PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
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T13.6 [47] 1 Sí, ciertamente eres bendito. 2 Pero en este mundo1, no lo sabes. 3 No obstante, dispones de los medios para aprender que sí lo eres y verlo claramente2.

4 El Espíritu Santo usa la lógica con tanta facilidad y eficacia como el ego, salvo que Sus conclusiones no son dementes3.

5 Éstas toman una dirección diametralmente opuesta a las del ego, apuntando tan claramente hacia el Cielo como el ego apunta hacia la oscuridad y la muerte.

6 Hemos examinado gran parte de la lógica del ego4, y hemos visto sus conclusiones lógicas5.

7 Y habiéndolas visto, nos hemos dado cuenta de que tales conclusiones no se pueden ver excepto en ilusiones6, pues sólo ahí pareciera verse claramente su aparente claridad.

8 Ahora, démosles la espalda y sigamos la sencilla lógica que el Espíritu Santo utiliza para enseñar las sencillas conclusiones que hablan a favor de la Verdad y sólo de la Verdad.

 CH 13. DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO
13.6 EL TESTIMONIO DE LOS MILAGRO
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 1
L E C C I Ó N 151
Todas las cosas1 son ecos de
la Voz2 que habla por Dios.
L151.1 1 Nadie puede juzgar basándose en pruebas parciales. 2 Eso no es juzgar3. 3 Es sólo una opinión basada en ignorancia y duda. 4 Su certeza aparente no es más que un manto sobre la incertidumbre que quiere tapar. 5 Necesita defenderse irracionalmente porque es irracional. 6 Y su defensa parece ser sólida, convincente y libre de toda duda, debido a todas las dudas subyacentes.
1 Las Cosas, con mayúscula, son las Cosas eternas que Dios ha creado, a saber: Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte Su Amor o Espíritu Santo en Su eterna Unicidad o Cielo. En minúscula, las cosas, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son el reflejo aquí de las Cosas celestiales y, cuando pensamos con el ego, son aquí, las que perciben nuestros sentidos y que nos explicamos por medio de nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T8.3 [14], T12.6 [50], T12.7 [68]
 
2 La Voz que habla por Dios es el Espíritu Santo, Quien: 1) En la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios Que nos creó como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 2) En el mismo instante de la separación, el Espíritu Santo fue la Respuesta que Dios dio a la misma, cuyos impulsos milagrosos, cuando emergen desde lo más profundo de nuestro subconsciente y los tomamos en cuenta, nos invita a: 2.1) aceptar el Redimir para nosotros mismos; 2.2) a perdonar; 2.3) a extender milagros al otro(s); 2.4) a aceptarlo como nuestro Guía para tomar decisiones, pensando con Él en nuestra mente acertada o espíritu.; Ver: Algunos de Sus sinónimos en el Curso son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (- L281) , M2.4
 
3 Juzgar, cuando pensamos con el ego, es el complemento de su percepción para sobrevivir en la realidad de este mundo: Nuestros sentidos nos informan de lo que perciben, información que interpretamos y juzgamos, para luego decidir qué es lo que nos conviene hacer o no al respecto. Pero, según el Curso, juzgar no es nuestra función, sino que pertenece al Espíritu Santo, cuya percepción acertada en nuestro espíritu, nos lleva al conocimiento. En efecto, después de haber aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonado al otro y extendido los milagros sugeridos por el mismo Espíritu Santo, sabremos qué hacer en toda circunstancia para tratar de ser aquí —lo más posible— un reflejo de nuestra verdadera Identidad. Ver T3.8, T4.5 [64], T29.10 [62]-[63], M10, M15
L E C C I Ó N 151
pár 2-6
L151.2 7 No pareces dudar del mundo que ves. 8 No cuestionas realmente lo que te es mostrado a través de los ojos del cuerpo. 9 Tampoco te preguntas por qué crees en eso a pesar de que, hace mucho tiempo, te diste cuenta de que tus sentidos pueden engañar. 10 El que creas lo que te muestran hasta el último detalle es todavía más extraño, si te detienes a pensar con cuánta frecuencia han fallado como testigos. 11 ¿Por qué quieres confiar en ellos tan implícitamente? 12 ¿No será por la duda subyacente que deseas ocultar con un alarde de certeza?

L151.3 13 ¿Cómo puedes juzgar, 14 si tus juicios se basan en el testimonio que tus sentidos te aportan? 15 No obstante, nunca hubo un testimonio más falso que ése. 16 Pero, ¿de qué otra manera podrías juzgar al mundo que ves? 17 Tienes una fe ciega en lo que tus ojos y tus oídos te reportan. 18 Crees que tus dedos tocan la realidad y que encierran la verdad. 19 Este es el tipo de concienciación que entiendes y que consideras más real que el testimonio de la eterna Voz que habla por Dios Mismo4.

L151.4 20 ¿A eso lo llamas juzgar? 21 Se te ha exhortado a menudo a abstenerte de juzgar, no porque se te quiera negar ese derecho, 22 sino porque realmente no puedes hacerlo. 23 Apenas si puedes creer en los juicios del ego, todos los cuales son falsos. 24 Él guía cuidadosamente tus sentidos para probar cuán débil eres, cuán indefenso y temeroso, cuán aprehensivo del justo castigo, cuán ennegrecido por el pecado y cuán miserable en medio de tu culpa5.

L151.5 25 Eso, de lo que te está hablando y que todavía quisiera defender, te dice que eres tú. 26 Y tú crees que eso es así con testaruda certeza. 27 Pero, por debajo, yace la duda oculta de que él no cree en lo que con tanta convicción te presenta como la realidad. 28 Es únicamente a sí mismo a quien condena. 29 Es en sí mismo donde ve culpa. 30 Es su propia desesperación la que ve en ti6.

L151.6 31 No oigas su voz. 32 Los testigos que envía para probarte que su maldad es la tuya propia y que hablan con certeza de lo que no saben, son falsos. 33 Confías ciegamente en ellos porque no quieres compartir las dudas que su amo y señor7 no puede eliminar completamente. 34 Crees que dudar de sus vasallos es dudar de ti mismo. 35 No obstante, tienes que aprender a8 dudar de que las pruebas que te presentan despejarán el camino que te lleva a reconocerte a ti mismo y a dejar que solamente la Voz que habla por Dios sea el único Juez de lo que vale la pena que tú creas.
4 … por medio de esos impulsos amorosos que de vez en cuando emergen de lo más profundo de tu subconsciente y que sólo te hablan de Amor…
 
5 En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y aceptar el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino Almas creadas por Dios a Su Semejanza y, por lo tanto, nunca nos separamos de nuestro Padre y Creador. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
 
6 … que, cuando piensas con él, tu ego, eres hechura suya
 
7 .. sus egos que son exactamente iguales al tuyo…
 
8 … a pensar con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo para luego poder…
L E C C I Ó N 151
pár 7-9
L151.7 36 Él no te dirá que debes juzgar a tu hermano basándote en lo que tus ojos ven en él, ni en lo que su boca dice a tus oídos, ni en lo que el tacto de tus dedos reportan sobre él. 37 Él ignora todos esos inútiles testigos, que no hacen sino dar falso testimonio del Hijo de Dios9. 38 Sólo reconoce Lo que Dios ama, y en la santa luz de lo que ve, todos los sueños del ego sobre lo que eres se desvanecen ante el esplendor que Él observa.

L151.8 39 Deja que el Espíritu Santo sea el juez de lo que realmente eres, pues Su certeza no ofrece duda porque descansa en una Certeza tan grande que, ante Su faz, dudar no tiene sentido. 40 Cristo10 no puede dudar de Sí Mismo. 41 La Voz que habla por Dios no puede hacer otra cosa que honrarle, deleitándose en Su perfecta y eterna Impecabilidad. 42 Aquél al que ha juzgado no puede sino reírse de la culpa, reacio ahora a seguir jugando con los juguetes del pecado, ni a hacer caso a los testigos del cuerpo ante el éxtasis de Su santa faz.

L151.9 43 Y así te juzga el Espíritu Santo. 44 Acepta Su Palabra en cuanto a lo que realmente eres, pues Él da testimonio de Tu bella Creación, y de la Mente Cuyo Pensamiento creó Tu Realidad11. 45 ¿Qué importancia puede tener el cuerpo para Él, que conoce la Gloria del Padre y del Hijo? 46 ¿Qué murmullos del ego puede oír? 47 ¿Qué podría convencerle de que tus pecados son reales?
9 … Que sólo es Amor.
 
10 … que eres tú, cuando te identificas con las Almas de los demás: Cristo: 1) es la idea que resuelve el aparente dilema en el Curso, que, por un lado, reza: "Dios creó a un solo Hijo, y no creó más nada" y, por el otro, "la Filiación es la suma de todas las Almas creadas por Dios.", dilema que es resuelto en el proceso de extender milagros: "Un milagro hace que las Almas sean una en Cristo."; 2) en mi fuero interno, Cristo también es la divina experiencia de mi mente acertada o espíritu en un instante santo del mundo real, de la unión de mi Alma con el Alma del otro(a), experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios. Ver T1.1.19 [19], [45] y [48], T2.2 [20], T30.6 [63], T31.1 [9]
 
11 La Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
L E C C I Ó N 151
pár 10-12
L151.10 48 Deja también que Él sea juez12 de todo lo que parece sucederte en este mundo. 49 Sus lecciones te permitirán establecer un puente entre ilusiones y Verdad. 50 El Espíritu Santo eliminará todo vestigio de fe que hayas depositado en dolor, desastre, sufrimiento y pérdida. 51 Te dará la visión que puede mirar más allá de estas sombrías apariencias y ver la suave faz de Cristo13 en todas ellas. 52 Ya no volverás a dudar de que sólo lo realmente bueno puede sucederte a ti, a quien Dios ama, pues el Espíritu Santo juzgará todos los acontecimientos y enseñará la única lección que todos ellos encierran14.

L151.11 53 Seleccionará los elementos de ellos que representan la Verdad, e ignorará los aspectos que reflejen sólo sueños inútiles. 54 Y, desde Su único marco de referencia, completamente unificado y seguro, reinterpretará todo lo que veas, acontecimientos, circunstancias y sucesos que de una manera u otra parezcan afectarte. 55 Y verás el Amor más allá del odio, la inmutabilidad en el cambio, lo puro en el pecado y sólo la bendición del Cielo sobre el mundo.

L151.12 56 Tal es tu resurrección15, pues tu verdadera Vida16 no forma parte de nada de lo que ves. 57 Se encuentra, más allá del cuerpo, del mundo y de todos los testigos de lo que no es santo, dentro de Lo Que es Santo, tan santa como Él. 58 En todos y en todo, la Voz que habla por Dios no te hablará de otra cosa que de tu Yo y de tu Creador, Que es Uno con Él. 59 De esta manera, verás la santa faz de Cristo en todo y no oirás en todas las cosas otro sonido que el eco de la Voz que habla por Dios.
12 … espiritual
 
13 La faz de Cristo es la faz del otro al que perdonamos totalmente y al que extendimos milagros, y con cuya Alma, en un instante santo del mundo real, experimentamos en nuestro fuero interno una completa identificación, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios, donde todas nuestras Almas, perfectas y eternas, están unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo único. Ver T20.5 [32], T20.6 [42]
 
14 El Espíritu Santo no te dirá cómo tienes que resolver tus problemas en este mundo. Eso es asunto de la razón, la lógica y el sentido común de tu ego. Sí te dirá que, antes de tomar decisiones, verifiques con Él si "no hay otra forma de verlos".
 
15 La resurrección: 1) es vencer o triunfar sobre la muerte; 2) es un redespertar o renacer; un cambio de parecer con respecto al significado del mundo; 3) es aceptar la interpretación del Espíritu Santo sobre el propósito del mundo; 4) es aceptar el Redimir para uno mismo; 5) es el fin de los sueños de aflicción y la alegre concienciación del sueño final del Espíritu Santo; 6) es reconocer los dones de Dios; 7) es el sueño en el que el cuerpo funciona perfectamente, al no tener otra función que servir de medio de comunicación; 8) es la experiencia del mundo real con la que concluye el aprendizaje, pues con la resurrección, éste no sólo termina, sino que es superado; 9) es la invitación a Dios para que dé el paso final; 10) es renunciar a todos los demás propósitos, intereses, deseos, y preocupaciones; 11) es el deseo único del Hijo de estar arropado por Su Padre. Ver las Definiciones en el Glosario y T20, M28 M28
 
16 La Vida, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Que es Uno con Su Padre en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, vida quiere decir nuestra vida aquí, sea como reflejo de Nuestra Vida eterna cuando pensamos con el Espíritu Santo o, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego. Ver T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
L E C C I Ó N 151
pár 13-14
L151.13 60 Hoy vamos a practicar sin palabras, excepto al comienzo del período que pasarás con Dios. 61 Iniciaremos esos momentos repitiendo lentamente el único pensamiento con el que comienza el día. 62 Luego, observaremos nuestros pensamientos, apelando silenciosamente al Espíritu Santo, Que ve los elementos de Verdad en ellos. 63 Permítele que evalúe cada pensamiento que te venga a la mente, que elimine los elementos de sueño y que te los devuelva como ideas puras que no contradigan la Voluntad de Dios.

L151.14 64 Entrégale tus pensamientos y te los devolverá en forma de milagros17 que proclamarán alegremente la completitud y la felicidad que Dios quiere para Su Hijo, como prueba de Su Amor eterno. 65 Y, a medida que cada pensamiento sea transformado, asumirá el poder curativo de la mente que vio la Verdad en él y no se dejó engañar por lo que había sido falsamente añadido. 66 Todo vestigio de fantasía desaparecerá, y lo que queda se unifica en un pensamiento perfecto que ofrece su perfección por doquier.
17 Extender un milagro a otro, es la máxima expresión de Amor que puedes experimentar en tu fuero interno, cuando, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo y logrado perdonar totalmente a un hermano, se corre el velo que te impedía verlo con la visión de Cristo, y unes tu Alma a La de él en una unión de Amor, que se extiende a todas las Almas, ya que, realmente, hay Una sola, La del Hijo único de Dios. El milagro trasciende las leyes de este mundo, remplazándolas por una verdadera empatía o altruismo, como reflejo aquí del Amor que nuestras Almas comparten en el Cielo, reflejo que cura la mente de tu hermano de su creencia en la realidad del ego y, al mismo tiempo, consolida tu propia curación. El milagro es el medio para alcanzar conjuntamente la meta del Curso, no se pide, sino que sucede y, al suceder, se acepta que su origen es divino, mediante un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y en: LTe.13 (-L341) un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y, LTe.13 (-L341)
L E C C I Ó N 151
pár 15-17
L151.15 67 Al despertar, pasa así quince minutos, y antes de irte a dormir, dedica gustosamente quince más. 68 Tu ministerio dará comienzo a medida que todos tus pensamientos se purifiquen. 69 Así se te enseña a enseñar al Hijo de Dios la santa lección de su santidad. 70 Nadie puede dejar de escuchar cuando se oye a la Voz que habla por Dios rendir homenaje al Hijo de Dios. 71 Y todos compartirán contigo los pensamientos que el Espíritu Santo ha retraducido en tu mente.

L151.16 72 Así es tu tiempo de Pascua. 73 Y, de esa manera, depositas sobre el mundo el presente de azucenas blancas como la nieve que reemplaza a los testigos del pecado y de la muerte. 74 Por medio de tu transfiguración, el mundo es redimido y liberado alegremente de la culpa. 75 Ahora elevamos nuestras mentes resurrectas con alegría y gratitud hacia Aquel Que nos restituyó la cordura.

L151.17 76 Y, cada hora, recordaremos al Espíritu Santo por habernos salvado y liberado. 77 Y, a medida que damos gracias, el mundo se unirá a nosotros aceptando felizmente nuestros santos pensamientos, que el Cielo ha corregido y purificado. 78 Ahora, finalmente, ha comenzado nuestro ministerio: llevar por el mundo la buena nueva de que en la Verdad18 no hay ilusiones, y de que la paz de Dios19 —por mediación nuestra— pertenece a todos.
18 Si quiero creer que los impulsos milagrosos que de vez en cuando emergen a mi consciente, provienen del Espíritu Santo, según nos propone el Curso, entonces, también querré creer que la Verdad es: 1) la Unicidad de Dios, la cual, no se puede describir ni tampoco explicar, pero sí se puede experimentar internamente un reflejo de Ella, cuando hemos: 1.1) aceptado el Redimir para nosotros mismos; 1.2) perdonado y 1.3) extendido a otro(s) el o los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu santo; 2) que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 3) que Dios no creó más nada; 4) que por eso, nada de Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe; 5) que en esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que: son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez y, constituyen su única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
 
19 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20


Un Curso Sobre Milagros
edición original
TEXTO
Capítulo 13
DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO

T13.6 EL TESTIMONIO DE
LOS MILAGROS pár 47-53
T13.6 [47] 1 Sí, ciertamente eres bendito. 2 Pero en este mundo1, no lo sabes. 3 No obstante, dispones de los medios para aprender que sí lo eres y verlo claramente2. 4 El Espíritu Santo usa la lógica con tanta facilidad y eficacia como el ego, salvo que Sus conclusiones no son dementes3. 5 Éstas toman una dirección diametralmente opuesta a las del ego, apuntando tan claramente hacia el Cielo como el ego apunta hacia la oscuridad y la muerte. 6 Hemos examinado gran parte de la lógica del ego4, y hemos visto sus conclusiones lógicas5. 7 Y habiéndolas visto, nos hemos dado cuenta de que tales conclusiones no se pueden ver excepto en ilusiones6, pues sólo ahí pareciera verse claramente su aparente claridad. 8 Ahora, démosles la espalda y sigamos la sencilla lógica que el Espíritu Santo utiliza para enseñar las sencillas conclusiones que hablan a favor de la Verdad y sólo de la Verdad.
1 … y por estar pensando con el ego y creer que su mundo del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen es verdaderamente real, porque lo experimentas con tus sentidos, sin caer en cuenta de que esos sentidos también forman parte de tu cuerpo y de tu ego…
 
2 … en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo.
 
3 Demencia o locura, según el Curso, es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos y entendemos con nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76]
 
4 1 En el instante de la separación, el ego es el sistema de pensamiento que el Hijo de Dios separado (digamos mi "yo primario", a veces también nombrado "hombre"), hizo para manejar la evolución de sus hechuras. De éstas, tenemos conocimiento del tiempo, del espacio, y de todo los que éstos contuvieron, contienen, y contendrán, hasta el final del tiempo. 2 Transcurrido el incontable tiempo desde la separación hasta la hechura y evolución de esta pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra, mi mente equivocada sólo logra estar consciente de algunos de los impulsos existenciales egóicos que provienen del yo primario. (Piénsese en todos los impulsos existenciales subconscientes que el cerebro procesa constantemente, por ejemplo, a todas y a cada una de las cédulas del cuerpo…). el ego: 2.1) es el sistema de pensamiento individual y egoísta que busca sobrevivir, a como dé lugar, lo mejor y lo más largo posible; 2.2) que busca afanosamente substituir en mi mente acertada, entre otros conceptos, a: la Verdad por la ilusión, lo Infinito por lo temporal, la Vida por la muerte, la Completitud por la fragmentación; 2.3) es la voluntad egoísta, opuesta a la Voluntad de Amor de Dios que, utilizando mi especialismo en las relaciones especiales que logro entablar, espera llenar mis necesidades igualmente especiales; 2.4) es mi pensar que fomenta mi separación de las otras mentes y cuerpos, contra los cuales compito y competiré caótica e interminablemente, hasta la muerte de mi cuerpo. Ver T3.6, T4.3, T4.6, T10, LTe.12 (-L331)
 
5 … basadas en la razón y el sentido común
 
6 Ilusión o fantasía es todo lo "hecho" por nuestro ego primario, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver T8.5 [41], T16
T13.6 EL TESTIMONIO DE
LOS MILAGROS
pár 48
T13.6 [48] 9 Si eres bendito y no lo sabes7, necesitas aprender que esto tiene necesariamente que ser así. 10 El conocimiento8 no es algo que se puede enseñar, sino que sus condiciones tienen que adquirirse, pues son ellas las que fueron desechadas9. 11 Puedes aprender a bendecir, pero no puedes dar lo que no tienes. 12 Por consiguiente, si ofreces una bendición es porque la bendición te llegó primero a ti. 13 Y también tienes que haberla aceptado como tuya, pues, de lo contrario, ¿cómo vas a poder darla?
7 … por no haber concienciado lo que es la santidad: Santidad, con mayúscula, es el Estado de perfecto Amor o Espíritu Santo que —como Alma, unificada con TODAS las demás Almas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios—vivimos con Dios en perfectas Paz y Alegría, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, santidad es la experiencia en mi fuero interno del reflejo aquí de ese Estado. Ver T1.1.31 [42] a [44], T2.2 [45], T5.4 [23], T14.5, L36, L37, L39
 
8 Conocimiento, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Almas que, en perfectas paz y alegría, están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, en minúscula, conocimiento es lo que experimentamos en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y unir como Una, su Alma con La mía, es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver T3.5 [35] y [37], T25.4 [25]
 
9 … dar Amor en paz y con alegría…
T13.6 EL TESTIMONIO DE
LOS MILAGROS
pár 49-50
T13.6 [49] 14 Por eso, tus milagros te ofrecen el testimonio de que eres bendito. 15 Si lo que ofreces es perdonar completamente10, es porque debes haber dejado a un lado la culpa, habiendo aceptado el Redimir11 para ti mismo y habiéndote dado cuenta de que realmente estás libre de culpa. 16 ¿Y cómo vas a darte cuenta de lo que se ha hecho por ti —aunque no lo sepas— a menos que estés haciendo lo que tendrías que hacer si se hubiese hecho por ti? 17 Las pruebas indirectas12 de la Verdad son una necesidad en un mundo hecho por la negación13 y carente de dirección14. 18 Percibirás la necesidad de esto si te das cuenta de que negar es la decisión de no querer saber. 19 Por consiguiente, la lógica del mundo tiene necesariamente que llevar a la nada, pues su meta es la nada.

T13.6 [50] 20 Si decides tener y dar y no ser otra cosa que un sueño, tendrás necesariamente que dirigir tus pensamientos15 al olvido. 21 Y si16 tienes y das, y eres realmente Todo17, y lo has negado todo, es porque tu sistema de pensamiento18 está desconectado y separado totalmente de la Verdad. 22 Éste es un mundo demente, y por eso no debes subestimar la magnitud de su demencia. 23 No hay ninguna área de tu percepción que no haya sido afectada y, además, tu sueño es sagrado para ti. 24 Por eso, Dios colocó al Espíritu Santo en ti, allí donde colocaste el sueño19.
10 El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
 
11 Aceptar para sí mismo el Redimir —siempre con mayúscula— es un acto de Amor; es reconocer el Alma del que perdonamos; es haberse decidido a pensar cada vez más "nos" con el Espíritu Santo y cada vez menos "yo", "yo", "yo" con el ego; es el acto de compartir desinteresadamente; es querer creer que la separación nunca ocurrió y, por lo tanto, no somos cuerpos sino realmente las Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único Que Dios creó; es dejar de creer en la realidad del ego y querer creer en la Realidad, el eterno Presente de la Unicidad con Dios; es siempre una manera de escapar del miedo. Ver T3.3, T5.3, T11.9, L139
 
12 … como son, por ejemplo, los impulsos amorosos que de vez en cuando emergen de tu subconsciente y les pones cuidado, pidiendo al Espíritu Santo cómo los puedes extender en actos igualmente milagrosos, es decir, en milagros, y cómo los puedes multiplicar entrando en relaciones santas …
 
13 … de que el Amor de Dios es general —porque sólo tiene un Hijo— y no particular, porque Dios no sabe de separación ni de individualidades separadas de Él y de unas de otras que mantienen entre sí un interminable conflicto por la supervivencia y por la posesión de las escasa y transitorias cosas "buenas" (según tu ego) de este mundo…
 
14 … verdadera, es decir, de una dirección que dé significado a tu vida y a las vidas de los que te rodean…
 
15 … amorosos según el Espíritu Santo,
 
16 … realmente, en el eterno Presente de la Unicidad,
 
17 … el Alma que conjuntamente con todas las demás Almas es Una, en el Alama única de Cristo, el único Hijo de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en el eterno Presente de la Unicidad,
 
18 … del ego
 
19 … en tu espíritu,
T13.6 EL TESTIMONIO DE
LOS MILAGROS
pár 51-53
T13.6 [51] 25 Cuando se mira, es siempre hacia fuera. 26 Si tus pensamientos fuesen completamente Tuyos, el sistema de pensamiento que hiciste, estaría eternamente en la oscuridad. 27 Los pensamientos que la mente del Hijo de Dios proyecta conllevan todo el poder que él les da. 28 Los Pensamientos que él comparte con Dios están más allá de lo que él puede creer, en cambio los que él hizo constituyen sus creencias. 29 Y son éstas, y no la Verdad, las que ha decidido defender y amar. 30 Estas creencias no le serán arrebatadas. 31 Pero puede renunciar a ellas, pues la Fuente20 para deshacerlas está en él. 32 No hay nada en el mundo que le pueda enseñar que la lógica del mundo es totalmente demente y que no lleva a ninguna parte. 33 No obstante, en él, que hizo esta lógica demente, se encuentra Uno Que sabe que no lleva a ninguna parte, pues Él lo sabe todo.

T13.6 [52] 34 Cualquier dirección que te quiera llevar hacia donde el Espíritu Santo no te dirige, no va a ninguna parte. 35 Cualquier cosa que niegues que Él sabe que es Verdad, la has negado a Ti Mismo21 y, por consiguiente, Él tiene que enseñarte a no negarla. 36 El deshacer es indirecto, igual que el hacer. 37 Ustedes fueron creados sólo para crear, no para ver ni para hacer, 38 que no son sino expresiones indirectas de la voluntad de vivir, la cual ha sido bloqueada por el caprichoso y profano antojo de morir y matar, antojo que su Padre no compartió con ustedes. 39 Se han impuesto a sí mismos la tarea de compartir lo que no se puede compartir. 40 Y mientras sigan pensando que es posible aprender a hacerlo, no creerán todo lo que sí es posible aprender a hacer.

T13.6 [53] 41 Por consiguiente, el Espíritu Santo tiene necesariamente que comenzar Sus enseñanzas mostrándoles lo que nunca podrán aprender. 42 Su mensaje no es indirecto, pero Él tiene que introducir esta sencilla Verdad en un sistema de pensamiento que se ha vuelto tan torcido y complejo que ustedes no pueden darse cuenta de que no significa nada22. 43 Él mira simplemente su basamento y lo descarta. 44 Pero ustedes, incapaces de deshacer lo que han hecho [ni de escapar de la pesada carga que embota sus mentes], no son capaces de ver lo que se esconde detrás de ese sistema de pensamiento. 45 Éste los engaña porque ustedes decidieron engañarse a sí mismos. 46 Los que han decidido dejarse engañar se dedicarán a atacar cualquier enfoque directo, porque les parecerá que invade el engaño y lo ataca.
20 … el Espíritu Santo
 
21 … como Cristo que realmente eres, conjuntamente con todos los demás,
 
22 Significado, con mayúscula es, en el eterno Presente de la Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, significado es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver T2.2 [21], T2.6, T7.5 [26], T7.6 [46], T30.8, L14
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