gráfico por
©Deposit Photos
|
T20.3 [11] 43
Tú
21
posees la visión para ver más allá de
todas
las ilusiones
22
.
44
Te ha sido dado no ver espinas, ni extraños, ni
ningún
obstáculo a la paz.
45
El enfrentarse a las ilusiones,
sabiendo
que su
salvador
está a su lado?
47
Con
Él a tu lado, tu visión se ha convertido en el poder más grande que Dios Mismo podía dar para
deshacer
ilusiones.
48
Pues lo que Dios dio al Espíritu Santo,
tú
lo has recibido
23
.
49
El Hijo de Dios
24
cuenta
contigo
para su liberación.
50
Pues has
pedido
—
y se te ha concedido
— la fuerza para poder enfrentarte a este último obstáculo, y no ver clavos ni espinas que crucifiquen al Hijo de Dios y lo coronen como rey de la muerte.
51
El hogar que escogiste
25
se encuentra del otro lado,
más allá
del velo.
52
Ha sido cuidadosamente preparado para ti, y ahora está preparado para recibirte.
53
No lo verás con los ojos del cuerpo.
54
No obstante, ya dispones de todo cuanto puedas necesitar.
UCSM TEXTO CH 20, III
T20.3
ESPINAS Y AZUCENAS
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 225
Dios es Mi Padre
y Su Hijo Lo ama.
|
L225.1 1
Padre, tengo que corresponder a Tu Amor por mí, pues dar es lo mismo que recibir y Tú me has dado todo Tu Amor.
1
2
Tengo que regresártelo, pues quiero concienciar plenamente que es mío y que arde en mi mente
2
, conservándola inviolable en el fuero interno de Su benéfica luz
3
; sintiéndose querida, dejando el miedo
4
atrás y, de ahora en adelante, llena de paz.
3
¡Cuán apacible es el camino por el que Tu querido Hijo es llevado a Ti!
L225.2 4
Hermano, encontremos esa quietud ahora.
5
El camino está despejado.
6
Caminémoslo ahora, juntos y en paz.
7
Tú me tendiste la mano y yo nunca te abandonaré.
8
Tú y yo somos realmente Uno, y esta unicidad
5
es lo único que buscamos, a medida que damos estos últimos pasos con los que concluye un viaje que nunca comenzó.
|
1
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3[2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T10.2 [10] [11], T11.9 [77], T11.9 [83], T12.5 [37], T20.6 [38], T29, L46, L50, L67, L68, L195
2
La
Mente
, con mayúscula, se refiere a la Mente única de Dios o de Cristo, y representa el agente que activa al Espíritu, aportándole su energía creadora. El Espíritu es el Pensamiento de Dios Que Él creó a Su semejanza. El Espíritu unificado es el Hijo único de Dios, o Cristo, en Quien nuestras Almas perfectas y eternas son Uno. En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar acertada o equivocada dependiendo de la voz que escuche. El
Curso
la describe como si tuviese dos partes: el espíritu (o mente acertada) y el ego. El espíritu es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El ego es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T30.4 [43], T6.5 [46] 11, T6.5 [48]
3
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
4
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
5
La
Unicidad
, con mayúscula es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que es la eterna Unicidad de Dios. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
20
LA PROMESA
DE LA RESURRECCIÓN
T20.1
INTRODUCCIÓN
1
|
T20.1 [1] 1
Hoy es Domingo de Ramos, la celebración de la victoria y la aceptación de la Verdad
1
.
2
No nos pasemos esta Semana Santa lamentando la crucifixión del Hijo de Dios, sino celebrando alegremente su liberación.
3
Pues la Pascua es el signo de la paz, no del dolor.
4
Un Cristo asesinado no tiene significado.
5
Pero un Cristo
resucitado
se convierte en el símbolo del Hijo de Dios perdonado por Dios; la señal de que se considera a sí mismo curado y completo.
|
|
1
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
|
|
Capítulo
20
LA PROMESA
DE LA RESURRECCIÓN
T20.2
LA SEMANA SANTA
2-4
|
|
T20.2 [2] 1
Esta semana empieza con ramos y termina con azucenas, el signo puro y santo que anuncia que el Hijo de Dios es inocente.
2
No permitan que ningún signo lúgubre de crucifixión se interponga entre el viaje y su propósito
1
, entre la
aceptación
de la Verdad y Su
expresión
.
3
Esta semana celebramos la Vida eterna,
no
la muerte.
4
Y honramos la perfecta
pureza
del Hijo de Dios
2
,
no
sus pecados
3
.
5
Ofrézcanse uno al otro el presente
4
de las azucenas,
no
el regalo de la corona de espinas; el presente del Amor,
no
el "regalo" del miedo
5
.
6
Están uno al lado del otro, con espinas en una mano
6
y azucenas en la otra
7
, indecisos con respecto a cuáles dar.
7
Únanse a mí ahora, desháganse de las espinas y
reemplácenlas
por azucenas.
8
Lo que quiero en esta Pascua es que me ofrezcan el presente de su perdón
8
, que yo les
reintegraré
.
|
|
1
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
2
El
Hijo único de Dios
o Cristo, en Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T2.5 [101] 107, T3.7 [57-59], T10.5
3
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
4
Don
con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula,
don
es el reflejo aquí del Don de Dios.
Presente
se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él.
Regalos
son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver
T7.6 [42] 24, T7.7 [65] 82, T7.8 [81]
5
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
6
… cuando piensan "yo", "yo", "yo", con el ego
7
… cuando piensan "nos" con Amor…
8
Perdonar
es un proceso que comienza cuando decido que quiero ver al mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, LTe.1 (-221)
|
|
T20.2
LA SEMANA SANTA
pár 3-4
|
|
T20.2 [3] 9
No podemos
estar unidos en la crucifixión ni en la muerte.
10
Ni tampoco puede completarse la resurrección
9
hasta que el perdón de ustedes descanse sobre Cristo
10
, junto al mío.
11
Una semana es poco tiempo, no obstante esta Semana Santa simboliza todo el viaje que el Hijo de Dios ha emprendido.
12
Él comenzó con el signo de la victoria, la promesa de la resurrección, que
ya
le había sido dada.
13
No dejen que caiga en la tentación de la crucifixión
11
ni que se
demore
allí.
14
Ayúdenle a seguir adelante en paz
más allá
de ella, con la luz de su propia inocencia alumbrando el camino hacia su redención
12
y liberación
13
.
15
No le obstruyan el paso con clavos y espinas, cuando su redención está tan cerca.
16
Más bien, permitan que la blancura del radiante presente de azucenas de ustedes lo apresure en su camino hacia la resurrección.
T20.2 [4] 17
La Pascua no es la celebración del
costo
del pecado, sino de su
final
.
18
Si vislumbran la faz de Cristo
14
tras el velo, mirando entre los pétalos blancos como la nieve de las azucenas que recibieron y
dieron
como presente de ustedes, verán cada uno la faz del otro y la
reconocerán
.
19
Yo era un extraño, y ustedes me acogieron, a pesar de que no sabían quién era.
20
Pero por su presente de azucenas, lo
sabrán
.
21
En
perdonar
a ese forastero, extraño para ustedes, aunque realmente sea su viejo Amigo
15
, reside
su
liberación y la redención
de ustedes
conjuntamente
con
él.
22
Los tiempos de la Pascua son tiempos de
alegría
, no de duelo.
23
Miren a su Amigo resucitado y celebren su santidad conjuntamente conmigo.
24
Pues la Pascua es la temporada de la salvación
16
de
ustedes
conjuntamente con la mía.
|
|
9
La
resurrección
es, en un instante santo del mundo real, la lección con la que concluye y se supera el aprendizaje que empezó cuando se aceptó el Redimir para uno mismo, se profundizó con el estudio del
Texto
y del
Manual
y, ayudado por las
Lecciones
, se experimentó la visión de Cristo en el otro, mediante el perdón y la extensión de milagros. Ahora creemos que nuestra verdadera realidad es la eterna Unicidad de Dios en la que todos nosotros — como Almas perfectas y eternas— somos Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Dios. Ahora, habiendo redespertado o renacido en el espíritu, cambiamos de parecer con respecto al significado del mundo; terminamos nuestros sueños de aflicción en medio de la alegre concienciación del sueño final del Espíritu Santo; reconocemos los Dones de Dios; usamos nuestro cuerpo únicamente como medio de comunicación; e invitamos a Dios para que dé el paso final. Ver
T6.2 [10], T10.5 [59], T10.7 [62], T19.5.4.1, T20, M28
10
Cristo,
aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
11
… por no perdonarlo, juzgarlo y crucificarlo, y al hacerlo, se juzgan y se crucifican a ustedes mismos,
12
La
redención
es lo que pone fin a la crucifixión del Hijo de Dios cuando, pensando con el Espíritu Santo, perdonamos al otro y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T12.3, M28
13
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T5.4 [24]
14
La
faz de Cristo
es la faz del otro al que perdonamos totalmente y al que extendimos milagros, y con cuya mente, en un instante santo del mundo real, experimentamos la unión interior, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de nuestras Almas, Una en el Alma única del Hijo de Dios. Ver
T20.5 [32] 39, T20.6 [42] 44
15
… Cristo, el único Hijo que Dios ha creado, en Quien todos somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios.
16
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
|
|
Capítulo
20
LA PROMESA
DE LA RESURRECCIÓN
T20.3
ESPINAS Y AZUCENAS
5-15
|
|
T20.3 [5] 1
Observa todas las baratijas que se han confeccionado para colgarlas al cuerpo
1
, cubrirlo o para su uso.
2
Fíjate en todas las cosas inútiles que se han inventado para deleite de sus ojos.
3
Piensa en los muchos ofrecimientos que se le hacen para su placer, y recuerda que todos se concibieron para hacer aparentar lo que odias como hermoso.
4
¿Utilizarías esto que odias para cautivar a tu hermano y atraer la atención de
su mirada
?
5
Date cuenta de que lo único que le estarías ofreciendo sería una corona de espinas, al no reconocer al cuerpo como lo que es y tratar de justificar tu
propia
interpretación de su valor basándote en la aceptación que tu
hermano hace de ese cuerpo
.
6
Aun así, el regalo proclama el poco valor que
tú
concedes a tu hermano, del mismo modo que el agrado con que él lo acepta refleja el poco valor que
él
se concede a sí mismo.
T20.3 [6] 7
Los presentes
2
no se dan por medio de cuerpos, si es que se han de dar y recibir de verdad.
8
Pues los cuerpos no son capaces de ofrecer ni aceptar nada, ni de dar ni quitar nada
3
.
9
Sólo la mente puede valorar, y sólo ella decide lo que quiere recibir y quiere dar.
10
Y cada regalo o presente que ofrece está relacionado con lo que ella
quiere
.
11
La mente engalanará con gran esmero el hogar que escogió, y lo preparará para
recibir
los regalos o presentes que ella quiere para sí, ofreciéndolos a los que vengan a su hogar, o a los que quiera
atraer
a éste
4
.
12
Y allí intercambiarán sus regalos o presentes, ofreciendo y recibiendo lo que sus mentes hayan juzgado como digno de ellos.
T20.3 [7] 13
Cada regalo o presente constituye una
evaluación
tanto del que recibe
como del que da
5
.
14
No hay nadie que no piense que el hogar que escogió para sí no sea un altar a
sí mismo
.
15
No hay nadie que no trate de
atraer
a su altar a los devotos de lo que colocó
sobre
él, haciéndolo
acreedor
de la devoción de ellos.
16
Y cada uno de los devotos ha colocado una luz
6
sobre ese altar para poder ver lo que aquel depositó sobre el mismo, y hacerlo como si fuera de ellos.
17
Éste es el valor que atribuiste a tu hermano y a
ti mismo
.
18
El regalo o presente que haces
tanto a él como a ti
es éste: tu juicio sobre el Hijo de Dios
7
, por lo que quieres creer que él es.
19
No olvides que es a
tu
salvador
8
a quien ofreces el regalo o el presente.
20
Ofrécele el regalo de espinas y
te
estás crucificando.
21
Ofrécele el presente de azucenas y es a
Ti Mismo
9
a quien liberas.
|
|
1
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
2
Don
con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula,
don
es el reflejo aquí del Don de Dios.
Presente
se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él.
Regalos
son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver
T7.6 [42] 24, T7.7 [65] 82, T7.8 [81]
3
… a menos que la mente envíe pensamientos relacionados con el cuerpo al cerebro para que los procese…
4
Hogar o casa:
Casa
, con mayúscula, es sinónimo del Cielo, Realidad, Unicidad, etc. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
casa
es el
espíritu
, la parte de nuestra mente separada que aún se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo; y cuando pensamos con el
ego, es
la morada de éste. Ver
T5.5 [42] 77, T5.5 [43] 78-80, T9.8 [65] 33, T11 [103] 5, T10.4 [24] 10-11
5
Juzgar
es el complemento de la percepción del ego en el proceso fundamental para sobrevivir en la realidad de este mundo —mientras nuestro cuerpo viva en él— por el cual interpretamos y luego juzgamos la información recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente, proceso que culmina con nuestra decisión en cuanto a lo que son o cómo son las cosas, cuáles son potencialmente favorables y/o valiosas y cuáles peligrosas y/o culpables.
(T3.7 [57] 42-46)
Cuando aplicamos este proceso a personas, decidimos cuáles merecen que entremos con ellas en una relación especial, cuáles nos son indiferentes, y cuáles merecen castigo. El juzgar a tiempo nos protege y mantiene a salvo, aunque también establece separaciones, culpa, miedo y la carga imposible de tratar de actuar como Dios.
(M10.6)
Pero juzgar no es nuestra función,
(T14.6 [49] 25-27)
pertenece al Espíritu Santo, cuya percepción acertada nos lleva al conocimiento. Él no observa otra cosa que la diferencia que hay entre el reflejo aquí de la Realidad y las ilusiones de este mundo.
(M8.6)
Cuando habiendo aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonado al otro y extendido milagros, pensemos y percibamos acertadamente con el Espíritu Santo, sabremos qué hacer en toda circunstancia para tratar lo más posible que aquí sea el reflejo de la Realidad. Ver
T4.5 [64] 46- 48 y T3.8
6
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
7
El
Hijo único de Dios
o Cristo, en Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T2.5 [101] 107, T3.7 [57-59], T10.5
8
Salvador
, con mayúscula, significa algunas veces en el
Curso
: Dios, el Espíritu Santo, Cristo, y Jesús. Pero, en minúscula,
salvador
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, su principal significado es el otro, los otros, a quienes hemos perdonado y/o con quienes hemos formado relaciones santas. Ellos son nuestros salvadores, porque cuando finalmente vemos interiormente con la visión de Cristo el reflejo de sus Almas, los hemos curado y salvado, y al hacerlo —porque realmente somos Uno con ellos— ellos también nos han curado y salvado. Cuando pensamos con el ego, salvador quiere decir cualquier salvador de cualquier cosa. Ver
T19.5.4.1 [102] 44, L78.9
9
Ti Mismo
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula
ti mismo
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20] 29, T23
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T20.3
ESPINAS Y AZUCENAS
pár 8-9
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T20.3 [8] 22
Tengo gran necesidad de azucenas, pues el Hijo de Dios no me ha perdonado
10
.
23
¿Y acaso puedo
ofrecerle
perdón cuando lo que él me ofrece son espinas?
11
24
Pues el que ofrece espinas a cualquier hermano sigue estando en contra mía y, ¿quién podría ser un todo
sin
ese hermano?
25
Sé su amigo en mi nombre, para que yo pueda ser perdonado y tú puedas ver al Hijo de Dios completo
12
.
26
Pero primero, examina el altar del hogar que escogiste y observa lo que colocaste sobre él para ofrecérmelo.
27
Si son espinas cuyas puntas brillan en una luz color sangre, el cuerpo es el hogar que escogiste, y lo que me ofreces es separación.
13
28
No obstante, realmente, las espinas han desaparecido.
29
Examínalas más de cerca ahora
14
y verás que tu altar ya no es lo que era
15
.
T20.3 [9] 30
Todavía miras con los ojos del cuerpo, y éstos sólo
pueden
ver espinas
16
.
31
No obstante, has pedido ver
otra cosa y se te ha concedido
.
32
Los que aceptan como propio el propósito del Espíritu Santo
17
comparten también Su visión.
33
Y lo que ahora Le permite
ver
Su propósito irradiando desde cada altar, es tan tuyo como Suyo.
34
Él
no
ve extraños, sino sólo amigos entrañables y amorosos.
35
Él no ve espinas, sino únicamente azucenas que brillan en el afable resplandor de la paz que irradia su luz sobre todo lo que mira y ama.
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10
Perdonar
es un proceso que comienza cuando decido que quiero ver al mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, LTe.1 (-221)
11
… porque piensa con el ego y cree en su realidad: El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Pensar de Amor de la eterna Unicidad —en el Cual, todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en el Alma del Hijo único de Dios, Quien es Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, por haber olvidado el Hijo de Dios reírse de ese pensar individual, éste se convirtió, en la ahora mente separada, en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
12
Compleción
, con mayúscula, es en el Cielo el proceso de completarnos todos, como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, unidos a Dios en Su eterna Unicidad. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
compleción
es el proceso en nuestra mente de tratar de unirnos a todos por medio del perdón, sin excepción, uno en Cristo, para llegar al reflejo de la Completitud; y, cuando pensamos con el ego, para él, la compleción reside en el triunfo sobre los demás y, en extender la "victoria" —incluso— hasta el triunfo definitivo sobre Dios.
13
… según el sistema de pensamiento del ego
14
… con el Espíritu Santo,
15
… ahora es el espíritu, la parte de mi mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Y ¿cómo se comunica el Espíritu Santo contigo? Enviándote desde tu subconsciente pensamientos amorosos, de compasión, de compartir, de amistad desinteresada…
16
… cuando pensamos con el ego, la
percepción
es el proceso fundamental para sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente, algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y escasez.
17
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
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T20.3
ESPINAS Y AZUCENAS
pár 10-12
|
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T20.3 [10] 36
En este Domingo de Resurrección, mírense unos a otros con
otros
ojos.
37
Tú realmente me
has
perdonado
18
.
38
Pero no obstante, no puedo
hacer uso
de tu presente de azucenas mientras
tú
no las veas
19
.
39
Tampoco
tú
puedes hacer uso de lo que te he dado a menos que lo
compartas
20
.
40
La visión del Espíritu Santo no es un presente inútil, ni algo con lo que se juega un rato para luego dejarlo de lado.
41
Presta gran atención a eso, y no creas que es sólo un sueño, un pensamiento impulsivo con el que te entretienes un rato, o un juguete con el que juegas de vez en cuando para luego arrinconarlo.
42
Pues si eso es lo que crees, eso será para ti.
T20.3 [11] 43
Tú
21
posees la visión para ver más allá de
todas
las ilusiones
22
.
44
Te ha sido dado no ver espinas, ni extraños, ni
ningún
obstáculo a la paz.
45
El enfrentarse a las ilusiones,
sabiendo
que su
salvador
está a su lado?
47
Con
Él a tu lado, tu visión se ha convertido en el poder más grande que Dios Mismo podía dar para
deshacer
ilusiones.
48
Pues lo que Dios dio al Espíritu Santo,
tú
lo has recibido
23
.
49
El Hijo de Dios
24
cuenta
contigo
para su liberación.
50
Pues has
pedido
—
y se te ha concedido
— la fuerza para poder enfrentarte a este último obstáculo, y no ver clavos ni espinas que crucifiquen al Hijo de Dios y lo coronen como rey de la muerte.
51
El hogar que escogiste
25
se encuentra del otro lado,
más allá
del velo.
52
Ha sido cuidadosamente preparado para ti, y ahora está preparado para recibirte.
53
No lo verás con los ojos del cuerpo.
54
No obstante, ya dispones de todo cuanto puedas necesitar.
T20.3 [12] 55
Tu Hogar
26
te ha estado llamando desde los orígenes del tiempo, y nunca has sido completamente sordo a su llamada.
56
Oías, pero no sabías
cómo
ni hacia
dónde
mirar.
57
Pero ahora
sabes
.
58
El conocimiento
27
se encuentra en ti, presto a ser develado y liberado de todo el terror que lo mantenía oculto.
59
En el Amor
28
no
hay
miedo
29
.
60
El himno del Domingo de Resurrección es el alegre refrán que dice que el Hijo de Dios
nunca
fue crucificado.
61
Alcemos juntos la mirada, no con miedo, sino con
fe
.
30
62
Y no
tendremos
miedo, pues en nuestra visión
no
habrá
ninguna
ilusión, sólo un camino que conduce a las puertas del Cielo abiertas de par en par, el
31
Hogar que compartimos en quietud y donde moramos todos como Uno con amabilidad y en paz.
|
|
18
… puesto que la separación nunca ocurrió,
19
… mientras sigas pensando con tu ego y creas en su realidad…
20
… y para ello tienes que tomar conciencia de los impulsos amorosos que de vez en cuando te envía el Espíritu Santo desde lo más profundo de tu subconsciente…
21
… que has aceptado como propio el propósito del Espíritu Santo y que también has compartido Su visión.
22
La
visión de Cristo
es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
23
… puesto que la separación nunca ocurrió.
24
… tu (s) hermano (s) al (a los) que has perdonado totalmente,
25
… el mundo real, el
mundo real
es la meta de nuestro viaje, el estado de la mente que percibe aquí con el Espíritu Santo el reflejo de la eterna Unicidad. En esta percepción, no vemos nada que no justifique perdonar totalmente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirnos a otro (a otros) en una relación santa a favor de todos los demás. Ver
T12.7, L129, LTe.8 (-L291)
26
… celestial
27
Conocimiento
, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios: que están compartiendo con Dios, en perfectas paz y alegría, Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula,
conocimiento
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver
T3.5 [35] 45, T3.5 [37] 56, T3.5 [37] 51-54, T25.4 [25]
28
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3[2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T10.2 [10] [11], T11.9 [77], T11.9 [83], T12.5 [37], T20.6 [38], T29, L46, L50, L67, L68, L195
29
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
30
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
31
… reflejo aquí del eterno
|
|
T20.3
ESPINAS Y AZUCENAS
pár 13-15
|
|
T20.3 [13] 63
¿No querrías que tu santo hermano te condujese ahí?
64
Su inocencia alumbrará tu camino, ofreciéndote su luz guiadora y absoluta protección, brillando desde el santo altar de su fuero interno donde tú depositaste las azucenas del perdón.
65
Permítele ser el salvador de tus ilusiones, y míralo con la nueva visión que ve las azucenas y
te
trae felicidad.
66
Vamos más allá del velo de miedo, alumbrándonos mutuamente el camino.
67
La santidad que nos guía se encuentra realmente
en
nosotros, al igual que nuestro hogar.
68
De este modo, hallaremos lo que
debíamos
hallar por medio de Aquel Que nos guía.
T20.3 [14] 69
Éste es el camino que conduce al Cielo y a la paz del Domingo de Resurrección, en el que nos unimos en alegre concienciación de que el Hijo de Dios dejó atrás el pasado y ha despertado al presente.
70
Ahora es libre, libre de comulgar
32
en forma ilimitada con todo lo que se encuentra en su fuero interno.
33
71
Ahora, las azucenas de su inocencia no se ven mancilladas por la culpa, pues están perfectamente resguardadas del frío estremecimiento del miedo, así como de la perniciosa influencia del pecado
34
.
72
Tu presente lo ha salvado de las espinas y de los clavos y, ahora, su vigoroso brazo está libre para guiarte a salvo a través de estos y, luego,
más allá
.
73
Ahora, camina alegremente con él, pues el salvador de las ilusiones de ustedes ha venido a darles la bienvenida, y a llevarlos con Él a Casa.
T20.3 [15] 74
He aquí tu salvador y amigo
35
,
liberado
de la crucifixión por medio de
tu
visión, y libre ahora de llevarte allí donde
él
quiere realmente estar.
75
Él no te abandonará, ni renunciará al que lo salvó de
su
dolor.
76
Y juntos caminarán alegremente por el camino de la inocencia, cantando mientras se acercan a las puertas del Cielo abiertas de par en par y
reconocen
el Hogar que los ha estado llamando.
77
Dense alegremente uno al otro la libertad y la fuerza para llegar hasta allí.
78
Y vengan cada uno ante su santo altar, donde la fuerza y la libertad aguardan para ofrecerles y recibir la radiante concienciación que los conduce a casa
36
.
79
La lámpara está encendida en ambos para que la usen uno para el otro.
80
Y por medio de las manos que
entregaron
la lámpara a uno y otro, ambos serán conducidos más allá del miedo al Amor.
|
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32
…
comulgar
es lo mismo que
comunicarse
y
crear
, con mayúscula, son, en el Cielo, sinónimos, pues Dios, por medio de Su Pensar de Amor o Espíritu Santo, nos creó como Su Hijo único y, mediante esa Comunicación, estableció para toda la Eternidad un canal para la recepción de Su Amor y de Su Voluntad. En minúscula,
comulgar, comunicarse y crear,
cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de Ese eterno Comulgar, esa eterna Comunicación o Creación; cuando pensamos con el ego, es la comunicación que tratamos de establecer con las mentes separadas de los demás. Ver
T1.1.49 [81] 1-4, T1.1.51 [86] 4, T14.2 [4] 4-6
33
.. por medio de tu espíritu
34
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
35
… el hermano que has perdonado,
36
… al mundo real, que es el reflejo aquí del Cielo, de la eterna Unicidad.
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