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T5.7 [59] 4
La lógica del ego es tan impecable como la del Espíritu Santo, ya que tu mente tiene a su disposición los medios
3
para ponerse de parte del Cielo o de la tierra, según decida.
5
Pero, una vez más, recuerda que ambos se encuentran en
ti
.
6
En el Cielo
4
no hay culpa porque el Reino se alcanza por medio del Redimir
5
, el Cual crea
6
en ti el
7
Reino.
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CH 5.
CURACIÓN Y COMPLETITUD
5.7
LAS DOS DECISIONES
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 59
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L1 (L41-45) Las ideas que siguen cubren nuestro repaso de hoy:
L59 (L41) 1
Dios me acompaña dondequiera que voy.
2 ¿Cómo puedo estar solo cuando Dios siempre Me
1 acompaña?
3 ¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él reside la perfecta Certeza?
4 ¿Cómo puede haber algo que me perturbe cuando Él reside en Mí en absoluta Paz?
5 ¿Cómo puedo sufrir
2 cuando
3 el Amor y la Alegría me rodean por medio de Él?
6 No me apegaré a ninguna ilusión por lo que a mí se refiere.
7 Soy realmente perfecto porque Dios Me acompaña dondequiera que voy.
L59 (L42) 8
Dios es mi fuerza. La visión es Su don.
9
Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver.
10
Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que veo, e intercambiarla por la visión que Dios me da.
11
La visión de Cristo
4
es Su don y Él me la dio.
12
Hoy convocaré este don a mi mente, de manera que este día me ayude a comprender la Eternidad.
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1
Me
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna, Que es Una con todas las demás Almas que son igualmente perfectas y eternas, Que realmente somos todos —los que fueron, son y serán— Almas que son Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o Reino de los Cielos, etc. En minúscula.
me
, cuando: decides pensar con el Espíritu Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo, el Hijo único de Dios; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas de esta manera con él.
2
… aquí
3
… Allá, en el Cielo, Que es donde, de toda Eternidad, estamos todos como Almas, Una en el Alma única del único Hijo de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador…
4
La
visión de Cristo
es la parte de un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad y defensas, y con algo de paz y alegría, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar a otro(s) —aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad— empiezo a perdonar
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L E C C I Ó N 59
Repase la Lección 43-45
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L59 (L43) 13
Dios es mi Fuente. No veo realmente estando separado de Él.
14 Veo Lo que Dios quiere que vea.
15 No veo nada más.
16 Más allá de Su Voluntad
5, sólo hay ilusiones
6.
17 Son éstas por las que me decido cuando creo que puedo ver estando separado de Él.
18 Son éstas por las que me decido cuando trato de ver con los ojos del cuerpo
7.
19 No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlas.
20 Por medio de esta visión, decido ver.
L59 (L44) 21
Dios es la luz con la que veo realmente.
22 No veo en la oscuridad.
23 Dios es la única luz
8.
24 Por consiguiente, si he de ver, tiene que ser por medio de Él.
25 He tratado de definir lo que es ver, y me he equivocado.
26 Ahora se me ha dado comprender que Dios es la luz con la que veo.
27 Daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que ésta me va a mostrar
9.
L59 (L45) 28
Dios es la Mente con la que realmente pienso.
29
No tengo pensamientos que no comparta con Dios.
30
No tengo pensamientos separados de Él, porque realmente no tengo otra Mente
10
que la Suya.
31
Como parte de Su Mente, Mis Pensamientos son Los Suyos, y Sus Pensamientos Los Míos.
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5
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
6
Ilusión o fantasía
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T16
7
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el cuerpo es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86], T2.2 [45], T2.3 [53], T2.3 [56], L161.4, LTe.5 (-L261)
8
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
9
… en mi mente
10
La
Mente
, con mayúscula, se refiere a la Mente única de Dios o de Cristo, y representa el agente que activa al Espíritu, aportándole su energía creadora. El Espíritu es el Pensamiento de Dios Que Él creó a Su semejanza. El Espíritu unificado es el Hijo único de Dios, o Cristo, en Quien nuestras Almas perfectas y eternas son Uno. En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar
acertada
(el espíritu) o
equivocada
(el ego), dependiendo de la voz que escuche. El
espíritu
es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El
ego
es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T2.2, T2.3, T5.4, T7.6
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
5
CURACIÓN Y COMPLETITUD
T5.7
LAS DOS DECISIONES
pár
59-69
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T5.7 [59] 1
Tal vez algunos de nuestros conceptos se vuelvan más claros y, personalmente, más significativos para ti si se aclara el uso que el ego hace de la culpa
1
.
2
El ego tiene un propósito, al igual que el Espíritu Santo.
3
El propósito del ego es infundir
miedo
2
, porque
sólo
los que tienen miedo pueden
ser
egoístas.
4
La lógica del ego es tan impecable como la del Espíritu Santo, ya que tu mente tiene a su disposición los medios
3
para ponerse de parte del Cielo o de la tierra, según decida.
5
Pero, una vez más, recuerda que ambos se encuentran en
ti
.
6
En el Cielo
4
no hay culpa porque el Reino se alcanza por medio del Redimir
5
, el Cual crea
6
en ti el
7
Reino.
7
La palabra "crear" es apropiada en este contexto, porque una vez que el Espíritu Santo deshace
8
lo que
tú
has hecho
9
, el residuo bendito
10
es
restaurado
11
y, por consiguiente, sigue presente
12
en tu proceso de crear.
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1
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
2
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
3
… los sistemas de pensamiento del ego y del Espíritu Santo Sólo hay dos
sistemas de pensamiento
: el del
ego
, de acuerdo a las leyes de la evolución y escasez que manejamos por medio de nuestra percepción, razonamiento, lógica, y sentido común; y el del
Espíritu Santo
, reflejo aquí del Espíritu o Pensar de Dios, Que es Amor, que se nos manifiesta principalmente a través de los impulsos amorosos que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente. Ver
T1.2 [102], T3.9 [72], T4.2 [8] y [11], T4.7 [85], T18.10
4
Cielo
, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, Una en el Alma única de Cristo, Su Hijo, a saber, que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver
T4.2 [19], T4.4 [41], T9.11 [103], L138
5
El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si quiere creer que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este querer creer le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro querer creer en una fe afianzada en la Verdad que nos propone el
Curso
.
Ver
T2.3, T2.5, T3.3, T5.3, T5.4, T13.9, T14.5, T15.3, L139, M28
6
Crear
es el eterno y conjunto Pensar amoroso entre Dios y Su Hijo. Cuando aquí, pensando con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonamos y extendemos milagros, y producimos creaciones, somos un reflejo de las Creaciones que, como Su Hijo, creamos conjuntamente con Dios en el Cielo.
7
… el reflejo aquí del
8
… en tu mente la creencia en la realidad de
9
… con el ego, a saber, el tiempo y el espacio y todo lo que éstos han contenido, contienen, y contendrán,
10
El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad.
11
… desde lo más profundo de tu subconsciente a tu consciente que, ahora, está pensando con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo
12
… pero ahora en forma consciente,
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T5.7
LAS DOS DECISIONES
pár
60-61
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T5.7 [60] 8 Lo que es verdaderamente bendito es incapaz de producir culpa, y por lo tanto,
tiene necesariamente que producir alegría.
9 Esto lo hace invulnerable al ego, porque su paz es inquebrantable.
10 Es invulnerable a la intrusión
por ser completo
13.
11 La culpa
siempre es intrusa.
12 Todo lo que genera miedo es divisivo porque obedece a la ley de la división
14.
13 Si el ego es el símbolo de la separación, es también el símbolo de la culpa.
14 La culpa es más que simplemente algo ajeno a Dios.
15 Es el símbolo del
ataque contra Dios
15.
16 Este concepto no tiene ningún significado
16,
excepto para el ego
17, pero no subestimes el poder de la creencia del ego en él
18.
17 De esta creencia es de donde realmente proviene
toda culpa.
T5.7 [61] 18
El ego
es
la parte de la mente que cree en la división.
19
Pero ¿cómo podría una parte de Dios separarse de Él
sin
creer que Lo está atacando?
20
Hablamos anteriormente del problema de autoridad, basados en el concepto de la
usurpación
del Poder de Dios
19
.
21
El ego cree que eso fue lo que
tú
hiciste, porque él cree que tú
eres
él.
22
Si te identificas
con
el ego,
tendrás necesariamente
que percibirte a ti mismo como culpable.
23
Siempre que le hagas caso al ego,
experimentarás
culpa y
temerás
ser castigado.
24
El ego es literalmente un pensamiento que mete miedo.
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13
La
Completitud
, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de todos nosotros como Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su Hijo, Quien es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula, la
completitud
es el reflejo aquí de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestra mente en un instante santo del mundo real cuando, después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo. Ver
T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78], T29.3 [19]
14
… que forma parte del fraccionamiento generalizado de la evolución (empezando, por ejemplo, por el Big Bang, y terminando en nuestras propias células que a cada cierto tiempo se fraccionan…
15
… al que se quiere culpar, ignorar u olvidar.
16
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
17
… aquí, donde el ego me quiere hacer creer en el Dios caprichoso y castigador de la Biblia, o bien en que ese Dios no existe, o bien en ser indiferente al llamamiento del Espíritu Santo en nuestro espíritu…
18
… en ti cuando crees en la realidad que él pregona y piensas con su sistema de pensamiento, es decir, tu razón, lógica y sentido común, que "tocando madera" te verifican la existencia de esa realidad. Nótese que los dedos que tocan madera forman parte integrante de esa realidad, por lo tanto, no constituyen ninguna prueba…
19 T3.8 [66] 39
Cuando uno tiene un problema de autoridad, es
siempre
porque cree ser su propio autor y proyecta ese engaño sobre los demás. ...
40
Éste es el error fundamental de todos los que creen haber usurpado el poder de Dios.
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T5.7
LAS DOS DECISIONES
pár
62-65
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T5.7 [62] 25 Y por muy ridícula que parezca la idea de atacar a Dios para una mente
sana, nunca olvides que el ego
no está cuerdo.
26
Representa un sistema de pensamiento ilusorio, y habla
por él.
27 Hacerle caso a la voz del ego
quiere decir que crees que es posible atacar a Dios.
28 Tú crees que has arrancado una parte de Él y te has apoderado de
ella.
29 De ahí proviene la clásica imagen del miedo a las represalias
externas, ya que el sentimiento de culpa es tan intenso que
tiene que ser proyectado.
30 Aunque Freud estaba equivocado en cuanto al conflicto básico en sí, estuvo muy acertado al describir sus efectos.
T5.7 [63] 31 Lo que sea que aceptes
en tu mente, se vuelve real para ti
20.
32 No obstante, es sólo tu
aceptación lo que le confiere realidad
21.
33 Si entronizas el ego en tu mente, el hecho de haberlo
aceptado o permitido que entre,
lo convierte en tu realidad.
34 Eso se debe a que la mente, al haber sido creada por Dios,
es capaz de crear realidad.
35 Dijimos anteriormente que tienes que aprender a pensar
con Dios
22.
36 Pensar
con Él es pensar
como Él,
37 lo cual produce alegría y no culpa, porque es algo natural
23.
38 La culpa es un signo inequívoco de que tu pensar
no es natural.
39 El pensar pervertido va
siempre acompañado de culpa, porque
es la creencia en el pecado.
T5.7 [64] 40 El ego no percibe el pecado como falta de Amor,
41
sino como un acto positivo
24
de agresión.
42 Esta interpretación es necesaria para su supervivencia
25 porque, tan pronto como
consideres que el pecado
26 es una
carencia de algo, tratarás automáticamente de remediar la situación.
43 Y lo lograrás.
44 Para el ego eso es la perdición, pero
tú tienes que aprender a verlo como la liberación.
45 La mente que está libre de culpa
no puede sufrir.
46 Al estar sana
27, ella cura al cuerpo
28 porque
ella misma fue curada.
47 La mente sana no puede concebir la enfermedad, porque tampoco puede concebir atacar a nada ni a nadie.
T5.7 [65] 48
Dijimos antes que la enfermedad
29
es una forma de magia
30
.
49
Quizá sería mejor decir que es una forma de
solución
mágica.
50
El ego cree que castigándose
a sí mismo
mitigará el castigo de Dios.
51
Pero incluso en esto, el ego es arrogante,
52
porque atribuye a Dios la intención de castigar, y luego adopta esa intención como su
propia
prerrogativa.
53
El ego trata de usurpar
todas
las funciones de Dios tal como las percibe, porque reconoce que sólo se puede confiar en la lealtad absoluta.
|
|
20
… tanto en el entorno del tiempo y espacio regido por la evolución que percibimos con nuestros sentidos, como el entorno de Dios, del cual nadie ha regresado ni nadie ha visto u oído a Dios.
21
El UrText
T5G7
sigue así: "Como un ejemplo extremo de desasociarte a ti mismo, no deberías tener dificultad en entender que es perfectamente posible no aceptar lo que está en tu mente
.
Si sientas el ego en el trono de tu mente, el hecho de haber
aceptado
o permitido que entrara,
lo hace real para ti
". (Tomado y traducido de
A Course in Miracles, The Urtext Manuscripts
, con la anuencia de su autor
Doug Thompson
)
22 T4.5 [57] 14
Y… y luego cambien sus mentes
para que piensen con la Mente de Dios
.
23
Lo
natural,
en la eterna Unicidad o Cielo, es la perpetua armonía reinante y también la perpetua concordia alegre del Amor Que eternamente se profesan el Padre y Su Hijo, Cristo, en Quien todos, como Almas, somos Uno y, en Ello, la Creación se extiende. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, lo
natural
es ser reflejo de Lo que somos en la eterna Unicidad, es decir, miramos a todo y a todos como uno con nosotros, perdonamos y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Cuando pensamos con el ego, lo
natural
es lo que percibimos aquí con nuestros sentidos y que están regidos por las leyes de este mundo. Ver
T27.6 [44], L161.2
24
… para sus propios intereses,
25
… en el mundo de la evolución, donde prácticamente todo se come a todo y las cosas buenas ni abundan ni duran.
26
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
27
… por estar pensando la mayor parte del tiempo con el Espíritu Santo después de haber aceptado el Redimir para sí misma, perdonado totalmente a otro u otros y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo,
28
… porque ya no lo considera real según el ego, sino, pensando con el Espíritu Santo, lo ve como un medio para perdonar y extender milagros a otros.
29
La
enfermedad
de todas las enfermedades, cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es la separación de Dios y todas las secuelas que ésta trajo consigo. Además, se quiere creer que Dios no tuvo ni tiene nada que ver con ella, ni con la hechura del tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen, ni con lo que ocurre a diario en el Cosmos, ya que nuestra verdadera Realidad —como las Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, que verdaderamente somos— es la de ser el Hijo único de Dios, en el eterno Presente de Su Unicidad. En cambio, cuando pensamos con el ego —que es lo que hacemos habitualmente— creemos que nuestra realidad es todo lo que percibimos con él, incluyendo las cosas aparentemente buenas y malas, y dentro de las malas, las enfermedades psíquicas y físicas, y finalmente la muerte. Ver
T2.1 [17], T6.6.3 [94] 69, T8.9 [88] 63, T9.11, L136, M5.2 11, M5.3.3 25
30
La
magia
, según el
Curso
y cuando pensamos con el ego, es todo lo que percibimos por medio de nuestros sentidos y que tratamos de comprender mediante nuestro raciocinio, memoria y el sentido común que nos trae la experiencia de cada día. Pero esa realidad tiene que ser irreal, simplemente porque un Dios de Amor no la pudo haber creado. En efecto, el
Curso
añade que Dios, en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, creó únicamente nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su Hijo único. No creó nada más. Por tanto, si queremos creer en un Dios perfecto y eterno, también tendremos que creer no sólo que lo que percibimos aquí tiene que ser magia o ilusión, sino que lo que no percibimos con nuestro sentidos pero experimentamos internamente durante algunos instantes santos en el mundo real, cuando hemos perdonando totalmente al otro, es el reflejo aquí de Nuestra verdadera y eterna Realidad. Ver
T1.1.14 [14], T23.3 [30] 70, T2.3 [62]
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T5.7
LAS DOS DECISIONES
pár
66-69
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T5.7 [66] 54 El ego no puede
oponerse a las leyes de Dios de la misma manera que
tú tampoco
puedes hacerlo, pero las puede
interpretar de acuerdo con lo que él quiere, igual que tú también lo
puedes hacer.
55 Por eso, la pregunta: "¿Qué
es lo que quiero?" tiene necesariamente que ser contestada.
56 Tú la
estás contestando a cada minuto y a cada segundo, y la decisión que a cada momento tomas constituye un juicio que puede ser cualquier cosa
excepto ineficaz.
57 Los efectos de cada una de estas decisiones continuarán repitiéndose automáticamente
hasta que tomes otra decisión.
58 Te lo estoy reiterando porque todavía
no lo has aprendido.
59 Pero, nuevamente, tu decisión puede ser tanto
deshecha como hecha por ti.
60 No obstante, recuerda que las
alternativas en sí son inalterables.
T5.7 [67] 61 Pensar con el Espíritu Santo, al igual que con el ego, constituye una decisión.
62 Ambas representan las únicas alternativas que la mente
puede aceptar y obedecer.
63 Pensar con el Espíritu Santo o con el ego son las
únicas opciones que tienes.
64 Dios creó Una de ellas y, por eso,
no La puedes erradicar.
65 La otra es hechura
tuya, y ésa sí la
puedes erradicar.
66
Sólo Lo que Dios crea
31 es irreversible e inmutable.
67 Lo que
tú creaste en falso siempre se puede cambiar, porque cuando no piensas
como Dios piensa, realmente no estás pensando en absoluto.
68 Las ideas ilusorias
no son pensamientos reales, aunque
puedas creer en ellas.
69 Pero si lo haces, estás equivocado.
70 La función de pensar
32 proviene
de Dios y reside
en Dios.
71 Puesto que formas parte de
Su Pensar, no puedes realmente pensar
separado de Él.
T5.7 [68] 72 Pensar irracionalmente es pensar
desordenadamente.
73 Dios Mismo pone orden en tu pensar porque Tu eterno
33 Pensar fue creado
por Él.
74 Los sentimientos de culpa son siempre señal de que no sabes esto.
75 Ellos también muestran que crees que
puedes pensar aparte de Dios,
y que quieres hacerlo.
76 Todo pensar desordenado va acompañado de culpa desde su concepción y
mantiene su continuidad gracias a ella.
77 Sentir culpa es ineludible para los que creen que son ellos los que ordenan sus
propios pensamientos y, por tanto, que tienen que obedecer sus dictados.
78 Eso les hace sentirse
responsables por sus
errores, pero sin darse cuenta de que, al
aceptar esta responsabilidad, están reaccionando de manera irresponsable
34.
79 Si la
única responsabilidad del que extiende milagros es aceptar el
Redimir para sí mismo, y yo te aseguro que es así, entonces, la responsabilidad por lo que debe ser redimido
no puede recaer sobre ti.
T5.7 [69] 80
Este dilema no puede
ser
resuelto excepto aceptando la solución del
deshacer
35
.
81
Tú
serías
responsable de los efectos de tu manera equivocada de pensar
si ésta no se pudiera deshacer
.
82
El propósito del Redimir es conservar del pasado únicamente aquello que ha sido
purificado
.
83
Si aceptas el remedio
para
el pensar desordenado, remedio cuya eficacia es indudable, ¿cómo podrían permanecer sus síntomas?
84
Tienes razón al cuestionar la validez del síntoma de curación, pero
nadie
cree que los síntomas puedan permanecer si la
causa
subyacente ha sido eliminada.
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31
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la
creación
es el reflejo de la Creación eterna Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que "hacemos" según las leyes de este mundo. Ver
T2.1 [5] 16, T14.4 [36] 110, T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
32
… el único pensar real aquí es el sistema de pensamiento del Espíritu Santo
33
… el Espíritu Santo o Amor
34
… en cuanto a tu Alma se refiere.
35
… deshacer la separación y sus consecuencias
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