L62.1 1 Tu perdón es lo que sacará este mundo de las tinieblas y lo llevará a la luz. 2 Tu perdón es lo que te permite reconocer la luz con la que ves. 3 El perdón es la demostración de que eres la luz del mundo. 4 Cuando perdonas, vuelves a recordar la Verdad sobre Ti2. 5 Por lo tanto, en tu perdón reside tu salvación.
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1 El perdonar —que forma parte del proceso de aceptar el Redimir para uno mismo—en un primer paso, es concienciar que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro que estoy tratando de perdonar, sino en el sistema de pensamiento del ego hecho por mi yo, el soñador, y el especialismo producido por mi mente separada que lo usa. En un segundo paso, decido pensar con el Espíritu Santo y trato de ver más bien el Alma de ese otro. El tercer paso se da, cuando conciencio que su Alma no tuvo nada que ver con lo que su cuerpo me pudo haber hecho, porque en la Unicidad —que es Donde quiero creer que realmente estamos todos como Almas, fusionadas en Una sola en Cristo— sólo hay Amor entre Dios y Su único Hijo. El último paso se da cuando, habiendo logrado perdonar a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la fusión de su Alma con la Mía, es decir, la experiencia del mundo real, que luego, trataré de extender a todo y a todos. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
2 Ti, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna que realmente eres, Que está fusionada con todas las demás Almas —igualmente perfectas y eternas— en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o Reino de los Cielos, etc. En minúscula. ti, cuando: decides pensar con el Espíritu Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y, cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
L62.2 6 Las ilusiones que tienes sobre ti y sobre el mundo son la misma cosa. 7 Por eso, todo perdón es un presente que te haces a ti mismo. 8 Habiendo negado Tu Identidad3 atacando a la Creación y a su Creador, tu meta4 ahora es descubrir quién eres realmente. 9 Ahora estás aprendiendo a recordar la Verdad. 10 Para ello, los ataques tienen que ser reemplazados por el perdón, de manera que los pensamientos de Vida puedan reemplazar a los de muerte.
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3 Identidad, con mayúscula, es el Yo del único Hijo de Dios, Que somos realmente, como Almas fusionadas en Una sola en Cristo, Quien es Uno con Dios. En minúscula, es la identidad del ego. Pero cuando decidimos identificarnos con nuestra Alma (o Espíritu), y pensamos con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios. Ver T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (- L351)
4 La meta del Curso: 1) es aprender a pensar, percibir y actuar cada vez más con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; 4) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; 5) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver T17.7, T17.8, T22.7 [51], T31.2 [23], L127.6, L131.2
L62.3 11 Recuerda que, en todo ataque, estás apelando a tu propia debilidad, mientras que cada vez que perdonas apelas a la fuerza de Cristo5 en ti. 12 Así pues, ¿acaso no estás empezando a darte cuenta de lo que el perdón hará por ti? 13 Eliminará de tu mente toda sensación de debilidad, tensión y fatiga. 14 Eliminará todo temor, culpa, y dolor. 15 Reinstaurará en tu concienciación la invulnerabilidad y el poder6 que Dios dio a Su Hijo.
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5 Cristo: 1) es la idea que resuelve el aparente dilema en el Curso, que, por un lado, reza: "Dios creó a un solo Hijo, y no creó más nada" y, por el otro, "la Filiación es la suma de todas las Almas creadas por Dios.", dilema que es resuelto en el proceso de extender milagros: "Un milagro hace que las Almas sean una en Cristo."; 2) en mi fuero interno, Cristo también es la divina experiencia de mi mente acertada o espíritu en un instante santo del mundo real, de la fusión de mi Alma con el Alma del otro(a), experiencia de Amor general que se extiende a todas las demás Almas como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios. Ver T1.1.19 [19], [45] y [48], T2.2 [20], T30.6 [63], T31.1 [9]
6 Poder, con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula, poder —si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, poder quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
L62.4 16 Alegrémonos de poder comenzar y concluir este día practicando la idea de hoy, y de utilizarla tan frecuentemente como nos sea posible a lo largo del día. 17 Eso te ayudará a que pases un día tan feliz como Dios quiere que seas. 18 Y eso ayudará también a los que te rodean, así como a los que parecen encontrarse lejos en el espacio y en el tiempo, a compartir esta felicidad contigo.
L62.5 19 Tan a menudo como puedas y, si te es posible, con los ojos cerrados, repite interiormente:
L62.6 20 Perdonar es mi función por ser la luz del mundo.
21 Quiero cumplir mi función para así poder ser feliz.
L62.7 22 Luego, dedica uno o dos minutos a reflexionar sobre tu función y la felicidad y liberación que te traerá.
L62.8 23 Deja que pensamientos afines acudan a ti libremente, pues tu corazón reconocerá estas palabras, y en tu mente se encuentra la concienciación de que son verdad. 24 Si te distraes, repite la idea y añade:
L62.9 25 Quiero recordar esto, porque quiero ser feliz.