gráfico por
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T15.3 [17] 11
No te preocupes por el tiempo, ni tengas miedo del instante de santidad que ha de eliminar
todo
miedo.
12
Pues el instante de paz es eterno
5
,
debido a que
en él no hay
ningún
miedo.
13
Ese instante te
va a
llegar, porque es la lección que Dios te da, y te la da por medio del Maestro que designó para transformar el tiempo en Eternidad.
14
¡Bendito sea el Maestro de Dios, Cuya alegría está en mostrar al santo Hijo de Dios su santidad!
15
Su alegría no se circunscribe al tiempo.
16
Sus enseñanzas son para ti
porque
Su alegría es la
Tuya
6
.
17
Por medio de Él
estás
frente al altar de Dios, donde Él con amabilidad traduce el
7
infierno al
8
Cielo.
18
Pues es únicamente en el Cielo donde Dios quiere que estés.
UCSM TEXTO CH 15
EL PROPÓSITO DEL TIEMPO
T15.3
EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 166
Los dones
1
de Dios me han sido confiados.
|
L166.1 1
Todas las cosas
2
te son dadas
3
.
2
La confianza que Dios tiene en ti
4
es infinita.
3
Conoce a Su Hijo
5
.
4
Da sin hacer excepciones
6
y sin reservarte nada
7
que pueda contribuir a tu felicidad.
5
Sin embargo, a menos que tu voluntad sea una con La de Él
8
, no podrás recibir Sus dones.
6
Y, sin embargo
9
, ¿qué podría hacerte pensar que existe otra voluntad distinta a La de Él?
L166.2 7
He aquí la paradoja que sirve de fundamento a la hechura de este mundo.
8
Este mundo no representa la Voluntad de Dios y, por consiguiente, no es real
10
.
9
No obstante, los que creen que sí lo es, tienen necesariamente que creer que sí existe otra voluntad, y que produce efectos opuestos a los que
11
Dios quiere.
10
Esto es claramente imposible
12
; pero cada mente que mira al mundo y lo juzga como real, sólido, digno de confianza y verdadero, cree en dos creadores o en uno sólo; él mismo
13
.
11
Pero nunca en un solo Dios.
L166.3 12
Los dones de Dios no son aceptables para alguien que mantenga creencias tan extrañas.
13
Él tiene necesariamente que creer que aceptarlos —por muy evidentes que se vuelvan, por muy grande que sea la urgencia con la que pueda ser llamado a reclamarlos como propios— es obligarse a traicionarse a sí mismo.
14
Por eso tiene que negar su presencia, contradecir la Verdad, y sufrir para preservar el mundo que hizo.
L166.4 15
Porque éste es el único hogar que cree conocer;
16
la única seguridad que cree poder encontrar.
17
Sin el mundo que hizo se siente como un paria, sin hogar, y asustado.
18
No se da cuenta de que ciertamente es en este mundo donde tiene miedo y donde igualmente no tiene hogar: un paria vagando tan lejos de casa y ausente por tanto tiempo que no se da cuenta de que ha olvidado de dónde vino, adónde va, e incluso quién es realmente.
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1
Don
con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula,
don
es el reflejo aquí del Don de Dios.
Presente
se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él.
Regalos
son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver
T7.6 [42] 24/ T7.7 [65] 82/ T7.8 [81]
2
…
vivientes
, son las que vemos por medio de la visión de Cristo, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T24.6 [46]
3
… no como individualidad separada de las demás individualidades y de Dios, sino como Cristo que realmente es mi Alma, perfecta y eterna, Una con todas las demás Almas en el Hijo único de Dios.
4
… tanto en el Cielo como en la Tierra, en la que crees que estás y que eres un cuerpo individual separado de los demás cuerpos y en lucha contra ellos por sobrevivir el mayor tiempo posible y de la mejor forma.
5
… el otro al que vas a perdonar
6
… pues todas nuestras Almas son igualmente perfectas y eternas, Una en el Alma de Cristo, el Hijo único de Dios,
7
… de Su perfecto Amor
8
La
Voluntad de Dios
, en Su eterna Unicidad, es amar y ser amado en paz y alegría por Su único Hijo, Cristo, en Quien todos —como Almas perfectas y eternas— somos realmente Uno y Quien es Uno con Dios, Su Padre. Aquí, la Voluntad de Dios quiere decir que por medio del perdón y de la extensión de milagros nos volvamos el reflejo de la eterna Unicidad en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64-65], T13.5 [41]
9
… si te decides a pensar con el Espíritu Santo,
10
… por más que tus sentidos te informen lo contrario y, que esto, además, lo corroboren tu razón, lógica y sentido común.
11
… quieres creer que
12
… porque en La
Unicidad
sólo hay Amor, en efecto, Ella es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
13
… porque si Dios no creó el tiempo, el espacio y todo los que éstos contienen, incluyendo la pizca de polvo cósmico que es la Tierra, sólo queda para hacerlo, el pensamiento primario de nuestro yo egóico del que nos habla el Curso:
37
En la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, se adentró una diminuta idea alocada, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse.
38
A causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales. Ver
T27.9 [82]
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L E C C I Ó N 166
Los dones
1
de Dios me han sido confiados.
pár
5-10
|
L166.5 19
No obstante, en su vagar solitario y sin sentido, los dones de Dios lo acompañan, completamente desapercibidos por él.
20
Aún así, no los puede perder.
21
Pero él no quiere ver Lo que se le ha dado.
22
Sigue deambulando por la vida, consciente de la futilidad que le rodea por todas partes, percibiendo cómo lo poco que tiene no hace más que menguar, a medida que sigue adelante sin ir a ninguna parte.
23
Pero aun así, sigue deambulando en la miseria y en la pobreza, solo, aunque Dios está con él
14
y lo acompaña un tesoro que le pertenece y que es tan grande que, ante su magnitud, todo lo que el mundo ofrece no tiene ningún valor.
L166.6 24
Su aspecto da lástima: cansado, rendido, harapiento y con los pies sangrando un poco debido al pedregoso camino por el que anda.
25
No hay nadie que no se haya identificado con él, pues todo el que viene aquí ha perseguido la misma trayectoria que él sigue y ha sentido la derrota y desesperanza tal como él las siente ahora.
26
Pero, ¿acaso es su situación realmente trágica, cuando ves que sigue el camino que él mismo escogió y que sólo tiene que darse cuenta de Quién camina a su lado y abrir sus tesoros para ser libre?
L166.7 27
Éste es el yo que has escogido, el que hiciste para reemplazar la Realidad.
28
Éste es el yo que defiendes ferozmente contra todo razonamiento
15
, toda evidencia, y todos los testigos con pruebas para demostrar que ese yo no eres realmente tú.
29
Pero no les haces caso.
30
Prosigues por el camino que te trazaste, cabizbajo, no vaya a ser que al captar un posible indicio de la Verdad te libres de tu autoengaño y quedes libre.
L166.8 31
Te retraes en el miedo, no vaya a ser que sientas la mano de Cristo sobre tu hombro y percibas que ésta te está indicando amablemente que mires tus dones.
32
¿Cómo podrías entonces proclamar tu pobreza en el exilio?
33
Él haría que te rieras de esta percepción de ti mismo.
34
¿Dónde estaría entonces la lástima que sientes por ti mismo?
35
¿Y qué le sucedería a la tragedia que trataste de armar para aquel para el que Dios sólo dispuso alegría?
L166.9 36
Ahora, tu miedo
16
ancestral te ha salido al encuentro, y la justicia
17
te ha alcanzado finalmente.
37
La mano de Cristo se posó sobre tu hombro, y sientes que ya no estás solo.
38
Hasta piensas que el miserable yo
18
que creíste ser tal vez no sea tu verdadera identidad
19
.
39
Tal vez la Palabra de Dios sea más verdad que la tuya.
40
Tal vez Sus dones para ti sean reales.
41
Tal vez Él no haya sido totalmente engañado por tu plan de mantener a Su Hijo en un profundo olvido y de seguir por el camino que decidiste recorrer sin tu Yo.
L166.10 42
La Voluntad de Dios no se opone a nada.
43
Sencillamente es.
44
No es a Dios a Quien has aprisionado con tu plan de alejarte de tu Yo.
45
Él no sabe nada de un plan tan ajeno a Su Voluntad.
46
Hubo una necesidad que Él no comprendió, pero a la que dio una Respuesta
20
.
47
Eso es todo.
48
Y tú, a quien esa Respuesta le ha sido dada, ya no tienes necesidad de nada más que esto.
|
14
… como Alma, Una con todas las demás Almas en el Alma única de Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él, Su Padre y Creador en el eterno Presente de la Unicidad
15
… del Espíritu Santo
16
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
17
El
juicio final
es la experiencia en mi fuero interior de la segunda venida de Cristo, después de haber aceptado el Redimir para mí mismo y la Verdad, de haber perdonado totalmente al otro y haberme unido a él, y haber extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo. Es la Voz interior en mi espíritu —la parte de mi mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo— que me dice: "Tú, ahora, unido al otro y a todos los demás —como las Almas perfectas y eternas que realmente son, Una en Cristo, mi único Hijo— sigues siendo Mi santo Hijo, por siempre inocente, por siempre cariñoso y por siempre querido, tan ilimitado como Tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Por lo tanto, por medio de esa unión con todos como uno, despierta, y regresa a Mí. Yo soy Tu Padre y Tú eres Mi Hijo". Ver
T2.6, T3.8, T26.4 [21], LTe.10 (-L311)
18
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Pensar de Amor de la eterna Unicidad —en el Cual, todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en el Alma del Hijo único de Dios, Quien es Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, por haber olvidado el Hijo de Dios reírse de ese pensar individual, éste se convirtió, en la ahora mente separada, en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
19
Identidad
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios. En minúscula, es la
identidad
del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios. Ver
T7.10 [97], T20.9 [68]
20
El
Espíritu Santo
, aquí, es el pensar de Cristo que conciencia el Conocimiento que yace más allá de la percepción. Al producirse la separación, el Espíritu Santo comenzó a estar presente aquí como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir. Allá, en la eterna Unicidad de Dios, es el Pensamiento de Amor de Dios, Que nos creó como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo. Algunos de Sus sinónimos en el
Curso
son: "Consolador", "Guía", "Intérprete", "Mediador", "Maestro", "Palabra de Dios", "Redimir", "Respuesta", "Traductor", "Verdad", " Vínculo", "Voz que habla por Dios", "Voz de Dios". Ver
T5.3, T5.4, T.5.5, T6.6, T9.5, T20.5, LTe.7 (-L281)
|
L E C C I Ó N 166
Los dones
1
de Dios me han sido confiados.
pár
11-15
|
L166.11 49
Ahora vivimos, pues ahora no podemos morir.
50
El deseo de morir recibió respuesta, y la mirada que se posaba sobre la muerte ha quedado remplazada por la visión que percibe que no eres lo que pretendes ser.
51
Ahora, Uno que camina a tu lado responde amablemente a todos tus miedos con esta sola respuesta llena de compasión: "realmente, eso no es así".
52
Cada vez que el pensamiento de pobreza te oprime, Él te indica todos los dones que tienes, y cuando te percibes solitario y temeroso, te habla de Su compañía.
L166.12 53
Además, te recuerda también algo más que habías olvidado.
54
Pues el haber posado Su mano sobre tu hombro te hizo igual a Él.
55
Los dones que posees no son sólo para ti.
56
Lo que Él vino a ofrecerte tienes ahora que aprender a darlo.
57
Ésta es la lección que Su dar contiene, pues Él te ha salvado de la soledad que intentaste hacer para ocultarte de Dios.
58
Él te ha recordado todos los Dones que Dios Te dio.
59
También te habla de aquello en lo que se ha de convertir tu voluntad cuando los aceptes y reconozcas que son realmente Tuyos.
L166.13 60
Los dones son tuyos, y se te han confiado para que los des a todos los que decidieron recorrer el camino solitario del que te has escapado.
61
Ellos no entienden que lo único que hacen es ir en pos de sus deseos.
62
Ahora eres tú el que les enseña.
63
Pues has aprendido de Cristo que hay otro camino por el que pueden caminar.
64
Enséñales mostrando la felicidad que viene a los a que sienten la mano de Cristo sobre sus hombros y reconocen los dones de Dios.
65
No permitas que el pesar te tiente a ser infiel a tu cometido.
L166.14 66
Ahora, tus suspiros no harían sino truncar las esperanzas de los que cuentan contigo para su liberación.
67
Tus lágrimas serían las de ellos.
68
Si enfermas, no estarías haciendo otra cosa que impedir su curación.
69
Aquello que temes no haría más que enseñarles que sus miedos están justificados.
70
Tu mano se convierte en la mano de Cristo
21
que se posa sobre sus hombros; tu cambio de forma de pensar se convierte en la prueba de que aquel que acepta los dones de Dios nunca puede realmente sufrir por nada.
71
Se te ha confiado liberar al mundo de su dolor.
L166.15 72
No lo traiciones.
73
Conviértete en la prueba viviente de lo que la mano de Cristo sobre tu hombro puede ofrecer a todos.
74
Dios te ha confiado todos Sus dones.
75
¡Que tu felicidad dé testimonio de la gran transformación que experimenta la mente decidida a aceptar Sus dones y que siente la mano de Cristo sobre su hombro!
76
Ésta es ahora tu misión.
77
Pues Dios encomienda dar Sus dones a todos los que los han recibido.
78
Él ha compartido Su alegría contigo.
79
Ahora, compártela tú con el mundo.
|
21
Cristo
, aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
15
EL PROPÓSITO DEL TIEMPO
T15.3
EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD
16-21
[
EN PAUSA PARA EL FIN DE SEMANA]
|
|
T15.3 [16] 1
El Redimir
1
tiene lugar
en
el tiempo, pero no es
para
el tiempo.
2
Puesto que se encuentra en
ti
2
, es eterno.
3
Lo que encierra el recuerdo de Dios
no puede
estar limitado por el tiempo,
4
ni tú tampoco.
5
Pues, a menos de que
Dios
esté limitado, tú ciertamente
no
lo
puedes
estar.
6
Un instante ofrecido al Espíritu Santo es un instante ofrecido a Dios en tu favor, y en ese instante vas a despertar tranquilamente en Él.
7
En el instante santo
3
vas a abandonar
todo
lo que aprendiste en el pasado, y el Espíritu Santo te ofrecerá rápidamente la lección de la paz en su
totalidad
.
8
¿Qué puede tomar tiempo, cuando
todos
los obstáculos a su aprendizaje han sido eliminados?
9
La Verdad
4
se encuentra tan más allá del tiempo, que
todo
el aprendizaje se da de inmediato.
10
Pues al haber sido creada como una sola, Su unicidad no depende en absoluto del tiempo.
|
|
1
El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si quiere creer que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este querer creer le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro querer creer en una fe afianzada en la Verdad que nos propone el
Curso
. Ver
T3.3, T5.3, T9.3
2
… cuando piensas con el Espíritu Santo, perdonas y extiendes milagros,
3
El
instante santo
es aquí, la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente, el instante santo no puede ser para ti solo; puede durar desde una fracción de segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu Santo a pensar contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los medios que te ofrece el
Curso
, para que por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a Cristo en el otro y, por consiguiente, en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y La tuya realmente Uno en la Eternidad, Allá no hay nada que perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias normas del mundo. El instante santo se expresa plenamente en la relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes, por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos nuestro futuro en las Manos de Dios. Ver
T15.5 a T15.9
4
… que todos somos realmente Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y Cristo es Uno con Dios
|
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T15.3
EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD
pár
17-21
|
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T15.3 [17] 11
No te preocupes por el tiempo, ni tengas miedo del instante de santidad que ha de eliminar
todo
miedo.
12
Pues el instante de paz es eterno
5
,
debido a que
en él no hay
ningún
miedo.
13
Ese instante te
va a
llegar, porque es la lección que Dios te da, y te la da por medio del Maestro que designó para transformar el tiempo en Eternidad.
14
¡Bendito sea el Maestro de Dios, Cuya alegría está en mostrar al santo Hijo de Dios su santidad!
15
Su alegría no se circunscribe al tiempo.
16
Sus enseñanzas son para ti
porque
Su alegría es la
Tuya
6
.
17
Por medio de Él
estás
frente al altar de Dios, donde Él con amabilidad traduce el
7
infierno al
8
Cielo.
18
Pues es únicamente en el Cielo donde Dios quiere que estés.
T15.3 [18] 19
¿Cuánto tiempo puedes tardar en llegar Allí Donde Dios quiere que estés?
20
Pues realmente
estás
Donde siempre has estado y Donde siempre estarás.
21
Todo lo que realmente tienes, Lo tienes para siempre.
22
El instante bendito se extiende para
abarcar
al tiempo, tal como Dios se extiende a Sí Mismo para abarcarlos.
23
Ustedes que han malgastado días, horas y hasta años encadenando sus hermanos
a
los egos de ustedes, tratando de sostener estos egos y de apoyar su
debilidad
, no perciben la Fuente de la
verdadera Fuerza
9
.
24
En el instante santo, soltarán las cadenas que encadenan a
todos
sus hermanos, y se negarán a apoyar tanto la debilidad
de ellos como la de ustedes
.
T15.3 [19] 25
No te das cuenta de cuánto has
abusado
de tus hermanos, al considerarlos como fuentes de sostenimiento para el
ego
.
26
Como resultado, dan testimonio
a favor
del ego en tu percepción, y
parecen
darte razones para que
no
lo dejes de lado.
27
No obstante, tus hermanos son testigos más poderosos y
mucho
más convincentes cuando atestiguan a favor del Espíritu Santo,
28
respaldando así Su
Fuerza
.
29
Por consiguiente, es decisión tuya el que ellos apoyen al ego o al Espíritu Santo
en ti
10
.
30
Y por
sus
reacciones, sabrás cuál escogiste.
31
A un Hijo de Dios que por medio del Espíritu Santo ha sido liberado en un hermano —
si la liberación fue completa
11
—
siempre
se le reconoce.
32
No puede
ser
negado.
33
Si todavía
tienes
dudas, es
sólo
porque no lo has liberado
completamente
.
34
Y, debido a eso, no has podido dar un solo instante
completamente
al Espíritu Santo.
35
Pues, cuando lo
hayas hecho
, estarás
seguro
de haberlo hecho.
36
Estarás seguro porque Su testigo hablará tan claramente
de
Él que oirás y
comprenderás realmente
.
T15.3 [20] 37
No obstante,
seguirás
dudando hasta tanto no escuches realmente a
un
testigo a quien hayas liberado
completamente
por medio del Espíritu Santo.
38
Y entonces, ya no dudarás más.
39
Aún no has vivido la experiencia del instante santo.
40
Pero la vivirás y, al vivirla, la reconocerás con absoluta certeza.
41
No hay otra manera de reconocer un don de Dios.
42
Puedes practicar la técnica del instante santo, y si lo haces, aprenderás mucho.
43
No obstante su resplandor deslumbrante y reluciente —que literalmente te dejará ciego a la visión de este mundo— tú
no
lo puedes proveer.
44
Y aquí está,
todo
en este instante, completo, logrado y
totalmente dado
.
T15.3 [21] 45
Empieza desde
ahora
a practicar la pequeña parte que te corresponde en el proceso de
hacer lugar
para el instante santo.
46
A medida que vayas avanzando, recibirás instrucciones muy precisas al respecto.
47
Aprender a apartar este único segundo, y a comenzar a experimentarlo como intemporal, es comenzar a experimentarte a ti mismo como realmente
no
separado.
48
No temas que no se te vaya a ayudar en esto.
49
El Maestro de Dios y Su lección respaldarán tu fuerza.
50
Es sólo tu debilidad lo que se desprenderá de ti cuando practiques esto pues, al hacerlo, experimentarás el poder de Dios en ti.
51
Utilízalo aunque sólo sea por un instante, y nunca más lo negarás.
52
¿Quién puede negar la Presencia de Aquello ante Lo cual el universo
12
se inclina con apreciación y alegría?
53
Cuando reconozcas el universo que da testimonio de Ella,
tus
dudas
necesariamente
desaparecerán.
|
|
5
… un reflejo de la Eternidad
6
… como Cristo, el Hijo de Dios Que realmente eres.
7
… el sistema de pensamiento del ego del
8
… sistema de pensamiento del Espíritu Santo del
9
… Que es Dios.
10
… cuando pensando con el Espíritu Santo perdonas y extiendes milagros.
11
… por medio del perdón total,
12
Universo
, con mayúscula, es sinónimo de la Unicidad de Dios, Cielo, Reino de los Cielos, Realidad, es decir, Todo lo creado por Dios. En minúscula,
universo
puede significar todo lo que está contenido en el tiempo y el espacio según el ego o, si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios. Ver
T28.3 [16] 8, T29.7 [39]
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