gráfico por
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|
T31.4 [40] 58
Hay
una decisión que tienes el poder de tomar
14
, una vez que hayas visto las alternativas reales.
59
Mientras
no hayas alcanzado ese punto, no
tendrás
ninguna opción, y lo único que podrás hacer es decidir cuál es la mejor forma de volver a engañarte.
60
Este
Curso
sólo intenta enseñarte que el poder de decisión no radica en escoger entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la
misma
ilusión y el
mismo
error.
61
Todas las opciones que el mundo ofrece dependen de lo que sigue: escoges
entre
tu hermano y tú; y ganarás tanto como lo que él vaya a perder; y lo que tú pierdas se lo darán a él.
62
¡Cuán rotundamente
opuesto
a la
Verdad
es esto, toda vez que el único propósito de la lección es enseñarte que lo que tu hermano pierde,
tú
también lo pierdes, y que lo que él gana es lo que te es dado a
ti
!
UCSM TEXTO CH 31
LA SENCILLEZ DE LA SALVACIÓN
T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 330
Hoy no volveré a hacerme daño.
|
L330.1 1
Aceptemos hoy que perdonar
1
es nuestra única función.
2
¿Por qué deberíamos atacar nuestras mentes y ofrecerles imágenes de dolor?
3
¿Por qué deberíamos enseñarles que son impotentes, cuando Dios les ofrece Su poder y Su Amor y las invita a servirse de lo que ya les pertenece?
4
La mente que está dispuesta a aceptar los dones de Dios ha sido restituida al Espíritu
2
, y extiende su libertad y su alegría tal como es la Voluntad de Dios unida a su propia voluntad.
5
El Yo que Dios creó no puede pecar y, por tanto, tampoco sufrir.
6
Decidámonos hoy a que Él sea nuestra Identidad, y así podremos escapar para siempre de todas las cosas que el sueño del miedo parece ofrecernos.
L330.2 7
Padre, a Tu Hijo no se le puede hacer daño.
8
Y si creemos que sufrimos, es porque no hemos logrado reconocer nuestra única Identidad, la Cual compartimos Contigo.
9
Hoy queremos regresar a Ella, a fin de liberarnos para siempre de todos nuestros errores, y salvarnos de lo que creíamos ser.
|
1
Perdonar
es un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad, y defensas, y con algo de paz y alegría; decido que quiero ver al mundo de otra manera, y para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad — Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
2
El
Espíritu
, con mayúscula, es el Pensar o Pensamiento de Dios, Que Él creó semejante a Sí Mismo. Todas las Almas unificadas como Una en el Espíritu de Dios es Cristo, el Hijo único de Dios. En minúscula, el
espíritu
es la parte de nuestra mente separada que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu Santo, y cuyos pensamientos procesamos con la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión y de compartir. Cuando perdonamos y extendemos milagros con el Espíritu Santo, nuestro espíritu se convierte aquí en el reflejo del Espíritu de Dios. Ver
T5.3 [12], T5.5 [33], T31.6, L97
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
31
LA SENCILLEZ DE LA SALVACIÓN
T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
33-42
|
T31.4 [33] 1
Existe una marcada tendencia a pensar que el mundo puede ofrecer consuelo y escapatoria de los problemas que tiene como propósito
perpetuar
1
.
2
¿A qué se debe esto?
3
Se debe a que éste es un lugar donde escoger entre ilusiones parece ser la
única
opción;
4
y a que
tú
crees tener control sobre los resultados que se derivan de lo que has escogido.
5
Por consiguiente, piensas que durante el breve lapso que se extiende desde tu nacimiento hasta tu muerte, te ha sido dado algo de tiempo para tu uso exclusivo: un intervalo durante el cual todo el mundo está en conflicto contigo, aunque tú puedas escoger cuál es el camino que te liberará del conflicto y te
alejará
de las dificultades que, de paso, no son de tu incumbencia.
6
No obstante,
sí
que te incumben
2
.
7
¿Entonces, cómo puedes escaparte de ellas dejándolas atrás?
8
Lo que necesariamente
tiene
que ir contigo te acompañará, cualquiera que sea el camino que decidas recorrer.
T31.4 [34] 9
Una opción
real
3
no es una ilusión,
10
pero el mundo
4
no tiene ninguna que ofrecerte.
11
Todos
sus caminos conducen sólo a la desilusión, a la nada y a la muerte
5
.
12
No hay nada que escoger entre sus alternativas.
13
No intentes encontrar aquí la
escapatoria
a tus problemas,
14
pues el mundo fue hecho precisamente para que no
se pudiese
escapar realmente de ellos.
15
No te dejes engañar por los diferentes nombres que se han dado a los caminos del mundo.
16
Todos tienen el mismo final.
17
Y cada uno de ellos es tan sólo un medio para
alcanzarlo
, pues allí es donde todos sus caminos te llevarán, por muy diferentes que parezcan ser al inicio, o muy diferentes que parezcan sus trayectorias.
18
Su final es seguro, pues no hay nada
6
que escoger entre ellos.
19
Todos conducen a la muerte.
20
Por algún tiempo, recorrerás algunos de ellos alegremente, antes de que te invada la fría rigidez.
21
En otros, se te clavarán espinas de inmediato.
22
La opción no es
cuál
va a ser el final, sino
cuándo
va a llegar.
T31.4 [35] 23
No
hay
opciones donde cada final es seguro.
24
Tal vez prefieras probar todos los caminos, antes de darte cuenta que todos son
realmente
la misma cosa.
25
Los caminos que este mundo ofrece parecen ser muchos, pero siempre llega el momento en que todos nos damos cuenta de lo parecidos que son unos a otros.
26
Hay personas que murieron al darse cuenta de esto, porque no vieron otra salida
que la de
los caminos que ofrecía el mundo.
27
Y, al darse cuenta de que no conducían a ninguna parte, perdieron toda esperanza.
28
No obstante, ése era el momento en que
podían
haber aprendido su lección más importante.
29
Todos tendrán que llegar a este punto, e ir
más allá
de él.
30
Ciertamente es verdad que el mundo no te ofrece realmente ninguna opción.
31
Pero ésta
no
es la lección en sí.
32
La lección tiene un
propósito
y, al
conocerlo
, llegarás a comprender
para qué
sirve.
|
|
1
Las leyes de la evolución y escasez en esta pizca de polvo cósmico que es la Tierra, en medio de un Cosmos en continua muerte y expansión… ¿Para qué? Para probar que el Amor no existe, no puede existir, no es realístico… Dios no existe o si existe, no lo quiero porque es un odioso Dios caprichoso y castigador, silencioso y ausente…
2
… ya que tu Alma y Las de tus hermanos son realmente Una en Cristo, en el Alma única del único Hijo de Dios Que realmente somos cada uno...
3
… es decir, un reflejo aquí de Nuestra eterna Vida con Dios en Su unicidad,
4
… del ego
5
Cuando pensamos con el ego, la
muerte
es el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir. Eso lo confirma que nadie ha regresado de la muerte para contar su historia… Cuando pensamos con el Espíritu Santo, creemos que la
muerte
no es nada y que cuando nuestro cuerpo, nuestro ego y nuestros sueños hayan desaparecido, sabremos que como Almas Una en Cristo, en el Alma única del único Hijo de Dios Quien es Uno con Su Padre y Creador y Cristo Uno con Dios, somos ése Hijo, perfecto y eterno. Ver
T9.11 [96], T10.2 [13], L163, M27
6
… real
|
|
T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
pár 36
|
|
T31.4 [36] 33
¿Por qué probar otro camino, otra persona u otro lugar, cuando ya te
has
dado cuenta de cómo comienza la lección, aunque todavía no percibas para qué es
7
?
34
Su propósito es la
respuesta
a la búsqueda que tienen que emprender todos los que todavía creen que se puede encontrar otra respuesta.
35
Aprende ahora,
sin
dejarte abatir por ello, que no hay esperanza de encontrar una respuesta
8
en el mundo.
36
Pero basándote en esto, no emitas juicio sobre la lección que apenas acaba de
comenzar
aquí.
37
No busques más señales en el mundo que parezcan indicarte que hay otro camino.
38
No sigas buscando esperanzas donde no las hay.
39
Acelera tu aprendizaje
ahora
, y comprende que no haces sino desperdiciar el tiempo si no vas
más allá
de lo que ya has aprendido, hacia lo que aún te falta por aprender.
40
Pues a partir de este punto —que es el más bajo— el aprendizaje te llevará a cumbres de felicidad, en las que verás el
propósito
de la lección brillar con claridad, y al perfecto alcance de tu comprensión
9
.
|
|
7
… aceptar para ti mismo el El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si quiere creer que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este querer creer le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro querer creer en una fe afianzada en la Verdad que nos propone el
Curso
.
Ver
T2.3, T2.5, T3.3, T5.3, T5.4, T13.9, T14.5, T15.3, L139, M28
8
… al mal, a los cataclismos, guerras, conflictos, diferencias, enfermedades y muerte, que comprendemos de acuerdo a las leyes de la evolución y escasez, pero que no podemos aceptar ni con paz ni con alegría
9
… no por medio del razonamiento, la lógica y el sentido común del ego, sino sencillamente por medio del Amor que realmente eres, conjuntamente con todos en la
Unicidad
que, con mayúscula es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que es la eterna Unicidad de Dios. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
|
|
T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
pár 37-39
|
|
T31.4 [37] 41
¿Quién va a estar dispuesto a que todos los caminos del mundo le
den la espalda
,
a menos
que comprenda lo inútiles que son verdaderamente?
42
¿No tendrá que
empezar
con esto, en vez de buscar otro camino?
43
Pues mientras vea opciones donde no las hay, ¿qué poder de decisión podrá ejercer?
44
La gran
liberación
del poder
10
debe empezar aprendiendo dónde se
puede ejercer
realmente.
45
¿Y qué decisión tiene poder si se aplica a situaciones en las que no hay opciones entre las cuales escoger?
T31.4 [38] 46
Aprender que el mundo sólo ofrece
una
opción —sin que importe cual sea la forma en que ésta se pueda manifestar— es el comienzo de la aceptación de que, en su lugar, hay una alternativa
real
.
47
Oponerte
a este paso es derrotar el propósito para el cual viniste aquí,
48
pues no viniste a aprender cómo encontrar un camino que el mundo no contiene.
49
La búsqueda de diferentes caminos en el mundo no es más que la búsqueda de diferentes
formas
de verdad.
50
Y esto es lo que
mantiene
a la Verdad
11
fuera de alcance.
T31.4 [39] 51
No pienses que
alguna vez
vas a encontrar la felicidad siguiendo un camino que te
aleja
de Ella.
52
Esto
no
tiene sentido y, por tanto,
no puede
ser el camino.
53
A ti —que pareces encontrar que este
Curso
es demasiado difícil de aprender— déjame repetirte que, para alcanzar una meta, tienes que caminar en dirección a ella, y
no en la contraria
.
54
Y
todo
camino que vaya en dirección contraria te
impedirá
avanzar hacia el propósito que te has propuesto encontrar.
55
Si
esto
fuese difícil de comprender
12
, entonces
sería
imposible aprender este
Curso
.
56
Pero sólo en ese caso.
57
Pues, de lo contrario, este
Curso
es la sencilla enseñanza de lo que es obvio
13
.
|
|
10
Poder,
con mayúscula, significa el Poder de Dios para crear o amar en el Cielo, un Poder que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula,
poder
—si estás pensando con el ego— significa el poder físico y/o psicológico del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí del Poder de crear o amar de Dios y de Su Hijo. Ver
T2.1 [15], T4.5 [63], T7.4 [24] y [25], T27.4
11
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
12
… al Amor que realmente eres, porque no vas a comprender nada mientras te empeñes con tu ego a razonar, ser lógico y basarte en el sentido común del mundo…
13
… que detrás de toda la fachada que es el tiempo y el espacio y todo lo que éstos contienen, incluyendo esta pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra y de nuestros cuerpos con los que nos identificamos, lo que realmente somos es el Hijo único de Dios…
|
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T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
pár 40-41
|
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T31.4 [40] 58
Hay
una decisión que tienes el poder de tomar
14
, una vez que hayas visto las alternativas reales.
59
Mientras
no hayas alcanzado ese punto, no
tendrás
ninguna opción, y lo único que podrás hacer es decidir cuál es la mejor forma de volver a engañarte.
60
Este
Curso
sólo intenta enseñarte que el poder de decisión no radica en escoger entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la
misma
ilusión y el
mismo
error.
61
Todas las opciones que el mundo ofrece dependen de lo que sigue: escoges
entre
tu hermano y tú; y ganarás tanto como lo que él vaya a perder; y lo que tú pierdas se lo darán a él.
62
¡Cuán rotundamente
opuesto
a la
Verdad
es esto, toda vez que el único propósito de la lección es enseñarte que lo que tu hermano pierde,
tú
también lo pierdes, y que lo que él gana es lo que te es dado a
ti
!
T31.4 [41] 63
¡Dios no ha abandonado Sus Pensamientos
15
!
64
Pero tú olvidaste Su Presencia y no recordaste Su Amor.
65
No hay camino en el mundo que te pueda conducir a Él, ni meta de este mundo que sea una con La de Él.
66
¿Qué camino en todo el mundo te llevará a tu fuero interno, cuando
cada
camino ha sido hecho para separar el viaje del propósito
16
que tiene necesariamente que tener para que no vagues inútilmente?
67
Todos los caminos que te
alejan
de lo que realmente eres, te llevarán a la confusión y a la desesperanza.
68
No obstante, Dios nunca ha dejado morir a Sus Pensamientos, ya que la Fuente de ellos se encuentra eternamente en Ellos mismos.
69
¡Dios no ha abandonado Sus Pensamientos!
70
Él no podría separarse de Ellos, como tampoco ellos excluirlo realmente de sí mismos.
71
Ellos moran unidos a Él, y en Su Unicidad
tanto
Dios
como
ellos se mantienen completos
17
.
|
|
14
… que es
querer creer
que realmente todos somos Almas perfectas y eternas, todas Una en Cristo y Cristo Uno con Dios, y que realmente no estamos aquí, en el tiempo y el espacio, sino en Su eterna Unicidad, de la Cual realmente nunca nos hemos separado. Este querer creer curará todo pesar y dolor, todo miedo y toda pérdida, porque sanará a la mente que pensaba que todas estas cosas eran reales, y que sufría debido a la lealtad que les profesaba. Y, ¿qué es lo que el Curso nos pide…? Primero, nos pide
querer creer
en la Verdad que nos propone en los textos, a saber: Que Dios —a Quien nadie ha visto— existe; es perfecto y eterno y, en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad; que Dios no creó más nada; y, por eso, que nada de Ésa, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe; por consiguiente, que no somos cuerpos; que nuestra mente tiene dos partes: la del
ego
, que creó en falso o "hizo" el tiempo y el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y escasez; un ego con el que mantenemos un interminable diálogo interno de "yo", "yo", "yo". En esto radica
aquí
, la paz de Dios: Aquietémonos un instante y olvidémonos de todas las cosas que alguna vez aprendimos, de todos los pensamientos que tuvimos, y de todas nuestras ideas preconcebidas acerca de lo que las cosas significan y de cuál es su propósito. Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del mundo, pues no sabemos realmente cuál es. Dejemos que toda imagen que tengamos sobre cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y desaparezca. Sé inocente de todo juicio, no prestes atención a ningún pensamiento, bueno o malo, que alguna vez haya cruzado tu mente con respecto a alguien. Ahora no lo conoces realmente, Aquiétate bien por un instante. Ven sin ninguno de los pensamientos que alguna vez aprendiste, y deja a un lado todas las imágenes que hiciste. Lo viejo se derrumbará ante lo nuevo, sin que te le opongas o lo apoyes. Ninguna de las cosas que pensabas que eran valiosas, y que requerían de tu cuidado, serán atacadas. Tampoco se atacará tu deseo de oír un llamamiento que realmente nunca se hizo. Nada te hará daño en este santo lugar, donde vienes a escuchar en silencio y a aprender que lo que realmente quieres es la Verdad. No se te pedirá que aprendas más que esto. Pero, a medida que lo escuches, comprenderás que lo único que tienes que hacer es
desprenderte
de los pensamientos que realmente no querías, y que
nunca
fueron verdaderos. Ver
T31.1 [12], T31.2 [22]
15
… nosotros, Sus Hijos, que realmente somos Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Una en la única Alma del único Hijo de Dios, Que somos realmente cada uno…
16
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T7.4 [23], T8.4 [22], T11.8 [65], T17.7, T17.9 [74], T25.2 [9], T26.10 [84]
17
La
Completitud
, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de todos nosotros como Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su Hijo, Quien es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula, la
completitud
es el reflejo aquí de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestra mente en un instante santo del mundo real cuando, después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo. Ver
T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78], T29.3 [19]
|
|
T31.4
LA VERDADERA ALTERNATIVA
pár 42
|
|
T31.4 [42] 72
No
hay
un camino que realmente te aleje de Él.
73
No existe un viaje que te aleje
de Tu Yo
18
.
74
¡Qué absurdo y alienado es pensar que
pueda
existir un camino con semejante objetivo!
75
¿Adónde podría ir?
76
¿Y cómo se te podría obligar a recorrerlo sin que tu propia realidad
19
fuese una contigo?
77
Perdónate
20
a ti mismo tu locura, y olvídate de todos los inútiles viajes y de todas las metas sin rumbo.
78
No significan nada.
79
No
te puedes escapar de lo que realmente eres.
80
Pues Dios
es
realmente misericordioso, y no permitió que
Su
Hijo Lo abandonara.
81
Siéntete agradecido por Lo que Dios es, pues en eso reside
tu
escapatoria de la locura y de la muerte.
82
No se
te
puede encontrar realmente en ningún otro lugar, excepto donde Él está.
83
No
hay
camino que no lleve a Él.
|
|
18
Yo
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos — como Almas eternas y perfectas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula, tu
yo
es el ego si estás pensando con él, el yo que creemos que somos en el tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo; o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu yo es el reflejo aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
Cristo
, aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45], T1.1.34 [48], T30.6 [63], T31.1 [9], T31.5
19
… según el Espíritu Santo: La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
20
Perdonar
es un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad, y defensas, y con algo de paz y alegría; decido que quiero ver al mundo de otra manera, y para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad — Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
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