PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
edición original
T13.7 [61] 45 Si quieres ser un aprendiz feliz, tienes que dar al Espíritu Santo todo lo que has aprendido para que lo desaprenda por ti.

46 Y luego, empezar a aprender las alegres lecciones que van a llegar rápidamente sobre el sólido basamento de que la Verdad es verdad15.

47 Pues lo que se construye ahí es verdad, y está edificado sobre la Verdad.

48 Todo el universo de aprendizaje16 se revelará ante ti en toda su atractiva simplicidad17.

49 Con la Verdad ante ti, no querrás mirar atrás.

 CH 13. DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO
T13.7 EL APRENDIZ FELIZ
gráfico por ©Deposit Photos 


Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 1
L E C C I Ó N 152
Mío es el poder de decidir1
L152.1 1 Nadie puede sufrir pérdida alguna2 a menos que ésa haya sido su propia decisión3. 2 Nadie sufre dolor salvo cuando él mismo lo decide. 3 Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo, a menos que sean esos los resultados que quiere para sí4. 4 Y nadie muere sin su propio consentimiento5. 5 Nunca ocurre nada que no sea una representación de tus deseos, ni se omite nada de lo que has decidido. 6 He aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. 7 He aquí toda la realidad que tiene para ti. 8 Y sólo aquí6 es donde se encuentra la salvación7.
1 Poder, con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula, poder —si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, poder quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
 
2 … en el eterno Presente de la Unicidad, que es donde realmente estamos todos, no como cuerpos sino como Almas, todas Ellas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios que realmente somos todos y cada uno…
 
3 … como fue en la separación, cuando en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, se adentró la diminuta idea alocada de separarse de Dios y crear por su cuenta, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. A causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento: 1) se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo: el yo primario (con minúscula) o el Hijo de Dios soñando…; así como: 2) de tener efectos reales, tales como, entre otros: 2.1) la hechura del tiempo, del espacio, y del universo, incluyendo la pizca de polvo cósmico que llamamos "mundo" y, en medio de todas las fragmentaciones de fragmentaciones que éste contiene, nuestros cuerpos individuales, compitiendo interminablemente unos contra otros; 2.2) el ego, que desde el instante de la separación, es el sistema de pensamiento con el que el yo primario ha manejado la evolución de esos efectos reales; 2.3) los impulsos del ego que se nos manifiestan en nuestro consciente y en los niveles superficiales de nuestro subconsciente, con el que —nuestra razón, lógica y sentido común— tratamos de sobrevivir lo más largo y lo mejor posible. 3) En el mismo instante de la separación, Dios dio su Respuesta a la misma: el Espíritu Santo, cuyos impulsos milagrosos, cuando emergen desde lo más profundo de nuestro subconsciente y los tomamos en cuenta, nos invita a aceptar el Redimir para nosotros mismos, a perdonar y a extender milagros al otro(s). Ver: T27.9 [82], T1.1.28 [38], T5.4 [21], M2.4.
 
4 La enfermedad de todas las enfermedades, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es la separación de Dios y todas las secuelas que ésta trajo consigo. Además, se quiere creer que Dios no tuvo ni tiene nada que ver con ella, ni con la hechura del tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen, ni con lo que ocurre a diario en el Cosmos, ya que nuestra verdadera Realidad —como las Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, que verdaderamente somos— es la de ser el Hijo único de Dios, en el eterno Presente de Su Unicidad. En cambio, cuando pensamos con el ego —que es lo que hacemos habitualmente— creemos que nuestra realidad es todo lo que percibimos con él, incluyendo las cosas aparentemente buenas y malas y, dentro de las malas, las enfermedades psíquicas y físicas, y finalmente la muerte. Ver T9.11, T27.6, T28.4, L136, M5.2, M5.3.3
 
5 Cuando pensamos con el ego, la muerte es el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir. Eso lo confirma el hecho de que nadie ha regresado de la muerte para contar su historia… Pero, cuando pensamos con el Espíritu Santo, queremos creer que la muerte no es nada y, cuando nuestro cuerpo haya fallecido y, con él, nuestros sueños hayan desaparecido, sabremos que, como Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, seguimos siendo Uno con Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en perpetua Armonía y alegre Concordia. Ver T9.11 [96], T10.2 [13], L163, M27
 
6 … en tu mente,
 
7 La salvación: 1) es el proceso de deshacer la separación que nunca fue, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez; 2) es querer creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya Unicidad estamos realmente todos, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios; 3) es ir dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, pensar con el Espíritu Santo; 4) es aceptar el Redimir para nosotros mismos; 5) es perdonar al otro y a los demás y extender los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo; 6) es entablar relaciones santas y multiplicar el perdonar y la extensión de milagros. Ver T11, T22, T31, L39, LTe.2 (-L231)
L E C C I Ó N 152
pár 2
L152.2 9 Tal vez creas que ésta es una postura extrema o demasiada abarcadora para ser verdad. 10 Pero, ¿puede la Verdad8 hacer excepciones? 11 Si realmente se te ha dado Todo9, ¿cómo puede ser real perder? 12 ¿Puede acaso el dolor ser parte de la paz10, o la aflicción de la alegría? 13 ¿Cómo van el miedo y la enfermedad a poder adentrarse en una mente en la que moran el11 Amor12 y el reflejo aquí de la perfecta Santidad? 14 La Verdad tiene necesariamente que abarcar todo, si de hecho es la Verdad. 15 No aceptes opuestos ni excepciones, pues hacerlo es contradecir enteramente la Verdad.
8 Si quiero creer que los impulsos milagrosos que de vez en cuando emergen a mi consciente, provienen del Espíritu Santo, según nos propone el Curso, entonces, también querré creer que la Verdad es: 1) la Unicidad de Dios, la cual, no se puede describir ni tampoco explicar, pero sí se puede experimentar internamente un reflejo de Ella, cuando hemos: 1.1) aceptado el Redimir para nosotros mismos; 1.2) perdonado y 1.3) extendido a otro(s) el o los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu santo; 2) que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 3) que Dios no creó más nada; 4) que por eso, nada de Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe; 5) que en esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que: son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez y, constituyen su única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
 
9 Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
 
10 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T19.5, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20
 
11 … reflejo aquí del
 
12 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
L E C C I Ó N 152
pár 3-5
L152.3 16 Salvarse es reconocer que la Verdad es verdad, y que nada más lo es. 17 ya has oído esto, pero puede que todavía no hayas aceptado ambas partes de la aseveración. 18 Sin la primera, la segunda no tiene sentido. 19 Pero, sin la segunda, la primera deja de ser verdad. 20 La Verdad no puede tener un opuesto. 21 Nunca nos cansaremos de decir esto, ni de pensarlo. 22 Pues si lo que no es verdad es tan verdadero como lo que lo es, entonces parte de la Verdad sería falsa y la Verdad habría perdido su significado13. 23 Sólo la Verdad es verdad, y lo que es falso, falso es.

L152.4 24 Ésta es la más sencilla de las distinciones, si bien la más confusa. 25 Pero no porque sea una distinción difícil de percibir, 26 sino porque se halla oculta tras una vasta gama de decisiones que no parecen ser enteramente tuyas. 27 Y así, la Verdad parece tener algunos aspectos que ponen en entredicho su consistencia, aunque no parezcan ser contradicciones que tú mismo introdujiste.

L152.5 28 Dado que Dios Te14 creó, tienes necesariamente que permanecer sin cambio alguno; siendo los estados transitorios falsos por definición. 29 Y eso incluye todos los cambios en tus sentimientos, todas las alteraciones en las condiciones de tu cuerpo15 o de tu mente16, todo lo que conciencias y todas las respuestas que das. 30 Ésta es la condición toda abarcadora que separa a la Verdad de la mentira, y mantiene a lo falso separado de la Verdad dado lo que Ésta es.
13 Significado, con mayúscula es, en el eterno Presente de la Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, significado es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver T2.2 [21], T2.6, T7.5 [26], T7.6 [46], T30.8, L14
 
14 Te, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna que realmente eres, Que está unificada con todas las demás Almas —igualmente perfectas y eternas— como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de la Unicidad o Cielo o Reino de los Cielos, etc. En minúscula. te, cuando: decides pensar con el Espíritu Santo, has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y, cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
 
15 El cuerpocuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros.. Ver T1.1.51 [86], T2.2 [45], T2.3 [53], T2.3 [56], L161.4, LTe.5 (-L261)
 
16 La mente equivocada o ego, es la parte de la mente que recibe de la fuente de la separación los impulsos de vida y de sobrevivencia que, al ser procesados por nuestro cerebro —subconsciente o conscientemente— dan vida a nuestro cuerpo y nutren a nuestra razón, lógica y sentido común de lo necesario para defendernos y sobrevivir.
L E C C I Ó N 152
pár 6
L152.6 31 ¿No es acaso extraño que creas que pensar que17 hiciste el mundo que ves es arrogancia? 32 Dios no lo creó. 33 De eso puedes estar seguro. 34 Porque, ¿qué puede saber Él de lo que es efímero, de los que han pecado y se sienten culpables, de los que tienen miedo, de los que sufren y se sienten solos, o de la mente que vive dentro de un cuerpo, el cual tiene necesariamente que morir? 35 Lo único que estás haciendo es acusar a Dios de demencia, al pensar que hizo un mundo en el que tales cosas parecen ser reales. 36 Él no está loco. 37 Sin embargo, sólo la locura hace un mundo como éste.
17 … tú, como yo primario (o Hijo de Dios soñando…), fuiste "la idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales", que nació cuando el Hijo de Dios —Que realmente eres, Que realmente somos— no sólo olvidaste reírte, sino que además enviaste al olvido la diminuta idea alocada de que Te era posible separarte de la Unicidad de Dios y ponerte a crear por tu cuenta, locura que se había adentrado en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios. Esos efectos reales hechos por ti, han sido, entre otros: 1) el tiempo, el espacio, y el universo, incluyendo la pizca de polvo cósmico que llamamos "mundo" y, en medio de todas las fragmentaciones de fragmentaciones que éste contiene, todos los cuerpos individuales, compitiendo interminablemente unos contra otros; 2) el ego, que desde el instante de la separación, es el sistema de pensamiento con cuyos impulsos, tu yo primario ha manejado la evolución de esos efectos reales, y parece que lo seguirá haciendo hasta que el tiempo termine; 3) los impulsos del ego que se te manifiestan en tu consciente y en los niveles superficiales de tu subconsciente. Ver: T27.9 [82], T1.1.28 [38].
L E C C I Ó N 152
pár 7-11
L152.7 38 Pensar que Dios hizo el caos, contradijo Su Propia Voluntad, inventó opuestos a la Verdad y sufrió la muerte para triunfar sobre la vida, todo esto es arrogancia. 39 La humildad se daría cuenta de inmediato de que esas cosas no provienen de Él. 40 ¿Y acaso puedes ver realmente lo que Dios no creó? 41 Pensar que puedes es sencillamente creer que realmente puedes percibir lo que Dios no quiso. 42 ¿Y qué puede ser más arrogante que esto?

L152.8 43 Seamos hoy verdaderamente humildes y aceptemos lo que hemos hecho como lo que es. 44 Tenemos el poder de decidir. 45 Decide aceptar únicamente el lugar que te corresponde como Cocreador del Universo, y todo de lo que creías haber hecho desaparecerá. 46 Lo que surgirá entonces en tu concienciación será todo lo que siempre estuvo ahí, eternamente como es ahora. 47 Y tomará el lugar de los autoengaños hechos especialmente para usurpar el altar erigido al Padre y al Hijo.

L152.9 48 Hoy practicaremos la verdadera humildad, abandonando la falsa pretensión con la que el ego intenta probar que la humildad es arrogancia. 49 Sólo el ego puede ser arrogante. 50 Pero la Verdad es humilde cuando reconoce Su poderío, inmutabilidad y eterna Completitud18 toda abarcadora, el perfecto Don de Dios para Su Hijo bienamado.

L152.10 51 Dejamos a un lado la arrogancia que afirma que somos pecadores, culpables y temerosos, avergonzados de lo que somos. 52 Y, en su lugar, elevamos nuestros corazones con verdadera humildad hasta Él, Que nos creó inmaculados, semejantes a Él en Poder y Amor. 53 Tenemos el poder de decidir. 54 Y aceptamos de Él lo que realmente somos y humildemente reconocemos al Hijo de Dios.

L152.11 55 Reconocer al Hijo de Dios19 implica asimismo que hemos dejado a un lado todos los conceptos acerca de nosotros mismos y reconocido su falsedad. 56 Hemos percibido su arrogancia. 57 Y, con humildad y alegría, aceptamos como nuestros el esplendor del Hijo de Dios, su afabilidad, su perfecta impecabilidad, el Amor de su Padre, su derecho al Cielo y a la liberación del infierno. 58 Ahora nos unimos en el grato reconocimiento de que las mentiras son falsas, y de que sólo la Verdad es verdad.
18 La Completitud, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de todos nosotros como Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas como Una en Cristo, Su Hijo, Quien es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la completitud es el reflejo aquí de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestro fuero interno en un instante santo del mundo real cuando, después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo. Y, cuando pensamos con el ego significa las definiciones que se pueden encontrar en el diccionario. Ver T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78], T29.3 [19]
 
19 El Hijo único de Dios o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras están unificadas como Una en Cristo— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Mismo Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
L E C C I Ó N 152
pár 12-15
L152.12 59 Al levantarnos y pasar cinco minutos practicando los caminos de la Verdad, alentaremos a nuestras temerosas mentes con esto:

L152.13 60 Tengo el poder de decidir. 61 Hoy me aceptaré a mí mismo Tal como la Voluntad de Mi Padre Me creó.

L152.14 62 Luego aguardaremos en silencio, abandonando todo autoengaño a medida que pedimos humildemente a nuestro Yo20 que se nos revele. 63 Y Aquel Que nunca se fue regresará nuevamente a nuestra concienciación, agradecido de poder restaurar Su Morada en Dios, que es para lo que fue creado.

L152.15 64 Con paciencia, espéralo a lo largo del día, invitándolo cada hora con las palabras con las que diste comienzo al día, terminándolo con esa misma invitación a tu Yo. 65 La Voz que habla por Dios te contestará, pues habla por Ti y por Tu Padre. 66 Reemplazará todos tus frenéticos pensamientos por la paz de Dios, tus autoengaños por la Verdad de Dios y tus ilusiones acerca de ti mismo por el Hijo de Dios.
20 Mi Yo, con mayúscula, es el Hijo único creado por Dios en un Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, y Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad, en la que se profesan ese Amor Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En la experiencia de Cristo, todas nuestras Almas perfectas y eternas están unificadas como Una en Mi Yo. En el Curso, la palabra Yo también es usada pocas veces como el Yo de Dios. Ver Lte.14 (-351)


Un Curso Sobre Milagros
edición original
TEXTO
Capítulo 13
DE LA PERCEPCIÓN
AL CONOCIMIENTO

T13.7 EL APRENDIZ
FELIZ pár 54-63
T13.7 [54] 1 El Espíritu Santo necesita un aprendiz feliz, en quien Su misión pueda ejecutarse con felicidad. 2 Tú, que habitualmente eres partidario de la aflicción1, ante todo debes reconocer que eres desgraciado e infeliz. 3 El Espíritu Santo no puede enseñar sin que conciencies este contraste, pues tú crees que la aflicción es felicidad2. 4 Esto te ha confundido tanto que te has empeñado en aprender a hacer lo que realmente nunca podrás hacer, creyendo que, a menos que lo aprendas, no serás feliz. 5 No te das cuenta de que el basamento sobre el que se basa esta meta de aprendizaje tan peculiar no significa absolutamente nada. 6 No obstante, para ti sí que tiene sentido.

T13.7 [55] 7 Ten fe en lo que es nada, y encontrarás el "tesoro" que buscabas. 8 Pero habrás agregado un agobio más a tu mente, que ya estaba agobiada3 o, de lo contrario, no habrías salido a buscar otro4. 9 Creerás que lo que es nada es valioso, y lo apreciarás. 10 Para ti, un trocito de vidrio, una mota de polvo, un cuerpo, o una guerra, son todos lo mismo. 11 Pues si valoras una sola cosa hecha de la nada, habrás creído que lo que es nada puede ser valioso y que puedes aprender cómo convertir lo que no es verdad5 en verdadero.

T13.7 [56] 12 El Espíritu Santo, viendo donde te encuentras pero sabiendo que realmente estás en otra parte, comienza Su lección con sencillez, enseñando que fundamentalmente la Verdad es verdadera6. 13 Ésta es la lección más difícil que tendrás que aprender y, al final, la única. 14 La sencillez es algo muy difícil para las mentes retorcidas. 15 Considera todas las distorsiones que has hecho de lo que es nada: todas las formas extrañas y sentimientos, actos y reacciones que has tejido a partir de ella. 16 No hay nada que te sea tan ajeno como la simple Verdad, y no hay nada que estés menos inclinado a escuchar. 17 El contraste entre lo que es verdad y lo que no lo es, es perfectamente evidente; no obstante, tú no lo ves.

T13.7 [57] 18 Lo sencillo y lo obvio no son evidentes para los que quieren sacar palacios y ropajes reales de lo que es nada, creyendo que, gracias a eso, son reyes coronados de oro7. 19 Todo eso lo ve el Espíritu Santo, y por eso enseña sencillamente que todo eso no es verdad.
1 … de la realidad del ego: del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen,
 
2 … no se puede negar que en el mundo no haya momentos de felicidad, aunque transitorios como todo lo demás.
 
3 … por la separación y todo lo que ésta trajo con ella,
 
4 … tesoro para reemplazar el Cielo que perdiste.
 
5 … porque no pudo haber sido creado por un Dios perfectamente amoroso y eterno,
 
6 Si quiero creer que los impulsos milagrosos que de vez en cuando emergen a mi consciente, provienen del Espíritu Santo, según nos propone el Curso, entonces, también querré creer que la Verdad es: 1) la Unicidad de Dios, la cual, no se puede describir ni tampoco explicar, pero sí se puede experimentar internamente un reflejo de Ella, cuando hemos: 1.1) aceptado el Redimir para nosotros mismos; 1.2) perdonado y 1.3) extendido a otro(s) el o los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu santo; 2) que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo; 3) que Dios no creó más nada; 4) que por eso, nada de Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe; 5) que en esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que: son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez y, constituyen su única y verdadera realidad. Ver T7.5, T14, T30.5
 
7 Se refiere al cuento de Hans Christian Andersen "La nueva vestimenta del Emperador" en el que dos estafadores hacen creer a un pomposo y vano Emperador que le pueden fabricar lujosos trajes hechos con hilos que serán invisibles para todos aquellos que no son dignos de estar en su séquito. Él se lo cree, nadie dice lo contrario hasta que un niño grita: "Pero si está desnudo…"
T13.7 EL APRENDIZ FELIZ
pár 58-59
T13.7 [58] 20 A8 esos infelices aprendices que quieren enseñarse a sí mismos lo que es nada, y que se engañan a sí mismos creyendo que lo que es nada no lo es, el Espíritu Santo les dice con invariable serenidad: 21 La Verdad es verdad. 22 Nada más importa, nada más es real, y todo lo que no es Ella realmente no está ahí. 23 Permíteme hacer por ti la única distinción que no eres capaz de hacer pero que necesitas aprender. 24 La fe que tienes en lo que es nada te está engañando. 25 Deposítala en mí y la depositaré delicadamente en el santo lugar donde le corresponde estar. 26 Allí no encontrarás engaño, sino únicamente la sencilla Verdad. 27 Y La vas a querer porque la vas a comprender.

T13.7 [59] 28 Como tú, el Espíritu Santo no hizo la Verdad. 29 Como Dios, Él sabe que la Verdad es verdad, 30 trae la luz de la Verdad a la oscuridad y deja que te bañe con Su luz9. 31 Y, a medida que resplandece sobre ti, tus hermanos la ven, y al darse cuenta de que esta luz no forma parte de lo que has hecho, verán en ti más de lo que ves. 32 Se convertirán en aprendices felices de la lección que esta luz les trae, porque les enseñará a liberarse de lo que es nada y de todas las obras de lo que es nada. 33 Las pesadas cadenas que parecen atarlos a la desesperación no las verán como la nada que realmente son hasta que 10 les lleves la luz. 34 Entonces, verán que las cadenas han desaparecido y, por consiguiente, que tienen que haber sido nada. 35 Y lo verás conjuntamente con ellos. 36 Como les enseñaste lo que es la alegría y la liberación, se convertirán en tus maestros de liberación y alegría.
8 Hemos trasladado aquí el comienzo del párrafo
 
9 Luz, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu o mente acertada en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
 
10 , con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas están unificadas como Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios Que realmente somos. En minúscula, , decides pensar con el Espíritu Santo y has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
T13.7 EL APRENDIZ FELIZ
pár 60-61
T13.7 [60] 37 Cuando enseñas a una persona que la Verdad es verdad, lo aprendes con ella11. 38 Y así, vas a aprender que lo que parecía ser más difícil de comprender es lo más fácil. 39 Aprendan12 a ser aprendices felices. 40 Nunca aprenderás a hacer que lo que es nada sea todo13. 41 Pero fíjate que ésa ha sido tu meta, y reconoce lo insensato que esto ha sido14. 42 Alégrate de que ya no la sigues, pues cuando la examinas con sencilla sinceridad, dejas de seguirla. 43 Dije anteriormente "No te conformes con lo que es nada", pues has creído que lo que es nada podía satisfacerte. 44 Eso no es así.

T13.7 [61] 45 Si quieres ser un aprendiz feliz, tienes que dar al Espíritu Santo todo lo que has aprendido para que lo desaprenda por ti. 46 Y luego, empezar a aprender las alegres lecciones que van a llegar rápidamente sobre el sólido basamento de que la Verdad es verdad15. 47 Pues lo que se construye ahí es verdad, y está edificado sobre la Verdad. 48 Todo el universo de aprendizaje16 se revelará ante ti en toda su atractiva simplicidad17. 49 Con la Verdad ante ti, no querrás mirar atrás.
11 … sobre todo con el ejemplo.
 
12 … tu hermano y tú,
 
13 … tu única realidad.
 
14 … las religiones, filosofías, razón, sentido común, el omni presente silencio de Dios, nada ni nada ha logrado explicarte el por qué del mal como tampoco cuál es el significado de la vida…
 
15 … basamento que te va a llegar por medio de los impulsos amorosos que cada vez más van a emerger de lo más profundo de tu subconsciente y que, al prestarles atención y actuar de acuerdo con ellos y extender milagros —a pesar del descontento de tu razón, lógica y sentido común— te van a traer una paz y una alegría que no son de este mundo…
 
16 … del sistema de pensamiento del Espíritu Santo,
 
17 … realmente eres Amor, sólo eso, al igual que las Almas de todos los que aparentemente fueron, son y serán, ya que en la Realidad del eterno Presente de la Unicidad, todos, sin excepción, somos Almas perfectas, Una en el Alma única del Hijo de Dios, Que es Uno con Su Padre y Creador arropados en el Amor o Espíritu Santo.
T13.7 EL APRENDIZ FELIZ
pár 62-63
T13.7 [62] 50 El aprendiz feliz cumple con las condiciones de aprendizaje en este mundo, igual que también cumple con las condiciones18 del Conocimiento en el Reino19. 51 Todo esto se basa en el plan del Espíritu Santo para liberarte del pasado y hacerte accesible el camino hacia la libertad. 52 Pues la Verdad es verdad. 53 ¿Qué otra cosa podría jamás ser, o jamás haber sido? 54 En la sencilla lección que sigue más abajo, se encuentra la llave de la lúgubre puerta que crees cerrada para siempre. 55 Hiciste esa puerta de la nada, y detrás de ella no hay nada. 56 La llave es sólo la luz que, con su resplandor, desvanece las siluetas, las formas y los miedos de lo que es nada. 57 Acepta esta llave de la libertad de manos de Cristo, Quien te la está entregando para que puedas unirte a Él en la santa misión de llevar la luz a la oscuridad. 58 Pues, al igual que tus hermanos, no te das cuenta de que la luz ha llegado20 y que los ha liberado del sueño de la oscuridad.

T13.7 [63] 59 Mira a tus hermanos en la libertad en la que realmente se encuentran, y aprende de ellos cómo liberarte de la oscuridad. 60 La luz en ti los despertará, y ellos no dejarán que sigas durmiendo. 61 La visión de Cristo es dada en el mismo instante en que se percibe. 62 Allí donde todo es claridad, todo es santidad. 63 La quietud de su simplicidad es tan atrayente que te darás cuenta de que es imposible negar la sencilla Verdad. 64 Pues no hay nada más. 65 Dios está en todas Partes21, y Su Hijo está en Él conjuntamente con Todo. 66 ¿Por qué va a entonar cantos fúnebres cuando Eso es verdad?
18 … del reflejo aquí
 
19 Conocimiento, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Almas que, en perfectas paz y alegría, están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, en minúscula, conocimiento es lo que experimentamos en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y unir como Una, su Alma con La mía, es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver T3.5 [35] y [37], T25.4 [25]
 
20 … la luz que dice que realmente somos uno en Cristo y Cristo es Uno con Dios
 
21 … en el eterno Presente de la Unicidad, en la que es Uno contigo y con todos los demás en Su Mente única, Que realmente también es la Tuya y la de todos los demás, ya que Dios, en un Pensamiento de Amor, creó a un solo Hijo, y nada más. Y Ése Hijo único somos realmente todos, Uno en Él. Por eso, Dios está en todas partes en nuestras mentes que, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son aquí, el reflejo de la Mente única de todos Que es la Mente del Hijo único, Que es la Mente única de Dios…
Horario actual de
Un Curso sobre Milagros – Preliminares

COMPRAR:
or COMPRAR aquí
en la tienda CIMS:

 PDF GRATUITO de los Principios De Los Milagros aquí
COURSE IN MIRACLES SOCIETY
(Sin ánimo de lucro)
Donar
En la actualidad, todos los proyectos CIMS están respaldados por donaciones de tiempo libre, talento y dinero. Si desea apoyar alguna de las actividades de la Sociedad de alguna manera, no dude en ponerse en contacto.

Debido al carácter internacional de CIMS, Internet es nuestro principal medio de comunicación y colaboración.

Para hacer una donación deducible de impuestos en apoyo de las lecciones diarias, haga clic aquí.

Además, por medio de su testamento u otro plan de sucesión, puede nombrar "Curso en la Sociedad de Milagros" como el beneficiario de una parte de su sucesión, o de activos particulares en su sucesión. De esta manera, está honrando a sus seres queridos y al mismo tiempo brinda un apoyo crítico a la extensión de LOVE.

DONAR to OTROS PROYECTOS
CIMS | 800-771-5056 | reja-joy@jcim.net | jcim.net