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PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
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EN CUANTO A LO DEMÁS… 

M29.8 77 Y ahora, bendito seas en todo lo que hagas. 78 Dios se vuelve hacia ti para que ayudes a salvar el mundo. 79 Maestro de Dios, Él te ofrece Su gratitud, y el mundo entero guarda silencio ante la gracia que traes de parte de Él.

80 Tú eres el Hijo que Él ama, y te es dado ser el medio por el cual Su Voz se escucha por todo el mundo, para poner fin a todo lo temporal, para acabar con la visión de todo lo visible; y para deshacer todas las cosas que cambian.

81 A través de ti, se anuncia un mundo que, aunque ni se ve ni se oye, está verdaderamente ahí. 82 Santo eres, y en tu luz el mundo refleja tu santidad, pues no estás solo y sin amigos.

83 Doy gracias por ti, y me uno a tus esfuerzos en Nombre de Dios, sabiendo que también lo son en mi nombre, y para todos los que caminan conmigo hacia Dios. 84 AMÉN.

  UCSM MANUAL


Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
P A R T E 2  
L E C C I O N E S  
F I N A L E S pár 1-6
LF (-L361) in Introducción
 
LF (-L361) in.1 1 Dejaremos nuestras lecciones finales tan libres de palabras como sea posible. 2 Vamos a usarlas, pero sólo al comienzo de nuestras prácticas, y sólo para recordarnos que estamos intentando ir más allá de ellas. 3 Dirijámonos a Aquel Que nos muestra el camino y que asegura nuestros pasos1. 4 A Él entregamos estas lecciones, como también, a partir de ahora, Le entregamos nuestras vidas. 5 Pues no queremos volver a creer en el pecado2, creencia que hizo que el mundo pareciese un lugar horrible e inseguro, hostil y destructor, peligroso en todas sus andanzas y traicionero más allá de cualquier esperanza de poder confiar y escapar del dolor3.
1 … el Espíritu Santo en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo…
 
2 El pecado de todos los pecados fue —hace muchos millones de años— la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en: 1) Una idea seria el “yo, el soñador(o el Hijo de Dios soñando que logró separarse)capaz de lograr algo y de tener efectos reales, tales como las siguientes hechuras (o creaciones en falso): 1.1) el tiempo, el espacio; 1.2) hace unos 14.000 millones de años, después del 'Big Bang', el inicio del universo (o Cosmos), que expandirá constantemente; .1.3) el sistema de pensamiento del ego, con el que el mismo yo, el soñador manejará la evolución de esos efectos reales; 1.4) hace unos 4.500 millones de años, empezó la pizca de polvo cósmico que llamamos "mundo"; 1.5) hace unos 300 mil años, el yo, el soñador se encarnó fragmentado en los homo sapiens, a los que otorgó el libre albedrío o la facultad de manipular sus instintos naturales, dotándolos, además, de unas mentes (la mente equivocada) en las cuales guardar los impulsos del especialismo que les enviará y que sus cerebros procesarán. Ver: T2.6 [106], 19.4, T26.5, T27.9 [82], LTe.4 (-L251) 
 
3 Mientras nuestro cuerpo siga existiendo en la realidad del ego, a sus ojos, el mundo seguirá siendo "… un lugar horrible e inseguro, hostil y destructor, peligroso en todas sus andanzas y traicionero más allá de cualquier esperanza de poder confiar y escapar del dolor." Lo que habrá cambiado en nuestra mente, después de que hayamos aceptado el Redimir para nosotros mismos, dejado de enjuiciar, perdonado totalmente, extendido los milagros que nos hubiere sugerido el Espíritu Santo y estudiado y practicado este Libro de Lecciones, repetimos, lo que habrá cambiado, será la forma de ver al mundo tal como nos lo explicó el Curso en: "T21.1 [1] 1 La proyección hace la percepción. 2 El mundo que ves es lo que tú le diste, nada más que eso. 3 Pero si bien no es más que eso, tampoco es menos. 4 Por consiguiente, para ti, ciertamente es importante. 5 Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. 6 Tal como piense el hombre, así percibirá. 7 Por lo tanto, no trates de cambiar el mundo, 8 sino más bien, opta por cambiar cómo piensas acerca de él." Mientras nuestro cuerpo exista en esta realidad del ego, tendremos que seguir sobreviviendo, pero, ahora, lo hacemos orientados por nuestro Maestro interno, el Espíritu Santo; ahora, creyendo firmemente en Nuestra verdadera Realidad o eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo.
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pár 2
LF (-L361) in.2 6 Suyo es el único camino para hallar el reflejo aquí de la Paz4 que Dios nos ha dado. 7 Al final, es Su camino el que todo el mundo tendrá que recorrer, pues éste es el final que Dios Mismo designó. 8 En el sueño del tiempo, parece estar muy distante. 9 Y, sin embargo, en verdad, ese final ya está aquí, ya nos está sirviendo como guía afable del camino a tomar. 10 Caminemos juntos por este camino que la Verdad5 nos señala. 11 Y seamos los líderes de los muchos hermanos nuestros que andan buscando el camino, pero que no lo logran encontrar.
4 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, fusionadas todas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro —es decir, que nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar, porque lo hemos reconocido como el Cristo que realmente es, como el Alma perfecta y eterna que realmente es, Alma que es exactamente igual a La mía y a Las de todos los demás— y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el especialismo del ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20
 
5 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber visto su Alma con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y el espacio y el universo son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
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pár 3-4
LF (-L361) in.3 12 Dediquemos nuestras mentes a este propósito, dirigiendo todos nuestros pensamientos a llenar la función de la salvación6. 13 Es a nosotros a quienes se nos ha dado el objetivo de perdonar7 al mundo. 14 Es la meta que Dios nos ha asignado. 15 Busquemos Su forma de finalizar el sueño y no la nuestra. 16 Pues a todo lo que perdonemos, no dejaremos de reconocer que forma Parte de Dios Mismo. 17 Y así, Su memoria nos será devuelta completamente y completa.

LF (-L361) in.4 18 Nuestra función es recordar a Dios aquí, en la Tierra, tal como nos es dado ser Su Propia Completitud8 en la Realidad. 19 Por consiguiente, no olvidemos que nuestra meta es compartida. 20 Pues ese recordar compartido contiene el recuerdo de Dios, y es el que indica el camino hacia Él y el Cielo de Su Paz. 21 Así, pues, ¿cómo no vamos a perdonar a nuestro hermano, que es el que nos puede ofrecer esto? 22 Él es el camino, la Verdad y la vida que nos muestra el camino. 23 En él reside la salvación9, que nos es ofrecida por medio del perdón que le dimos.
6 A cada persona —a la medida de sus talentos naturales y adquiridos— el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación de los otros que Él le envía, función que sólo ella puede desempeñar extendiendo los milagros que Él le sugiera. Esta función se puede manifestar, entre otras: dando el ejemplo, enseñando, curando, ofreciendo psicoterapia, escribiendo, etc. Pero, siempre reflejará, de alguna manera, la Unicidad de Dios, en la que todas nuestras Almas están fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios Que, realmente, cada uno y todos somos. Ver T18.6 [45], T20.5 [32], T25.7, L62, L64, L65, L66, L99
 
7 El perdonar —que forma parte del proceso de aceptar el Redimir para uno mismo—en un primer paso, es concienciar que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro que estoy tratando de perdonar, sino en el sistema de pensamiento del ego hecho por mi yo soñador, y el especialismo producido por mi mente separada que lo usa. En un segundo paso, decido pensar con el Espíritu Santo y trato de ver más bien el Alma de ese otro. El tercer paso se da, cuando conciencio que su Alma no tuvo nada que ver con lo que su cuerpo me pudo haber hecho, porque en la Unicidad —que es Donde quiero creer que realmente estamos todos como Almas, fusionadas en Una sola en Cristo— sólo hay Amor entre Dios y Su único Hijo. El último paso se da cuando, habiendo logrado perdonar a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la fusión de su Alma con la Mía, es decir, la experiencia del mundo real, que luego, trataré de extender a todo y a todos. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
 
8 La Completitud, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de cada uno de nosotros, como las Almas perfectas que realmente somos, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo. Aquí, en minúscula, cuando decidimos identificarnos con nuestra Alma (o Espíritu) y decidimos identificarnos con nuestra Alma (o Espíritu) y pensamos con el Espíritu Santo, la completitud es el reflejo de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestro fuero interno en un instante santo del mundo real, en la experiencia de Cristo. Y cuando pensamos con el especialismo del ego, significa las definiciones que se pueden encontrar en el diccionario. Ver T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78], T29.3 [19]
 
9 La salvación es salvar a otro, porque —siendo su Alma la misma que La tuya— al salvar a su mente equivocada del ego, salvas a la tuya también. La salvación es un proceso que: 1) se inicia cuando ayudas a otro a concienciar que, además de pensar “yo”, “yo”, “yo” con su ego sobrevividor, también posee la alternativa de pensar “nos” a favor de otro(s), siempre y cuando le ponga cuidado a los impulsos milagrosos (o amorosos) que de vez en cuando emergen de su subconsciente. 2) Luego, pensando cada vez más “nos” —que es el sistema de pensamiento del Espíritu Santo— lo llevará también cada vez más a perdonar al otro(s) y a extenderle(s) los milagros que el mismo Espíritu Santo le sugerirá. 3) Al multiplicarse estas experiencias, querrá creer que constituyen aquí un reflejo del eterno Amor de Dios por Su Hijo único —Que realmente son todas nuestras Almas fusionadas en Una sola en Cristo— y que curará en su mente —ahora acertada— todo pesar y dolor, todo miedo y toda pérdida, que creía que eran reales, y que sufría debido a la lealtad que les profesaba. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T11, T14, T22, T23.2 [13], T29.8, T31, L39, LTe.2 (-L231)
P A R T E 2  
L E C C I O N E S  
F I N A L E S
pár 5-6
LF (-361) in.5 24 No terminaremos este año sin recibir el don10 que Nuestro Padre prometió a Su santo Hijo. 25 Ahora, estamos perdonados 26 y a salvo de toda la ira que atribuíamos a Dios y que después descubrimos que era un sueño. 27 Hemos recobrado la cordura11, en la que comprendemos que la ira es locura, atacar es demente, y vengarse es sencillamente una fantasía por demás necia. 28 Nos hemos salvado de la ira porque aprendimos que estábamos equivocados. 29 Eso es todo. 30 ¿Acaso se enoja un padre con su hijo porque éste no logró entender lo que es la Verdad?

LF (-L361) in.6 31 Acudimos a Dios12 con sinceridad para decirle que no habíamos comprendido, y pedirle que nos ayude a aprender Sus lecciones por medio de la Voz de Su Propio Maestro. 32 Viendo esto, ¿querría Dios hacerle daño a Su Hijo? 33 O, ¿querría más bien apresurarse a contestarle, diciendo: "Éste es Mi Hijo, y todo lo que tengo es Suyo". 34 Ten la seguridad que Él responderá así, pues éstas son Sus Propias Palabras para ti. 35 Y más que eso, nadie podrá nunca tener, pues en esas Palabras se encuentra Todo lo que existe y Todo lo que existirá a lo largo de todo el tiempo y en la Eternidad.
10 Don con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula, don es el reflejo aquí del Don de Dios. Ver T7.2, T20.6 [38], T26.5 [28], L166
 
11 Cordura, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su sistema de pensamiento en nuestra mente acertada o espíritu, que parte de la creencia en la Verdad y, que nuestra función aquí es tratar de ser reflejos de nuestra verdadera Realidad, aceptando el Redimir para nosotros mismos, perdonando, extendiendo milagros y entablando relaciones santas para multiplicar el perdón y la extensión de milagros hasta abarcar a todos. Y, cuando pensamos con nuestro ego, la cordura es el estado mental al que llega nuestro ego por medio del razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76], T17.7 [61]
 
12 … por medio del Espíritu Santo en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo…


Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
L E C C I Ó N S 361 a 365
Quiero entregarte este instante
santo1. Encárgate Tú, pues
quiero seguirte, seguro de
que Tu dirección me traerá paz2.
L361 a 365 1 Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2 Y si necesito una idea, Él también me la dará. 3 Y si lo único que necesito es aquietarme y tener una mente tranquila y abierta, ésos serán los presentes que recibiré de Él. 4 Él está a cargo porque yo lo pedí. 5 Y Él escuchará y me contestará, porque Él habla por Dios, mi Padre y Su santo Hijo.
1 Al entrar en un instante santo, ante todo, quieres reflejar en tu fuero interno, el eterno Presente de nuestra verdadera Realidad, en la que no hay pasado ni futuro. Para ello, silencias el continuo diálogo interno de tu "yo", "yo", "yo", e invitas al Espíritu Santo a comunicarse contigo, no como individuo —ya que este instante no es para ti solo— sino para Cristo, en Quien todas nuestras Almas están fusionadas en Una sola. Durante ese lapso de silencio, podrías abrirte a: 1) ver ciertas relaciones especiales de otra manera; 2) revisar tu proceso de Redimir; 3) perdonar en vez de juzgar; 4) terminar de extender los milagros que te hubiese sugerido el Espíritu Santo. Todo eso alentará a tu consciente a mejor reconocer los impulsos milagrosos que constantemente emergen de tu subconsciente, donde los envía el Mismo Espíritu Santo. Ver T15.5 a T15.9, L106, L109, L125, L157, L182, L189
 
2 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, fusionadas todas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro —es decir, que nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar, porque lo hemos reconocido como el Cristo que realmente es, como el Alma perfecta y eterna que realmente es, Alma que es exactamente igual a La mía y a Las de todos los demás— y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el especialismo del ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20


Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
P A R T E 2 
E P Í L O G O pár 1-6
LEp.1 1 Este Curso es un comienzo, no un final. 2 El Amigo de ustedes, el Espíritu Santo, los acompaña. 3 No están solos. 4 Nadie que Lo llame, Lo llamará en vano. 5 Sea lo que sea que les preocupe, tengan la seguridad que Él tiene la solución y que gustosamente se las dará, sólo con que se dirijan a Él y se la pidan. 6 Él no retendrá ninguna de las respuestas que necesiten sobre cualquier cosa que parezca preocuparles. 7 Él conoce el camino que soluciona todos los problemas y aclara todas las dudas. 8 Su certeza es la de ustedes. 9 Tan sólo necesitan pedírsela para que les sea dada.
P A R T E 2 
E P Í L O G O
pár 2-3
LEp.2 10 Tan seguros están de llegar a Casa1 como segura es la trayectoria del sol durante el día, trazada durante las horas medio oscuras que transcurren entre su puesta y el amanecer. 11 De hecho, la trayectoria de ustedes es todavía más segura, pues es imposible cambiar el curso de aquellos a quienes Dios ha llamado a Él. 12 Por lo tanto, obedezcan a la voluntad de ustedes, y sigan a Aquel a Quien aceptaron como la Voz que habla por ustedes para que les diga lo que realmente quieren y lo que realmente necesitan. 13 Suya es la Voz que habla por Dios2 y también por ustedes, 14 y por eso Él habla de libertad3 y sobre la Verdad4.

LEp.3 15 Ya no se asignarán lecciones específicas adicionales, pues ya no se necesitan. 16 De ahora en adelante, cuando se aíslen del mundo para buscar la Realidad, escuchen sólo la Voz que habla por Dios y por el Yo5 de ustedes. 17 Él dirigirá los esfuerzos de ustedes, diciéndoles exactamente lo que deben hacer, cómo dirigir cada uno su mente, y cuándo deben ir a Él en silencio, pidiendo Su segura Guía y Su Palabra certera. 18 Suya es la Palabra que Dios les dio. 19 Suya es la Palabra que escogieron para que fuese la de ustedes.
1 Casa, con mayúscula, es sinónimo del Cielo, Realidad, Unicidad, etc. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, casa es el espíritu o mente acertada, la parte de nuestra mente separada que aún se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo; y cuando pensamos con el especialismo del ego, es la morada que alberga nuestro cuerpo. Ver T5.5 [42]-[43], T9.8 [65], T10.4 [24], T11 [103]
 
2 La Voz que habla por Dios es el Espíritu Santo Quien, en el eterno Presente de la Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios que nos crea como Almas, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo. Aquí, al producirse la separación, la Voz que habla por Dios: 1) es la que nos llega por medio de los impulsos milagrosos (o amorosos) y nos llaman a perdonar al otro y a extenderle milagros; 2) es el llamamiento a tu hermano por tu intermedio, a aceptar el Redimir para sí mismo, de manera de restaurar la integridad de la mente; 3) es la aquietada voz que habla de paz; 4) es la invitación a la fe más allá del cuestionamiento, como preparación para ser sin cuestionamiento. Ver T1.1.49 [81], T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
 
3 Libertad con mayúscula, es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula, libertad, cuando pienso con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver T2.6 [109], T13.7 [62], T17.6 [52], L199, LR6 (-206)
 
4 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber visto su Alma con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y el espacio y el universo son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
 
5 Mi Yo (con mayúscula), o mi Alma, conjuntamente con todas las demás Almas fusionadas en Una sola en Cristo, es el Hijo único creado por Dios en un Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Uno con Él en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que se profesan ese Amor Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En el Curso, la palabra Yo también es usada pocas veces como el Yo de Dios. Ver T8.4 [20], T23, Lte.14 (-351)
P A R T E 2 
E P Í L O G O
pár 4
LEp.4 20 Y ahora, los pongo en Sus Manos6, para que sean Sus fieles seguidores, siendo Él su Guía en cada dificultad y en todo dolor que puedan pensar que son reales. 21 Él no les dará ningún placer pasajero, pues sólo da lo bueno y lo eterno. 22 Permitan que los prepare aún más. 23 Él se ha ganado la confianza de ustedes hablándoles a diario del Padre, del hermano, y del Yo de ustedes. 24 Él va a seguir: Ahora caminan con Él, tan determinados hacia donde van como Él lo está; tan seguros de cómo deben proceder como Él lo está; tan confiados en la meta7 y en que al final llegarán sanos y salvos como Él lo está.
6 Para que la oración "Pongo el futuro en Manos de Dios" tenga significado para ti y traiga paz y alegría a tu vida, se requiere que: 1) previamente, hayas aceptado el Redimir para ti y lo practiques cada vez más; 2) ejerzas la función de perdonar y extender milagros que Dios te ha dado; 3) en las experiencias de Cristo que vivas, conscientemente refuerces tu querer creer en la Realidad de la eterna Unicidad de Dios en la que nuestras Almas están fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, y no seguir creyendo en la realidad del ego que tus sentidos perciben. 4) Entonces, en los instantes santos en los que experimentes el mundo real, podrás decir con fe que pones el futuro de todas nuestras Almas en las manos de Dios. Ver T5.8, T12.6 [48], T18.8 [66], T26.9 [71], L194
 
7 La meta del Curso: 1) es aprender a pensar, percibir y actuar cada vez más con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; 4) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; 5) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver T17.7, T17.8, T22.7 [51], T31.2 [23], L127.6, L131.2
P A R T E 2 
E P Í L O G O
pár 5-6
LEp.5 25 El final es seguro y los medios también. 26 A esto le decimos "Amén". 27 Se les dirá exactamente lo que Dios quiere para ustedes cada vez que se les presente una decisión a tomar. 28 Y Él, el Espíritu Santo, hablará por Dios y por el Yo de ustedes, asegurándose así que el infierno no los reclame y que cada decisión que tomen ponga el Cielo más a su alcance8. 29 Y así, a partir de ahora, nos ponemos a caminar con el Espíritu Santo, recurriendo a Él para que nos guíe, nos dé la paz y nos indique una dirección segura. 30 La alegría nos acompaña, 31 pues vamos de regreso a Casa, cuya puerta está abierta por haberla mantenido Dios así para darnos la bienvenida.

LEp.6 32 Al Espíritu Santo confiamos nuestro andar y decimos "Amén". 33 En paz, seguiremos andando por Su Camino, confiándole todas las cosas a Él. 34 A medida que Le pedimos cuál es la Voluntad de Dios para todo lo que hacemos, esperamos llenos de confianza Sus respuestas. 35 Él ama al Hijo de Dios tal como nosotros queremos amar a nuestro hermano y, por ello, nos enseña cómo mirarlo a través de Sus ojos y cómo amarlo como Él lo ama. 36 No caminan solos. 37 Los ángeles de Dios revolotean cerca de ustedes y sobre todo lo demás. 38 El Amor9 de Dios los rodea, y pueden estar seguros de esto: yo nunca los dejaré desamparados.
8 … en el espíritu de sus mentes…
 
9 Amor, con mayúscula, se refiere, en el eterno Presente de la Unicidad, al Espíritu Santo o Pensamiento de Amor de Dios, por medio del Cual, nos creó como Almas, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo. Aquí, cuando le ponemos cuidado a los impulsos milagrosos que nos envía el Espíritu Santo —que es lo mismo que decidir pensar con Él— es Su reflejo o Amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás, y se expresa en el perdonar y en la extensión de los milagros que el propio Espíritu santo nos sugiere. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195


Un Curso Sobre Milagros
edición original
Manual Para Los Maestros
M29. ¿EN CUANTO
A LO DEMÁS? pár 1-8
M29.1 1 Este manual no pretende responder a todas las preguntas que tanto maestro como alumno puedan plantear. 2 De hecho, solamente aborda algunas de las más obvias, a modo de resumen breve de algunos de los conceptos principales expuestos en el Texto y en el Libro de Lecciones. 3 No constituye un substituto de ninguno de los dos, sino simplemente un suplemento. 4 Aunque su título es: Manual para el Maestro, no hay que olvidar que el tiempo es lo único que separa al maestro del alumno, de manera que la diferencia entre ellos, por definición, es sólo temporal. 5 En algunos casos, puede que ayude al alumno leer primero el Manual. 6 A otros, les puede resultar mejor empezar con el Libro de Lecciones. 7 Y todavía habrá otros que puede que necesiten empezar en el nivel más abstracto que ofrece el Texto.

M29.2 8 ¿Qué conviene a unos y qué a otros? 9 ¿A quién beneficiaría más sólo orar? 10 ¿Quién necesita tan sólo una sonrisa, al no estar aún listo para nada más? 11 Nadie debería tratar de responder a estas preguntas por su cuenta. 12 Es indudable que ningún maestro de Dios ha llegado hasta aquí, sin haberse dado cuenta de eso antes. 13 El programa de estudios es altamente individualizado, y todos los pormenores están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo. 14 Pregunta, y Él te contestará. 15 Ésa es Su responsabilidad, y sólo Él está preparado para asumirla. 16 Responder es Su función. 17 Dirigirle preguntas, la tuya. 18 ¿Vas a querer ser responsable de decisiones de las cuales entiendes tan poco? 19 Alégrate de tener un Maestro que no puede equivocarse. 20 Sus respuestas siempre son acertadas. 21 ¿Podrías decir lo mismo de las tuyas?

M29.3 22 Hay otra ventaja —muy importante por cierto— en confiar al Espíritu Santo todas las decisiones cada vez con más frecuencia. 23 Tal vez no hayas pensado sobre este aspecto, pero lo básico del mismo es obvio: 24 seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a ti mismo quedar absuelto de toda culpabilidad. 25 Es la esencia del Redimir. 26 Es lo fundamental del programa de estudios. 27 La usurpación imaginaria de funciones que no te corresponden es la causa del miedo. 28 Todo el mundo que ves refleja la ilusión de que lo hiciste, haciendo que el miedo sea inevitable. 29 Por consiguiente, devolver esta función a Aquel a Quien le corresponde, constituye la manera de escapar del miedo. 30 Y esto es lo que hace posible que el recuerdo del Amor regrese a ti. 31 Así pues, no pienses que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo sólo debido a tus propias deficiencias. 32 Es la manera de escapar del infierno.
M29. ¿EN CUANTO
A LO DEMÁS?
pár 4
M29.4 33 He aquí una vez más, la paradoja a la que frecuentemente se hace referencia en el Curso. 34 Decir: "Por mi cuenta, no puedo hacer nada", es ganar todo poder. 35 Y, sin embargo, no es más que una aparente paradoja. 36 Tal como Dios Te1, creó, sí que tienes realmente todo Poder2. 37 La imagen que hiciste de ti mismo no tiene ninguno. 38 El Espíritu Santo conoce la Verdad3 sobre ti. 39 La imagen hecha por ti, no. 40 Sin embargo, a pesar de su obvia y absoluta ignorancia, esta imagen asume que lo sabe todo porque le has infundido esa creencia. 41 Eso es lo que enseñas y lo que enseña el mundo que fue hecho para apoyarla. 42 Pero el Maestro que conoce la Verdad no La ha olvidado. 43 Sus decisiones benefician a todos por igual, al estar totalmente desprovistas de ataque. 44 Y, por consiguiente, son incapaces de generar culpabilidad.
1 Te, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna que realmente eres, Que está fusionada con todas las demás Almas —igualmente perfectas y eternas— en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o Reino de los Cielos, etc. En minúscula. te, cuando: decides pensar con el Espíritu Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y, cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
 
2 … para crear, es decir, amar,
 
3 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber visto su Alma con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y el espacio y el universo son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
M29. ¿EN CUANTO
A LO DEMÁS?
pár 5-6
M29.5 45 El que asume un poder que realmente no posee, se está engañando a sí mismo. 46 Pero, aceptar el Poder que Dios le ha dado, es sencillamente reconocer a Su Creador, y aceptar Sus dones4. 47 Y Sus dones realmente no tienen límite. 48 Pedir al Espíritu Santo que decida por ti es simplemente aceptar tu verdadera herencia5. 49 ¿Quiere decir esto que no puedes decir nada sin consultárselo primero a Él? 50 ¡Por supuesto que no! 51 Eso no sería práctico de ningún modo, y lo práctico es lo que más interesa a este Curso. 52 Si has desarrollado el hábito de pedir ayuda, cuando y donde puedes, ten la seguridad de que la sabiduría te será dada cuando la necesites. 53 Prepárate para eso cada mañana; cuando puedas, recuerda a Dios a lo largo del día; pide ayuda al Espíritu Santo cuando sea factible hacerlo; y por la noche, dale las gracias por Su guía. 54 Y tu confianza estará ciertamente bien fundada.

M29.6 55 Nunca olvides que el Espíritu Santo no depende de tus palabras. 56 Él comprende las peticiones de tu corazón, y les da respuesta. 57 ¿Quiere esto decir que, mientras te siga atrayendo el ataque, te responderá con maldad? 58 ¡Por supuesto que no! 59 Dios Le ha dado el poder6 de traducir las oraciones de tu corazón a Su lenguaje. 60 El Espíritu Santo comprende que un ataque es una petición de ayuda. 61 Y, responde con la ayuda correspondiente. 62 Dios sería cruel si permitiese que tus palabras reemplazaran a Las Suyas. 63 Un padre amoroso no deja que su hijo se lastime, ni que decida destruirse a sí mismo. 64 Puede que lo que pida le haga daño, pero, aun así, su padre lo seguirá protegiendo. 65 ¿Y no ama Tu Padre a Su Hijo mucho más que eso?
4 … aquí, los cuales son un reflejo de Sus Dones eternos
 
5 … celestial
 
6 Poder, con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula, poder —si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, poder quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
M29. ¿EN CUANTO
A LO DEMÁS?
pár 7
M29.7 66 Recuerda que realmente eres Su Completitud y Su Amor7. 67 Recuerda que tu debilidad es Su fuerza. 68 Pero no interpretes esto a la ligera o erróneamente. 69 Si8, Su Fuerza9 está en ti, lo que percibes como tu debilidad no es más que una ilusión10. 70 Y Él te ha proporcionado los medios para probarlo. 71 Pide todas las cosas a Su Maestro y todas las cosas te serán dadas. 72 No en el futuro, sino inmediatamente; ahora mismo. 73 Dios no espera, pues esperar implica tiempo, y Él es intemporal11. 74 Olvida tus absurdas imágenes, tu sensación de debilidad y el temor a ser herido, tus sueños de peligro y las "malas acciones" que recuerdas selectivamente. 75 Dios solo conoce a Su Hijo, y Tal como fue creado, así él realmente es. 76 Con plena confianza, te pongo en Sus Manos12, y doy gracias por ti de que así sea.     
7 … como Cristo, Su único Hijo, en Quien todos somos realmente Uno
 
8 … el reflejo aquí de
 
9 Fuerza, con mayúscula, significa la Fuerza de Dios para crear o amar en el Cielo, una Fuerza que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula, fuerza si estás pensando con el ego—significa la fuerza física o psicológica del ego para hacer cosas; pero, si decides identificarte con tu Alma (o Espíritu) y piensas con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí de la Fuerza de Dios y de Su Hijo de crear y amar. Ver T7.11, T29.9 [53], T31.8 [86], L42, L47
 
10 Ilusión o fantasía o alucinación —en el sueño de la separación o realidad del ego en la que creemos vivir— es todo lo "hecho" por el yo soñador o “idea seria,” que se produjo en el instante de la separación, por haber olvidado el Hijo reírse de la diminuta idea alocada (que Le era posible separarse de Su Padre y ponerse a crear por su cuenta), que se había colado en la Eternidad donde Todo es Uno con Dios. Entre las ilusiones hechas por el yo soñador, se encuentran el tiempo, el espacio, el universo en continua expansión y fragmentación, y el sistema de pensamiento del ego, que con sus leyes de la evolución y escasez rige todas las mencionadas ilusiones. Ver T8.5 [41], T16
 
11 … en el eterno Presente del Cielo
 
12 Para que la oración "Pongo el futuro en Manos de Dios" tenga significado para ti y traiga paz y alegría a tu vida, se requiere que: 1) previamente, hayas aceptado el Redimir para ti y lo practiques cada vez más; 2) ejerzas la función de perdonar y extender milagros que Dios te ha dado; 3) en las experiencias de Cristo que vivas, conscientemente refuerces tu querer creer en la Realidad de la eterna Unicidad de Dios en la que nuestras Almas están fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, y no seguir creyendo en la realidad del ego que tus sentidos perciben. 4) Entonces, en los instantes santos en los que experimentes el mundo real, podrás decir con fe que pones el futuro de todas nuestras Almas en las manos de Dios. Ver T5.8, T12.6 [48], T18.8 [66], T26.9 [71], L194
M29. ¿EN CUANTO
A LO DEMÁS?
pár 8
M29.8 77 Y ahora, bendito seas en todo lo que hagas. 78 Dios se vuelve hacia ti para que ayudes a salvar el mundo. 79 Maestro de Dios, Él te ofrece Su gratitud, y el mundo entero guarda silencio ante la gracia que traes de parte de Él. 80 Tú eres el Hijo que Él ama, y te es dado ser el medio por el cual Su Voz se escucha por todo el mundo, para poner fin a todo lo temporal, para acabar con la visión de todo lo visible; y para deshacer todas las cosas que cambian. 81 A través de ti, se anuncia un mundo que, aunque ni se ve ni se oye, está verdaderamente ahí. 82 Santo eres, y en tu luz el mundo refleja tu santidad, pues no estás solo y sin amigos. 83 Doy gracias por ti, y me uno a tus esfuerzos en Nombre de Dios, sabiendo que también lo son en mi nombre, y para todos los que caminan conmigo hacia Dios. 84 AMÉN.
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