El tiempo mismo fue tu elección
gráfico por
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T9.11 [106] 92 Sólo tendrás algo
aceptando la Paternidad de Dios, porque Su Paternidad te lo
dio realmente
Todo.
93 Por eso, negar a Dios
es negarte a ti mismo
45.
94 La arrogancia es la negación del Amor porque el Amor
comparte mientras que la arrogancia
retiene.
95 Mientras ambas cosas te parezcan deseables, el concepto de elección, que
no proviene de Dios, seguirá en ti.
96 Si bien esto no es verdad en la Eternidad, en el tiempo lo
es, de modo que mientras el tiempo perdure en las mentes
46 de todos ustedes
47
, habrá alternativas.
97 El tiempo
en sí fue tu decisión.
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CH 9.
LA CORRECCIÓN DEL ERROR
9.11
NEGAR A DIOS
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 113
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L1 (L95-96) Para los repasos de mañana y noche:
L113 (L95) 1
Soy realmente un Yo
1
Que es Uno, unido a Mi Creador.
2
Mías son la Serenidad y la perfecta Paz, pues Soy un Yo Que es Uno, totalmente completo, Uno con toda la Creación y con Dios.
L113 (L96) 3
La salvación proviene de mi Yo, Que es Uno.
4
Desde mi único Yo, Cuyo conocimiento aún permanece en mi mente, veo el perfecto plan de Dios para mi salvación perfectamente consumado.
5 Al dar la hora:
6
Soy un Yo Que es Uno, unido a Mi Creador.
7 Media hora más tarde:
8
La salvación proviene de Mi único Yo.
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1
Yo
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos — como Almas eternas y perfectas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula, tu
yo
es el ego si estás pensando con él, el yo que creemos que somos en el tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo; o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu
yo
es el reflejo aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente Uno. Ver
Lte.14 (-351)
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
9
LA CORRECCIÓN DEL ERROR
T9.11
NEGAR A DIOS
pár
93-107
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T9.11 [93] 1
Los ritos que se le profesan al dios de la enfermedad
1
son extraños y muy estrictos.
2
Nunca se permite la alegría, pues la depresión es la señal de tu lealtad a él
2
.
3
Estar deprimido
significa
que has abjurado de Dios
3
.
4
Son muchos los que tienen miedo de la blasfemia, pero no entienden lo que ésta es
4
.
5
No se dan cuenta de que negar a Dios es negar la
propia
Identidad
5
de ellos, y en esta negación el costo del pecado
6
es
la muerte
7
.
6
El sentido de esto es muy literal: al negar la Vida
8
se percibe su opuesto
9
, de la misma manera en que
toda
forma de negación
10
reemplaza lo que
existe
11
con lo que
no
existe
12
.
7
Nadie puede realmente
hacer
eso
13
, pero que eres capaz de
pensar
que sí lo puedes hacer, y además, que
crees que sí lo has hecho
, está fuera de toda duda.
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1
… el dios caprichoso y castigador de la Biblia…
2
… yo pecador: La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que, a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas, Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una en el Alma única del Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
3
… el Dios de Amor que te propone el Curso.
4
… Por ejemplo, la muleta "gracias a Dios" de uso impreciso —porque Dios (el Dios del Curso) no tiene nada que ver con la realidad del ego— y uso general para no precisar lo que realmente se quiere decir, si se piensa, para los que creen o quieren creer en un Dios de Amor, constituye una blasfemia o, en todo caso, una falta de respeto…
5
Identidad
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas unificadas en Cristo, somos realmente Uno con Dios. En minúscula, es la
identidad
del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos. Ver
T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (-L351)
6
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82]
7
Cuando pensamos con el ego, la
muerte
es el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir. Eso lo confirma que nadie ha regresado de la muerte para contar su historia… Cuando pensamos con el Espíritu Santo, creemos que la
muerte
no es nada y que cuando nuestro cuerpo, nuestro ego y nuestros sueños hayan desaparecido, sabremos que, como Almas unificadas como Una en Cristo, somos realmente el único Hijo de Dios, Uno con Él en el eterno Presente de Amor de Su Unicidad. Ver
T9.11 [96], T10.2 [13], L163, M27
… es creer que la muerte es real y el fin de nosotros como cuerpo, es creer que la única certeza que hay en esta vida es, precisamente, la muerte…
8
La
Vida
, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente del Cielo o Realidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Quien es Uno con Su Creador en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo Que lo creó. Ver
T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
9
… la vida de nuestro cuerpo, aquí, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego
10
… del Dios que nos propone el Curso,
11
… es decir el reflejo aquí de la Vida
12
… realmente, es decir, nuestro cuerpo transitorio en la realidad del tiempo y del espacio del ego.
13
… porque realmente, todos somos Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad.
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T9.11
NEGAR A DIOS
pár
94-95
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T9.11 [94] 8 No obstante, no olvides que negar a Dios dará lugar inevitablemente a la proyección
14, y creerás que son otros,
y no tú, los que te han hecho a ti todo lo que te ha sucedido en la proyección.
9
Recibirás el mensaje que envías porque ése es el mensaje que
quieres recibir.
10 Puede que creas que juzgas a tus hermanos por los mensajes que te envían, pero de hecho
tú los has juzgado primero por el mensaje que
les enviaste.
11 No les atribuyas tu falta de alegría, o no podrás ver en ellos la chispa que podría
traértela
15.
12 Lo que produce depresión es
no querer ver la chispa en otros, y cada vez que ves a tus hermanos
desprovistos de ella es porque
estás negando a Dios.
T9.11 [95] 13
Mantenerse fiel a la negación de Dios es la religión del ego
16
.
14
El dios de la enfermedad
17
exige obviamente que se niegue la salud
18
, porque la salud está en directa oposición a la propia supervivencia del dios de la enfermedad
19
.
15
Pero considera lo que esto significa para
ti
.
16
A no ser
que estés enfermo, no podrás conservar los dioses que hiciste, pues sólo estando enfermo es como los podrías
querer
para ti.
17
Por consiguiente, la blasfemia es
auto
destructiva, y
no
destructiva de Dios.
18
Blasfemar significa que estás dispuesto a
no
conocerte a ti mismo
20
,
con el fin
de estar enfermo.
19
Ésta
es
la ofrenda que tu dios exige pues, al ser éste producto de
tu
demencia, tiene necesariamente que
ser
una idea demente.
20
Tu dios adopta muchas formas, pero si bien puede parecer ser muchas cosas diferentes, no es sino una sola idea: la negación de Dios
21
.
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14
Cuando pensamos, actuamos y percibimos con el ego, la
proyección
es de la individualidad que necesita sobrevivir en el mundo de la evolución y escasez, proyectando espontáneamente ese pensamiento egocéntrico y defensivo hacia todo lo de afuera, incluyendo a los demás. Esta proyección también mantiene vigente nuestra separación de Dios.
15
… la chispa de Amor del reflejo aquí de sus Almas que realmente son Una con la mía en la experiencia de
Cristo
es, en mi fuero interno, la divina experiencia de mi
mente acertada o espíritu
—la parte de mi mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo— en un instante santo del
mundo real
, de la unión con el Alma del otro(a) por haberlo(a) perdonado completamente, experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos, la Filiación —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45], T1.1.34 [48], T30.6 [63], T31.1 [9]
16
… apoyada por su razón, lógica y sentido común.
17
… la realidad del ego que perciben mis sentidos es la única realidad que hay que se puede comprobar…
18
… según el Espíritu Santo, que es querer creer que la separación nunca sucedió y, por consiguiente, nuestros cuerpos y el Cosmos del que forman parte no existen en la Realidad de Dios…
19
… que es el dios que hemos inventado para tratar de explicar lo que sucede en este mundo, regido como está por las leyes de la evolución y escasez
20
… como el
Hijo único de Dios
o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras son Una— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
21
… Que sólo es Amor.
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T9.11
NEGAR A DIOS
pár
96-99
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T9.11 [96] 21 En esta idea, la enfermedad y la muerte penetraron en la mente del Hijo de Dios en
contra de Su Voluntad.
22 El "ataque contra Dios" hizo pensar a Su Hijo que era huérfano y, en su depresión, hizo al dios de la depresión.
23 Ésa fue su alternativa a la alegría porque no quería aceptar el hecho de que, si bien era un creador, él había sido creado.
24 No obstante, el Hijo
se encuentra desamparado sin el Padre, Quien
es su única Ayuda.
25 Dijimos anteriormente
22 que por su cuenta ustedes no pueden hacer nada, pero es que no están aquí
por sí mismos.
26 Porque si lo estuvieran, lo que han hecho sería verdad, y
nunca podrían escapar.
T9.11 [97] 27 Es
porque ustedes no se hicieron a sí mismos
23 por lo que no tienen que preocuparse por nada.
28 Sus dioses no son nada porque el Padre de Ustedes no los creó.
29 No pueden hacer creadores que sean distintos a Su Creador, de la misma manera que Él tampoco hubiese podido crear un Hijo que no fuese como Él.
30 Si la Creación es compartir, Ella no puede crear lo que no es igual a Ella Misma,
31 pues sólo puede compartir lo que
es igual a Ella.
32 Estar deprimido es aislarse, y, por consiguiente, la depresión no pudo haber
sido creada.
T9.11 [98] 33 Hijo de Dios, tú no has pecado pero sí
has estado muy equivocado.
34 No obstante, eso puede corregirse y Dios te ayudará a tal fin, pues
sabe que tú no puedes realmente pecar contra Él
24.
35 Tú Lo negaste
a pesar de que realmente lo amabas,
sabiendo que si hubieses
reconocido tu Amor por Él, no
hubieses podido negarlo.
36 Por consiguiente, haberlo negado
quiere decir que Lo amas,
y que sabes que Él Te ama
25.
37 Recuerda que lo que niegas
tienes necesariamente que haberlo conocido antes.
38 Y si aceptas la negación, también
puedes aceptar que se deshaga.
T9.11 [99] 39
Tu Padre no te ha negado.
40
Él no toma represalias pero
sí
te pide que regreses.
41
Cuando piensas que Él no ha respondido a tu llamamiento es porque
tú no has respondido al Suyo
.
42
Él te llama desde cada parte de la Filiación, debido al Amor que profesa a Su Hijo
26
.
43
Si
oyes
Su mensaje
27
, es porque te
ha
respondido, y sabrás de Él si escuchas atentamente.
44
El Amor de Dios está en Todo Lo que creó, pues Su Hijo está en todas Partes
28
.
45
Mira en paz a tus hermanos, y Dios llegará a toda prisa a tu corazón en agradecimiento por el presente que Le diste.
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22
Ver
T8.7 [58] 41
23
… como cuerpos imperfectos y transitorios, sino que realmente son Almas perfectas y eternas creadas por Dios, Que sólo sabe de Amor.
24
… en el eterno Presente del Cielo o
Unicidad
que, con mayúscula, es sencillamente la idea de que Dios
es,
en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea de nuestra mente acertada o espíritu, nacida del
anhelo natural
de unir amorosamente todas nuestras Almas, Una en el Alma única de Cristo o del Hijo único de Dios, en una experiencia interna que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción del ego de nuestros cuerpos en este mundo nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
25
… como Cristo, Su único Hijo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y Cristo es Uno con Dios.
26
… Que al ser único, en Él, como Cristo, desaparecen todas nuestras individualidades al darnos cuenta —en la experiencia del mundo real— que realmente somos Su única Alma.
27
… en las Almas de los demás, que el Hijo de Dios nunca se separó de Él…
28
… de la Unicidad, Donde Todo es Uno, y es por eso que Dios no puede tener preferencias, ya que Él creó un solo Hijo y nada más, con Quien es Uno.
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T9.11
NEGAR A DIOS
pár
100-102
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T9.11 [100] 46 Para curar
29, no recurras al dios de la enfermedad sino sólo al Dios del Amor, pues curar significa que Lo has
reconocido.
47 Cuando Lo
reconozcas,
sabrás que Él nunca dejó de
reconocerte y que,
en Su reconocimiento de ti, radica Tu Ser
30.
48 No estás realmente enfermo y tampoco puedes realmente morir.
49 Pero
puedes confundir a tu yo con cosas que sí mueren.
50 No obstante, recuerda que hacerlo
constituye una blasfemia, pues quiere decir que estás mirando sin Amor a Dios y a Su creación
31, de la cual no puede
estar realmente separado.
51 Sólo se puede amar a Lo eterno, pues el Amor no muere
32.
52 Lo que es de Dios es Suyo eternamente, y tú
eres realmente de Dios.
53 ¿Acaso Dios iba a permitirse a Sí Mismo sufrir?
54 ¿Y acaso iba a ofrecer a Su Hijo algo que no fuese aceptable para Él?
T9.11 [101] 55 Si quieres aceptarte a ti mismo tal como Dios Te creó, te será imposible sufrir.
56 Pero, para hacer esto, primero tienes que reconocerlo como Tu Creador
33.
57 Esto no se debe a que se te vaya a castigar si no lo haces.
58 Se debe simplemente a que reconocer a tu Padre es reconocerte a ti mismo Tal como
eres
34.
59 En efecto, tu Padre Te creó completamente libre de pecado, completamente libre de dolor y completamente a salvo de todo sufrimiento.
60 Si niegas a tu Padre, traerás pecado, dolor y sufrimiento a tu
propia mente, debido al poder que Él Le dio
35.
61 Tu mente
36 es capaz de crear en falso mundos, pero también
37 puede
negar lo que crea en falso, porque es libre de decidir.
T9.11 [102] 62
No te das cuenta de lo mucho que te has negado a ti mismo, ni de cuánto Dios —en Su Amor— quisiera que no fuese así.
63
No obstante, Él no quiere interferir en tus decisiones porque no conocería a Su Hijo si éste no fuese realmente libre.
64
Interferir en tus decisiones sería atacarse a
Sí Mismo
, y Dios no está loco.
65
Cuando tú
Lo
negaste
38
, el que estaba loco eras
tú
.
66
¿Querrías que Él
compartiese
tu demencia?
67
Dios nunca dejará de amar a Su Hijo, y Su Hijo nunca dejará de amarlo a Él.
68
Ésa fue la Condición bajo la cual tuvo lugar la Creación de Su Hijo, Condición que quedó fijada para siempre en la Mente de Dios.
69
Conocer esto es estar cuerdo.
70
Negarlo es estar demente.
71
Dios se dio a
Sí Mismo
a Ti cuando Te creó, y Sus Dones
39
son
eternos.
72
¿Te prohibirías a ti mismo entregarte a Él?
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29
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo,
curar
es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente a los instantes santos del mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.9 [106], T5.3 [18], T19.2, L137, L139
30
Ser
, con mayúscula, es el Ser de Dios, Que, en el eterno Presente de Su Unicidad, abarca todas las Cosas creadas por Él en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, a saber: nuestras Almas, Una en Cristo, Su único Hijo. En minúscula,
ser
—cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo— es la experiencia de ser aquí el reflejo de lo que realmente somos todos con Dios en Su eterna Unicidad. Cuando pensamos con el ego, ser es la experiencia en nosotros de nuestro ego.
31
… reflejo aquí del Alma Que realmente eres
32
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], L46, L67, L68, L195
33
… al extender los milagros que el Espíritu Santo te sugiera, después de haber perdonado totalmente…
34
… realmente en el Cielo.
35
… poder de "crear", que tu ego primario y tú han cambiado por el poder de "hacer" cosas separados de Dios…
36
… separada, es decir el ego, que es la parte de tu mente que hace o fabrica ilusiones
37
… si decides pensar con el Espíritu Santo en tu espíritu, que es la otra parte de tu mente que todavía es capaz de comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo,
38
… cuando olvidaste de reírte de aquella diminuta idea alocada que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, que decía que era posible para el Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
39
Don
con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula,
don
es el reflejo aquí del Don de Dios.
Presente
se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él.
Regalos
son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver
T7.6 [42] 24, T7.7 [65] 82 T7.8 [81]
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T9.11
NEGAR A DIOS
pár
103-105
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T9.11 [103] 73 Como resultado de los presentes que haces a Dios, el Reino será restituido a Su Hijo
40.
74 Su Hijo se excluyó a sí mismo
del Don de Dios, al negarse a aceptar Lo que había sido creado
para Él, y Lo que Él había creado en Nombre de su Padre
41.
75 El Cielo espera su regreso pues fue creado para ser la Morada del Hijo de Dios.
76 Tú no te vas a encontrar realmente en casa en ninguna otra parte, ni en ninguna otra condición.
77 No te niegues la alegría que realmente fue creada
para Ti, cambiándola por la infelicidad que todos ustedes se infligieron a sí mismos.
78 Dios te proporcionó los medios para deshacer lo que todos ustedes hicieron.
79 Escucha y te
darás cuenta de lo que todos ustedes realmente son.
T9.11 [104] 80 Si Dios sabe que Sus Hijos están completamente libres de pecado, constituye una blasfemia percibirlos como culpables.
81 Si Dios sabe que Sus Hijos están libres de todo dolor, constituye una blasfemia percibir sufrimiento en cualquier parte.
82 Si Dios sabe que Sus Hijos son completamente alegres, constituye una blasfemia sentirse deprimido.
83 Todas estas ilusiones, y las múltiples formas en que se puede blasfemar,
son contrarias a aceptar la Creación tal como Ella es.
84 Si Dios creó a Su Hijo perfecto, así es como debes aprender a verlo para aprender a ver
42 de Su Realidad.
85 Y como
parte de la Filiación
es como debes verte a ti mismo, para aprender a ver
43
La Tuya.
T9.11 [105] 86
No percibas
nada
que Dios no haya creado, o
Lo estarás
negando.
87
Suya es la
única
Paternidad que existe, y es tuya sólo porque realmente
Él
Te La ha dado.
88
Los regalos que te das
a ti mismo
no tienen significado, pero los presentes que das a
tus
creaciones
44
son como los Dones de Dios porque los estás dando en Su Nombre.
89
Por eso tus creaciones son tan reales como Las Suyas.
90
No obstante, la verdadera Paternidad tiene que ser reconocida si es que se ha de conocer al verdadero Hijo.
91
Tú crees que las cosas enfermizas que has hecho son tus verdaderas creaciones porque crees que las imágenes enfermizas que percibes
son
los Hijos de Dios.
|
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40
… Cristo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y Él es Uno con Dios.
41
La
oración
es,
en el eterno Presente de la Unicidad
, el mayor Don con el Cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. la única Voz que eternamente nos profesamos Dios y todos nosotros como las Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su único Hijo, en medio de la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gracias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. Cuando termine el tiempo, el Amor Que Ellos comparten es Lo que toda oración será por toda la Eternidad, porque así era antes de que el tiempo pareciera existir. La
oración que pide cosas de este mundo
dará lugar a experiencias de este mundo. Si eso es lo que la oración del corazón pide, es lo que se le dará, porque es lo que recibirá. Al Hijo dormido de Dios sólo le queda este poder. Pero es suficiente. Sus palabras no tienen importancia. Sólo la Palabra de Dios tiene algún significado que sólo el Espíritu Santo comprende. Y eso, también, es suficiente. Ver
T3.7 [56] y [60], T6.3 [32], L183.11, L254, M21.3, C1.in.
42
… el reflejo aquí
43
… el reflejo aquí de
44
Las
creaciones
, en minúscula, son las que hacemos aquí —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos milagros— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios en el Cielo. Y, aquí también,
somos
las creaciones de Dios, cuando después de habernos unido como uno en nuestra mente con el o los hermanos a quienes habíamos perdonado y extendido milagros, experimentamos en un instante santo del mundo real o reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios, Uno con Su Hijo único, Que somos todos nosotros, ahora Uno en Cristo. Ver
T1.1.24 [27] 4, T1.1.44 [71] 3, T14.5 [45] 61
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T9.11
NEGAR A DIOS
pár
106-107
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T9.11 [106] 92 Sólo tendrás algo
aceptando la Paternidad de Dios, porque Su Paternidad te lo
dio realmente
Todo.
93 Por eso, negar a Dios
es negarte a ti mismo
45.
94 La arrogancia es la negación del Amor porque el Amor
comparte mientras que la arrogancia
retiene.
95 Mientras ambas cosas te parezcan deseables, el concepto de elección, que
no proviene de Dios, seguirá en ti.
96 Si bien esto no es verdad en la Eternidad, en el tiempo lo
es, de modo que mientras el tiempo perdure en las mentes
46 de todos ustedes
47
, habrá alternativas.
97 El tiempo
en sí fue tu decisión.
T9.11 [107] 98
Si quieres recordar la Eternidad, tienes que aprender a mirar
sólo
Lo que es eterno
48
.
99
Si todos ustedes permiten que lo temporal les preocupe, es porque
están viviendo en el tiempo
.
100
Como siempre, tu decisión estará determinada por lo que valoras.
101
El tiempo y la Eternidad no pueden ser ambos reales porque se contradicen entre sí.
102
Si decides aceptar como real únicamente lo intemporal, empezarás a comprender lo que es la Eternidad y a hacerla tuya.
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45
Ti Mismo
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula
ti mismo
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20], 29 T23
46
La
Mente
, con mayúscula, se refiere a la Mente o el Pensar de Dios o de Su Hijo o de Cristo, y representa el agente que activa al Espíritu, aportándole su energía creadora o Amor. En la separación, la mente del Hijo separado parece tener tres partes: el
espíritu
o
mente acertada
, que es la parte que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, Quien se nos manifiesta por medio de impulsos amorosos y revelaciones; el
ego
o
mente equivocada
, que recibe de la fuente de la separación los impulsos existenciales que al ser procesados —consciente o subconscientemente— por nuestro cerebro, dan vida a nuestro cuerpo y nutren a nuestra razón, lógica y sentido común, de lo necesario para sobrevivir; y el
decididor
, la parte que decide pensar con el
espíritu
o con el
ego
. Ver
T7.3, T19.2, T25.5, L45, L165.
47
… TODAS las mentes porque nadie puede, en su propia mente, pretender entrar al Cielo como individualidad, ya que Ahí sólo está Dios con Su único Hijo, Que realmente somos TODOS nosotros con Almas perfectas y eternas, Una en la única Alma de Cristo, Que es el Hijo de Dios, Uno con Su Padre y Creador en el Amor del Espíritu Santo.
48
… mediante la
visión de Cristo
, que es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
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