gráfico por
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T21.3 [23] 57
Accedan, aunque sólo sea por un instante
30
, a despejar sus altares de lo que habían depositado sobre ellos, y
no podrán
dejar de ver lo que
realmente
se encuentra allí.
58
El instante santo
no
es un instante de creación, sino de
reconocimiento
.
59
Pues el reconocer les viene de la visión
31
y de la
suspensión
de todo juicio.
60
Sólo entonces es posible mirar dentro de uno mismo y ver lo que necesariamente
tiene
que estar allí, claramente a la vista, y completamente
independiente
de inferencias o juicios.
61
Deshacer no es tarea
de ustedes
, pero sí
depende
de ustedes darle la bienvenida o no.
62
La fe
32
y el deseo van de la mano, pues todo el mundo cree en lo que desea.
UCSM TEXTO CH 21, III
T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 237
Ahora quiero ser tal como Dios me creó.
|
L237.1 1
Hoy aceptaré la Verdad sobre mí mismo
1
.
2
Me alzaré glorioso y dejaré que la luz
2
que mora en mí irradie sobre el mundo durante todo el día.
3
Traigo al mundo la buena nueva de la salvación
3
, que oigo cuando Dios Mi Padre me habla
4
.
4
Y miro el mundo que Cristo
5
quiere que vea
6
, consciente de que pone fin al amargo sueño de la muerte
7
; consciente de que es el Llamamiento Que Mi Padre me hace
8
.
L237.2 5
Hoy los ojos de Cristo son mis ojos y Sus oídos los que escuchan a la Voz que habla por Dios
9
.
6
Padre, vengo a Ti a través de Aquel que es Tu Hijo y también mi verdadero Yo.
7
Amén.
|
1
… que realmente soy el
Hijo único de Dios
o Cristo, en Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T2.5 [101] 107, T3.7 [57-59], T10.5
2
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
3
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen —regidos como están por las leyes de la evolución y escasez— queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231
4
… en mi espíritu por medio del Espíritu Santo
5
Cristo
,
aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
6
… todo lo que aquí sea reflejo de nuestra verdadera Realidad: La
Unicidad
, con mayúscula es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que es la eterna Unicidad de Dios. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
7
… del pensar, percibir y actuar con mi ego en su
realidad
, que significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego; en la que habitualmente tenemos
miedo
, que es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras; en la que inexorablemente nos espera la
muerte
, que nuestro ego cree que es el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir. ..
8
El
Llamamiento
de Dios es la voz del Espíritu Santo en el nivel superior de tu subconsciente, que quiere avivar tu voluntad para que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos y entre todos ustedes y Dios, renunciando a ella por medio del Redimir, hasta que tu mente nuevamente completa se reincorpore a crear, devolviendo a Dios Lo que es Suyo; es el llamamiento a regresar al pensar acertado, para que la Filiación se encamine a ser lo que nunca ha dejado de ser: todos, como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Él en Su eterna Unicidad. Ver
T27.3 [18] 53-54
9
La
Voz que habla por Dios
es el Espíritu Santo, Quien generalmente se nos manifiesta por medio de los impulsos amorosos que emergen de nuestro subconsciente durante el silencio interior del instante santo. En la Unicidad, sólo se sabe de Amor. Por lo tanto, cualquier mensaje del Espíritu Santo que nos llegue, siempre será algún pensamiento de Amor hacia otro (s).
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
21
LA IMAGEN INTERIOR
T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
13-28
[LA LECTURA DE TEXTO SE PAGA PARA EL FIN DE SEMANA]
|
T21.3 [13] 1
Hemos repetido cuán poco se te pide para que aprendas este
Curso
.
2
Es la misma pequeña dosis de buena voluntad que necesitas para que toda la relación de ustedes se transforme en alegría; el
pequeño
presente que ofreces al Espíritu Santo
1
a cambio del cual Él les da
todo
; lo poco sobre lo que se basa la salvación
2
; el pequeño cambio de forma de pensar por el que la crucifixión se transforma en resurrección
3
.
3
Y como lo poco que se te pide es verdad, es tan sencillo que es imposible que no se entienda
completamente
.
4
Puede ser rechazado, pero
no
es ambiguo.
5
Y si ahora decides
oponerte
a eso,
no
será porque es incomprensible, sino más bien porque ese
pequeño
costo —a
tu
juicio— parece ser un precio
demasiado alto
a pagar por la paz
4
.
T21.3 [14] 6
Lo que sigue más abajo es lo
único
que tienes que hacer para que se te dé la visión, la felicidad, la liberación del dolor y el escape
completo
del pecado
5
.
7
Di
sólo
eso, pero si lo dices,
dilo de todo corazón
y
sin
reservas, pues en ello radica el poder de la salvación:
T21.3 [15] 8
Soy
responsable de lo que veo.
9
Escogí
los sentimientos que experimento,
y decidí cuál
es la meta
6
que quiero alcanzar.
10
Y todo lo que
parece sucederme
, yo mismo lo pedí, y se me dio tal como lo había pedido
T21.3 [16] 11
No te engañes por más tiempo a ti mismo pensando que eres impotente ante lo que se
te
hace
7
.
12
Reconoce únicamente que
estabas equivocado
8
, y
todos
los efectos de tus errores desaparecerán
9
.
|
|
1
El
Espíritu Santo
, aquí, es el pensar de Cristo que conciencia el Conocimiento que yace más allá de la percepción. Al producirse la separación, el Espíritu Santo comenzó a estar presente aquí como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir. Allá, en la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios, Que nos creó como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo. Algunos de Sus sinónimos en el
Curso
son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Maestro", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", " Vínculo", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver
T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
2
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
3
La
resurrección
es, en un instante santo del mundo real, la lección con la que concluye y se supera el aprendizaje que empezó cuando se aceptó el Redimir para uno mismo, se profundizó con el estudio del
Texto
y del
Manual
y, ayudado por las
Lecciones
, se experimentó la visión de Cristo en el otro, mediante el perdón y la extensión de milagros. Ahora creemos que nuestra verdadera realidad es la eterna Unicidad de Dios en la que todos nosotros — como Almas perfectas y eternas— somos Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Dios. Ahora, habiendo redespertado o renacido en el espíritu, cambiamos de parecer con respecto al significado del mundo; terminamos nuestros sueños de aflicción en medio de la alegre concienciación del sueño final del Espíritu Santo; reconocemos los Dones de Dios; usamos nuestro cuerpo únicamente como medio de comunicación; e invitamos a Dios para que dé el paso final. Ver
T6.2 [10], T10.5 [59], T10.7 [62], T19.5.4.1, T20, M28
4
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
5
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
6
La
meta
del
Curso
: es aprender a pensar, percibir y actuar cada vez más con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
7
… a tu cuerpo, al cuerpo que todavía crees que eres
8
No soy un cuerpo, Estoy libre. Soy tal como Dios me creó. L221
9
… de tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo.
|
|
T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
pár
17-18
|
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T21.3 [17] 13
Es imposible que el Hijo de Dios
10
pueda ser simplemente llevado
11
por sucesos
externos
a Él
12
.
14
Es imposible que las cosas que le suceden
no
hubiesen sido decididas por él.
15
Su poder de decisión
13
es
lo que determina
cada situación en la que parece
encontrarse
, ya sea por casualidad o accidentalmente.
16
Ni accidentes ni casualidades son
posibles
en el Universo tal como Dios Lo creó,
fuera
del Cual no existe nada
14
.
17
Si sufres, es porque
decidiste
que el pecado era tu meta.
18
Si eres feliz, es porque
entregaste
tu poder de decisión a Aquel Que
tiene
necesariamente que decidir a favor de Dios por ti
15
.
19
Éste es el pequeño presente que ofreces al Espíritu Santo y, aun esto, Él te lo dio para que te lo dieras a ti mismo.
20
Pues
mediante
este presente, se te da el poder de liberar a tu
salvador
16
para que
él
, a su vez, pueda
salvarte
.
T21.3 [18] 21
Así, pues, no escatimes esta pequeña ofrenda,
22
pues,
si te la guardas
, seguirás viendo el mundo tal como ahora lo ves
17
.
23
Pero si la das
18
, todo lo que
ves
19
desaparecerá
20
junto con él.
24
Nunca se ha dado tanto a cambio de tan poco.
25
Es en el instante santo
21
donde este intercambio se efectúa y
se mantiene
.
26
Ahí, el mundo que
no
quieres es llevado ante el que
sí
quieres.
27
Y ahí, el mundo que quieres te es
dado
justamente
porque
lo quieres para ti.
28
Pero, para que esto se dé, primero debes
reconocer
el
poder
22
de lo que quieres.
29
Tienes que aceptar su
fuerza
,
no
su debilidad.
30
Debes percibir que lo que es suficientemente poderoso como para
hacer
un mundo, también lo puede abandonar y, además —si está dispuesto a reconocer que estaba equivocado—
es capaz de
aceptar que se le corrija.
|
|
10
… en la eterna Unicidad que es donde realmente estamos todos, pero como las Almas perfectas y eternas Uno en Cristo que somos. Ahora bien, hay que recalcar que
¡esto es algo que nunca podrán entender ni aceptar nuestros razonamientos, lógica y sentido común de nuestro ego!
11
… en su mente
12
… que afecten directa o indirectamente su cuerpo.
13
… sea con su mente equivocada de ego, sea con su
mente acertada
o espíritu, que es la parte de la mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Por tanto, es el hogar del Espíritu Santo, del pensar acertado, del perdón y de los milagros. Cuando pensamos con el Espíritu Santo, lo hacemos pensando o procesando con nuestra mente acertada o espíritu. Ver
T2.2 [26], T2.3 [53], T4.4 [55] 84
,
14
Universo
, con mayúscula, es sinónimo de la Unicidad de Dios, Cielo, Reino de los Cielos, Realidad, es decir, Todo lo creado por Dios, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en el eterno Presente de la Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula,
universo
puede significar todo lo que está contenido en el tiempo y el espacio según el ego o, si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios. Ver
T28.3 [16] 8, T29.7 [39]
15
… el Espíritu Santo
16
Salvador
, con mayúscula, significa algunas veces en el
Curso
: Dios, el Espíritu Santo, Cristo, y Jesús. Pero, en minúscula,
salvador
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, su principal significado es el otro, los otros, a quienes hemos perdonado y/o con quienes hemos formado relaciones santas. Ellos son nuestros salvadores, porque cuando finalmente vemos interiormente con la visión de Cristo el reflejo de sus Almas, los hemos curado y salvado, y al hacerlo —porque realmente somos Uno con ellos— ellos también nos han curado y salvado. Cuando pensamos con el ego, salvador quiere decir cualquier salvador de cualquier cosa. Ver
T19.5.4.1 [102] 44, L78.9
17
… en el tiempo y el espacio, regido por las leyes de la evolución y escasez
18
… al decidir firme y sostenidamente pensar con el el sistema de pensamiento del Espíritu Santo
19
… ahora con los ojos del cuerpo
20
… en tu mente
21
El
instante santo
es aquí, la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente,
el instante santo no puede ser para ti solo
; puede durar desde una fracción de segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu Santo a pensar "nos" contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los medios que te ofrece el
Curso
, para que por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a Cristo en el otro y, por consiguiente, en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y La tuya realmente Uno en la Eternidad,
Allá, al no haber individualidades
, no hay nada que perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias normas del mundo y sus individualidades separadas y en permanente conflicto unas contra otras. El instante santo se expresa plenamente en la relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes, por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos nuestro futuro en las Manos de Dios. Ver
T15.5 a T15.9
22
Poder,
con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula,
poder
—si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver
T1.1.26 [32]
|
|
T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
pár
19-22
|
|
T21.3 [19] 31
El mundo que ves no es sino el testigo inútil de que estabas
en lo cierto
.
32
Este testigo está demente.
33
Tú le enseñaste cómo atestiguar
23
y, cuando te lo
repitió
, lo escuchaste y te convenciste de que lo que él vio era verdad
24
.
34
Tú te has causado todo esto a ti mismo
.
35
Ve sólo esto, y verás también cuán circular es el razonamiento en el que se basa tu "visión".
36
Eso
no
fue algo que te haya sido dado.
37
Ése fue el
regalo
25
que te hiciste a ti mismo
y que hiciste a tu hermano
.
38
Accede, entonces, a que
se le quite
y sea reemplazado por el presente de la Verdad
26
.
39
Y, a medida que observes el cambio en
él
, te será dado verlo en
ti mismo
.
T21.3 [20] 40
Tal vez tú no veas la necesidad de dar esta pequeña ofrenda.
41
Si ése es el caso, entonces, examina más detenidamente lo que esta ofrenda realmente
representa
.
42
Y, en forma muy sencilla, ve en ella el completo intercambio de la separación por la salvación.
43
El ego no es otra cosa que la idea de que es posible que
sucedan
cosas al Hijo de Dios
sin
su voluntad y, así, sin la Voluntad de su Creador
27
, Cuya Voluntad no puede
estar
separada de la suya.
T21.3 [21] 44
Esta idea
reemplaza
la voluntad del Hijo de Dios, en lo que constituye una rebelión demente contra lo que necesariamente tiene que ser eterno.
45
Es la declaración de que
tiene
el poder de
privar
a Dios
del Suyo
, quedándoselo para
sí
, aunque
privándose
de lo que Dios ha querido
para
él.
46
Esta es la alocada idea que ustedes han entronado en sus altares
y a la que rinden culto
28
.
47
Y todo lo que supone una amenaza para ella parece
atacar
la fe de ustedes, pues es en ella donde la depositaron.
48
No piensen que les falta fe, pues su creencia y confianza en
esta idea
son ciertamente firmes.
T21.3 [22] 49
El Espíritu Santo les puede
dar
fe en la santidad y la visión para que la vean con bastante facilidad.
50
Pero no han dejado libre ni despejado el altar donde a estos presentes les corresponde estar.
51
Y donde
ellos
debieran estar,
ustedes
han colocado sus ídolos y los han consagrado a
otra cosa
.
52
A esa
otra
"voluntad" que parece
decirles
lo que ha de ocurrir, le
confirieron
realidad.
53
Y lo que quisiera
demostrarles
lo contrario tiene necesariamente que parecerles irreal.
54
Lo único que se les pide es que
hagan sitio
a la Verdad.
55
No
se les pide que hagan o que ejecuten lo que está
más allá
de su entendimiento.
56
Lo único que se les pide es que
dejen entrar a la Verdad
, que cesen de
interferir
en lo que ha de acontecer
de por sí
29
, y que simplemente vuelvan a reconocer la presencia de lo que
pensaron
que habían desechado.
|
|
23
… con tu razón, lógica y sentido común,
24
… tocando madera…
25
… del ego
26
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.
27
La
Voluntad de Dios
, en Su eterna Unicidad, es amar y ser amado en paz y alegría por Su único Hijo, Cristo, en Quien todos —como Almas perfectas y eternas— somos realmente Uno y Quien es Uno con Dios, Su Padre. Aquí, la Voluntad de Dios quiere decir que por medio del perdón y de la extensión de milagros nos volvamos el reflejo de la eterna Unicidad en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64-65], T13.5 [41]
28
… idea en tu mente, que empezó cuando en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, se adentró una diminuta idea alocada, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse.
38
A causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales tales como, entre otras cosas, la hechura del tiempo y del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra y, sobre ella, nuestro cuerpo individual separado de los demás cuerpos y compitiendo interminablemente con ellos…
T27.9 [82] 37-38
29
… los impulsos milagrosos o amorosos que emergen del
residuo bendito,
que es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
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T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
pár
23-26
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T21.3 [23] 57
Accedan, aunque sólo sea por un instante
30
, a despejar sus altares de lo que habían depositado sobre ellos, y
no podrán
dejar de ver lo que
realmente
se encuentra allí.
58
El instante santo
no
es un instante de creación, sino de
reconocimiento
.
59
Pues el reconocer les viene de la visión
31
y de la
suspensión
de todo juicio.
60
Sólo entonces es posible mirar dentro de uno mismo y ver lo que necesariamente
tiene
que estar allí, claramente a la vista, y completamente
independiente
de inferencias o juicios.
61
Deshacer no es tarea
de ustedes
, pero sí
depende
de ustedes darle la bienvenida o no.
62
La fe
32
y el deseo van de la mano, pues todo el mundo cree en lo que desea.
T21.3 [24] 63
Ya hemos dicho que hacerse ilusiones
33
es la manera en que el ego lidia con lo que quiere, de manera que se vuelva eso mismo.
64
No hay mejor demostración del poder del deseo y, por consiguiente, de la
fe
, para hacer que sus metas parezcan reales y posibles.
65
La fe en lo
irreal
conduce a
hacer ajustes
a la realidad
34
para amoldarla a la meta de la locura.
66
La meta del pecado induce a la percepción de un mundo temible para
justificar
su propósito.
67
Verás
aquello que desees ver.
68
Y si su realidad es falsa, lo
defenderás sin darte cuenta
de todos los ajustes que
introdujiste
para que así
fuese
.
T21.3 [25] 69
Cuando se
niega
la visión, la confusión entre causa y efecto
35
se vuelve inevitable.
70
Ahora, el
propósito
va a ser el de
mantener en la oscuridad
la causa del efecto y hacer que el efecto
parezca ser la causa
.
71
Esta aparente independencia del efecto permite que se le considere como
independiente
, y capaz de servir de
causa
a los sucesos y sentimientos que el hacedor del efecto piensa que
éste
causa.
72
Hace tiempo, hablamos de tu deseo de crear tu propio Creador, y de ser padre y no hijo de Él
36
.
73
Éste es el mismo deseo.
74
El Hijo es el efecto que quiere negar a su Causa.
75
Y así, él parece
ser
la causa y producir
efectos
reales.
76
No hay efectos
sin
causa, y confundir lo uno con lo otro es simplemente no comprender ninguno de los dos.
T21.3 [26] 77
Es tan esencial que reconozcas que
hiciste
el mundo que ves, como que reconozcas que
no
te creaste a ti mismo.
78
Pues se trata del mismo error
.
79
Nada que Tu Creador
no
haya creado tiene
ninguna
influencia sobre ti.
80
Y si crees que lo que
tú
has hecho puede
dictarte
lo que ves y sientes y, tienes fe en su facultad de hacerlo,
estás
negando a tu Creador y
creyendo
que te hiciste a ti mismo.
81
Pues si crees que el mundo que hiciste tiene el poder de hacer de ti lo que se
le
antoje,
estás
confundiendo Hijo y Padre, efecto y Fuente.
|
|
30
… en sus mentes finalmente aquietadas,
31
La
visión de Cristo
es la parte de un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad y defensas, y con algo de paz y alegría, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar a otro(s) —aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad— empiezo a perdonar hasta lograr en un instante santo del mundo real, perdonarlo(s) totalmente. En ese instante, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con otro(s), visión interior que luego voy a extender a todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
32
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
33
Ilusión
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T8.7 [68] 113, T16, T21.3 [28] 96 T27.9 [82] 37 y 38
34
… al reflejo aquí de la Realidad
35
Dios, en Su eterna Unicidad, es la única
Causa
y, las Almas que Él creó a Su Semejanza, perfectas y eternas, Una en Cristo, Su Hijo, Su
Efecto
. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
causa
y
efecto
, significa el reflejo de la Causa y Efecto divinos; y, cuando pensamos con el ego, son las causas y efectos de las leyes de la evolución y la escasez que rigen este mundo, según las percibimos con nuestros sentidos. Ver
T2.5 [97] 78-82, T21.3 [25] [26], T26.8 [60]
36
… la diminuta idea alocada…
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T21.3
SOMOS RESPONSABLES DE LO QUE VEMOS
pár
27-28
|
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T21.3 [27] 82
Las creaciones del Hijo
son
semejantes a Las de su Padre.
83
Pero, al
crearlas
, el Hijo no se engaña a sí mismo pensando que él es
independiente
de su Fuente.
84
Su unión con Ella es la
Fuente
de su crear
37
.
85
Separado
de Ella,
carece
de poder para crear, y lo que hace no significa nada.
86
En efecto,
no
altera
nada
en la Creación
38
, depende
enteramente
de la locura de su hacedor y
no
sirve para justificarla.
87
Tu hermano cree que hizo el mundo contigo.
88
De este modo, niega la Creación.
89
Cree, al igual que tú, que el mundo que hizo, lo hizo a
él
.
90
De este modo,
niega haberlo hecho
.
T21.3 [28] 91
Pero la Verdad es que los dos fueron creados por un Padre amoroso, Que Los creó juntos y como Uno.
92
Si ves
39
lo que "prueba" lo contrario
40
,
estarás negando
toda Tu Realidad
41
.
93
En cambio, si aceptas
42
que
todo
lo que parece interponerse
entre
ustedes dos, que los mantiene separados uno del otro y del Padre de ustedes,
lo hiciste tú en secreto
43
,
el instante de liberación
44
les habrá llegado.
94
Todos
sus efectos habrán desaparecido porque su fuente ha sido puesta al descubierto.
95
La aparente
autonomía
de ésta es lo que te mantenía prisionero.
96
Ésa
es
la misma ilusión que te hace pensar que
eres
independiente de la Fuente por la Cual
fuiste
creado y, que nunca has abandonado.
|
|
37
Crear
es el eterno y conjunto Pensar amoroso entre Dios y Su Hijo. Cuando aquí, pensando con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonamos y extendemos milagros, y hacemos creaciones, somos un reflejo de las Creaciones que, como Su Hijo, creamos conjuntamente con Dios en el Cielo.
Hacer
es el pensar del ego, pensar que de alguna manera hizo el tiempo y el espacio y todo lo que éstos contienen. Ver
T3.7 [52] 5, T4.2 [18] 90
38
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la
creación
es el reflejo de la Creación eterna Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que "hacemos" según las leyes de este mundo. Ver
T2.1 [5] 16, T14.4 [36] 110, T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
39
… con el sistema de pensamiento, percepción y razonamiento del ego
40
… es decir, que en la realidad del ego nuestros cuerpos no están unidos como uno, sino todo lo contrario, como individualidades separadas unas de otras y de Dios
41
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T3.6 [50] 82, T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
42
… mediante un acto de fe,
43
… ya que tu Dios Que sólo sabe de Amor, no lo pudo haber hecho,
44
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T5.4 [24]
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Un Curso sobre Milagros – Preliminares
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