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T5.3 [19] 28
El Redimir y la separación empezaron al mismo tiempo.
29
Cuando el hombre hizo el ego, Dios puso en él el llamamiento a la alegría
13
.
30
Este llamamiento es tan poderoso que el ego siempre se deshace al escuchar su sonido.
31
Por eso puedes escuchar las dos voces que hay en tu fuero interno.
32
Una, que tú mismo hiciste, no forma parte de Dios.
33
En cambio, la Otra
14
, te
La da
Dios, Quien sólo te pide que La escuches.
34
El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy literal.
35
Suya es la Voz que te llama a regresar Adonde estabas antes, y Adonde estarás de nuevo.
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CH 5.
CURACIÓN Y COMPLETITUD
5.3
EL PENSAR DEL REDIMIR
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 54
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L1 (L16-20) Éstas son las ideas para el repaso de hoy:
L54 (L16) 1
No tengo pensamientos neutrales.
2 Es imposible tener pensamientos neutrales porque todos los pensamientos tienen poder.
3 O bien son hacedores de un mundo falso
1, o bien me conducen al mundo real
2.
4 Pero los pensamientos no pueden no tener efectos.
5 Del mismo modo en que el mundo que veo emerge de los errores de mi pensar, así también el mundo real se alzará ante mis ojos, a medida que permita que mis errores sean corregidos
3.
6 Mis pensamientos no pueden ser simultáneamente ni verdaderos ni falsos.
7 Tienen que ser lo uno o lo otro.
8 Lo que veo
4 me muestra cómo son.
L54 (L17) 9
No veo cosas neutrales.
10
Lo que veo da testimonio de lo que pienso.
11
Si no pensara, no existiría realmente, ya que la Vida
5
es Pensamiento
6
.
12
Voy a mirar al mundo que veo como la representación de mi propio estado de ánimo.
13
Sé que éste puede cambiar.
14
Y sé asimismo que el mundo que veo también puede cambiar
7
.
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1
…el de la
realidad
del ego, que significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez…
2
El
mundo real
es la
meta
de nuestro viaje con el Curso. Es el
estado
en un instante santo en mi fuero interno, en el que mi
espíritu
—la parte de mi mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo— al haber logrado perdonar completamente a otro y unirse a su Alma y, por ende, a las Almas de todos como Una, ya que realmente hay una sola Alma, no solamente
va a experimentar a Cristo
, sino que también "
sabrá
", que el
Juicio Final
de Dios consiste en que Nuestro Padre nos dice a cada uno: "Tú, unido al Alma del otro en la experiencia de
Cristo
, sigues siendo
Mi Hijo único
, por siempre inocente, por siempre cariñoso y por siempre querido, tan ilimitado como Tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Por lo tanto, despierta y regresa a Tu
Casa
, que realmente nunca abandonaste. Ver
T2.6, T3.8, T26.4 [21], LTe.10 (-L311)
3
… por medio del perdón y de la extensión de milagros.
4
… sea con el ego o con la visión de Cristo…
5
La
Vida
, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente del Cielo o Realidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas y eternas, somos Uno en el único Hijo de Dios, Cristo, Que es Uno con Dios en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo.
6
… el Pensar de Dios Que es Uno
7
… en mi mente
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L E C C I Ó N 54
Repase la Lección 18
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L54 (L18) 15
No estoy realmente solo
8
cuando experimento los efectos de lo que veo.
16
Si no tengo pensamientos personales
9
, no puedo ver un mundo personal
10
.
17
Incluso la idea alocada de la separación tuvo que compartirse
11
antes de que se convirtiera en la base del mundo que veo
12
.
18
Sin embargo, ese compartir fue compartir la nada.
19
En cambio, puedo traer a mi mente mis pensamientos reales
13
, los cuales comparto con todo el mundo.
20
Así como mis pensamientos de separación llaman a los pensamientos de separación de otros, mis pensamientos reales despiertan en ellos sus pensamientos reales.
21
Y el mundo que mis pensamientos reales me muestran emergerá en la visión de ellos así como en la mía
14
.
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8
… porque realmente soy el
Hijo único de Dios
o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras son Una— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
9
… si por unos momentos dejo de pensar "yo", "yo", "yo", y pienso "nos" porque decidí pensar con el Espíritu Santo
10
… no puedo seguir procesando en mi mente la realidad del mundo según mi ego, para mi yo ante todo, sino que queriendo ser aquí el reflejo del Amor que somos en la eterna Unicidad, trataré de ver las cosas de otra manera, identificándome con lo que les quita la paz a otros, es decir, sus necesidades, angustias, problemas y enfermedades y de extenderles los milagros que me sugiera el Espíritu Santo mientras piense "nos" con Él
11
… en mi mente separada, entre la parte que quería la unión y la que quería la separación individual
12
… con mi ego cuando usualmente mantengo un diálogo interminable "yo", "yo", "yo". Con mi
especialismo
, que es la forma habitual de pensar de la individualidad nacida de la diminuta idea alocada del Hijo de Dios que pensó que podía separarse de Su Padre y "hacer cosas" por su cuenta. Al haber olvidado reírse de semejante idea, el pensamiento se convirtió en una idea seria de la que, entre otras cosas, resultó la ilusión de la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez. En esta realidad del ego, es el deseo de cada ser humano de estar separado y lo más arriba posible por encima de los demás seres humanos, de poseer más y ser más que ellos, por el convencimiento de que es merecedor —por encima y hasta en contra de los demás— de las escasas cosas buenas que ofrece el mundo. Ningún precio es demasiado alto para obtenerlas, y las busca afanosamente en relaciones especiales en las que otros aparentemente le ofrecen amor, amistad y aprecio especiales, así como también a veces, la entrega de sus cuerpos y/o mentes igualmente especiales y, con ellos, de lo que poseen que nuestro ego cree que le hace falta. Pero el especialismo nunca puede amar, apreciar o compartir de verdad, ya que por sí mismo constituye una traición y un ataque contra la eterna y amorosa Unicidad de Dios con Su único Hijo, Cristo, en Quien todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una. En consecuencia, el especialismo va a desconfiar de todos, al considerarlos como potenciales atacantes o competidores, y por eso, no se le va a escapar ninguna falta o error que puedan cometer; además de atacar a los que entre ellos, directa o indirectamente, interfieran o se opongan a sus designios interesados. Ver
T16.6, T24, T27.9 [82]-[83]
13
… reflejos aquí del Estado de Amor que todas nuestras Almas, Una en el Alma única del único Hijo de Dios, viven en perfectas Paz y Alegría en la eterna Unicidad de Dios…
14
… con Cristo
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L E C C I Ó N 54
Repase la Lección 19-20
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L54 (L19) 22
No estoy solo cuando experimento los efectos de mis pensamientos.
23 No estoy solo en nada.
24 Todo lo que pienso, digo o hago afecta a todo el universo
15.
25 Un Hijo de Dios
16 no puede pensar, hablar o actuar en vano.
26 No puede estar solo en nada.
27 Por lo tanto
17, tengo el poder de cambiar
18 a todas las mentes conjuntamente con la mía, porque el Poder de Dios
19 es también el mío
20.
L54 (L20) 28
Estoy decidido a ver realmente.
29
Al reconocer que la naturaleza
21
de mis pensamientos
22
es compartir
23
, me he decidido a ver
24
.
30
Ahora quiero ver los testigos que me muestran que el pensar del mundo ha cambiado.
31
Ahora quiero ver la prueba de que lo que se ha hecho por mi intermedio ha permitido que el Amor reemplace al miedo, la risa a las lágrimas y la abundancia a las pérdidas.
32
Ahora quiero ver el mundo real, y dejar que me enseñe que mi voluntad y la Voluntad de Dios son Una
25
.
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15
… a todas las cosas en mi mente, según piense habitualmente "yo", "yo", "yo" con mi ego, o, aunque sólo sea por unos breves momentos, decida pensar "nos", pensar Amor con el Espíritu Santo.
16
… que esté pensando con el Espíritu Santo,
17
… cuando decido pensar y actuar con el Espíritu Santo,
18
… en mi mente, en mi pensar,
19
Poder,
con mayúscula, significa el
Poder de Dios
para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula,
poder
—si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo,
poder
quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver
T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
20
… aquí, cuando decido invitar al Espíritu Santo a pensar "nos" conmigo.
21
…, es decir, lo
natural
que, en la eterna Unicidad o Cielo, es la perpetua armonía reinante y también la perpetua concordia alegre del Amor Que eternamente se profesan el Padre y Su Hijo, Cristo, en Quien todos, como Almas, somos Uno y, en Ello, la Creación se extiende. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, lo
natural
es ser reflejo de Lo que somos en la eterna Unicidad, es decir, miramos a todo y a todos como uno con nosotros, perdonamos y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Cuando pensamos con el ego, lo
natural
es lo que percibimos aquí con nuestros sentidos y que están regidos por las leyes de este mundo. Ver
T27.6 [44], L161.2
22
… cuando decido pensar con el Espíritu Santo
23
… la única Voz que el Creador y Su Creación comparten; el canto que el Hijo Le canta a Su Padre, Quien a su vez, Le da gracias a Su Hijo por el canto que Éste Le ofrece. Perpetua es la Armonía reinante, perpetua también es la alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gra-cias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. como reflejo aquí de la eterna Unicidad que es nuestra verdadera Realidad,
24
… con la visión de Cristo…
25
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
5
CURACIÓN Y COMPLETITUD
T5.3
EL PENSAR DEL REDIMIR
pár
12-19
[LA LECTURA DE TEXTO REANUDARÁ EL LUNES]
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T5.3 [12] 1 Dios honró incluso las falsas creaciones de sus Hijos porque eran hechuras de ellos, pero también bendijo a Sus Hijos con una manera de pensar que fuese capaz de elevar sus percepciones a tal altura que casi pudieran regresar a Él.
2 El sistema de pensamiento del Espíritu Santo es el que usa el Redimir
1,
3 sistema que representa un estado mental lo suficientemente próximo al Pensar Uno
2, como para que su transferencia a Éste sea finalmente posible.
4 Esta transferencia depende de elementos comunes a la antigua enseñanza y a la nueva situación a la que se piensa transferir.
5 La percepción no es el conocimiento, pero puede
transferirse a él o
cruzar la brecha que los separa.
6 En este caso, tal vez sea más útil utilizar el significado literal de la palabra "transferirse", es decir, "transportar al otro lado", puesto que el último paso es Dios Quien lo da.
T5.3 [13] 7 El Espíritu Santo —la Inspiración Que toda la Filiación comparte— induce a una clase de percepción en la que muchos elementos son parecidos a Los del Mismo Reino de los Cielos
3.
T5.3 [14] 8 Primero, la universalidad de esta percepción es perfectamente clara, y nadie que la reciba podría pensar ni por un momento que compartirla signifique otra cosa
que no sea ganancia.
T5.3 [15] 9 Segundo, es una percepción incapaz de atacar y, por lo tanto, verdaderamente abierta
4.
10 Esto quiere decir que, si bien no engendra el conocimiento
5, tampoco lo
obstruye en modo alguno.
T5.3 [15-a] 11
[Tercero
6
, constituye un llamamiento inequívoco al Amor
7
, mientras que cada una de las otras voces se callan.]
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1
El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si quiere creer que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este querer creer le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro querer creer en una fe afianzada en la Verdad que nos propone el
Curso
.
Ver
T2.3, T2.5, T3.3, T5.3, T5.4, T13.9, T14.5, T15.3, L139, M28
2
… de la Mente de Dios que es Una.
3
… en cuanto al Amor que dan y reciben tanto Allá como aquí, y la paz y alegría que no son de este mundo que el Amor trae consigo aquí.
4
… a todos y a todo
5
En minúscula,
conocimiento
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver
T3.5 [35], T3.5 [37] 51-54, T25.4 [25]
6
Este tercer elemento o característica está tomado del Ur-h.T N06-087:18 ("Apuntes taquigráficos"), había sido omitido en todas las subsecuentes versiones
7
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T20.6 [38], L46, L67, L68, L195
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T5.3
EL PENSAR DEL REDIMIR
pár
16-19
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T5.3 [16] 12 Cuarto, hay un punto donde hay suficientes cambios cuantitativos como para producir verdaderas diferencias cualitativas.
13 Ese punto requiere una verdadera comprensión porque es el punto donde ocurre el cambio:
14 señala finalmente el camino que lleva
allende de la curación que trae consigo, y conduce la mente más allá de su propia integración a los senderos del crear.
T5.3 [17] 15 Curar
8 no es crear, es restaurar.
16 El Espíritu Santo
9 promueve la curación mirando
más allá de ella, hacia Lo Que los Hijos de Dios eran antes de que la curación fuese necesaria y Lo Que serán, una vez que
se hayan curado.
17 Esta alteración de la secuencia temporal debería resultar bastante familiar, ya que es muy similar al cambio que el milagro produce en la percepción que se tiene del tiempo.
18 El Espíritu Santo es la
motivación para pensar con los milagros en mente: la decisión de curar la separación renunciando a ella.
19 Esta voluntad se encuentra
en ti porque Dios la colocó en tu mente y, aunque puedes mantenerla dormida, no puedes destruirla.
T5.3 [18] 20 Dios Mismo mantiene esta voluntad viva, al transmitirla desde Su Mente
10 a la tuya mientras perdure el tiempo.
21 Ella es parte Suya y parte tuya.
22 El mismo milagro es sólo
11 esta fusión o unión de Voluntades entre el Padre y Su Hijo.
23 El Espíritu Santo es el espíritu de la alegría.
24 Él es el llamamiento a regresar con el Cual Dios bendijo las mentes de Sus Hijos separados.
25 Ésa es la vocación de la mente
12.
26 Antes de la separación, la Mente no tenía ninguna vocación, ya que antes de eso Ella simplemente
era, y no habría podido comprender el llamamiento a regresar al pensar acertado.
27 El Espíritu Santo fue la Respuesta de Dios a la separación: el medio por el cual el Redimir pudiese reparar el daño hasta que la mente nuevamente completa se reincorpore a crear.
T5.3 [19] 28
El Redimir y la separación empezaron al mismo tiempo.
29
Cuando el hombre hizo el ego, Dios puso en él el llamamiento a la alegría
13
.
30
Este llamamiento es tan poderoso que el ego siempre se deshace al escuchar su sonido.
31
Por eso puedes escuchar las dos voces que hay en tu fuero interno.
32
Una, que tú mismo hiciste, no forma parte de Dios.
33
En cambio, la Otra
14
, te
La da
Dios, Quien sólo te pide que La escuches.
34
El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy literal.
35
Suya es la Voz que te llama a regresar Adonde estabas antes, y Adonde estarás de nuevo.
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|
8
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo,
curar
es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente a los instantes santos del mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.9 [106], T5.3 [18], T19.2, L137, L139
9
… ver
T5.2 [9] 20
10
La
Mente
, con mayúscula, se refiere a la Mente única de Dios o de Cristo, y representa el agente que activa al Espíritu, aportándole su energía creadora. El Espíritu es el Pensamiento de Dios Que Él creó a Su semejanza. El Espíritu unificado es el Hijo único de Dios, o Cristo, en Quien nuestras Almas perfectas y eternas son Uno. En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar
acertada
(el espíritu) o
equivocada
(el ego), dependiendo de la voz que escuche. El
espíritu
es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El
ego
es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T2.2, T2.3, T5.4, T7.6
11
… el reflejo aquí de
12
… que decide pensar con el Espíritu Santo…
13
… el reflejo aquí de la Alegría eterna
14
… el Espíritu Santo
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Un Curso sobre Milagros – Preliminares
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