La luz aleja la oscuridad
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T8.5 [27] 18 La luz no
ataca a la oscuridad, pero
la desvanece con su resplandor.
19 Si mi luz va contigo a todas partes,
desvaneces la oscuridad
conmigo.
20 La luz se vuelve
nuestra, y ya
no morarás más en la oscuridad ni ésta morará dondequiera que vayas.
21 Acordarte de mí
11
es acordarte de ti mismo
12 y del Que me envió a ti.
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CH 8.
EL VIAJE DE REGRESO
8.5
LA LUZ DEL MUNDO
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 91
Los milagros se ven en la luz
1
.
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L91.1 1 Es importante recordar que los milagros y la visión
2 van necesariamente juntos.
2 Esto tienes necesariamente que repetirlo, y repetirlo frecuentemente.
3 Es una de las ideas centrales de tu nuevo sistema de pensamiento
3, y de la percepción que éste produce.
4 El milagro siempre está presente.
5 Su presencia no la causa tu visión, ni su ausencia es el resultado de que no logras ver.
6 Sólo tu concienciación de los milagros es la que se ve afectada.
7 Los verás en la luz, no en la oscuridad.
L91.2 8
Por eso, para ti la luz es crucial
4
.
9
Mientras permaneces en la oscuridad, no puedes ver el milagro.
10
Así
5
te convences de que no está ahí.
11
Esto se deriva de las premisas de las que proviene la oscuridad
6
.
12
Negar la luz
7
conduce a no lograr percibirla.
13
No lograr percibir la luz es percibir la oscuridad.
14
De este modo la luz no te sirve de nada, a pesar de estar ahí;
15
no la puedes utilizar porque no sabes de su presencia.
16
Y la aparente realidad de la oscuridad
8
hace que la idea de la luz no signifique nada
9
.
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|
1
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
2
La
visión de Cristo
es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
3
Sólo hay dos
sistemas de pensamiento
: el del
ego
, de acuerdo a las leyes de la evolución y escasez, y el del
Espíritu Santo
, reflejo aquí del Espíritu o Pensar de Dios, Que es Amor. Ver
T3.9 [72], T18.10
4
… porque mientras sigas pensando con el ego vas a querer, a añorar las cosas que el ego te promete o te niega. Las cosas del ego NO TIENEN OTRA SOLUCIÓN que la que rige y ordena la evolución, que el mismo ego hizo al creer que su pesadilla de haberse separado de Dios era verdad... NO HAY OTRA SOLUCIÓN que volver a decidir una y otra y otra vez a pensar con el Espíritu Santo y tratar de ser aquí, lo más a menudo posible, un reflejo de los que todos realmente somos en el eterno presente de la Unicidad. "¿Para qué sirve eso?" te preguntará tu ego… Y la respuesta, basada en las contadas experiencias, será: "para tener algo de paz y alegría en este mundo de dolor y muerte…"
5
… mientras sigues pensando "naturalmente" con el ego,
6
… por estar razonando con el sistema de pensamiento del ego
7
… al no querer hacer el pequeño esfuerzo de parar a los pensamientos del ego e invitar a los del Espíritu Santo,
8
… que es la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, que son regidos por las leyes de la evolución y escasez, de la vida incierta y transitoria y de la muerte cierta e inevitable…
9
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
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L91.3 17 Que le digan a uno que lo que no se ve, se encuentra ahí
10, parece una locura
11.
18 Es muy difícil llegar a convencerse de que es una locura no ver
12 lo que está ahí
13 y, en su lugar, ver
14 lo que
15 no está ahí.
19 Tú
16 no dudas de que los ojos del cuerpo puedan ver.
20 No dudas de la realidad de las imágenes que te muestran.
21 Tienes fe en la oscuridad, no en la luz.
L91.4 22
¿Cómo se puede revertir esto?
23
Para ti es imposible hacerlo, pero en esto no estás solo.
24
Tus esfuerzos, por insignificantes que sean, tienen un fuerte respaldo.
25
Si sólo te dieras cuenta de cuán grande es esa fuerza
17
, tus dudas desaparecerían.
26
Hoy dedicaremos el día a tratar de que puedas sentir esa fuerza.
27
Cuando la sientas en ti —lo que pondrá todos los milagros fácilmente a tu alcance— dejarás de dudar.
28
Los milagros que tu sensación de ser débil
18
ocultan se harán patentes en tu concienciación, a medida que sientas la fuerza
19
en ti.
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10
… en su mente, pero sólo cuando decide pensar con el Espíritu Santo, que es pensar Amor…
11
… a la razón. Por eso Pascal nos dejó este pensamiento: "El corazón tiene razones que la razón no conoce."
12
… con los ojos y la percepción del ego
13
… al querer creer que el tiempo y el espacio y todo lo que éstos contienen son una ilusión porque no fueron creados por Dios,
14
… en la mente con el Espíritu Santo, con la visión de Cristo,
15
… de acuerdo con la percepción y mirada del ego
16
… mientras te sigues aferrando a pensar natural, lógica y razonadamente con tu ego
17
Fuerza,
con mayúscula, significa la Fuerza de Dios para crear o amar en el Cielo, una Fuerza que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula,
fuerza
—si estás pensando con el ego—significa la fuerza física o psicológica del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí de la Fuerza de Dios y de Su Hijo de crear y amar. Ver
T7.11, L42, L47
18
… qué mayor realidad que la de constatar los defectos, las debilidades, las fallas de y dentro de uno mismo o una misma…
19
… que te lleva a querer amar desinteresadamente a los demás, como un reflejo aquí de la eterna Unicidad, Que es el verdadero estado de Nuestra Alma o Hijo, unida a Dios
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L91.5 29 Reserva hoy por tres veces diez minutos para un tiempo de aquietamiento en el que tratarás de dejar atrás tu debilidad
20.
30 Esto se puede lograr fácilmente, cuando aprendes que no eres un cuerpo
21.
31 La fe
22 se canaliza hacia lo que quieres, y tú impartes a tu mente las respectivas instrucciones.
32 Tu voluntad sigue siendo tu maestra, y dispone de toda la fuerza necesaria para hacer lo que desea.
33 Si así lo decides, puedes escapar del cuerpo;
34 puedes experimentar la fuerza
23 que está en ti.
L91.6 35 Comienza las prácticas más largas con esta declaración sobre las verdaderas relaciones de causa y efecto
24 :
L91.7 36
Los milagros se ven en la luz.
37
Los ojos del cuerpo no perciben la luz.
38
Pero yo no soy un cuerpo.
39
¿Entonces, qué soy?
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20
… para ocuparte con Amor de lo que es verdaderamente importante en tu vida: el otro, los demás, cuyas Almas perfectas y eternas son iguales a La Tuya, Todas Una en Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos todos…
21
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
22
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
23
… de amar desinteresadamente a los demás, que es crear…
24
Dios, en Su eterna Unicidad, es la única
Causa
y, las Almas que Él creó a Su Semejanza, perfectas y eternas, Una en Cristo, Su Hijo, Su
Efecto
. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
causa
y
efecto
, significa el reflejo de la Causa y Efecto divinos; y, cuando pensamos con el ego, son las causas y efectos de las leyes de la evolución y la escasez que rigen este mundo, según las percibimos con nuestros sentidos. Ver
T2.5 [97] 78-82, T21.3 [25] [26], T26.8 [60]
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L E C C I Ó N 91
pár
8-15
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L91.8 40 La pregunta con la que finaliza esta declaración se necesita para los ejercicios de hoy.
41 Lo que piensas que eres es una creencia que debes deshacer.
42 Pero Lo que realmente eres, es algo que te tiene necesariamente que ser revelado.
43 La creencia de que eres un cuerpo necesita ser corregida, ya que es un error.
44 La Verdad de Lo que eres apela a la fuerza que está en ti para que traigas a tu concienciación lo que el error te oculta.
L91.9 45 Si no eres un cuerpo, entonces, ¿qué eres?
46 Necesitas concienciar lo que el Espíritu Santo utiliza para reemplazar en tu mente la imagen de que eres un cuerpo.
47 Necesitas sentir
25 algo en lo cual depositar tu fe, a medida que la retiras de tu cuerpo.
48 Necesitas vivir una experiencia real de otra cosa, de algo más sólido y seguro; de algo más digno de tu fe, y que esté realmente ahí
26.
L91.10 49 Si no eres un cuerpo, entonces, ¿qué eres?
50 Hazte esta pregunta y contéstala con sinceridad, y luego dedica varios minutos a dejar que los pensamientos equivocados que tienes acerca de tus atributos sean corregidos, y a que sus opuestos ocupen su lugar.
51 Por ejemplo, puedes decir:
L91.11 52
No soy débil, sino fuerte.
53
No estoy desasistido, sino que soy todopoderoso.
54
No estoy limitado, sino que soy ilimitado.
55
No dudo, sino que estoy seguro.
56
No soy una ilusión, sino una realidad.
57
No puedo ver en la oscuridad, sino en la luz.
L91.12 58 En la segunda parte de tu práctica, trata de experimentar las verdades que acabas de leer sobre ti.
59 Concéntrate particularmente en la experiencia de fuerza
27.
60 Recuerda que toda sensación de debilidad está asociada a la creencia de que eres un cuerpo, creencia que es errónea y que, por consiguiente, no merece que tengas fe en ella.
61 Deja de tener fe en ella, aunque sólo sea por un instante.
62 A medida que avancemos, te irás acostumbrando a tener fe en lo que es más valioso en ti
28.
L91.13 63 Relájate durante el resto de la práctica, confiando en que tus esfuerzos —por insignificantes que sean— tienen todo el respaldo de la Fuerza de Dios y de todos Sus Pensamientos.
64 Es de Ellos de donde provendrá tu fuerza.
65 Es por medio de Su fuerte Respaldo que sentirás la fuerza que está en ti.
66 Dios y todos Sus Pensamientos se unen a ti en esta práctica, en la que compartes un propósito semejante al de Ellos.
67 De Ellos es la luz en la que verás milagros, porque Su Fuerza es la tuya.
68 Su Fuerza se convierte en tus ojos, para que puedas ver.
L91.14 69 Cinco o seis veces por hora, a intervalos razonablemente regulares, acuérdate de que los milagros se ven en la luz.
70 Asegúrate también de hacer frente a cualquier tentación con la idea de hoy.
71 La siguiente variación podría resultarte útil para ese propósito especial:
L91.15 72
Los milagros se ven en la luz.
73
Por eso, no voy a cerrar los ojos.
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25
… no con los sentimientos del ego que siempre y de alguna manera están centrados en su egocentrismo, sino con los de la amistad, desinteresada en cuanto a tus intereses egoístas pero interesada en cuanto al bienestar del otro, extensible a todos los demás que fueron, son y serán…
26
… el reflejo aquí del Amor de Dios por nosotros, Que es el mismo que —uno en Cristo— le tenemos a él
27
… que emerge en ti desde lo más profundo de tu subconsciente cuando quieres amar como realmente amamos y nos aman en el eterno Presente de la Unicidad de Dios
28
… tu espíritu, la parte —lamentablemente minoritaria— de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo cuando decides una y otra y otra vez pensar con Él en vez de con tu ego
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
8
EL VIAJE DE REGRESO
T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
25-41
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T8.5 [25] 1 Si la Voluntad de Dios dispone para Ti
1 completa Paz y Alegría y, si eso
2 no es lo
único que experimentas, es que te
estás negando a
reconocer Su Voluntad.
2 Su Voluntad no fluctúa, al ser eternamente inmutable.
3 Cuando no estás en paz, se debe únicamente a que no crees que realmente
estás en Él.
4 Pero Él es Todo en Todo
3.
5 Su Paz
es completa
4 y, por consiguiente, tú
tienes necesariamente que estar incluido en Ella.
6 Sus leyes te gobiernan, porque gobiernan
Todo
5.
7 No te puedes excluir de Sus leyes, aunque
puedes desobedecerlas.
8 Y, si lo haces, y
sólo en ese caso, te
sentirás solo y desamparado porque te
estarás negando todo
6.
T8.5 [26] 9
He venido como una luz al mundo que,
de hecho
, se niega todo
7
a él mismo.
10
Y lo hace, simplemente, disociándose
de
todo.
11
Por consiguiente, este mundo es una ilusión de aislamiento que se
mantiene vigente
por el miedo a la misma soledad que
es
su ilusión.
12
Les he dicho que estoy con ustedes todo el tiempo, incluso hasta el fin del mundo.
13
Por
eso
soy la luz del mundo.
14
Si estoy con ustedes en la soledad del mundo,
la soledad se va, desaparece
8
.
15
No puedes
mantener la ilusión de soledad si
9
no
estás solo.
16
Así que mi propósito sigue
siendo
el de vencer al mundo.
17
Yo no lo ataco, pero mi luz tiene necesariamente que desvanecerlo
10
, por razón de
lo que él es
.
|
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1
… el Alma en la que todas las Almas son Uno, Que es el Hijo de Dios
2
… el reflejo de eso aquí
3
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en el Alma única de Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto, no existe más nada realmente. Ver
T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
4
… en el Cielo y en la Tierra
5
… Lo que es eterno, es decir, Todo lo creado por Dios.
6
… lo que es la
Unicidad
que, con mayúscula, es en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea de nuestra mente acertada o espíritu, nacida del
anhelo natural
de unir amorosamente todas nuestras Almas, Una en el Alma única de Cristo o del Hijo único de Dios, en una experiencia interna que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción del ego de nuestros cuerpos en este mundo nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
7
… el reflejo aquí de Lo eterno
8
… de sus fueros internos…
9
… realmente
10
… en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo…
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T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
27-28
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T8.5 [27] 18 La luz no
ataca a la oscuridad, pero
la desvanece con su resplandor.
19 Si mi luz va contigo a todas partes,
desvaneces la oscuridad
conmigo.
20 La luz se vuelve
nuestra, y ya
no morarás más en la oscuridad ni ésta morará dondequiera que vayas.
21 Acordarte de mí
11
es acordarte de ti mismo
12 y del Que me envió a ti.
22 Tú
estabas en la oscuridad
13 hasta que todas y cada una de las partes de la Filiación hicieron completamente la Voluntad de Dios
14.
23 Cuando esto se hizo,
todos La cumplieron perfectamente.
24 ¿De qué otra manera
se hubiese podido cumplir perfectamente?
25 Mi misión consistió simplemente en
unir la Voluntad de la Filiación
con la Voluntad del Padre, mediante mi propia concienciación de la Voluntad del Padre.
26 Ésta es la concienciación
15 que vine a
ofrecerte, y el problema que
tienes en aceptarla
es el problema de este mundo
16.
27 Disipar este problema es la salvación y, en este sentido,
yo soy la salvación del mundo.
T8.5 [28] 28
El mundo
me tiene que
despreciar y rechazar porque el mundo
constituye
la creencia de que el Amor
17
es imposible.
29
Tus
reacciones contra mí
son
las reacciones del mundo contra Dios.
30
Si aceptaras el hecho de que estoy contigo,
estarías negando
al mundo y
aceptando a Dios
.
31
Mi voluntad
es
la Suya, y
tu
voluntad de escucharme
es
la decisión de escuchar la Voz Que habla por Él y cumplir Su Voluntad.
32
Así como Dios me envió a ti, así Yo te enviaré a los demás.
33
Y te acompañaré
hasta
ellos para que podamos enseñarles a unirse y a estar en paz.
|
|
11
… perdonando al otro (s) y extendiendo los milagros que te sugiera el Espíritu Santo
12
… como
Cristo
que, en mi fuero interno, es la divina experiencia de mi
mente acertada o espíritu
—la parte de mi mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo— en un instante santo del
mundo real
, de la unión con el Alma del otro(a) por haberlo(a) perdonado completamente, experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45], T1.1.34 [48], T30.6 [63], T31.1 [9]
13
… en el momento de la separación
14
… en la mente de Jesús cuando, habiendo perdonado a todos y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo, despertó del sueño de la separación y se convirtió en Cristo.
15
… pensando y creyendo con el Espíritu Santo…
16
… cuya concienciación de su
mente equivocada
o
ego
está aferrada al razonamiento, lógica, sentido común y pruebas pseudo-científicas del ego…
17
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], L46, L67, L68, L195
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T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
29-32
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T8.5 [29] 34 ¿Acaso no crees que el mundo
necesita tanta paz como tú?
35 ¿No querrías
dársela tanto como quieres
recibirla?
36 Pues a menos que se la des,
no la recibirás.
37 Si quieres recibirla de mí,
tendrás que darla.
38 La rehabilitación no proviene de nadie
más.
39 Puedes recibir
orientación de fuera, pero tienes que
aceptarla en tu fuero interno.
40 La guía que recibas tendrá que convertirse en la que
tú realmente quieres pues, de lo contrario, no tendrá significado para ti.
41 Por eso la rehabilitación es una tarea de colaboración.
T8.5 [30] 42 Puedo decirte lo que tienes que
hacer, pero eso no te va a ayudar a menos que colabores creyendo que
yo sé lo que hay que hacer.
43 Sólo entonces tu
mente decidirá seguirme.
44 Sin
tu voluntad, no te
podrás rehabilitar.
45
La motivación de curarte es el factor crucial en la rehabilitación.
46 Sin ella, estarías decidiendo en
contra de la curación
18, y tu veto en contra de lo que quiero
para ti
haría que tu curación fuese imposible.
47 Si para curar
19
se requiere nuestra voluntad conjunta, a menos que
se unan
no podrás curarte.
48 Esto es obvio si reflexionas sobre el propósito de la curación.
49 La curación es la manera de superar la separación,
50 y la separación se supera mediante la
unión.
51
No es posible superarla separándonos.
T8.5 [31] 52 La
voluntad de unirse tiene que ser inequívoca o, de lo contrario, la propia voluntad se
encontrará dividida o
no completa.
53 Tu voluntad es el medio por el que determinas tu propia condición porque tu voluntad es
el mecanismo que decide
20.
54 Ella es el poder que hace que te separares o te unas y, en consecuencia, experimentes dolor o alegría.
55 Mi voluntad no puede
sobreponerse a la tuya
porque la tuya es tan poderosa como la mía.
56 De no ser así, los Hijos de Dios serían desiguales.
57 Todo es posible para nuestras voluntades
unidas cual una, pero por sí sola la mía no puede ayudarte.
58 Tu voluntad es tan libre como la mía, y ni siquiera Dios Mismo se opondría a ella.
59 Yo no puedo querer lo que Dios
no quiere.
60 Te
puedo ofrecer mi voluntad para hacer que la
tuya sea invencible, pero
no puedo oponerme a la tuya sin rivalizar con ella, lo cual violaría lo que la Voluntad de Dios ha dispuesto para ti.
T8.5 [32] 61
Nada creado por Dios puede oponerse a tu voluntad, de la misma manera que Nada creado por Dios puede oponerse a La Suya.
62
Dios
dio
a tu voluntad el poder que ella posee, y yo no puedo sino respetarlo en honor del
Suyo
.
63
Si quieres ser
como
yo, te ayudaré, pues
sé
que realmente somos iguales.
64
Si quieres ser
diferente
, esperaré hasta que cambies de parecer.
65
Yo puedo
enseñarte
, pero sólo tú puedes decidir
escuchar
mis enseñanzas.
66
¿Cómo podría ser de otra manera, si el Reino de Dios
es
libertad?
67
Nadie puede aprender lo que es la libertad si está sometido a
cualquier
clase de tiranía, y
21
la perfecta igualdad de
todos
los Hijos de Dios no podría reconocerse si una voluntad ejerciese dominio sobre otra.
68
Los Hijos de Dios son iguales en cuanto a sus voluntades se refiere, por ser todos ellos lo que la Voluntad de su Padre dispuso.
69
Ésta es la
única
lección que vine a enseñar, sabiendo que es verdad.
|
|
18
Curación
es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver
T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17, M22, M23
19
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo,
curar
es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente a los instantes santos del mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.9 [106], T5.3 [18], T19.2, L137, L139
20
… entre pensar con el ego o pensar con el Espíritu santo; créele al ego o creerle al Espíritu Santo…
21
… el reflejo aquí, en la mente, de
22
… como egos
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T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
33-34
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T8.5 [33] 70 Cuando la voluntad de ustedes
no es igual a la mía, tampoco es igual a La de nuestro Padre.
71 Esto significa que aprisionaron la de
ustedes y no la
han dejado ser libre.
72 Por sí mismos
22 ustedes no pueden hacer nada
23, porque por sí mismos realmente no
son nada
24.
73 Yo no soy nada sin el Padre
25, y
ustedes
26 no son nada sin
mí
27, porque al
negar al Padre ustedes se están negando
a sí mismos
28.
74
Siempre me acordaré de ustedes
29, y en
mi recuerdo
de ustedes radica el recuerdo de
ustedes mismos
30.
75 En nuestro
mutuo recuerdo radica nuestro recuerdo de Dios.
76 Y en ese recuerdo radica la libertad de ustedes, porque esta libertad
31
está en Él.
77 Así pues, únanse a mí en alabanza de Él
y de ustedes, a quienes
32 Él creó.
78 Éste es nuestro presente de gratitud hacia Él, presente que compartirá con
todas Sus creaciones, a las cuales da por igual todo Lo que es aceptable para Él.
79
Por ser aceptable para Él, este presente constituye el don de la libertad, que
es Su Voluntad para todos Sus Hijos.
80
Al ofrecer libertad,
ustedes se liberarán.
T8.5 [34] 81
La libertad es el único presente que puedes ofrecer a los Hijos de Dios, por ser el
reconocimiento
de lo que
ellos
realmente son, y de Lo que
Él
es.
82
Estar libre es crear, porque es amar.
83
Al que tratas de aprisionar,
no
lo amas.
84
Por consiguiente, cuando tratas de aprisionar a
alguien
, incluyéndote
a ti mismo
, es que no lo amas y no te puedes identificar
con
él.
85
Cuando te aprisionas a ti mismo, pierdes de vista tu verdadera identificación, porque no te puedes identificar conmigo
33
y con el Padre.
86
Tu identificación
es
realmente con el Padre y con el Hijo
34
,
87
ya que es
imposible
identificarte con Uno y no con el otro.
88
Si eres parte de Uno, eres parte del otro, ya que Ambos
son
realmente Uno.
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23
… para rehabilitarse o curarse…
24
… en el Cielo, Que es Donde todos —como Almas— estamos realmente como Uno en Cristo, el Hijo único de Dios…
25
… con Quien, como Cristo Que realmente soy, soy Uno
26
… cuando piensan, perciben y actúan con el ego
27
… como Cristo que soy, en Quien tú, yo y todos los demás somos realmente Uno
28
… como Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno.
29
… como el Hijo único de Dios Que realmente son
30
… como Cristo
31
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T13.7 [62], T17.6 [52], L199, LR6 (-206)
32
… como Alma El término
Alma
, siempre con mayúscula, es el Pensamiento único de Dios Que Él creó semejante a Sí Mismo, entendiéndose que, al ser de Dios, el Alma es eterna y nunca nació. Todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— cuando nos unimos como Uno en Cristo, somos el Hijo único de Dios, Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad.
Nada
puede llegar al Alma desde el ego, ni nada
del
Alma puede reforzar al ego o aminorar el conflicto interno de éste, porque el Alma no puede percibir y el ego es incapaz de conocer. Por tanto,
no están comunicados
ni jamás
lo estarán
. Ver
T2.2 [20], T4.2 [8], [14] y [19], T9.9 [79], T10.5 [31]
33
… como uno en Cristo
34
… el otro a quien has perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo
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T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
35-37
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T8.5 [35] 89 La Santísima Trinidad es santa
porque es Una.
90 Si te
excluyes de esta unión, percibirás a la Santísima Trinidad como separada de ti.
91
Tienes necesariamente que estar incluido
en Ella porque Ella lo
es Todo.
92 A menos que ocupes el lugar que te corresponde en Ella y cumplas tu función
35
como Parte de Ella, estará tan desposeída como
tú.
93 Ninguna de Sus partes puede estar aprisionada si Su Verdad
36 ha de conocerse.
94 ¿Es que es posible estar separado de tu identificación
37 y tener paz?
95 La disociación
no es una solución sino una
alucinación.
96 Los que alucinan creen que la Verdad los va a
agredir, y así
no La quieren ver porque
prefieren la alucinación.
97 Al juzgar a la Verdad como algo que
no quieren, perciben la decepción y bloquean el conocimiento
38.
T8.5 [36] 98 Ayúdales ofreciéndoles
tu voluntad unificada
39 a favor de ellos, tal como yo te ofrezco la mía a favor
tuyo.
99 Solos no podemos hacer nada, pero
juntos, nuestras voluntades se funden en algo cuyo poder es mucho mayor que el poder de cada una por separado.
100 Al
no estar separadas, la Voluntad de Dios
40 se establece
en ellas y se
vuelve nuestra.
101 Esta voluntad
es invencible
porque es indivisa.
102 La voluntad
indivisa de la Filiación — Que es la Voluntad de Dios— es la perfecta creadora, al ser completamente semejante a Dios.
103 No
te puedes excluir de ella si quieres comprender Lo que ella es y lo que
tú realmente eres.
104 Cuando separas tu voluntad
de la mía
41, te
estás excluyendo de la Voluntad de Dios, Que realmente
eres tú.
T8.5 [37] 105
No obstante, curar sigue siendo unir las partes en un todo.
106
Por consiguiente, curar es
unirte
a los que ves como
semejantes
a ti, porque percibir esta semejanza
es
reconocer al Padre.
107
Si
Tu
Perfección
42
está en Él, y
sólo
en Él, ¿cómo podrías
conocerla sin
reconocerlo a Él?
108
Reconocer a Dios
es
reconocerte a ti mismo
43
.
109
No
hay
separación entre Dios y Su creación
44
.
110
Te darás cuenta de esto cuando comprendas que no hay separación entre
tu
45
voluntad y la
mía
.
111
Deja que el Amor de Dios brille sobre ti, mediante tu aceptación de mí.
112
Mi
Realidad es La Tuya
y
La de Él.
113
Cuando unes
tu
mente a la mía, estás avisando a tu concienciación que la Voluntad de Dios es Una.
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35
Nuestra
verdadera función
es tratar de ser aquí un reflejo de lo que realmente somos todos en la eterna Unicidad: Almas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios; reflejo que se logra en el instante santo del mundo real, después de haber aceptado el Redimir para sí mismo y luego, haber perdonado totalmente a otro y extendido los milagros sugeridos por el Espíritu Santo. A cada persona el Espíritu Santo le asigna una función especial en la salvación que sólo ella puede desempeñar, porque es una parte que le fue asignada
únicamente
a ella. Y el plan no se habrá llevado a término hasta que ella descubra cuál es su función especial, y desempeñe la parte que le fue asignada para completarse a sí misma en el otro y en los demás, en un mundo donde rige la incompleción. Ver
T18.6 [45], T20.5 [32], L62, L64, L65, L66, L99
36
… que todos, como Almas, somos realmente Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y Cristo es Uno con Dios…
37
… con Cristo
38
Conocimiento
, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios: que están compartiendo con Dios, en perfectas paz y alegría, Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula,
conocimiento
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver
T3.5 [35] y [37], T25.4 [25]
39
… con La de Dios
40
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
41
… por pensar con el ego
42
… eterna
43
… como Cristo, en Quien todos, como almas, somos realmente Uno.
44
… En este caso, tú, como Cristo, Su único Hijo, cuando piensas y percibes con el Espíritu Santo.
45
… verdadera
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T8.5
LA LUZ DEL MUNDO
pár
38-41
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T8.5 [38] 114 La Unicidad de Dios
46 y la de nosotros
47 no están separadas porque Su Unicidad
abarca la nuestra
48.
115 Unirse
a mí es restituir el poder de Dios
en ustedes,
porque lo estaríamos compartiendo.
116 Sólo les puedo ofrecer la posibilidad de que
reconozcan Su poder en ustedes, pero en eso radica
toda la Verdad.
117 En la medida en que ustedes y yo
nos unamos, en esa misma medida
nos estaremos uniendo a Él.
118 ¡Gloria a la unión de Dios con Sus santos Hijos!
119 Toda gloria reside
en ellos
porque están unidos.
120 Los milagros
49 que
extendemos dan testimonio de lo que el Padre quiere para Su Hijo, y de nuestra alegría al unirnos
a lo que Su Voluntad quiere
para nosotros.
T8.5 [39] 121 Cuando
50 te unes a mí lo haces
sin el ego, porque yo renuncié al ego en mí y, por consiguiente,
no puedo unirme al tuyo.
122 Por tanto,
nuestra unión es la forma de renunciar al ego en
todos ustedes.
123 La Verdad en nosotros dos
51 está
más allá del ego.
124 Al querer unirte,
has ido más allá del ego hacia la Verdad.
125 Nuestro éxito en trascender el ego está garantizado por Dios, y yo puedo compartir mi perfecta confianza
en Su promesa porque sé que me dio esta confianza para nosotros dos y para
todos nosotros.
126 Devuelvo la paz de Dios a todos Sus pequeños hijos, porque la recibí de Él para todos nosotros.
127 Nada puede prevalecer contra nuestras voluntades unidas, porque nada puede prevalecer contra la Voluntad de Dios.
128 ¿Quieres conocer lo que la Voluntad de Dios dispone para
ti?
129 Pregúntamelo, que lo sé
para ti, y tú lo sabrás.
130 No
te negaré nada, tal como Dios no
me niega nada a mí.
T8.5 [40] 131 Lo nuestro es simplemente el viaje de regreso a Dios, Que es nuestro hogar.
132 Cada vez que el miedo
52 se interpone en el camino hacia la paz, es
siempre porque el ego ha tratado de
viajar con nosotros y
no es capaz de hacerlo.
133 Presintiendo la derrota e irritado por ella, el ego se considera rechazado y se vuelve vengativo.
134 Eres invulnerable a sus represalias
porque Yo estoy contigo
53.
135 En este viaje me has escogido para ser tu compañero
en vez de tu ego.
136 No trates de aferrarte a ambos pues, si lo haces, tratarás de caminar al mismo tiempo en diferentes direcciones y te perderás.
T8.5 [41] 137
El camino del ego no es mi camino, pero
tampoco
es el
tuyo
.
138
El Espíritu Santo ofrece a
todas
las mentes
una
sola orientación y, por consiguiente, la que me enseñó
es
también la
tuya
.
139
No perdamos de vista Su orientación en medio de las ilusiones, pues
sólo
las ilusiones sobre otra orientación podrían oscurecer aquella a favor de la cual la Voz de Dios habla en todos nosotros.
140
Nunca otorgues al ego el poder de interferir en el viaje, pues realmente no lo
tiene
, ya que este viaje es el camino hacia lo que es
verdad
.
141
Deja atrás
todo
engaño y esquiva todos los intentos del ego para demorarte.
142
Voy
por delante de ti porque
estoy
más allá del ego.
143
Por consiguiente, toma mi mano, pues tú también
quieres
realmente trascender al ego.
144
Mi voluntad
nunca
te faltará y, si la
quieres
compartir,
lo harás
.
145
Te la doy gustosamente y de todo corazón, porque te necesito tanto como
tú
me necesitas
a mí
.
|
|
46
… con Cristo, Su único Hijo
47
… con las Almas de nuestros hermanos
48
… en el Cielo, Que es Donde todos, como Almas, somos realmente Uno en Cristo, Quien es Uno con Dios, Su Padre.
49
Un
milagro
es la máxima expresión de
Amor
que podemos experimentar en nuestro
espíritu
cuando, después de haber aceptado el
Redimir
para nosotros mismos y haber logrado
perdonar
a nuestro hermano por lo que
realmente
no hizo, se corre en nuestra
mente
el velo que nos impedía verlo con la
visión de Cristo
, y nos extendemos a su
Alma
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad
—Que es Donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas— somos Una en Cristo
,
el Hijo único de Dios. En este sentido, al reflejar aquí las Leyes de Dios y la
Verdad
, el milagro trasciende las leyes de este mundo. El uso primario del milagro que hace el
Espíritu Santo
por medio de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar la mente del hermano que hemos perdonado de su creencia en la
realidad
del
ego
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El milagro es el medio para alcanzar la
meta
del Curso. El milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta mediante un acto de
fe
. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y,
LTe.13 (-L341)
50
… como Cristo, en Quien todas nuestras Almas son realmente Una,
51
… como Cristo Que ahora somos, en Quien todos, como Almas, somos realmente Una
52
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T2.4, T4.5, T5.7, T11.3, T12.3, T21.5, T23.5, T24.7, T27.3
53
… como uno en Cristo.
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