PARA VER TODO EL CORREO HAGA
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
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Verás a Cristo en él, porque permitiste a Cristo venir a ti.
UCSM TX 30.9 pár 93
gráfico por ©Deposit Photos
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T30.9 [93] 36 Precisamente porque la Realidad no cambia, ya hay un milagro que cura38 todas las cosas cambiantes, y que te las ofrece para que las veas con formas alegres y libre de miedo39. 37 Se te dará ver a tu hermano así40. 38 Pero no mientras quieras que él sea distinto con respecto a ciertas cosas. 39 Pues eso sólo significaría que no lo quieres ver realmente curado41 y completo42. 40 El Cristo en él es perfecto. 41 Pero ¿es esto lo que43 quieres ver en él? 42 Si es así, no permitas que haya sueños sobre él que tú prefieras ver en lugar de eso. 43 Y así verás a Cristo en él, porque permitiste a Cristo venir a ti. 44 Y cuando Él se te haya aparecido44, tendrás la certeza de que realmente eres como Él45, pues Él es Lo que hay de inmutable conjuntamente en tu hermano y en ti.
UCSM TEXTO
CH 30 EL NUEVO COMIENZO
T30.9 LA REALIDAD INMUTABLE
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
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P A R T E 2
¿Qué es la CREACIÓN? pár 1-5
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LTe.11 (-L321).1 1 La Creación1 es la suma de todos los Pensamientos de Dios, en número infinito y en todas partes, sin límite alguno2. 2 Sólo el Amor3 crea, y Lo hace únicamente a Su Semejanza. 3 Nunca hubo un tiempo en el que Todo Lo Que Él creó no existiese. 4 Ni nunca habrá un tiempo en que alguna de las Cosas4 que creó sufra dolor alguno. 5 Por siempre y para siempre, los Pensamientos de Dios son exactamente como fueron y como son: inalterados, tanto a lo largo del tiempo como después de que éste se haya acabado.
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1 La Creación, con mayúscula, en el Cielo, es la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros, como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en el eterno Presente de Su Unicidad o Realidad. Dios no creó más nada. Por eso, Allá, la realidad del ego que percibimos aquí con nuestros sentidos, realmente, no existe. Aquí, las creaciones, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
2 … a los efectos de nuestras mentes todavía individuales, es decir, todavía separadas, ya que sólo hay una Mente: La de Dios; y un solo Pensamiento: Su único Hijo que realmente somos todos nosotros, todas nuestras Almas perfectas y eternas Una en el Alma única perfecta y eterna del único Hijo de Dios…
3 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
4 Las Cosas, con mayúscula, son las Cosas eternas que Dios ha creado, a saber: Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte Su Amor o Espíritu Santo en Su eterna Unicidad o Cielo. En minúscula, las cosas, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son el reflejo aquí de las Cosas celestiales y, cuando pensamos con el ego, son aquí, las que perciben nuestros sentidos y que nos explicamos por medio de nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T8.3 [14], T12.6 [50], T12.7 [68]
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P A R T E 2
¿Qué es la CREACIÓN?
pár 2
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LTe.11 (-L321).2 6 Los Pensamientos de Dios poseen todo el Poder de Su Creador. 7 Pues Él quiere incrementar el Amor extendiéndolo. 8 Y así, Su Hijo participa en la Creación y, por lo tanto, tiene necesariamente que participar en el Poder5 de crear. 9 Lo que Dios ha dispuesto que sea eternamente Uno con Él, seguirá siendo Uno con Él cuando el tiempo se acabe, y no cambiará a lo largo del tiempo, sino que seguirá siendo Tal como era antes de que surgiera la idea del tiempo6.
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5 Poder, con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula, poder —si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, poder quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
6 En la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, se adentró una diminuta idea alocada, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. A causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales. (... tales como, entre otras cosas, la hechura del tiempo y del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra y, sobre ella, nuestro cuerpo individual separado y compitiendo con los demás cuerpos por las escasas cosas "buenas"…). Ver T27.9 [82]
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P A R T E 2
¿Qué es la CREACIÓN?
pár 3
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LTe.11 (-L321).3 10 La Creación es lo opuesto a todas las ilusiones7, porque la Creación es la Verdad8. 11 La Creación es el santo Hijo de Dios, pues al crearlo, la Voluntad de Dios se completa en cada Aspecto9, al hacer que cada Parte10 contenga realmente la Totalidad. 12 La Unicidad11 de la Creación está garantizada en cuanto a ser eternamente inviolable, y estar eternamente contenida en Su santa Voluntad más allá de cualquier posibilidad de daño, separación, imperfección o de alguna mancha sobre Su Impecabilidad. 13 Nosotros, los Hijos de Dios, somos realmente la Creación.
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7 Ilusión o fantasía es todo lo "hecho" por nuestro ego primario, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver T8.5 [41], T16
8 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber visto su Alma con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
9 … cada Hijo separado
10 … cada Hijo separado que cree que es una individualidad más…
11 Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
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P A R T E 2
¿Qué es la CREACIÓN?
pár 4-5
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LTe.11 (-L321).4 14 Parece que nos diferenciamos unos de otros y que no somos conscientes de Nuestra eterna Unicidad con Él. 15 Sin embargo, tras todas nuestras dudas y más allá de todos nuestros temores, todavía hay certeza, 16 pues el Amor sigue acompañando a todos Sus Pensamientos, y Su Certeza es la de ellos. 17 El recuerdo de Dios12 se encuentra en nuestras santas mentes, las cuales saben de Su Unicidad y de Su Unión con Su Creador. 18 Que nuestra función sea únicamente permitir el regreso de este recuerdo, únicamente que la Voluntad de Dios se haga en la tierra, únicamente para que recobremos nuestra cordura13 y para que seamos sólo tal como Dios nos creó realmente.
LTe.11 (-L321).5 19 Nuestro Padre nos llama. 20 Oímos Su Voz y perdonamos el reflejo aquí de la Creación en Nombre de Su Creador, la Santidad14 Misma, Cuya santidad Su propia Creación comparte con Él; Cuya Santidad todavía sigue formando parte de nosotros.
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12 El residuo bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Este reflejo se nos manifiesta en nuestro fuero interno mediante impulsos caritativos, compasivos, de compartir, de amor o amistad desinteresados que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, y que sólo podemos tomar en serio cuando nos ponemos a pensar con el Espíritu Santo en nuestro espíritu (o mente acertada), que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T5.7 [60] 7, T8.5 [33], T12.3 [11], T18.11 [98], T28.2
13 Cordura, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su sistema de pensamiento en nuestro espíritu, que parte de la creencia en la Verdad y, que nuestra función aquí es tratar de ser reflejos de nuestra verdadera Realidad, aceptando el Redimir para nosotros mismos, perdonando, extendiendo milagros y entablando relaciones santas para multiplicar el perdón y la extensión de milagros hasta abarcar a todos. Y, cuando pensamos con nuestro ego, la cordura es el estado mental al que llega nuestro ego por medio del razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76], T17.7 [61]
14 Santidad, con mayúscula, es el Estado de perfecto Amor o Espíritu Santo que —como Alma, unificada con TODAS las demás Almas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios— vivimos con Dios en perfectas Paz y Alegría, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, santidad es la experiencia en mi fuero interno del reflejo aquí de ese Estado. Ver T1.1.31 [42] a [44], T2.2 [45], T5.4 [23], T14.5, L36, L37, L39
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
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L E C C I Ó N 324
Sólo sigo, pues
no quiero guiar.
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L324.1 1 Padre, Tú eres El Que me dio el plan1 para mi salvación. 2 Determinaste el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, y cada paso en el sendero que me fue señalado. 3 No puedo perderme. 4 Tan sólo puedo decidir desviarme por un tiempo, y luego volver. 5 Tu amorosa Voz siempre me llamará para que regrese, y guiará apropiadamente mis pasos. 6 Todos mis hermanos pueden seguir el camino por el que los llevo. 7 No obstante, sólo sigo el camino que conduce a Ti, tal como me indicas y quieres que camine.
L324.2 8 Por consiguiente, sigamos a Aquel que conoce el camino. 9 No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa mano por más de un instante. 10 Caminamos juntos, pues Lo seguimos. 11 Y Él es Quien hace que el final sea seguro y garantiza que regresaremos a casa a salvo.
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1 El Plan de Dios para nuestra salvación: 1) es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es aprender lo que es la paz, porque la paz es la condición del Reino en nuestro fuero interno; 4) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo del Amor de Dios, Amor que Él y Su Hijo comparten en el eterno Presente de la Unicidad en perpetua Armonía y alegre Concordia, extendiendo así la Creación; 5) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición para: 5.1) alcanzar aquí el reflejo del Conocimiento; 5.2) en nuestro fuero interno, entrar en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje con el Curso. Ver T8.4 [22], T9.6, T11.1, T15.4 [33], T17.3 [9], L71, L72 L71.2, T15.4 [33], T17.3 [9], L71.2, LTe.2 (-L231)
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
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Capítulo 30
EL NUEVO COMIENZO
T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE pár 89-94
[LA LECTURA DE TEXTO REANUDARÁ EL LUNES]
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T30.9 [89] 1 Las apariencias engañan, pero se pueden cambiar. 2 En cambio, la Realidad1 es inmutable. 3 No engaña en absoluto, y si tú2 no puedes ver más allá de las apariencias, es porque te has dejado engañar3. 4 Pues todo lo que ves cambiará y, aunque antes pensabas que todo eso era real, al volver a verlo ahora sigues pensando que es real. 5 De este modo, la realidad se ve reducida a formas y se la considera susceptible de cambiar. 6 Sin embargo, la Realidad es inmutable. 7 Esto es lo que hace que sea real, y lo que La distingue de todas las apariencias. 8 Tiene necesariamente que trascender toda forma para poder ser Ella Misma. 9 La Realidad no puede cambiar.
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1 La Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
2 … en tu mente, en tu espíritu que es la parte de la mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo,
3 … por tu propia mente, por el ego, que es la parte de tu mente que da testimonio de la separación, de la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, incluso la pizca de polvo cómico que llamaos Tierra, incluso tu cuerpo con el cual te identificas la mayor parte del tiempo…
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T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE
pár 90
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T30.9 [90] 10 El milagro4 es un medio que demuestra que todas las apariencias5 pueden cambiar, precisamente porque son apariencias y, por consiguiente, carecen del atributo de inmutabilidad que la Realidad entraña6. 11 El Milagro atestigua que te puedes salvar7 de las apariencias al demostrar8 que éstas pueden cambiar. 12 En tu hermano9 reside una inmutabilidad que está más allá de cualquier apariencia y engaño10. 13 Pero queda oculta11 por tus cambiantes apreciaciones sobre él, las cuales percibes12 como su realidad. 14 En cambio, el sueño feliz sobre él13, adopta14 la forma de la apariencia de Su perfecta Salud, Su perfecta Libertad de todas las formas que adopta la carencia, y Su total Seguridad con respecto a cualquier clase de desastre. 15 El milagro15 prueba16 que tu hermano no está realmente limitado por ninguna clase de pérdida o sufrimiento, ya que todo eso17 puede cambiar fácilmente. 16 Esto demuestra18 que nunca fue real y que no podía provenir de su Realidad. 17 Pues Ésta19 es inmutable, y no hay nada en el Cielo o en la tierra que pueda nunca alterar Sus Efectos20. 18 En cambio, se ve21 que las apariencias son irreales precisamente porque cambian.
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4 Extender un milagro a otro, es la máxima expresión de Amor que puedes experimentar en tu fuero interno, cuando, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo y logrado perdonar totalmente a un hermano, se corre el velo que te impedía verlo con la visión de Cristo, y unes tu Alma a La de él en una unión de Amor, que se extiende a todas las Almas, ya que, realmente, hay Una sola, La del Hijo único de Dios. El milagro trasciende las leyes de este mundo, remplazándolas por una verdadera empatía o altruismo, como reflejo aquí del Amor que nuestras Almas comparten en el Cielo, reflejo que cura la mente de tu hermano de su creencia en la realidad del ego y, al mismo tiempo, consolida tu propia curación. El milagro es el medio para alcanzar conjuntamente la meta del Curso, no se pide, sino que sucede y, al suceder, se acepta que su origen es divino, mediante un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y en: LTe.13 (-L341)
5 … del tiempo y del espacio según tu ego,
6 … que como se dijo antes, tu razón, lógica y sentido común de ego no lo pueden comprender…
7 … mentalmente…
8 En la apreciación de tu mente pensando con el Espíritu Santo,
9 … en su Alma perfecta y eterna
10 … de la realidad según el ego
11 … en tu mente que está pensando con el ego
12 … con el razonamiento, la lógica y el sentido común de tu ego
13 En tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo,
14 … en cuanto a su Alma se refiere,
15 … que le has extendido después de haberlo perdonado totalmente,
16 … en tu mente
17 … en la realidad según tu ego
18 … a tu mente
19 … sea en tu querer creer, o en tu creencia y/o en tu fe,
20 … que están resumidos en la oración que es, en el eterno Presente de la Unicidad, el mayor Don con el Cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. la única Voz que eternamente nos profesamos Dios y todos nosotros como las Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su único Hijo, en medio de la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gracias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. Cuando termine el tiempo, el Amor Que Ellos comparten es Lo que toda oración será por toda la Eternidad, porque así era antes de que el tiempo pareciera existir. La oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este mundo. Si eso es lo que la oración del corazón pide, es lo que se le dará, porque es lo que recibirá. Al Hijo dormido de Dios sólo le queda este poder. Pero es suficiente. Sus palabras no tienen importancia. Sólo la Palabra de Dios tiene algún significado que sólo el Espíritu Santo comprende. Y eso, también, es suficiente. Ver T3.7 [56] y [60], T6.3 [32], L183.11, L254, M21.3, C1.in
21 … en la percepción del ego por medio de los sentidos del cuerpos
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T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE
pár 91
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T30.9 [91] 19 ¿Qué es la tentación sino22 el deseo de hacer que las ilusiones sean reales? 20 No parece ser el deseo de que no haya Realidad23. 21 Por eso, constituye una afirmación de que algunas clases de ídolos ejercen una poderosa atracción que los hace más difíciles de resistir que los que preferirías que no fuesen reales. 22 Así que toda tentación no es más que esto: una oración que pide24 que el milagro no sólo no toque algunos sueños, sino que además, mantenga su irrealidad oculta, otorgándoles así realidad25. 23 Y el Cielo26 no contesta a esa oración, como tampoco se te puede conceder un milagro para curar las apariencias que no te gustan. 24 Tú has establecido límites. 25 Lo que pides se te concede, pero no por Dios Que no conoce límites. 26 Te has limitado a Ti Mismo27.
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22 … por estar pensando con el ego,
23 … ya que la razón, la lógica y el sentido común del ego no la puede concebir…
24 … al hacedor del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez
25 El ego no sabe realmente nada de irrealidad oculta. La tentación se juega entre las dos partes de la mente: el ego, con su sistema de pensamiento que la propicia, y el espíritu, cuando piensa con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo, que sólo concibe la Realidad del Amor, y, digamos, el decididor, que una y otra vez debe decidir con quién va a pensar la mente…
26 Cielo, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, unificadas como Una en Cristo, Su Hijo, a saber, que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver T4.2 [19], T4.4 [41], T9.11 [103], L138
27 Ti Mismo, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas están unificadas como Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios Que realmente somos. En minúscula, ti mismo, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
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T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE
pár 92
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T30.9 [92] 27 La Realidad es inmutable. 28 Los milagros no hacen sino mostrar que lo que has interpuesto entre la Realidad28 y tu concienciación29 es ilusorio, y que realmente30 no constituye una interferencia en absoluto31. 29 El costo de creer que algunas apariencias están más allá de cualquier esperanza de cambio es que no podrás extender milagros de forma constante. 30 Pues has pedido que32 no tengan el poder de curar todos los sueños. 31 No hay milagro que no puedas extender si realmente deseas curar al otro33. 32 Pero, por otra parte, no hay milagro que se te pueda dar para que lo extiendas, a menos que lo quieras recibir34. 33 Escoge35 lo que quieres curar, y a Aquel que otorga todos los milagros le habrá sido coartada Su libertad para dotar Sus dones al Hijo de Dios36. 34 Cuando el Hijo de Dios cae en la tentación37, niega la Realidad, 35 convirtiéndose voluntariamente en esclavo de lo que escogió a cambio.
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28 … donde Todo es Uno
29 … de algo específico en el mundo del ego donde todo está fragmentado,
30 … en la Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
31 … ya que Allá no existe, puesto que, al igual que toda la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen hecho por el ego, no pudo haber sido creado por Dios.
32 … los milagros
33 … es decir, si, mediante tu visión interior de Cristo quieres ver al otro —a quien has estado tratando de perdonar— como el Alma perfecta y eterna que él realmente es, Alma que además es Una con la tuya, y Ambas que son Una con Todas las demás en el Alma única del único Hijo de Dios.
34 … como reflejo aquí de la eterna Unicidad, donde no hay fragmentaciones ni individualidades, sino que Todo es Uno,
35 … en la realidad del ego, algún aspecto específico que es
36 … separado que sigue creyendo en la realidad fragmentada del ego en la que todo se come a todo.
37 … de creer en la realidad de algún aspecto de este mundo,
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T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE
pár 93
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T30.9 [93] 36 Precisamente porque la Realidad no cambia, ya hay un milagro que cura38 todas las cosas cambiantes, y que te las ofrece para que las veas con formas alegres y libre de miedo39. 37 Se te dará ver a tu hermano así40. 38 Pero no mientras quieras que él sea distinto con respecto a ciertas cosas. 39 Pues eso sólo significaría que no lo quieres ver realmente curado41 y completo42. 40 El Cristo en él es perfecto. 41 Pero ¿es esto lo que43 quieres ver en él? 42 Si es así, no permitas que haya sueños sobre él que tú prefieras ver en lugar de eso. 43 Y así verás a Cristo en él, porque permitiste a Cristo venir a ti. 44 Y cuando Él se te haya aparecido44, tendrás la certeza de que realmente eres como Él45, pues Él es Lo que hay de inmutable conjuntamente en tu hermano y en ti.
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38 … en tu mente… Curar (o curación como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, curar es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra Alma a los instantes santos del mundo real y a la unión con todas las demás Almas en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver T2.3 [69], T4.9 [106], T5.3 [18], T19.2, L137, L139
39 … El miedo es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo y, con la visión de Cristo, aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseñará que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
40 … curado en tu visión interior de Cristo, ya no como cuerpo sino como el Alma perfecta y eterna que realmente es.
41 Curación es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17, M22, M23
42 La Completitud, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de todos nosotros como Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas como Una en Cristo, Su Hijo, Quien es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la completitud es el reflejo aquí de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestro fuero interno en un instante santo del mundo real cuando, después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo. Y, cuando pensamos con el ego significa las definiciones que se pueden encontrar en el diccionario. Ver T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78], T29.3 [19]
43 … en tu mente
44 … en la imaginación de tu mente
45 … El Hijo único de Dios o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras están unificadas como Una en Cristo— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Mismo Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
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T30.9 LA REALIDAD
INMUTABLE
pár 94
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T30.9 [94] 45 Eso es lo que verás46 cuando decidas que no hay ninguna apariencia que quieras conservar en lugar de lo que tu hermano realmente es47. 46 No dejes que ninguna tentación de preferir un sueño permita entrar aquí a la incertidumbre48. 47 No te sientas culpable y temeroso cuando te tiente un sueño sobre lo que él es. 48 Pero no otorgues a ese sueño el poder de reemplazar lo inmutable en tu hermano en la vista que49 tienes de él. 49 No hay falsa apariencia que no desaparezca si, en lugar de ella, pides un milagro. 50 No hay dolor del que él no se pueda liberar, sólo con que quieras que tu hermano sea lo que realmente es. 51 ¿Por qué vas a temer ver a Cristo en él, 52 si lo que verás50 no será otro que Tú Mismo? 53 Y a medida que tu hermano se cure, tú te liberarás de la culpa51, pues su apariencia para ti es la imagen que tú tienes de ti mismo.
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46 … en tu fuero interno,
47 … según tu querer creer, creencia y/o fe…
48 … la duda del razonamiento lógico ayudado por el sentido común…
49 … con tu ego
50 … interiormente con tu visión de Cristo
51 En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y aceptar el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino Almas creadas por Dios a Su Semejanza y, por lo tanto, nunca nos separamos de nuestro Padre y Creador. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
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