gráfico por
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|
T25.7 [49] 42
El Espíritu Santo
3
necesita
que cumplas
tu
función especial, de modo que Él pueda cumplir
la Suya
.
43
No pienses que aquí careces de un valor especial.
44
Tú lo quisiste, y
se
te dio.
45
Todo
lo que hiciste puede utilizarse fácil y provechosamente a favor de la salvación.
46
El Hijo de Dios
no
puede tomar ninguna decisión que el Espíritu Santo no pueda utilizar a su
favor
,
y no
en contra de él.
47
Sólo en la oscuridad tu especialismo
aparenta
ser un ataque.
48
Cuando hay luz
4
, lo ves como la
función especial
que te corresponde cumplir en el plan para salvar al Hijo de Dios de
todo
ataque y, además, para hacerle comprender que está a salvo, tal como
siempre
lo estuvo y lo seguirá estando, tanto en el tiempo
5
como en la Eternidad.
49
Ésta es la función que le fue encomendada a cada uno de ustedes para que la cumplan el uno con el otro.
50
Así pues, acéptenla tranquilamente cada uno de la mano del otro, y permitan que la salvación se cumpla perfectamente en
los dos
.
51
Sólo
tienen que hacer esto, y
todo lo demás
les será dado por añadidura.
UCSM TEXTO CH 25, VII
T25.7
LA FUNCIÓN ESPECIAL
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 272
¿Cómo podrían las ilusiones
1
satisfacer al Hijo de Dios?
|
L272.1 1
Padre, la Verdad me pertenece.
2
Mi casa está realmente establecida en el Cielo por Tu Voluntad y la mía.
3
¿Es que los sueños pueden contentarme?
4
¿O las ilusiones aportarme felicidad?
5
¿Qué otra cosa sino Tu memoria puede satisfacer a Tu Hijo?
6
No aceptaré menos que Lo que Tú me has dado.
7
Estoy rodeado por Tu Amor, por siempre firme, afable y seguro.
8
El Hijo de Dios tiene necesariamente que ser Tal como Lo creaste.
L272.2 9
Hoy dejamos atrás las ilusiones.
10
Y, si oímos a la tentación llamarnos para invitarnos a que nos quedemos y nos entretengamos en un sueño, nos voltearemos al otro lado y nos preguntaremos si nosotros, los Hijos de Dios, podríamos contentarnos con sueños, cuando nos podemos decidir por el Cielo
2
con la misma facilidad que por el infierno y el Amor
3
reemplazará alegremente todo miedo.
|
1
Ilusión
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T8.7 [68] 113, T16, T21.3 [28] 96 T27.9 [82] 37 y 38
2
Cielo
, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, Una en el Alma única de Cristo, Su Hijo, a saber que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver
T4.2 [19] 103, T4.4 [41] 3-5, T9.11 [103] 75, L138
3
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3[2], T4.4, T11.9 [77]-[83], T12.5 [37], T20.6 [38], T29, L46, L67, L195
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
25
EL REMEDIO
T25.6
EL ESTADO DE IMPECABILIDAD
37-42
[LA LECTURA DE TEXTO ESTÁ EN ESPERA
PARA EL FIN DE SEMANA]
|
T25.6 [37] 1
El estado de impecabilidad es simplemente esto:
todo
deseo de atacar ha desaparecido, de modo que no hay razón para percibir al Hijo de Dios de ninguna otra forma que como realmente es
1
.
2
La
necesidad
de que haya culpa
2
ha desaparecido porque ya no tiene propósito y, sin la meta de pecado
3
, no tiene significado.
3
El ataque
4
y el pecado son
una
misma ilusión, pues cada uno es la causa, la meta y la
justificación
del otro.
4
Cada uno por sí solo no significa nada, si bien
parece
derivar un significado del otro.
5
Cada uno depende del otro para convalidar cualquier sentido que parece tener.
6
Y nadie
podría
creer en uno a menos que el otro fuese la verdad, pues cada uno de ellos da fe de que el otro
tiene que
ser verdad.
T25.6 [38] 7
El ataque hace de Cristo
5
tu enemigo y a Dios
6
con Él.
8
¿No
deberías
tener miedo ante semejantes "enemigos"?
9
Y, ¿no deberías también tener miedo de
Ti Mismo
?
10
Pues te
has
hecho daño, y has hecho de tu Yo
7
tu "enemigo"
11
Y ahora
tienes
necesariamente que creer que tú
8
no eres Tú
9
, sino algo ajeno a Ti Mismo y a "Otra Cosa", una "Cosa" a la que hay que temer en vez de amar.
12
¿Quién querría atacar a lo que percibe como completamente inocente?
13
¿Y quién —
debido a
que quiere atacar— podría
dejar
de pensar que lo que percibe
tiene que
ser culpable para
merecer
semejante deseo suyo y que siga
sintiéndose
inocente?
14
¿Y quién querría ver al Hijo de Dios como inocente y, al mismo tiempo, desear su muerte?
15
Cristo está presente frente a ustedes dos cada vez que se miran uno al otro.
16
Él
no
se ha ido porque hayas cerrado tus ojos.
17
Pero ¿qué podrás ver si buscas a tu Salvador mirándolo con ojos que no ven?
T25.6 [39] 18
No
es a Cristo a quien ves, cuando miras de esa manera,
19
A quien ves es al "enemigo"
10
, a quien
confundes
con Cristo.
20
Y lo
odias
11
,
porque
realmente
12
no puedes ver en él pecado alguno.
21
Tampoco
13
oyes su llamada suplicante —cuyo contenido no cambia
cualquiera
que sea la forma en que te llame— rogándote que
lo acompañes
y
te unas
a él en inocencia y en paz.
22
Y, no obstante, por debajo de los insensatos alaridos del ego,
es
tal la llamada
14
que Dios le ha encomendado que
podrías
oír en él Su Llamamiento
15
a
ti
, y contestarle devolviendo a Dios Lo que es Suyo.
|
|
1
… un Alma perfecta y eterna, igual a La tuya y a La de los demás, Todas Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en el eterno Presente de la Unicidad.
2
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
3
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
4
… fundamental para defenderte en el mundo de la evolución y escasez
5
… tu hermano
6
… el Dios caprichoso y castigador de la Biblia…
7
… el reflejo en mí del eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos nosotros —como Almas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios
8
Tu cuerpo
9
… tu Alma
10
… actual o potencial, ya que en la lucha por sobrevivir cada individualidad busca lo mejor para sí…
11
… con tu ego,
12
Cuando piensas con el Espíritu Santo,
13
… con tu ego
14
… de tus impulsos amorosos que de vez en cuando emergen desde lo más profundo de tu subconsciente, desde el El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
15
El
Llamamiento de Dios
es la voz del Espíritu Santo en el nivel superior de tu subconsciente, que quiere avivar tu voluntad para que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos y entre todos ustedes y Dios, renunciando a ella por medio del Redimir, hasta que tu mente nuevamente completa se reincorpore a crear, devolviendo a Dios Lo que es Suyo; es el llamamiento a regresar al pensar acertado, para que la Filiación se encamine a ser lo que nunca ha dejado de ser: todos, como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Él en Su eterna Unicidad. Ver
T4.4 [47], T5.3 [16], T5.3 [19] –[20], T5.4, T10.7 [67], T27.3 [18] 53-54
,
T28.8 [61]
|
|
T25.6
EL ESTADO DE IMPECABILIDAD
pár 40
|
|
T25.6 [40] 23
El Hijo de Dios sólo te pide esto: que le devuelvas lo que le corresponde, para así poder
compartirlo
con él.
24
Si cada uno
16
sigue por su cuenta,
ninguno
de los dos lo tendrá.
25
Y así, no servirá de nada a ninguno de los dos.
26
Pero si lo comparten
17
, les dará a cada uno
la misma
fuerza para salvar al otro, y así salvarse conjuntamente
con
él
18
.
27
Al haber sido
perdonado
19
por ti, tu salvador
te
ofrece la salvación.
28
Pero si lo
condenas
, te ofrecerá la muerte.
29
En cada hermano que miras sólo ves el reflejo de lo que decidiste que
él
fuese para ti.
30
Si decides en contra de su auténtica función
20
—la
única
que en verdad tiene— lo privarás de toda la alegría que
habría
encontrado de haber podido desempeñar el papel que Dios le encomendó.
31
Pero no pienses que sólo él va a perder el Cielo,
32
ni tampoco que se podrá recuperar, a menos que le
muestres
el camino que vas a
encontrar
si caminas a su lado.
|
|
16
… sigue empeñado en pensar con el ego y
17
… pensando "nos" con el Espíritu Santo,
18
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen —regidos como están por las leyes de la evolución y escasez— queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
19
Perdonar
es un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad y defensas, y con algo de paz y alegría, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, T29.7
,
L46. L60, L62, L99, L121. L122. LTe.1 (-221), M22.3
20
Nuestra
verdadera función
es tratar de ser aquí un reflejo de lo que realmente somos todos en la eterna Unicidad: Almas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios; reflejo que se logra en el instante santo del mundo real, después de haber aceptado el Redimir para sí mismo y luego, haber perdonado totalmente a otro y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo. A cada persona el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación que sólo ella puede desempeñar, porque es una parte que le fue asignada
únicamente
a ella. Y el plan no se habrá llevado a término hasta que ella descubra cuál es su función especial, y desempeñe la parte que le fue asignada para completarse a sí misma en el otro y en los demás, en un mundo donde rige la incompleción. Ver
T18.6 [45] T20.5 [32, L62, L64, L65, L66, L99
|
|
T25.6
EL ESTADO DE IMPECABILIDAD
pár 41-42
|
|
T25.6 [41] 33
Su salvación no implica ningún sacrificio para ti, pues
mediante
su libertad
21
tú vas a obtener la tuya.
34
Permitir que
su
función se realice es el medio que va a permitir que la
tuya
se realice.
35
Y así, caminas en dirección al Cielo o al infierno, pero
nunca
solo.
36
¡Qué bella será su impecabilidad
22
cuando la percibas!
37
¡Y cuán grande
tu
alegría cuando él sea libre de ofrecerte el don de ver que Dios le dio para ti!
38
Él no
tiene
otra necesidad que ésta: que le des la libertad para completar la tarea que Dios le encomendó
23
.
39
Recuerda únicamente esto: lo que
él
hace,
tú
lo haces conjuntamente con él
24
.
40
Y
tal como
lo ves, así
definirás
su función con respecto a ti, pero sólo hasta que lo veas de otra manera y le
permitas
ser lo que Dios
dispuso
que fuese para ti.
T25.6 [42] 41
Frente al odio que el Hijo de Dios pueda albergar contra sí mismo, se encuentra la creencia de que Dios es impotente para salvar del dolor del infierno lo que Él creó.
42
Pero en el Amor que él se demuestra a sí mismo,
libera
a Dios para
permitir
que se haga Su Voluntad La
Voluntad de Dios
,
en Su eterna Unicidad, es amar y ser amado en paz y alegría por Su único Hijo, Cristo, en Quien todos —como Almas perfectas y eternas— somos realmente Uno y Quien es Uno con Él. Aquí, la Voluntad de Dios quiere decir que por medio del perdón y de la extensión de milagros nos volvamos el reflejo de la eterna Unicidad en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él.
43
En cada uno de ustedes, ves la imagen de tu
propia
creencia de lo que para ti
tiene que
ser la Voluntad de Dios.
44
Al
perdonar
comprenderás Su Amor por ti; pero cuando
atacas
, creerás que te odia, al pensar que el Cielo tiene necesariamente que ser el infierno.
45
Vuelve a mirar una vez más a tu hermano, pero
no
sin saber que él es el camino al Cielo o al infierno, según lo
percibas
.
46
Y no olvides esto: el papel que le adjudiques
te
será adjudicado a
ti
y
caminarás
por el camino que le señalaste
porque
ése es tu juicio sobre ti mismo.
|
|
21
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T8.3 [13], T13.7 [62], T20.4 [25], T26.9 [76], T30.3 [37], L199, LR6 (-206), L227
22
La
Impecabilidad
, con mayúscula, es la condición de nuestras Almas en la eterna Unicidad de Dios, Que es donde Todas realmente están y son Una en Cristo, Su único Hijo. En minúscula,
impecabilidad
es el reflejo aquí de esa Condición eterna. El estado de impecabilidad es simplemente esto: todo deseo de atacar ha desaparecido, de modo que no hay razón para percibir al Hijo de Dios de ninguna otra forma que como realmente es. Ver
T20.5 [32], T25.6 [37]
23
… a su Alma
24
… lo que su Alma hace lo hace conjuntamente con La tuya, ya que todas las Almas son realmente Una en Cristo, el Hijo único de Dios.
|
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
25
EL REMEDIO
T25.7
LA FUNCIÓN ESPECIAL
43-49
[LA LECTURA DE TEXTO ESTÁ EN ESPERA
PARA EL FIN DE SEMANA]
|
|
T25.7 [43] 1
La gracia de Dios descansa tranquilamente sobre los ojos que perdonan, y todo lo que éstos miran habla de Dios al que mira por ellos.
2
Éste no ve el mal; por consiguiente, no ve nada en el mundo a lo que haya que temer ni nadie que sea diferente de él mismo.
3
Y de la misma manera que ama a los demás, se mira a
sí mismo
con Amor y con afabilidad.
4
Ya no se condena a sí mismo por
sus
propios errores ni envía por ellos a otro al infierno.
5
No es un árbitro de venganzas ni un castigador del pecado.
6
La amabilidad de su mirada se proyecta sobre él mismo con toda la misma ternura que ofrece a los demás.
7
Pues
sólo
quiere curar y bendecir.
8
Y estando
de acuerdo
con lo que Dios quiere,
tiene
el poder de curar y bendecir a todos los que mira con la gracia de Dios en su mirada.
T25.7 [44] 9
Los ojos se van acostumbrando a la oscuridad, y la luz de un día brillante parece herir a los ojos acostumbrados desde hace mucho a la penumbra que se percibe en el crepúsculo.
10
Y éstos esquivan la luz del sol y la claridad que ésta reparte sobre todo lo que miran.
11
La penumbra parece mejor: en ella se ve con más facilidad y se reconoce con mayor propiedad.
12
De alguna manera, lo que es indeterminado y más oscuro parece ser más
fácil
de ver, porque es
menos
doloroso para los ojos que lo que es completamente claro e inequívoco.
13
No obstante, los ojos
no
fueron hechos
para
eso.
14
Y, ¿quién puede decir que
prefiere
la oscuridad y al mismo tiempo afirmar que
quiere
ver?
15
Tu
deseo
de ver hace que la gracia de Dios descienda sobre tus ojos, trayendo consigo el don de la luz que hace posible que veas.
T25.7 [45] 16
¿Quieres ver realmente a tu hermano?
17
A Dios Le complacería que lo hicieses.
18
No quiere que tu salvador te pase desapercibido.
19
Tampoco quiere que se quede sin desempeñar la función que le encomendó.
20
No dejes que se siga sintiendo solo por más tiempo, pues los que se sienten solos son los que no ven ninguna función en el mundo que desempeñar, ningún lugar en el que se les necesite, ni ningún objetivo que
sólo
ellos puedan alcanzar perfectamente.
T25.7 [46] 21
La percepción benévola que el Espíritu Santo tiene del especialismo es la siguiente: valerse de tus hechuras, pero para curar
en vez
de para hacer daño.
22
A cada persona le asigna una función especial en la salvación
1
que sólo ella puede desempeñar; porque es una parte que le fue asignada
únicamente
a ella.
23
Y el plan no se habrá llevado a término hasta que ella descubra cuál es su función especial, y desempeñe la parte que le fue asignada para completarse a sí misma en un mundo donde rige la incompleción.
T25.7 [47] 24
En efecto, aquí, donde las leyes de Dios
no
rigen de forma perfecta, no obstante, cada uno puede hacer
una
cosa perfecta, y tomar
una
decisión perfecta:
25
Por medio
de este acto o presente de especial fidelidad hacia otra persona —a quien antes percibía como
diferente
de él— se da cuenta de que ese presente le fue dado
a
él mismo y que, por consiguiente, ambos
tienen
necesariamente que ser uno.
26
En el tiempo, perdonar es la
única
función significativa que hay,
27
porque es el medio que utiliza el Espíritu Santo para
trasladar
el especialismo del pecado a la salvación.
28
El perdón es para todos.
29
No obstante, sólo se completará cuando
alcance
a todos, y la función de cada uno se complete con él.
30
Al suceder esto, el tiempo dejará de existir.
|
|
1
… que es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad de Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente.
|
|
T25.7
LA FUNCIÓN ESPECIAL
pár 48
|
|
T25.7 [48] 31
No obstante,
mientras
el tiempo exista, es mucho lo que todavía queda por hacer
2
.
32
Y cada uno tiene que cumplir con lo que le fue asignado, pues de la parte que
le corresponde
depende
todo
el plan.
33
Cada uno
tiene
una parte especial que desempeñar en el tiempo, pues eso fue lo que cada uno decidió, y al decidirlo, la creó en falso para sí mismo.
34
Su deseo no le fue negado, pero ahora se ha modificado su forma, para permitir que beneficie tanto a su hermano
como a
él y, de ese modo, convertir ese deseo en un medio de salvación
y no
de perdición.
35
La salvación no es más que un recordatorio de que este mundo
no
es tu hogar: sus leyes
no
te son realmente impuestas,
ni
sus valores son los tuyos.
36
[Y nada de lo que
piensas
que ves en él se encuentra
realmente
ahí].
37
Esto se verá
y se comprenderá
a medida que cada uno desempeñe su parte en
deshacer
el mundo, tal como desempeñó su parte en
hacerlo
.
38
Cada uno
tiene
los medios para ejecutar cualquiera de las dos posibilidades, tal como siempre los tuvo.
39
Dios dispuso que el especialismo —que Su Hijo eligió para
hacerse daño
a sí mismo— fuese igualmente el medio para su salvación, desde el preciso instante en que Su Hijo tomó esa decisión.
40
Su pecado especial pasó a ser su gracia especial.
41
Su odio especial se convirtió en su Amor especial.
|
|
2
… tanto si piensas con el ego o con el Espíritu santo
|
|
T25.7
LA FUNCIÓN ESPECIAL
pár 49
|
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T25.7 [49] 42
El Espíritu Santo
3
necesita
que cumplas
tu
función especial, de modo que Él pueda cumplir
la Suya
.
43
No pienses que aquí careces de un valor especial.
44
Tú lo quisiste, y
se
te dio.
45
Todo
lo que hiciste puede utilizarse fácil y provechosamente a favor de la salvación.
46
El Hijo de Dios
no
puede tomar ninguna decisión que el Espíritu Santo no pueda utilizar a su
favor
,
y no
en contra de él.
47
Sólo en la oscuridad tu especialismo
aparenta
ser un ataque.
48
Cuando hay luz
4
, lo ves como la
función especial
que te corresponde cumplir en el plan para salvar al Hijo de Dios de
todo
ataque y, además, para hacerle comprender que está a salvo, tal como
siempre
lo estuvo y lo seguirá estando, tanto en el tiempo
5
como en la Eternidad.
49
Ésta es la función que le fue encomendada a cada uno de ustedes para que la cumplan el uno con el otro.
50
Así pues, acéptenla tranquilamente cada uno de la mano del otro, y permitan que la salvación se cumpla perfectamente en
los dos
.
51
Sólo
tienen que hacer esto, y
todo lo demás
les será dado por añadidura.
|
|
3
El
Espíritu Santo
, aquí, es el pensar de Cristo que conciencia el Conocimiento que yace más allá de la percepción. Al producirse la separación, el Espíritu Santo comenzó a estar presente aquí como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir. Allá, en la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios, Que nos creó como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo. Algunos de Sus sinónimos en el
Curso
son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Maestro", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", " Vínculo", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver
T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
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Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T1.1.27 [34], T5.1 [1]-[3], T12.2 [5], T22.7 [65], L61, L69, L73, L93
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Un Curso sobre Milagros – Preliminares
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COURSE IN MIRACLES SOCIETY
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