PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
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T19.4 [36] 84 Miren a su Redentor y fíjense en lo que Él quiere mostrarles en uno y en otro, y no permitan que el pecado vuelva a cegar sus ojos.

85 Pues el pecado quiere mantenerlos separados, pero su Redentor quiere que se miren uno al otro como cada uno se ve a sí mismo.

86 La relación de ustedes27 es ahora un templo de curación: un lugar donde todos los que están fatigados pueden venir y encontrar descanso.

87 Aquí se encuentra el descanso que, después del viaje, espera a todos. 88 Y se acerca más a todos, gracias a la relación de ustedes.

  CH 19. MÁS ALLÁ DEL CUERPO
19.4 LA IRREALIDAD DEL PECADO
gráfico por ©Deposit Photos 


Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
P A R T E 1
R E P A S O 6
Introducción
LR6 (-L201) in.1 1 Para este repaso, utilizaremos sólo una idea por día y la practicaremos tan a menudo como podamos. 2 Además del tiempo que le dediques mañana y noche, que no debería ser menos de quince minutos, y de los recordatorios que has de realizar cada hora durante el transcurso del día, usa la idea tan frecuentemente como puedas entre estos recordatorios. 3 Cada una de estas ideas por sí sola sería suficiente para salvarse1, siempre que se aprendiese de verdad. 4 Cada una de ellas sería suficiente para liberarlos a ti y al mundo de todo cautiverio2 e invitar al recuerdo de Dios a que regrese3.

LR6 (-L201) in.2 5 Con esto en mente, demos comienzo a nuestras prácticas, en las que repasaremos detenidamente los pensamientos con los que el Espíritu Santo nos ha bendecido en nuestras últimas 20 lecciones. 6 Cada uno de ellos encierra dentro de sí el programa de estudios en su totalidad, si se comprende, practica, acepta y aplica a todo cuanto parece acontecer a lo largo del día. 7 Uno solo de ellos bastaría. 8 Pero, al aplicarlo, no se deben hacer excepciones. 9 Por lo tanto, necesitamos usarlos todos y permitir que se integren en uno solo, ya que cada uno de ellos contribuye a la totalidad de lo que queremos aprender.

LR6 (-L201) in.3 10 Al igual que nuestro último repaso, estas prácticas giran alrededor de un tema central con el que comenzamos y concluimos cada lección. 11 El tema para el presente repaso es el siguiente:

LR6 (-L201) in.4 12 No soy un cuerpo4. 13 Estoy libre, 14 pues5 sigo siendo Tal como Dios Me creó.
1 La salvación es salvar al otro, porque —siendo su Alma la misma que La tuya— al salvar a su mente del ego, salvas a la tuya también. La salvación es un proceso que: 1) se inicia cuando ayudas al otro a concienciar que, además de pensar “yo”, “yo”, “yo” con su ego sobrevividor, también posee la alternativa de pensar “nos” a favor de otro(s), siempre y cuando le ponga cuidado a los impulsos amorosos (o milagrosos) que de vez en cuando emergen de su subconsciente. 2) Luego, pensando cada vez más “nos” —que es el sistema de pensamiento del Espíritu Santo— lo llevará también cada vez más a perdonar a otro(s) y a extenderle(s) los milagros que el mismo Espíritu Santo le sugerirá. 3) Al multiplicarse estas experiencias, querrá creer que constituyen aquí un reflejo del eterno Amor de Dios por Su Hijo único —Que realmente somos— y que curará en su mente, todo pesar y dolor, todo miedo y toda pérdida, que creía que eran reales, y que sufría debido a la lealtad que les profesaba. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T11, T14, T22, T23.2 [13], T29.8, T31, L39, LTe.2 (-L231)
 
2 … mental
 
3 … a tu espíritu o mente acertada, que es la otra parte de la mente del Hijo separado que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T2.2 [20], T4.2 [8] y [19], T31.6, L97
 
4 realmente, inventado por el ego soñador para probar que el Amor o Dios no existe en esta realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, sino que todos, sin excepción, somos Almas perfectas y eternas, fusionadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios. Esto no me lo puede explicar la razón, lógica y sentido común de mi ego, ya que él forma parte de mi cuerpo. Sólo el reflejo en mí, aquí, en el mundo real, del Amor de mi Alma fusionadas como Una con todas las demás Almas, es lo que puede hacerme experimentar la paz y la alegría que no son de este mundo…
 
5 … realmente
P A R T E 1
R E P A S O 6
pár 5-10
LR6 (-L201) in.5 15 El día comienza y concluye con eso. 16 Y lo repetiremos asimismo cada vez que el reloj marque la hora, o siempre que nos acordemos, entre una hora y otra, que tenemos una función6 que transciende el mundo que vemos. 17 Aparte de esto y de la repetición del pensamiento que nos corresponda practicar cada día, no se requiere ningún otro tipo de ejercicio, excepto un profundo abandono de todo aquello que abarrota la mente y la hace sorda a la razón, a la cordura, y a la sencilla Verdad7.

LR6 (-L201) in.6 18 Nos vamos a proponer ir más allá de todas las palabras y de las formas especiales de practicar para este repaso. 19 Pues lo que vamos a intentar esta vez es ir más de prisa por una senda más corta que nos conduce a la serenidad y a la paz de Dios. 20 Simplemente cerramos los ojos y luego nos olvidamos de todo lo que creíamos que conocíamos y comprendíamos. 21 Pues así se nos da la libertad de todo lo que no conocíamos y no sabíamos comprender.

LR6 (-L201) in.7 22 Hay una sola excepción a esta falta de estructura. 23 No dejes pasar un solo pensamiento inútil8 sin confrontarlo. 24 Si adviertes alguno, niega su dominio sobre ti y apresúrate a asegurarle a tu mente que eso no es lo que ella quiere. 25 Luego deja tranquilamente que el pensamiento que negaste sea eliminado mediante un cambio seguro y rápido por la idea que estés practicando ese día.

LR6 (-L201) in.8 26 Cuando estés tentado, apresúrate a proclamar tu libertad de la tentación, diciendo:

LR6 (-L201) in.9 27 No quiero este pensamiento. 28 El que quiero es ____.

LR6 (-L201) in.10 29 Y luego, repite la idea del día y deja que ocupe el lugar de lo que habías pensado. 30 Además de estas aplicaciones especiales de la idea diaria, sólo añadiremos unas cuantas expresiones formales o pensamientos específicos para que te ayuden en tu práctica. 31 La diferencia es que entregamos estos momentos de quietud al Maestro9 Que nos enseña en silencio, nos habla de paz, e imparte a nuestros pensamientos10 todo el significado11 que puedan tener.
6 A cada persona —a la medida de sus talentos naturales y adquiridos— el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación de los otros que Él le envía, función que sólo ella puede desempeñar extendiendo los milagros que Él le sugiera. Esta función se puede manifestar, entre otras: dando el ejemplo, enseñando, curando, ofreciendo psicoterapia, escribiendo, etc. Pero, siempre reflejará, de alguna manera, la Unicidad de Dios, en la que todas nuestras Almas están fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios Que, realmente, cada uno y todos somos. Ver T18.6 [45], T20.5 [32], T25.7, L62, L64, L65, L66, L99
 
7 … que nos comunica el Espíritu Santo por medio de los impulsos amorosos (o milagrosos) que de vez en cuando emergen de lo más profundo de nuestro subconsciente.
 
8 .. de tu ego, cuestionando y oponiéndose a tu verdadera Realidad, la Cual está más allá de todo razonamiento y lógica de ese ego.
 
9 … el Espíritu Santo…
 
10 … pensados con Él, con Su sistema de pensamiento,
 
11 Significado, con mayúscula es, en el eterno Presente de la Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, significado es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver T2.2 [21], T2.6, T7.5 [26], T7.6 [46], T30.8, L14
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pár 11
LR6 (-L201) in.11 32 A Él ofrezco este repaso por ti. 33 Te pongo a Su cargo y dejo que te enseñe qué hacer, decir y pensar cada vez que recurres a Él. 34 Él no fallará y estará a tu disposición cada vez que acudas a Él en busca de ayuda. 35 Ofrezcámosle todo este repaso que ahora comenzamos y no olvidemos también a Quién Le fue dado, a medida que practicamos día tras día, avanzando hacia la meta12 que Él fijó para nosotros, permitiéndole que nos enseñe cómo progresar y confiando plenamente en que nos indique la mejor manera de que cada práctica pueda convertirse en un amoroso presente de libertad13 para el mundo.
12 La meta del Curso: 1) es aprender a pensar, percibir y actuar cada vez más con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; 4) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; 5) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver T17.7, T17.8, T22.7 [51], T31.2 [23], L127.6, L131.2
 
13 Libertad con mayúscula, es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula, libertad, cuando pienso con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver T2.6 [109], T13.7 [62], T17.6 [52], L199, LR6 (-206)


Un Curso Sobre Milagros
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Libro de Lecciones
P A R T E 1 ~ R E P A S O 6
L E C C I Ó N 215
[Repasar las leccione 195]
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal
como Dios Me creó.
 
L215 (L195) 1 El Amor es el camino que recorro con gratitud.
 
2 El Espíritu Santo es mi único Guía1. 3 Camina a mi lado con Amor. 4 Y Le doy gracias por mostrarme el camino que debo seguir.
 
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal
como Dios Me creó.
1 El Espíritu Santo: 1) En la eterna Unicidad de Dios, es Su Pensamiento de Amor que nos creó Almas fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo; 2) En el mismo instante de la separación, el Espíritu Santo fue la Respuesta de Dios a la misma, cuyos impulsos milagrosos —cuando emergen desde lo más profundo de nuestro subconsciente y los tomamos en cuenta— nos invitan a: 2.1) aceptar el Redimir para nosotros mismos; 2.2) perdonar; 2.3) extender milagros al otro(s); 2.4) y, a aceptarlo como nuestro Guía para tomar decisiones, pensando con Él en nuestra mente acertada o espíritu; Ver: Algunos de Sus sinónimos en el Curso son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281), M2.4


Un Curso Sobre Milagros
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TEXTO
Capítulo 19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO

T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO1 pár 25-39
T19.4 [25] 1 La atracción de la culpa2 reside en el pecado3, no en el error. 2 El pecado volverá a repetirse justamente debido a esta atracción. 3 El miedo4 puede hacerse tan agudo que impida expresarse al pecado. 4 Pero mientras la culpa continúe siendo atractiva5, la mente sufrirá y no abandonará la idea del pecado. 5 Pues la culpa todavía la reclama, y la mente la oye y la desea ardientemente, y se deja cautivar voluntariamente por su enfermiza atracción. 6 El pecado es una idea del mal que no puede ser corregida y, por consiguiente, que será siempre deseable. 7 Al ser parte esencial de lo que el ego cree que eres6, siempre la desearás. 8 Y sólo un vengador7, con una mente diferente a la tuya, podría acabar con ella valiéndose del miedo.
 1 … en el eterno Presente de la Unicidad de Dios en la que todos, sin excepción, como Almas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, REALMENTE ESTAMOS. Este "REALMENTE" implica que aceptamos … es la indispensable y fundamental concienciación que el Curso te pide es concienciar tus impulsos amorosos desinteresados que de vez en cuando emergen de tu subconsciente y que, cuando los extiendes a otros en actos altruistas, que el Curso llama milagros, aportan a tu vida un significado que no te es usual. Luego, basado en esas experiencias, que decidas si constituyen un error de la evolución (lo que das, lo pierdes) o, si su origen pudiera ser trascendente. Si son errores de la evolución, derivarás tu motivación para seguir extendiéndolos de la ética o altruismo que hubieses escogido. En cambio, si quieres creer que constituyen aquí un reflejo del eterno Amor de Dios que inunda nuestros corazones, entonces no tendrás reparos en deducir y aceptar los siguientes basamentos del Curso: 1) Que Dios —a Quien nadie ha visto— existe, es perfecto y eterno y, en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos, sin excepción, a Su Semejanza, no como cuerpos, sino como Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, con Quien es Uno en el eterno Presente de Su Unicidad. 2) Que, en Ésa, Su Realidad, Dios no creó más nada y, por eso, Allá, la realidad del ego que nuestros sentidos perciben no existe. 3) Que, al tú perdonar y extender cada vez más milagros, este querer creer se convertirá en creer, y curará en tu mente, todo pesar y dolor, todo miedo y toda pérdida, que ella creía que eran reales, y que tú sufrías debido a la lealtad que les profesabas. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
 
2 En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con Su Hijo único, Que somos todos nosotros, como Almas perfectas y eternas, fusionadas en Una sola en Cristo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero, cuando decidimos identificarnos con nuestra Alma (o Espíritu) y pensamos con el Espíritu Santo, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino el único Hijo de Dios, de Quien nunca nos hemos separado. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
 
3 El pecado de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en: 1) Una idea seria el “yo soñador” (o el Hijo de Dios soñando que logró separarse)capaz de lograr algo y de tener efectos reales, tales como las siguientes hechuras: 1.1) el tiempo, el espacio, el inicio del universo (o Cosmos), y el sistema de pensamiento del ego, con el que el yo soñador manejará la evolución de esos efectos reales; 1.2) la pizca de polvo cósmico que llamamos "mundo"; 1.3) hace unos 200 a 300 mil años, otorgó al homo sapiens, la facultad de manipular su instinto natural. . 2) En el mismo instante de la separación, Dios dio su Respuesta a la misma: el Espíritu Santo, cuyos impulsos milagrosos, cuando emergen desde lo más profundo de nuestro subconsciente y los tomamos en cuenta, nos invita a aceptar el Redimir para nosotros mismos, a perdonar y a extender milagros al otro(s). Ver: T27.9 [82], T1.1.28 [38], T5.4 [21], M2.4
 
4 El miedo es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo y, con la visión de Cristo, aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda. Ver T6, T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
 
5 … porque sigo creyendo que soy un cuerpo —con el que mi "yo" está identificado— que vive en la realidad del ego del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez…
 
6 … un cuerpo…
 
7 … cualquiera de los héroes o heroínas que hemos inventado para que nos salven a nosotros y al mundo del mal: Superman, la Mujer Maravilla, el Hombre Araña, etc…
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 26-27
T19.4 [26] 9 El ego no cree posible que sea el Amor y no el miedo, lo que el pecado realmente llama, y que el Amor siempre responde8. 10 Pues el ego lleva el pecado ante el miedo, exigiendo castigo. 11 Pero el castigo no es sino otra forma de proteger la culpa, pues lo que merece castigo tuvo que haber sido cometido realmente9. 12 El castigo es siempre el gran protector del pecado, al que trata con respeto y honra por su enormidad. 13 Lo que clama por castigo, tiene que ser verdad. 14 Y lo que es verdad tiene que ser eterno, y se seguirá repitiendo sin cesar10. 15 Pues tú quieres lo que crees que es real, y no lo vas a abandonar. 16 En cambio, un error no es algo atractivo. 17 Lo que ves claramente como una equivocación quieres que se corrija.

T19.4 [27] 18 A veces un pecado se comete una y otra vez, con resultados obviamente angustiosos, pero sin perder su atractivo. 19 Y de pronto11, cambias su estatus de pecado a equivocación. 20 A partir de ahora, ya no lo seguirás cometiendo; simplemente te detendrás y lo dejarás ir, a menos que todavía te sigas sintiendo culpable12. 21 Pues en ese caso no harás sino cambiar la forma del pecado, reconociendo que era un error, pero manteniendo su condición de incorregible. 22 Esto no constituye realmente un cambio en tu percepción13, pues es el pecado el que exige castigo y no el error. 23 El Espíritu Santo no puede castigar el pecado. 24 Reconoce las equivocaciones y quiere corregirlas todas tal como Dios Le encargó que hiciera. 25 Pero no conoce el pecado, ni tampoco puede reconocer las equivocaciones que no se pueden corregir14. 26 Pues una equivocación que no se puede corregir no significa nada para Él. 
8 … por ejemplo, a la declaración que es un llamamiento: " No soy un cuerpo. Estoy libre, pues sigo siendo (realmente) Tal como Dios Me creó." (Ver Lecciones 221 a 220)
 
9 … en el eterno Presente de la Unicidad, que es Donde todos, sin excepción, estamos realmente.
 
10 … cada Hueco Negro cósmico que explota, crea cientos de miles o tal vez millones de nuevas estrellas y galaxias, dando la impresión de que el Cosmos en expansión continua va a ser eterno… cuando no deja de ser una pobre copia del eterno Presente de la Unicidad. ¡Cuán impactante debe haber sido la separación que nuestro ego primario haya sentido la necesidad de poner en marcha una evolución que parece no tener fin…
 
11 … al aceptar el Redimir para ti mismo,
 
12 … a menos que sigas sintiendo que eres un cuerpo…
 
13 Percepción: En el eterno Presente de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como Almas perfectas, fusionadas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre— la percepción no existe, porque el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y, por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación, cuando pensamos con el ego, la percepción es el proceso fundamental para sobrevivir por medio de nuestra razón, lógica y sentido común, que el Curso define como "Percepción equivocada". Y, cuando habiendo decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonado y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo, nuestra "Percepción verdadera" gradualmente nos va a llevar al mundo real —que es la meta del Curso—donde, en nuestro fuero interno, experimentaremos el reflejo aquí de la Unicidad de Dios, donde sólo hay Amor, paz y alegría. Ver T3.4, T3.5, T10.7, T13, T14.6 [46], L134, M5.3.1, M19.5
 
14 … según las leyes de la evolución y escasez en este mundo hecho por el ego.
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 28-30
T19.4 [28] 27 Las equivocaciones están ahí para ser corregidas, y eso es todo. 28 Lo que pide castigo tiene que estar pidiendo realmente nada. 29 Toda equivocación tiene necesariamente que ser un pedido de Amor. 30 Siendo esto así, entonces, ¿qué es el pecado? 31 ¿Qué otra cosa podría ser, sino una equivocación que quieres mantener oculta, un pedido de ayuda que no quieres oír y, por tanto, no contestar? 32 En el tiempo, el Espíritu Santo ve claramente que el Hijo de Dios puede cometer equivocaciones. 33 En esto, compartes Su visión. 34 Pero no compartes lo que Él reconoce con respecto a la diferencia que existe entre tiempo y Eternidad. 35 Y cuando la corrección15 se ha completado, el tiempo se convierte en Eternidad.

T19.4 [29] 36 El tiempo es como una espiral desarrollada hacia abajo, que parece bajar desde una línea larga e ininterrumpida que se encuentra en otro plano, pero que en su bajada no quiebra esta línea de ninguna manera ni interfiere con su continuidad uniforme. 37 Cuando se mira la línea desde la espiral, la línea parece haber sido cortada. 38 Pero cuando la vista se ubica al nivel de la línea, se ve claramente que su integridad está intacta. 39 Todo lo que se mira desde la espiral es percibido de forma equivocada, pero a medida que acercas tu mirada al plano de la línea, te das cuenta de que la línea no quedó afectada en absoluto por la bajada de la espiral a otro plano. 40 Pero cuando la miras desde este otro plano, la línea parece ser discontinua. 41 Y esto no es sino un error de percepción, que puede corregirse fácilmente en la mente16, aunque los ojos del cuerpo no noten ningún cambio. 42 Así, a pesar de que los ojos ven muchas cosas, la mente los corrige y, cuando respondes, no lo haces en relación a las ilusiones17 que muestran los ojos, sino a las correcciones que hace la mente.

T19.4 [30] 43 Ves18 la línea como si estuviese cortada y, a medida que te mueves hacia diferentes aspectos de la espiral, la línea se ve diferente. 44 No obstante, en tu mente se encuentra Uno Que sabe que la línea no ha sido cortada y que sigue siendo eternamente inmutable. 45 Él te puede enseñar a mirar el tiempo de otra manera y a ver más allá de él, pero no podrá hacerlo mientras sigas creyendo en el pecado. 46 Pero sí podrá si crees en el error, pues éste puede ser corregido por la mente. 47 En cambio, el pecado es la creencia de que tu percepción no cambia y de que la mente tiene que aceptar como verdadero lo que se le dice por medio de la percepción. 48 Si la mente no obedece, se la juzga como desquiciada. 49 El único poder que podría cambiar la percepción se mantiene así impotente, al aferrarse la mente al cuerpo por miedo al cambio de percepción que su Maestro, Que realmente es Uno con ella, le aportaría.
15 … en tu mente y, por consiguiente, en tu fuero interior,
 
16 … cuando decide pensar y percibir con el Espíritu Santo,
 
17 Ilusión o fantasía —en el sueño de la separación o realidad del ego en la que creemos vivir— es todo lo "hecho" por el yo soñador o “idea seria,” que se produjo en el instante de la separación, por haber olvidado el Hijo reírse de la diminuta idea alocada (que Le era posible separarse de Su Padre y ponerse a crear por su cuenta), que se había colado en la Eternidad donde Todo es Uno con Dios. Entre las ilusiones hechas por el yo soñador, se encuentran el tiempo, el espacio, el universo en continua expansión y fragmentación, y el sistema de pensamiento del ego, que con sus leyes de la evolución y escasez rige todas las mencionadas ilusiones. Ver T8.5 [41], T16
 
18 … con los ojos del cuerpos
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 31-32
T19.4 [31] 50 Cuando te sientas tentado de pensar que el pecado es real, recuerda esto: si el pecado es real, ni 19 ni Dios lo son. 51 Si la Creación es Extensión, el Creador tiene que haberse extendido a Sí Mismo, y es imposible que Lo que forma parte de Él sea completamente diferente del resto. 52 Si el pecado es real, Dios tiene que estar en guerra Consigo Mismo. 53 Tiene que estar escindido y debatiéndose entre el bien y el mal; ser en parte cuerdo y en parte demente. 54 Pues tiene que haber creado aquello que quiere destruirlo, y que tiene el poder de hacerlo. 55 ¿No sería más fácil creer que has estado equivocado que creer eso?

T19.4 [32] 56 Mientras creas que tu realidad o la de tu hermano se limita a un cuerpo, seguirás creyendo en el pecado. 57 Mientras creas que los cuerpos se pueden unir, seguirás encontrando atractiva la culpa y creerás que el pecado tiene un valor inestimable. 58 Pues la creencia de que los cuerpos limitan a la mente20 conduce a una percepción del mundo en la que la prueba de la separación parece abundar por todas partes. 59 Así, Dios y Su Creación parecen estar escindidos y haber sido derrocados21. 60 Pues quedaría probado que Lo que Dios creó santo no podía prevalecer contra el pecado ni ante su poderío, no podía seguir siendo Él Mismo22. 61 Al pecado se le percibe como algo más poderoso que Dios23, ante el cual Dios Mismo tiene que postrarse y ofrecer Su creación a su conquistador. 62 ¿Es esto, humildad o demencia? 
19 … como Cristo, el único Hijo de Dios,
 
20 … la mente es rápida, pero la carne es débil…
 
21 … del Reino de los Cielos
 
22 … Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios.
 
23 … puesto que Dios, ni aparece ni se le oye en este mundo…
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 33-35
T19.4 [33] 63 Si el pecado fuese real, tendría que estar permanentemente excluido de cualquier esperanza de curación. 64 Pues, en ese caso, habría un poder que trascendería al de Dios, un poder capaz de hacer otra voluntad que podría atacar Su Voluntad y derrotarla, así como conferir a Su Hijo una voluntad separada de la Suya y, más fuerte. 65 Y cada parte fragmentada de la Creación de Dios tendría una voluntad diferente opuesta a la Suya, y en eterna oposición a Él y unas con otras. 66 La relación santa de ustedes24 tiene ahora como propósito la meta de demostrar que eso es imposible. 67 El Cielo le ha sonreído y, en Su sonrisa llena de Amor, la creencia en el pecado ha sido extirpada. 68 No obstante, ustedes siguen viendo el pecado porque no se han dado cuenta que su fundación ha desaparecido. 69 Su fuente ha sido eliminada y, por consiguiente, lo podrán seguir apreciando sólo por poco tiempo antes de que desaparezca del todo. 70 Ahora, lo único que queda es el hábito de buscarlo.

T19.4 [34] 71 Pero si ustedes buscan el pecado con la sonrisa del Cielo en sus labios y con la bendición del Cielo en sus miradas, 72 no lo seguirán viendo por mucho tiempo más, 73 pues en la nueva percepción, la mente lo corrige cuando parece presentarse y, al hacerlo, se vuelve invisible. 74 Y los errores se reconocen rápidamente y rápidamente se llevan ante la corrección, para curarlos, no ocultarlos. 75 Ustedes serán curados del pecado y de todos sus estragos en el instante en que dejen de conferirle poder sobre uno y otro. 76 Y se ayudarán mutuamente a superar las equivocaciones cuando con alegría, se liberen alegremente uno al otro de la creencia en el pecado.

T19.4 [35] 77 En el instante25 santo, verán brillar la sonrisa del Cielo sobre los dos. 78 Y resplandecerán el uno sobre el otro, en alegre reconocimiento de la gracia que les ha sido dada. 79 Pues el pecado no prevalecerá contra una unión a la que el Cielo ha sonreído. 80 La percepción de ustedes se curó en el instante santo que el Cielo les dio. 81 Olviden lo que han visto, y eleven sus ojos con fe hacia lo que ahora pueden ver26. 82 Las barreras que impiden el paso al Cielo desaparecerán ante la santa mirada de ustedes, pues, a ustedes que eran ciegos, les ha sido dada la visión y ahora pueden ver. 83 No busquen lo que ha sido eliminado, sino la gloria que les ha sido restituida para que la vean.
24 La relación santa, aquí: 1) es el reflejo de la Relación de Amor de Dios en paz y alegría con todas las Almas perfectas que realmente somos, fusionadas todas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les va a permitir alejarse gradualmente del especialismo de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus o mentes acertadas; 3) es un proceso que se inicia cuando dos personas que han perdonado totalmente a otra(s), unen sus mentes en una meta común a favor de otro(s); este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere; 4) finalmente, cuando en instantes santos en sus fueros internos, dos experimentan el mundo real, se produce en ellos, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora, mediante la visión de Cristo, vean con Amor en paz y alegría a todos y a todo. Ver T17.6, T22
 
25 Al entrar en un instante santo, ante todo, quieres reflejar en tu fuero interno, el eterno Presente de nuestra verdadera Realidad, en la que no hay pasado ni futuro. Para ello, silencias el continuo diálogo interno de tu "yo", "yo", "yo", e invitas al Espíritu Santo a comunicarse contigo, no como individuo —ya que este instante no es para ti solo— sino para Cristo, en Quien todas nuestras Almas están fusionadas en Una sola. Durante ese lapso de silencio, podrías abrirte a: 1) ver ciertas relaciones especiales de otra manera; 2) revisar tu proceso de Redimir; 3) perdonar en vez de juzgar; 4) terminar de extender los milagros que te hubiese sugerido el Espíritu Santo. Todo eso alentará a tu consciente a mejor reconocer los impulsos milagrosos que constantemente emergen de tu subconsciente, donde los envía el Mismo Espíritu Santo. Ver T15.5 a T15.9, L106, L109, L125, L157, L182, L189
 
26 … a través de La visión de Cristo es, en un instante santo en mi fuero interno, la que mira más allá del cuerpo de la persona que quiero perdonar y, cuando logro acceder al mundo real, ve su Alma perfecta y eterna fusionada con La mía como Una, fusión unitaria que incluye a todas las Almas, en la experiencia de Cristo, nuestra verdadera Identidad. Basado en esa experiencia, cada vez que decida pensar con el Espíritu Santo, es decir, pensar con mi mente acertada, voy a percibir el mundo de otra manera, en la que, en mi fuero interno, no hay nada que no justifique perdonar completamente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirme a esa y otras personas, en relaciones santas. Ver T11.7, T12.5 [42]
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 36-37
T19.4 [36] 84 Miren a su Redentor y fíjense en lo que Él quiere mostrarles en uno y en otro, y no permitan que el pecado vuelva a cegar sus ojos. 85 Pues el pecado quiere mantenerlos separados, pero su Redentor quiere que se miren uno al otro como cada uno se ve a sí mismo. 86 La relación de ustedes27 es ahora un templo de curación: un lugar donde todos los que están fatigados pueden venir y encontrar descanso. 87 Aquí se encuentra el descanso que, después del viaje, espera a todos. 88 Y se acerca más a todos, gracias a la relación de ustedes.

T19.5.in [37] 89 A medida que esta paz28 se expanda desde lo más profundo de ustedes para abrazar a toda la Filiación y ofrecerle descanso, se topará con muchos obstáculos. 90 Algunos tratarán de imponerlos ustedes. 91 Otros parecerán provenir de otras partes: de sus hermanos y de diversos aspectos del mundo externo. 92 No obstante, la paz los cubrirá afablemente, extendiéndose más allá de ellos completamente libre. 93 La extensión del propósito del Espíritu Santo29 desde la relación de ustedes a otros, para incluirlos amablemente en ella, ya ha comenzado. 94 Esta es la manera en que Él armonizará medios y fin. 95 La paz que Él depositó profundamente en los dos, se extenderá tranquilamente a cada aspecto de sus vidas, rodeándolos de radiante felicidad y con la pausada concienciación de estar completamente protegidos. 96 Y llevarán su mensaje de Amor, seguridad y libertad a todo aquel que se acerque al templo de ustedes, donde la curación30 lo está esperando.
27 … que ahora se ha vuelto santa,
 
28 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, fusionadas todas en Una sola en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro —es decir, que nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar, porque lo hemos reconocido como el Cristo que realmente es, como el Alma perfecta y eterna que realmente es, Alma que es exactamente igual a La mía y a Las de todos los demás— y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20
 
29 El propósito del Espíritu Santo: 1) es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más con Él y cada vez menos con el ego, de manera de liberar el Amor de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos y hagamos; 2) es —por medio del perdonar y de extender milagros a otro— experimentar en nuestro fuero interno el Alma del otro; 3) es, en la relación santa, reconocer a nuestro verdadero Yo, Cristo, en Quien todas las Almas perfectas —que realmente somos— están fusionadas como Una; 4) es liberarnos del pensar del ego para poder regresar aquí, al reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; 5) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en el Cielo, extendiendo así la Creación; 6) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver T5, T11.8, T17.7, T17.9, T25.2 [9]
 
30 Curación es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17, M22, M23
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 38
T19.5.in [38] 97 No tendrán que esperar para dárselo, pues lo llamarán y él les responderá, reconociendo en la llamada de ustedes el Llamamiento de Dios31. 98 Y lo albergarán y le darán descanso tal como les fue dado a ustedes. 99 Todo eso harán. 100 No obstante, primero deberán expandir la paz que ya mora en lo más profundo de sus fueros internos32, transponiendo los obstáculos que habían colocado ante ella. 101 Esto harán, pues nada que se emprenda con el Espíritu Santo queda inconcluso. 102 Ciertamente no pueden estar seguros de nada de lo que ven fuera de ustedes, pero de lo que sí pueden estar seguros es de lo siguiente: el Espíritu Santo les pide que Le ofrezcan un lugar de reposo donde ustedes puedan descansar en Él33. 103 Él les respondió y, al hacerlo, entró a formar parte de su relación34. 104 ¿No querrían corresponder ahora a Su gracia35 entablando una relación con Él? 105 Pues fue Él Quien ofreció a la relación de ustedes el presente de la santidad, sin la cual les habría resultado eternamente imposible apreciarse uno al otro36.
31 El Llamamiento de Dios, es la voz del Espíritu Santo que se manifiesta por medio de los impulsos milagrosos que envía a tu pensar o mente acertada, para avivar tu voluntad a que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos, y entre todos ustedes y Dios. Para ello, previamente, tienes que aceptar el Redimir para ti mismo, ponerte a perdonar y a extender los milagros que te sugiera el propio Espíritu Santo. Ver T5.3 [16], [19] y [20], T5.4, T27.3 [18]
 
32 El residuo bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Este reflejo se nos manifiesta en nuestro fuero interno mediante impulsos caritativos, compasivos, de compartir, de amor o amistad desinteresados que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, y que sólo podemos tomar en serio cuando nos ponemos a pensar con el Espíritu Santo en nuestro espíritu (o mente acertada), que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T5.7 [60] 7, T8.5 [33], T12.3 [11], T18.11 [98], T28.2
 
33 … en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo.
 
34 … cambiando su relación de especial a santa, aceptando el Redimir para sí mismos, perdonando y extendiendo milagros. La relación santa, aquí: 1) es el reflejo de la Relación de Amor de Dios en paz y alegría con todas las Almas perfectas que realmente somos, fusionadas todas en Una sola en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les va a permitir alejarse gradualmente del especialismo de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus o mentes acertadas; 3) es un proceso que se inicia cuando dos personas que han perdonado totalmente a otra(s), unen sus mentes en una meta común a favor de otro(s); este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere; 4) finalmente, cuando en instantes santos en sus fueros internos, dos experimentan el mundo real, se produce en ellos, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora, mediante la visión de Cristo, vean con Amor en paz y alegría a todos y a todo. Ver T17.6, T22
 
35 El Estado de Gracia (o Gracia), con mayúscula, es nuestro Estado natural de perfectas paz y alegría en el eterno Presente de la Unicidad de Dios, en La que todos —como las Almas perfectas que realmente somos— estamos fusionados en Una sola en Cristo, Su único Hijo. En minúscula, estado de gracia (o gracia), aquí: 1) es el reflejo de ese eterno Estado natural de paz y alegría que experimentamos en nuestro fuero interno, en un instante santo, después de haber dejado de juzgar, de haber perdonado y de haber extendido los milagros que nos hubiere sugerido el Espíritu Santo; 2) es la Respuesta de Dios a la separación por medio de los impulsos milagrosos que, cuando decidimos identificarnos con nuestra Alma (o Espíritu) y los tomamos en cuenta, restauran a nuestro consciente: 2.1) todas las memorias que nuestra mente dormida había olvidado y, 2.2) toda la certeza que nos aporta la fe acerca del significado del Amor. Ver T3.3 [24], T7.12 [108], L168, L169
 
36 .. como Cristo que somos…
T19.4 LA IRREALIDAD
DEL PECADO
pár 39
T19.5.in [39] 106 Él sólo les pide que acepten por Él la gratitud que Le deben. 107 Y cuando se miran uno al otro con amable deferencia, es a Él a Quien están mirando. 108 Pues están mirando allí donde Él está37, y no separado de ustedes. 109 No pueden ver al Espíritu Santo, pero a sus hermanos como son de verdad38. 110 Y la luz39 en ellos les mostrará todo lo que necesiten ver. 111 Cuando la paz que mora en ustedes se haya extendido hasta abarcar a todos y cada uno, la función del Espíritu Santo aquí se habrá cumplido. 112 ¿Qué necesidad habrá de ver entonces? 113 Cuando Dios Mismo haya dado el paso final, el Espíritu Santo reunirá todos los agradecimientos y gratitud que ustedes Le han ofrecido, y los depositará tranquilamente ante Su Creador en el Nombre de Su santísimo Hijo. 114 Y el Padre los aceptará en Su Nombre. 115 ¿Qué necesidad habrá de ver, en presencia de Su gratitud?

Nota para el lector: Los últimos 3 párrafos T19.4 [37], [38] y [39] aparecen en el libro impreso como T19.5.in. Por eso, los volverán a encontrar mañana en T19.5.in
37 … en su relación santa, ahora que los dos son uno en Cristo,
 
38 … por medio de la visión de Cristo es, en un instante santo en mi fuero interno, la que mira más allá del cuerpo de la persona que quiero perdonar y, cuando logro acceder al mundo real, ve su Alma perfecta y eterna fusionada con La mía como Una, fusión unitaria que incluye a todas las Almas, en la experiencia de Cristo, nuestra verdadera Identidad. Basado en esa experiencia, cada vez que decida pensar con el Espíritu Santo, es decir, pensar con mi mente acertada, voy a percibir el mundo de otra manera, en la que, en mi fuero interno, no hay nada que no justifique perdonar completamente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirme a esa y otras personas, en relaciones santas. Ver T11.7, T12.5 [42]
 
39 Luz, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu o mente acertada en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
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