Estimados Asistentes Pastorales de Formación en la Fe,
PASCUA, EUCARISTÍA Y VIRGEN MARÍA:
Vi un breve artículo en Catholic Link que me llamó la atención sobre la importancia de celebrar la Pascua todos los domingos del año especialmente esta parte: "La celebración dominical de la Eucaristía, en el día reservado para el Señor, es el corazón de la vida de la Iglesia. Cuando celebramos la Eucaristía dominical, estamos recordando la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. De esta manera, cada domingo del año es una mini-Pascua. Los fieles se reúnen cada domingo y celebran en la vida litúrgica lo que Cristo ha hecho, quién es, lo que ha enseñado y lo que está haciendo a través de nosotros hoy".
Como catequistas, la Eucaristía es también nuestro motor. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que la Eucaristía es la "fuente y cumbre de la vida cristiana" (CIC 1324). Sí, la Eucaristía es la suma y el resumen de nuestra fe y reconocemos que la Virgen María recibió al Verbo, que se hizo carne dentro de ella y luego se silenció en la muerte. Es ella quien lo tomó en sus brazos hasta el final. De esta manera, la relación entre la Pascua, la Eucaristía y la Virgen María, se complementan.
Mayo es un mes dedicado a la Virgen María, y cada vez que participamos en la Misa, también nos dirigimos a ella pues recordamos su completa fidelidad. María de Nazaret es el modelo para cada uno de nosotros, ya que fue llamada a recibir el don que Jesús hace de sí mismo en la Eucaristía.
Sigamos celebrando el tiempo de Pascua, sigamos promoviendo el amor a la Eucaristía y reconociendo que María, la Madre de Dios, "inaugura la participación de la Iglesia en el sacrificio del Redentor". (Padres sinodales.)
Carlos Carrillo
Director de Formación en la Fe