PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
edición original
T13.9 [92] 44 Cuando hayas aprendido cómo decidir con Dios, tomar decisiones se volverá algo tan fácil y acertado como respirar.

45 No requerirá ningún esfuerzo, y serás guiado tan afablemente como si te estuviesen llevando de paseo por un plácido sendero en un día de verano.

46 Es sólo tu propia volición la que parece dificultar la toma de decisiones.

47 El Espíritu Santo no se demorará en absoluto en contestar cada pregunta que Le hagas sobre lo que debes hacer. 48 Él lo sabe. 49 Y te lo dirá12, y luego lo hará por ti13.

50 Y tú, que estás cansado, puede que consideres esto más reparador que dormir. 51 Pues puedes llevar tu culpa a tus sueños, pero no a esto.

 CH 13. DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO
T13.9 EL CAMINO DE LA SALVACIÓN
gráfico por ©Deposit Photos 


Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 1
L E C C I Ó N 156
Camino realmente con Dios
en perfecta santidad1.
L156.1 1 La idea de hoy no hace más que expresar la sencilla Verdad que hace imposible pensar que se pueda pecar2. 2 Esta idea nos asegura que la culpa no tiene causa3 y, por consiguiente, que no existe. 3 De hecho, se deriva de la idea fundamental que tan a menudo se menciona en el Texto: las ideas no abandonan su fuente. 4 De ser esto verdad, ¿cómo ibas a estar realmente separado de Dios? 5 ¿Cómo podrías caminar por el mundo solo y separado de tu Fuente?
1 … en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que en un pensamiento de Amor me está creando como Su único Hijo, el Cual, quiero creer, que Lo somos todos, como Almas unificadas como Una en Cristo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
 
2 … que es la experiencia de perfecto Amor que también quiero creer, que estoy compartiendo con Él.
 
3 … que realmente no somos cuerpos sino Almas unificadas como Una en Cristo, Tal como Dios nos creó como Su único Hijo. Por lo tanto, realmente no nos rigen otras leyes que Las de Dios, que se resumen en una sola palabra: Amor
 
4…  Pecar es estar demente. 2 Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad. 3 Y, al estar loca, la mente equivocada ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está. 4 El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado? 5 ¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto? 6 ¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar? 7 ¿Qué van a querer percibir por los sentidos? 8 Percibir por los sentidos es no conocer. 9 Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más. Ver LTe.4 (-251)

5 … real, ya que en el eterno Presente de Su Unicidad, Dios es la única Causa y, Su Efecto, Su Hijo, o Cristo. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, causa y efecto, significan el reflejo de la Causa y Efecto divinos; y, cuando pensamos con el ego, son las causas y efectos de las leyes de la evolución y de la escasez que rigen este mundo, según las percibimos con nuestros sentidos y tratamos de entender con nuestra razón, lógica y sentido común. Ver T2.5 [97], T21.3 [25]-[26], T26.8 [60]
 
6 … realmente
 
7 En la separación, los pensamientos que procesan nuestros cerebros tienen dos fuentes: 1) La del yo primario, que constantemente envía al universo en general y a nuestros cerebros en particular, impulsos del sistema de pensamiento del ego, impulsos que también llamamos leyes de la evolución (todo se come a todo) y de la escasez (las cosas buenas ni abundan ni duran), y 2) la del Espíritu Santo, que nos envía impulsos milagrosos de Amor que, entre otras cosas, nos dicen que realmente no somos cuerpos individuales, separados y compitiendo unos con otros, sino Almas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Que queremos creer que realmente somos. Ver T1.2 [102], T3.9 [72], T4.2 [8] y [11], T4.7 [85], T18.10
 
8 … si realmente eres un Alma que —conjuntamente con todas las demás Almas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios— eres Uno con Dios en el eterno Presente de Su Unicidad…
 
9 … a menos que siguieras creyendo únicamente en la realidad de este mundo, según la fuente de los pensamientos del ego
L E C C I Ó N 156
pár 2
L156.2 6 No somos incoherentes con los pensamientos que presentamos en nuestro programa de estudios. 7 La Verdad tiene que ser verdad de principio a fin, si es que es verdad10. 8 No puede contradecirse a Sí Misma, ni tener dudas en algunas partes y estar segura en otras. 9 Tú no puedes caminar por el mundo11 separado de Dios, porque realmente12 no podrías existir sin Él. 10 Él es lo que tu Vida13 es. 11 Donde Tú14 estás, Él está. 12 Hay una sola Vida, 13 y ésa Vida La compartes con Él. 14 Nada puede estar separado de Él y estar vivo.
10 Si quiero creer que los impulsos milagrosos que de vez en cuando emergen a mi consciente, provienen del Espíritu Santo, según nos propone el Curso, entonces, también querré creer que la Verdad es: 1) la Unicidad de Dios, la cual, no se puede describir ni tampoco explicar, pero sí se puede experimentar internamente un reflejo de Ella, cuando hemos: 1.1) aceptado el Redimir para nosotros mismos; 1.2) perdonado y 1.3) extendido a otro(s) el o los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu santo; 2) que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 3) que Dios no creó más nada; 4) que por eso, nada de Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe; 5) que en esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que: son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez y, constituyen su única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
 
11 … creyendo con tu ego que estás
 
12 … en la Unicidad, Que es donde realmente estás,
 
13 La Vida, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Que es Uno con Su Padre en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, vida quiere decir nuestra vida aquí, sea como reflejo de Nuestra Vida eterna cuando pensamos con el Espíritu Santo o, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego. Ver T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
 
14 … realmente
L E C C I Ó N 156
pár 3-5
L156.3 15 Y ahí Donde Dios está, tiene que haber tanto Santidad como Vida. 16 Él no posee ningún atributo que no comparta con Todo Lo que vive. 17 Lo que vive es tan santo como Él, pues Lo que comparte Su Vida forma parte de la Santidad, y no puede ser pecador igual que el sol no puede decidir ser de hielo, ni el mar estar separado del agua, ni la hierba crecer con las raíces suspendidas en el aire.

L156.4 18 Hay una Luz15 en ti Que no puede morir, Cuya Presencia es tan santa que el mundo se santifica gracias a ti16. 19 Todas las cosas que viven17 te traen presentes, depositándolos a tus pies con gratitud y alegría. 20 El aroma de las flores es su presente para ti. 21 Las olas se inclinan ante ti, los árboles extienden sus brazos para protegerte del calor, y depositan sus hojas ante ti en el suelo para que puedas caminar sobre mullido, mientras que el silbido del viento disminuye hasta convertirse en un susurro alrededor de tu santa cabeza.

L156.5 22 La luz en ti es lo que el universo18 ansía mirar. 23 Todas las cosas vivientes todavía se encuentran ante ti, pues reconocen al Que camina a tu lado. 24 La luz que llevas en ti es la de ellas, 25 y así ven en ti su santidad y te saludan como salvador y como Dios19. 26 Acepta su reverencia, pues le es debida a la Santidad Misma20, la Cual, camina a tu lado, transformando en Su suave Luz a todas las cosas a Su Semejanza y Su Pureza.
15 Luz, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu o mente acertada en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
 
16 … cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonas y extiendes los milagros que te sugiere el Espíritu Santo…
 
17 Las cosas vivientes son las que vemos por medio de la visión de Cristo, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro en el mundo real, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios en Su eterna Unicidad, nuestra única y verdadera Realidad. Ver T24.6 [46]
 
18 … si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios.
 
19 … ya que en el eterno Presente de la Unicidad, Que es donde realmente estás, eres Uno con Dios…
 
20 … Dios
L E C C I Ó N 156
pár 6-7
L156.6 27 Así es como opera la salvación21. 28 Al tú hacerte a un lado, la Luz en ti da un paso adelante y abarca el mundo. 29 No proclama que el pecado22 termina en castigo y muerte. 30 Desaparece entre jolgorios y risas, pues se reconoce su extraña absurdidad. 31 Es un pensamiento insensato, un sueño tonto, no temible sino tal vez ridículo, pero... ¿quién desperdiciaría un instante mientras se acerca a Dios Mismo para un antojo tan sin sentido?

L156.7 32 No obstante, has desperdiciado muchos, pero muchos años, precisamente en este pensar insensato. 33 El pasado ha desaparecido con todas sus fantasías. 34 Ya no te limitan. 35 El acercamiento a Dios se avecina. 36 Y, en el pequeño intervalo de duda que todavía queda, puede que pierdas de vista a tu Compañero23 y lo confundas con el viejo e insensato sueño que ahora es pasado24.
21 La salvación: 1) es haber aprendido a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego y, así, haber liberado la fuerza de Dios en nosotros que está reverberando en todo lo que pensamos o hacemos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— haber reconocido en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es haber aprendido lo que es la paz, porque la paz es la condición del Reino en nuestro fuero interno; 4) es haber buscado y hallado en el otro y en los demás, el reflejo del Amor de Dios, Amor que Él y Su Hijo comparten en el eterno Presente de la Unicidad en perpetua Armonía y alegre Concordia, extendiendo así la Creación; 5) es haber aprendido a dar paz y haber obtenido paz, porque la paz es la condición para: 5.1) alcanzar aquí el reflejo del Conocimiento; 5.2) en nuestro fuero interno, entrar en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje con el Curso. Ver T11, T22, T31, L39, LTe.2 (-L231)
 
22 El pecado de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver T27.9 [82]
 
23 … el Espíritu Santo, que se te manifiesta por medio de los impulsos milagrosos que envía a lo profundo de tu subconsciente
 
24 … los pensamiento del ego que te envía constantemente tu yo primario
L E C C I Ó N 156
pár 8-9
L155.6 23 La ilusión parece estar aún ceñida a ti18, pero es para que puedas comunicarte con ellos. 24 Sin embargo, ha retrocedido19, y no es de ilusiones de lo que te oyen hablar, ni son ilusiones lo que les presentas para que sus ojos vean y sus mentes comprendan. 25 Ahora, la Verdad20 que va delante de ti les puede hablar a través de la ilusión, pues ahora este camino21 conduce más allá de la ilusión22, y mientras vas adelante23 los llamas para que te sigan.

L156.9 41 Camino con Dios en perfecta santidad. 42 Ilumino el mundo, ilumino mi mente y todas las mentes que Dios creó Una Conmigo.
25 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro —es decir, que nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar, porque lo hemos reconocido como el Cristo que realmente es, como el Alma perfecta y eterna que realmente es, Alma que es exactamente igual a La mía y a Las de todos los demás— y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20


Un Curso Sobre Milagros
edición original
TEXTO
Capítulo 13
DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO

T13.8 DECIDIRSE A FAVOR
DE LA INCULPABILIDAD1 pár 79-85
[LA LECTURA DE TEXTO REANUDARÁ EL LUNES]
T13.8 [79] 99 No trates de evaluar el valor del Hijo de Dios Que Él creó santo, pues hacerlo sería evaluar su Padre y juzgar en Su contra. 100 Y si lo haces, te sentirás culpable por haber cometido este crimen imaginario, el cual sería imposible de cometer por nadie en este mundo ni en el Cielo. 101 El Espíritu de Dios sólo enseña que el "pecado" de auto-emplazarse en el trono de Dios no es una fuente de culpa. 102 Lo que realmente no puede suceder no puede tener efectos a los cuales temer. 103 Descansa tranquilamente en la fe que has depositado en Aquel que te ama y que quiere sacarte de la locura. 104 Puede que hayas escogido la demencia1, pero ésta no es tu realidad. 105 Nunca olvides el Amor de Dios, Quien se ha acordado de ti. 106 Pues es absolutamente imposible que alguna vez hubiese permitido que Su Hijo se desprendiera de la amorosa Mente en la Que fue creado, y donde Su Morada fue fijada eternamente en perfecta Paz.

T13.8 [80] 107 Limítate a decir al Espíritu Santo: "Decide en mi lugar ", y esto se hará. 108 Pues Sus decisiones reflejan lo que Dios sabe de Ti y, en esta luz, cualquier clase de error se vuelve imposible. 109 ¿Por qué luchas tan frenéticamente por anticipar lo que no puedes saber, cuando todo el conocimiento2 se encuentra tras cada decisión que el Espíritu Santo toma por ti? 110 Aprende de Su sabiduría y de Su Amor, y enseña Su respuesta a todos los que luchan en la oscuridad 111 pues, si lo haces, estarás decidiendo por ellos y por ti.

T13.8 [81] 112 ¡Qué agradable es decidir todas las cosas por medio de Aquel Cuyo Amor equitativo es dado a todos por igual! 113 Él no deja a nadie fuera de ti mismo3, ni mucho menos solo sin ti. 114 Por consiguiente, te da lo que realmente es Tuyo4 porque tu Padre quiere que Lo5 compartas con Él. 115 Deja que el Espíritu Santo sea tu guía en todo y no cambies de opinión. 116 Confía en que te responderá rápida, seguramente y con Amor en relación a todos a los que de algún modo les llegue tu decisión. 117 Y a todos les llegará. 118 ¿Tomarías tú solo la responsabilidad de decidir qué es lo que puede traer únicamente lo bueno a todos? 119 ¿Cómo ibas a saberlo?

T13.8 [82] 120 Ustedes se enseñaron a sí mismos el hábito muy antinatural de no comunicarse con su Creador. 121 No obstante, tú sigues realmente en estrecha comunicación con Él6, y con Todo Lo que está en Él, tal como también está en Ti7. 122 Desaprende el aislamiento por medio de Su guía amorosa, y aprende todo sobre la feliz comunicación que desechaste pero que realmente no podías perder.

T13.8 [83] 123 Cada vez que tengas dudas sobre lo que debes hacer, piensa en Su Presencia en ti y repite para tus adentros lo que sigue, y sólo eso:

T13.8 [84] 124 Él me guía y conoce el camino, el cual desconozco. 125 No obstante, nunca me privará de lo que Él quiere que yo aprenda. 126 Por eso confío que me comunicará todo lo que Él sabe que es para mí.

T13.8 [85] 127 Luego, déjale que te enseñe tranquilamente cómo percibir tu inculpabilidad, la cual ya está ahí.
1 … al pensar continuamente con el ego…
 
2 … reflejo aquí del Conocimiento eterno
 
3 La relación santa, aquí: 1) es el reflejo de la Relación de Amor de Dios en paz y alegría con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas como Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les va a permitir alejarse gradualmente del especialismo de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus o mentes acertadas; 3) es un proceso que se inicia cuando dos o más personas que, habiendo perdonado totalmente a otra(s), unen sus mentes en una meta común a favor de otro(s); este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere; 4) finalmente, cuando en instantes santos en sus fueros internos, sus mentes acertadas experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora, mediante la visión de Cristo, vean con Amor en paz y alegría a todos y a todo. Ver T17.6, T22
 
4 … la Filiación, todos los demás que realmente son Uno contigo en Cristo,
 
5 … la Filiación, Cristo,
 
6 … por medio del Espíritu Santo
 
7 … como Cristo, en Quien todos como Almas somos realmente Uno.


Un Curso Sobre Milagros
edición original
TEXTO
Capítulo 13
DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO

T13.9 EL CAMINO
DE LA SALVACIÓN1 pár 86-92
[LA LECTURA DE TEXTO REANUDARÁ EL LUNES]
T13.9 [86] 1 Cuando aceptes la inculpabilidad de un hermano, verás el Redimir en él. 2 Pues al proclamarla en él la haces tuya, y entonces verás lo que buscabas. 3 Pero no verás el símbolo de la inculpabilidad de tu hermano brillando en su fuero interno mientras sigas creyendo que no está en él. 4 Su inculpabilidad constituye tu Redimir. 5 Concédesela y verás la Verdad de lo que has reconocido. 6 No obstante, primero se ofrece la Verdad para luego recibirla, del mismo modo en que Dios La dio primero a Su Hijo. 7 El primero en el tiempo no significa nada, pero el Primero en la Eternidad es Dios Padre, Quien es a la vez el Primero y el Único. 8 Más allá del Primero no hay ningún otro, pues no hay rango ni segundo ni tercero ni nada, excepto el Primero.

T13.9 [87] 9 2, que perteneces a la Primera Causa, que fuiste creado por Él a Su Semejanza y como parte de Él, eres mucho más que simplemente una mente libre de culpa. 10 El estado de inculpabilidad es sólo la condición en la que lo que realmente nunca ha estado ahí ha sido eliminado de la mente perturbada que pensó que sí estaba. 11 Ese estado, y sólo ese estado, es lo que tienes que alcanzar con Dios a tu lado. 12 Pues mientras no lo hagas, seguirás creyendo que estás separado de Él. 13 Podrás sentir Su Presencia a tu lado, pero no podrás conocer que realmente eres Uno con Él. 14 Esto no hace falta que se enseñe. 15 El aprendizaje sólo se aplica a la condición en la que eso sucede por sí solo.
1 La salvación: 1) es haber aprendido a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego y, así, haber liberado la fuerza de Dios en nosotros que está reverberando en todo lo que pensamos o hacemos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— haber reconocido en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es haber aprendido lo que es la paz, porque la paz es la condición del Reino en nuestro fuero interno; 4) es haber buscado y hallado en el otro y en los demás, el reflejo del Amor de Dios, Amor que Él y Su Hijo comparten en el eterno Presente de la Unicidad en perpetua Armonía y alegre Concordia, extendiendo así la Creación; 5) es haber aprendido a dar paz y haber obtenido paz, porque la paz es la condición para: 5.1) alcanzar aquí el reflejo del Conocimiento; 5.2) en nuestro fuero interno, entrar en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje con el Curso. Ver T11, T22, T31, L39, LTe.2 (-L231)
 
2 … como Alma, Uno con todas las demás Almas en Cristo, el único Hijo de Dios,
T13.9 EL CAMINO
DE LA SALVACIÓN1
pár 88-89
T13.9 [88] 16 Cuando hayas permitido que todo lo que oscurece la Verdad en tu santísima mente sea deshecho por ti y, consecuentemente, te alces en gracia ante tu Padre, Él se dará a Sí Mismo a ti como siempre ha hecho. 17 Darse a Sí Mismo es lo único que sabe hacer, y así sucede con todo conocimiento3. 18 Pues lo que Él desconoce no existe y, por consiguiente, no se puede dar. 19 No pidas que se te perdone, pues eso ya se cumplió. 20 Pide, más bien, cómo aprender a perdonar y a restituir en tu mente que no perdona Lo que siempre ha estado en ella4. 21 El Redimir5 se vuelve real y visible para los que Lo ponen en práctica. 22 En la tierra, ésa es tu única función, y tienes que aprender que eso es lo único que realmente quieres aprender.

T13.9 [89] 23 Te sentirás culpable hasta que aprendas eso. 24 Pues al final —sea cual fuere la forma en que tu culpa se manifieste— ésta proviene de tu fracaso en cumplir con tu función en la Mente de Dios con toda la tuya6. 25 ¿Acaso vas a escapar de esa culpa fracasando en el cumplimiento de tu función aquí? 26 No tienes que comprender lo que es la Creación para hacer lo que tienes que hacer, antes de que ese conocimiento cobre significado para ti. 27 Dios no rompe barreras; tampoco las hizo. 28 Cuando las abres, desaparecen. 29 Dios no va a fracasar, como tampoco ha fracasado nunca en nada.
3 … con toda experiencia que sea reflejo aquí del Conocimiento celestial.
 
4 Conocimiento, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Almas que, en perfectas paz y alegría, están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, en minúscula, conocimiento es lo que experimentamos en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y unir como Una, su Alma con La mía, es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver T3.5 [35] y [37], T25.4 [25]
 
5 Aceptar para sí mismo el Redimir —siempre con mayúscula— es un acto de Amor; es reconocer el Alma del que perdonamos; es haberse decidido a pensar cada vez más "nos" con el Espíritu Santo y cada vez menos "yo", "yo", "yo" con el ego; es el acto de compartir desinteresadamente; es querer creer que la separación nunca ocurrió y, por lo tanto, no somos cuerpos sino realmente las Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único Que Dios creó; es dejar de creer en la realidad del ego y querer creer en la Realidad, el eterno Presente de la Unicidad con Dios; es siempre una manera de escapar del miedo. Ver T3.3, T5.3, T11.9, L139
 
6 … en la que todas las mentes son realmente Una y Que es Una con la Mente de Dios.
T13.9 EL CAMINO
DE LA SALVACIÓN1
pár 90-91
T13.9 [90] 30 Decide que Dios está en lo cierto y que estás equivocado con respecto a ti mismo. 31 Él te creó de Sí Mismo, pero sigues en Él. 32 Él sabe Lo que eres. 33 Recuerda que no existe reemplazo para Él. 34 Por consiguiente, no puede haber nadie que realmente no posea Su Santidad, ni nadie que no merezca Su perfecto Amor. 35 No fracases en tu función de amar en este lugar falto de Amor, hecho a partir de la oscuridad y del engaño, pues así se desharán la oscuridad y el engaño. 36 No te falles a ti mismo: antes bien, ofrécele a Dios y a ti mismo Su irreprochable Hijo. 37 A cambio de este pequeño presente de aprecio por Su Amor, Dios Mismo intercambiará tu presente por Su Don.

T13.9 [91] 38 Antes de tomar cualquier decisión a tu favor, recuerda que has tomado una decisión contraria a tu función7 en el Cielo, y considera seriamente si quieres tomar decisiones aquí. 39 Tu función aquí es únicamente decidir en contra de decidir a favor de lo que quieres, reconociendo que no sabes lo que realmente quieres. 40 Así que, ¿cómo vas a decidir lo que debes hacer? 41 Deja todas las decisiones en manos del Que habla por Dios y también por tu función tal como Él la conoce8. 42 De este modo, Él te enseñará a eliminar la horrible carga que te has echado encima por no amar al Hijo de Dios y por tratar de enseñarle la culpa9 en vez del Amor. 43 Abandona ese afán frenético y demente que te priva de la alegría de vivir con Tu Dios y Padre, y de despertar alegremente a Su Amor y a Su Santidad10, Que se unen para expresar la Verdad en ti11 haciendo que seas Uno con Él.
7 … que es crear, que es lo mismo que amar, que es lo mismo que crear conjuntamente con Dios, nuestro Padre y Creador.
 
8 Nuestra función especial o verdadera es tratar de ser aquí un reflejo de lo que realmente somos todos en la eterna Unicidad: el Alma única del único Hijo de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el Amor o Espíritu Santo; reflejo que se logra en el instante santo del mundo real, después de haber: aceptado el Redimir para sí mismo, perdonado totalmente a otro y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo. A cada persona el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación que sólo ella puede desempeñar, porque es una parte que le fue asignada únicamente a ella, que es: perdonar a sus relaciones especiales hasta que, en la experiencia de Cristo, su Alma se identifica con el Alma del otro, convirtiendo la relación especial en santa. Ver T18.6 [45], T20.5 [32], T25.7, L62, L64, L65, L66, L99
 
9 En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y aceptar el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino Almas creadas por Dios a Su Semejanza y, por lo tanto, nunca nos separamos de nuestro Padre y Creador. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
 
10 Santidad, con mayúscula, es el Estado de perfecto Amor o Espíritu Santo que —como Alma, unificada con TODAS las demás Almas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios— vivimos con Dios en perfectas Paz y Alegría, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, santidad es la experiencia en mi fuero interno del reflejo aquí de ese Estado. Ver T1.1.31 [42] a [44], T2.2 [45], T5.4 [23], T14.5, L36, L37, L39
 
11 Ti, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas, están unificadas como Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios Que realmente somos. En minúscula, ti, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
T13.9 EL CAMINO
DE LA SALVACIÓN1
pár 92
T13.9 [92] 44 Cuando hayas aprendido cómo decidir con Dios, tomar decisiones se volverá algo tan fácil y acertado como respirar. 45 No requerirá ningún esfuerzo, y serás guiado tan afablemente como si te estuviesen llevando de paseo por un plácido sendero en un día de verano. 46 Es sólo tu propia volición la que parece dificultar la toma de decisiones. 47 El Espíritu Santo no se demorará en absoluto en contestar cada pregunta que Le hagas sobre lo que debes hacer. 48 Él lo sabe. 49 Y te lo dirá12, y luego lo hará por ti13. 50 Y tú, que estás cansado, puede que consideres esto más reparador que dormir. 51 Pues puedes llevar tu culpa a tus sueños, pero no a esto.
12 … en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo,
 
13 … por medio de los milagros que con Él vas a extender: Extender un milagro a otro, es la máxima expresión de Amor que puedes experimentar en tu fuero interno, cuando, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo y logrado perdonar totalmente a un hermano, se corre el velo que te impedía verlo con la visión de Cristo, y unes tu Alma a La de él en una unión de Amor, que se extiende a todas las Almas, ya que, realmente, hay Una sola, La del Hijo único de Dios. El milagro trasciende las leyes de este mundo, remplazándolas por una verdadera empatía o altruismo, como reflejo aquí del Amor que nuestras Almas comparten en el Cielo, reflejo que cura la mente de tu hermano de su creencia en la realidad del ego y, al mismo tiempo, consolida tu propia curación. El milagro es el medio para alcanzar conjuntamente la meta del Curso, no se pide, sino que sucede y, al suceder, se acepta que su origen es divino, mediante un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y en: LTe.13 (-L341)
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