo.
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