PARA VER TODO EL CORREO HAGA
Un Curso Sobre Milagros
edición original
T6.6.2 [76] 39 No puede haber conflicto
entre cordura y demencia
40 porque sólo una de ellas
es verdad y, por consiguiente,
sólo una es real.

41 El ego trata de persuadirlos de que
es a ustedes a quienes corresponde decidir cuál de ellas es verdad,
pero el Espíritu Santo les enseña
que la Verdad fue creada por Dios
y que, por tanto, ustedes no pueden tomar la decisión de cambiarla.

42 A medida que empiecen a
comprender el silencioso poder
de la Voz del Espíritu Santo
y Su perfecta coherencia,
sus mentes tendrán necesariamente
que darse cuenta de que están tratando
de deshacer una Decisión3
que ya fue irrevocablemente
tomada por ustedes.

43 Por eso, sugerimos anteriormente
que se acordaran de permitir
al Espíritu Santo decidir
por ustedes a favor de Dios.

UCSM TEXTO
T6 EL ATAQUE Y EL MIEDO
6.6 LAS LECCIONES DEL ESPÍRITU SANTO
gráfico por ©Deposit Photos 


Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 1  
L E C C I Ó N 73
Quiero que haya luz1.
L73.1 1 Hoy vamos a considerar la Voluntad que compartes con Dios2. 2 Esta Voluntad no es lo mismo que los inútiles deseos del ego, de los cuales emanan las tinieblas y la nada. 3 La Voluntad que compartes con Dios encierra dentro de sí todo el poder de la Creación3. 4 Los inútiles deseos del ego no se pueden compartir4 y, por consiguiente, no tienen ningún poder5. 5 Sus deseos no son inútiles en el sentido de que sí pueden hacer un mundo de ilusiones en el que puedes llegar a creer ciegamente. 6 No obstante, en términos de la Creación, son ciertamente inútiles, 7 pues no son hacedores de nada que sea real6.

L73.2 8 Los deseos inútiles y los resentimientos son socios o co-hacedores en la descripción del mundo que ves. 9 Los deseos del ego dieron lugar al mundo, y la necesidad del ego de guardar resentimientos —que son indispensables para sustentar este mundo7— lo puebla de figuras que parecen atacarte haciendo necesario enjuiciarlas "justificadamente". 10 Estas figuras se convierten en los intermediarios que el ego emplea para traficar resentimientos, 11 y se interponen entre tu concienciación y la realidad8 de tus hermanos. 12 Si las tomas en cuenta, no podrás conocer realmente ni a tus hermanos ni a tu Yo9.
1 Luz, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, luz, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu o mente acertada en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver T5.8 [80], T12.2 [5], T22.7 [65], L48, L61, L63, L69, L93
 
2 La Voluntad de Dios en el eterno Presente de Su Unicidad en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas están unificadas como Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
 
3 La Creación, con mayúscula, en el Cielo, es la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros, como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en el eterno Presente de Su Unicidad o Realidad. Dios no creó más nada. Por eso, Allá, la realidad del ego que percibimos aquí con nuestros sentidos, realmente, no existe. Aquí, las creaciones, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
 
4 … por estar compitiendo interminablemente unos contra otros…
 
5 … de amar realmente, es decir, de crear
 
6 ... puesto que no fue creado por Dios.
 
7 ... para sobrevivir, puesto que está regido por las leyes de la evolución y de la escasez,
 
8 ... el reflejo aquí de la Realidad del Cielo, Donde —cual Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo, el Hijo único de Dios— nos encontramos realmente todos.
 
9 … ver L72.10 52
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pár 3-5
L73.3 13 Pierdes conciencia de tu verdadera voluntad durante estas extrañas negociaciones, en las que se intercambia la culpa10 de un lado al otro, incrementándose de esta manera con cada intercambio, los mutuos resentimientos. 14 ¿Podría un mundo como éste haber sido creado por la Voluntad que el Hijo de Dios comparte con Su Padre? 15 ¿Podría Dios haber creado los desastres que afectan a Su Hijo? 16 La Creación es obra de la Voluntad conjunta de Ambos. 17 ¿Podría Dios haber creado un mundo para matarse a Sí Mismo?

L73.4 18 Hoy trataremos una vez más de ponernos en contacto11 con el mundo que está de acuerdo con tu verdadera voluntad. 19 La luz está en él porque no se opone a la Voluntad de Dios. 20 No es el Cielo, pero la Luz del Cielo resplandece sobre él. 21 Las tinieblas han desaparecido; los inútiles deseos del ego han sido retirados.

L73.5 2 A pesar de no ser el Cielo, la luz12 que resplandece sobre este mundo refleja Tu Voluntad13; por consiguiente, ésta tiene que estar necesariamente en ti14, que es donde la vamos a buscar. 23 Tu imagen del mundo tan sólo puede reflejar lo que llevas por dentro. 24 Ni la fuente de la luz ni la de la oscuridad pueden encontrarse fuera de ti. 25 Tus resentimientos oscurecen tu mente, y por eso ves un mundo que ha oscurecido. 26 En cambio, cuando perdonas, despejas las tinieblas, reafirmas15 Tu Voluntad, y te permites a ti mismo ver un mundo bañado por la luz.
10 En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y aceptar el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino Almas creadas por Dios a Su Semejanza y, por lo tanto, nunca nos separamos de nuestro Padre y Creador. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
 
11 … en tu mente
 
12 … del sistema de pensamiento del Espíritu Santo
 
13 … de Hijo único de Dios en el eterno Presente de Su Unicidad…
 
14 … en tu fuero interno
 
15 … el reflejo aquí de
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pár 6-8
L73.6 27 Hemos enfatizado repetidamente que salvar la barrera de los resentimientos es fácil, y que ésta no puede interponerse entre tu salvación y tú. 28 La razón es muy sencilla. 29 ¿Quieres realmente estar en el infierno16? 30 ¿Quieres realmente llorar, sufrir y morir? 31 Olvídate de los argumentos del ego, que tratan de probar que todo lo de aquí es realmente el Cielo. 32 Tú bien sabes que no lo es. 33 Eso no puede ser lo que quieres para ti. 34 Hay un punto más allá del cual las ilusiones no pueden seguir siendo creíbles.

L73.7 35 Sufrir no es felicidad, y la felicidad es lo que realmente quieres. 36 Ésa es, en verdad, tu voluntad. 37 Y por consiguiente, la salvación también es tu voluntad. 38 Quieres realmente tener éxito en lo que nos proponemos hacer hoy. 39 Así que lo emprendemos con tu bendición y grato acuerdo.

L73.8 40 Tendremos éxito hoy si recuerdas que quieres la salvación17 para ti. 41 Quieres aceptar el plan de Dios, porque tomas parte en él. 42 No tienes una voluntad que realmente quiera oponérsele, ni tampoco es eso lo que quieres hacer. 43 La salvación es para ti. 44 Por encima de todo, quieres tener la libertad de recordar quién eres realmente.
16 … que es este mundo del ego…
 
17 La salvación 1) es el proceso de deshacer la separación que nunca fue, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez; 2) es querer creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya Unicidad estamos realmente todos, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios; 3) es ir dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, pensar con el Espíritu Santo; 4) es aceptar el Redimir para nosotros mismos; 5) es perdonar al otro y a los demás y extender los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo; 6) es entablar relaciones santas y multiplicar el perdonar y la extensión de milagros. Ver T9.6, T11, T22, T31, LTe.2 (-L231)
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L E C C I Ó N 73
pár 9-10
L73.9 45 Hoy es el ego18 quien se encuentra impotente ante tu voluntad. 46 Tu voluntad es libre19, y nada puede prevalecer contra ella. 47 Por consiguiente, abordamos los ejercicios de hoy con entusiasmo y confianza, seguros de que encontraremos lo que tu voluntad quiere encontrar, y de que recordaremos lo que tu voluntad quiere recordar20. 48 Ningún deseo inútil nos puede detener ni engañar con ilusiones de fuerza. 49 Hoy dejamos que se haga tu voluntad, 50 y ponemos fin para siempre a la creencia demente de que te has decidido por el infierno, en lugar del Cielo.

L73.10 51 Comenzaremos nuestras prácticas más largas reconociendo que el plan de Dios para la salvación21, y sólo el Suyo, es el que está en completo acuerdo con tu voluntad. 52 No se trata del propósito que un poder extraño te haya impuesto en contra de tu voluntad. 53 Se trata del único propósito aquí, con el cual tú y Tu Padre están perfectamente de acuerdo.
18 El ego es —en el eterno Presente de la de la Unicidad de Dios, donde nuestras Almas perfectas están unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo—el pensar individual que adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Dios, y crear por su cuenta. Al haber el Hijo olvidado reírse de su locura, ésta se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad egoísta opuesta a la Voluntad de Amor de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes, contra las cuales, en relaciones especiales, compite caótica e interminablemente hasta la muerte del cuerpo. Ver T3.6, T4.3, T4.6, T10, LTe.12 (-L331)
 
19 … porque estás pensando con el Espíritu Santo
 
20 El residuo bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Este reflejo se nos manifiesta en nuestro fuero interno mediante impulsos caritativos, compasivos, de compartir, de amor o amistad desinteresados que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, y que sólo podemos tomar en serio cuando nos ponemos a pensar con el Espíritu Santo en nuestro espíritu (o mente acertada), que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T5.7 [60] 7, T8.5 [33], T12.3 [11], T18.11 [98], T28.2
 
21 El Plan de Dios para nuestra salvación: 1) es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; 2) es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; 3) es aprender lo que es la paz, porque la paz es la condición del Reino en nuestro fuero interno; 4) es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo del Amor de Dios, Amor que Él y Su Hijo comparten en el eterno Presente de la Unicidad en perpetua Armonía y alegre Concordia, extendiendo así la Creación; 5) es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición para: 5.1) alcanzar aquí el reflejo del Conocimiento; 5.2) en nuestro fuero interno, entrar en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje con el Curso. Ver T11, L71, L72 LTe.2 (-L231)
P A R T E 1
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pár 11-17
L73.11 54 Hoy vas a triunfar porque ha llegado la hora señalada para la liberación del Hijo de Dios del infierno y de todos los deseos inútiles. 55 Ahora, su voluntad queda reinstaurada a su concienciación. 56 En este mismo día, está dispuesto a mirar la luz que está en él, y así, salvarse.

L73.12 57 Después de acordarte de esto, y de que estás determinado a mantener claramente tu voluntad en mente, di interiormente, con amable firmeza y tranquila certeza:

L73.13 58 Quiero que haya luz. 59 Quiero ver la luz que refleja la Voluntad de Dios y La Mía.

L73.14 60 Luego, permite que tu voluntad se afirme a sí misma, conjuntamente con el poder de Dios y unida a tu Yo. 61 Pon el resto de la práctica bajo la guía de Ambos. 62 Únete a Ellos a medida que te señalan el camino.

L73.15 63 En las prácticas más cortas, declara nuevamente lo que realmente quieres para ti. 64 Di:

L73.16 65 Quiero que haya luz. 66 La oscuridad no es mi voluntad.

L73.17 67 Debes repetir esto varias veces cada hora. 68 Además, es de suma importancia que apliques esta idea de esta forma inmediatamente, si te sientes tentado a guardar cualquier clase de resentimiento. 69 Esto te ayudará a desprenderte de tus resentimientos en vez de seguir cuidándolos y ocultándolos en la oscuridad.


Un Curso Sobre Milagros
edición original
TEXTO

Capítulo 6
EL ATAQUE Y EL MIEDO

T6.6 LAS LECCIONES DEL
ESPÍRITU SANTO1 pár 70-81
 T6.6.2 Para tener paz, enseña paz, para aprender lo que es.

T6.6.2 [70] 1 Todos los que están separados tienen un miedo básico a las represalias y al abandono. 2 Esto se debe a que creen a la vez en el ataque y en el rechazo, de modo que eso es lo que perciben, lo que enseñan y lo que aprenden. 3 Estos conceptos dementes1 son claramente el resultado de la propia disociación y proyección de ustedes. 4 Lo que enseñan es lo que son, pero es bastante evidente que se puede enseñar de forma equivocada y, por consiguiente, que ustedes pueden enseñarse mal a sí mismos. 5 Muchos pensaron que yo los estaba atacando, aunque era más que evidente que eso no era cierto. 6 Un estudiante desquiciado aprende extrañas lecciones.

T6.6.2 [71] 7 Lo que ustedes tienen que comprender es que cuando no comparten un sistema de pensamiento con otros, lo debilitan. 8 Por consiguiente, los que creen en él perciben esto como un ataque contra ellos. 9 Esto se debe a que cada uno se identifica con su propio sistema de pensamiento2, y todo sistema de pensamiento se centra en lo que uno cree que es. 10 Si el núcleo del sistema de pensamiento es verdadero, sólo la Verdad se extenderá desde él. 11 Pero si en su centro lo que hay es una mentira, sólo provendrán de él engaños. 12 Todos los buenos maestros se dan cuenta de que sólo los cambios fundamentales serán duraderos, aunque no comiencen a ese nivel. 13 Su primera meta, y la más importante, es fortalecer la motivación hacia el cambio. 14 Ésta será también su meta última y final.
1 Locura o demencia, según el Curso, es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos y entendemos con nuestro razonamiento, lógica y sentido común. Ver T6.6.2 [76]
 
2 Sólo hay dos sistemas de pensamiento: el del ego, de acuerdo a las leyes de la evolución y escasez, y el del Espíritu Santo, reflejo aquí del Espíritu o Pensar de Dios, Que es Amor.
T6.6 LAS LECCIONES DEL
ESPÍRITU SANTO
pár 72-75
T6.6.2 [72] 15 Una motivación creciente hacia el cambio en el estudiante es todo lo que el maestro tiene que hacer para garantizar que ese cambio se produzca. 16 Esto se debe a que cambiar de motivación es cambiar de forma de pensar, y esto inevitablemente produce un cambio fundamental, ya que pensar es fundamental. 17 De este modo, el primer paso en el proceso de revertir o deshacer, es deshacer el concepto de "obtener". 18 De acuerdo con esto, la primera lección del Espíritu Santo fue: "Para tener da todo a todos". 19 Dijimos que era posible que eso agudizara temporalmente el conflicto, y ahora podemos aclarar este punto aún más.

T6.6.2 [73] 20 A estas alturas, todavía no se percibe la igualdad que existe entre "poseer" y "ser". 21 Hasta que no se perciba, "poseer" parecerá lo opuesto a "ser". 22 Por consiguiente, la primera lección parece contener una contradicción, puesto que la está aprendiendo una mente conflictuada. 23 Esto quiere decir que hay motivaciones en conflicto, y así la lección no puede aprenderse todavía de manera uniforme. 24 Además, la mente del estudiante proyecta su propio conflicto y, por consiguiente, no percibe que las mentes de los demás sean consecuentes, lo cual le hace sospechar sus motivaciones. 25 Ésa es la verdadera razón de por qué, en muchos aspectos, la primera lección es la más difícil de aprender. 26 En efecto, como aún conciencia fuertemente al ego en sí mismo y responde sobre todo al ego de los demás, se está enseñando al estudiante a que reaccione ante ambos como si lo que cree no fuera verdad.

T6.6.2 [74] 27 El ego, operando como de costumbre en forma invertida, percibe la primera lección como algo demente. 28 De hecho, en este caso, ésa es su única alternativa pues la otra posibilidad, que le sería mucho menos aceptable, sería que obviamente el demente es él. 29 Por tanto, el juzgar del ego está predeterminado por lo que él es, aunque no más que lo es cualquier otro producto del pensamiento. 30 No obstante, el cambio fundamental tendrá lugar cuando el pensador cambie su forma de pensar. 31 Mientras tanto, la progresiva claridad de la Voz del Espíritu Santo hace que al estudiante le sea imposible no escuchar. 32 Así, y por algún tiempo, estará recibiendo mensajes conflictivos y aceptará ambos. 33 Ésta es la clásica "doble lealtad" en la comunicación.

T6.6.2 [75] 34 La manera de escapar del conflicto existente entre dos sistemas de pensamiento opuestos entre sí consiste claramente en escoger uno y abandonar el otro. 35 Si uno se identifica con su sistema de pensamiento —y no se puede escapar de hacerlo— y si acepta dos sistemas de pensamiento que están en total desacuerdo entre sí, le será imposible tener paz mental. 36 Si enseña ambos sistemas —que es lo que hará con toda seguridad mientras acepte los dos— estará enseñando conflictos y también aprendiéndolos. 37 No obstante, ustedes quieren paz pues, de lo contrario, no habrían llamado a la Voz que habla por la paz para que los ayudara. 38 Su lección no es demente, pero el conflicto sí lo es.
T6.6 LAS LECCIONES DEL
ESPÍRITU SANTO
pár 76-79
T6.6.2 [76] 39 No puede haber conflicto entre cordura y demencia 40 porque sólo una de ellas es verdad y, por consiguiente, sólo una es real. 41 El ego trata de persuadirlos de que es a ustedes a quienes corresponde decidir cuál de ellas es verdad, pero el Espíritu Santo les enseña que la Verdad fue creada por Dios y que, por tanto, ustedes no pueden tomar la decisión de cambiarla. 42 A medida que empiecen a comprender el silencioso poder de la Voz del Espíritu Santo y Su perfecta coherencia, sus mentes tendrán necesariamente que darse cuenta de que están tratando de deshacer una Decisión3 que ya fue irrevocablemente tomada por ustedes. 43 Por eso, sugerimos anteriormente que se acordaran de permitir al Espíritu Santo decidir por ustedes a favor de Dios.

T6.6.2 [77] 44 No se les pide que tomen decisiones dementes, aunque son libres de pensar que sí se lo están pidiendo. 45 No obstante, sí que es una locura creer que es a ustedes a quienes corresponde decidir cuáles son las creaciones4 de Dios. 46 El Espíritu Santo percibe el conflicto exactamente como es. 47 Por consiguiente, Su segunda lección reza así:

T6.6.2 [78] 48 Para tener paz, enseña paz para aprender lo que es.

T6.6.2 [79] 49 Éste es todavía un paso preliminar, puesto que aún no se ha equiparado poseer con ser. 50 No obstante, es un paso más avanzado que el primero, que sólo era revertir la forma de pensar5. 51 Este segundo paso es una afirmación categórica de lo que ustedes realmente quieren. 52 Constituye, pues, un paso encaminado a salir del conflicto, ya que significa que se tomaron en consideración las dos alternativas y se escogió una como la más deseable.
3 … de Dios
 
4 Las creaciones, aquí, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (- L321) Ver T1.1.24 [27], T1.1.44 [71], T14.5 [45]
 
5 … del sistema de pensamiento del ego al del Espíritu Santo.
T6.6 LAS LECCIONES DEL
ESPÍRITU SANTO
pár 80-81
T6.6.2 [80] 53 No obstante, la evaluación "más deseable" aún implica que lo deseable tiene una gradación. 54 Por consiguiente, aunque este paso sea esencial para poder tomar la decisión fundamental, obviamente no es el último. 55 Es evidente, a estas alturas, que todavía no se ha aceptado que entre los milagros no hay grados de dificultad, porque nada es difícil de hacer cuando se desea plenamente. 56 Desear plenamente es crear, y crear no puede ser difícil si Dios Mismo te creó Creador. 57 Por consiguiente, el segundo paso es todavía perceptivo, si bien es un paso gigantesco hacia la percepción unificada que paralela el conocer de Dios.

T6.6.2 [81] 58 Al dar este paso, y seguir en esta dirección, estarán avanzando hacia el centro de su sistema de pensamiento, donde tendrá lugar el cambio fundamental. 59 Ahora, apenas están comenzando a dar este paso, pero empezaron a transitar por este camino por haber tomado conciencia de que sólo uno de los caminos era posible. 60 Todavía no se dan cuenta de esto consecuentemente, y por eso su progreso es intermitente; no obstante, el segundo paso será más fácil que el primero, porque es el que le sigue. 61 El mero hecho de que hayan aceptado esto es una demostración de su creciente concienciación de que el Espíritu Santo los guiará de aquí en adelante.
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