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T19.3 [19] 14
El Hijo de Dios
puede
estar equivocado,
engañarse
a sí mismo, e incluso usar el poder de su mente
contra
sí mismo
11
.
15
Pero
no puede
pecar realmente
12
.
16
No hay nada que pueda hacer que altere
realmente
Su Realidad
de ninguna
manera o que lo haga
realmente
culpable
13
.
17
Eso es lo que el pecado
quisiera
hacer, pues es su
propósito
.
18
Pero a pesar de toda la salvaje demencia inherente a toda la
idea
del pecado,
éste
sigue siendo realmente
imposible
.
19
Pues el costo del pecado
es
la muerte y, ¿cómo podría perecer Lo que es inmortal?
UCSM TEXTO CH 19, III
T19.3
El PECADO
versus
el ERROR
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 213
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
L213 (L193) 1
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
2
Una lección es un milagro
1
que Dios me ofrece, en lugar de los pensamientos que hice que me hacen daño.
3
Lo que aprendo de Él se convierte en el modo en que me libero.
4
Y por eso, decido aprender Sus lecciones y olvidar las mías.
|
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
1
Un
milagro
es la máxima expresión de
Amor
que podemos experimentar en nuestro
espíritu
cuando, después de haber aceptado el
Redimir
para nosotros mismos y haber logrado
perdonar
a nuestro hermano por lo que
realmente
no hizo, se corre en nuestra
mente
el velo que nos impedía verlo con la
visión de Cristo
, y nos extendemos a su
Alma
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad
—Que es Donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas— somos Una en Cristo
,
el Hijo único de Dios. En este sentido, al reflejar aquí las Leyes de Dios y la
Verdad
, el milagro trasciende las leyes de este mundo. El uso primario del milagro que hace el
Espíritu Santo
por medio de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar la mente del hermano que hemos perdonado de su creencia en la
realidad
del
ego
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El milagro es el medio para alcanzar la
meta
del Curso. El milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta mediante un acto de
fe
. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y,
LTe.13 (-L341)
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.3
El PECADO
versus
el ERROR
17-24
|
T19.3 [17] 1
Es
esencial
que no se confunda el error
1
con el pecado
2
, ya que esta distinción es la que hace posible la salvación
3
.
2
Pues el error puede ser corregido y lo torcido, enderezado.
3
Pero el pecado, de ser
4
posible,
sería
irreversible.
4
La creencia en el pecado está necesariamente basada en la firme convicción de que son las
mentes
, y
no
los cuerpos, las que atacan.
5
Y así, la mente
es
culpable y lo será siempre, a menos que una mente que no sea parte de ella pueda darle la absolución
5
.
6
El pecado exige castigo del mismo modo en que el error pide corrección, y la creencia de que el castigo
constituye una
corrección es claramente una locura.
|
|
1
… según el Espíritu Santo,
2
… según el ego: El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
3
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
4
… en el Cielo realmente
5
La
Mente
, con mayúscula, se refiere a la Mente única de Dios o de Cristo, y representa el agente que activa al Espíritu, aportándole su energía creadora. El Espíritu es el Pensamiento de Dios Que Él creó a Su semejanza. El Espíritu unificado es el Hijo único de Dios, o Cristo, en Quien nuestras Almas perfectas y eternas son Uno. En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar acertada o equivocada dependiendo de la voz que escuche. El
Curso
la describe como si tuviese dos partes: el espíritu (o mente acertada) y el ego. El espíritu es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El ego es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T30.4 [43], T6.5 [46] 11, T6.5 [48]
|
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T19.3
El PECADO
versus
el ERROR
pár 18
|
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T19.3 [18] 7
El pecado no es un error, pues el pecado implica una arrogancia de la cual carece el error.
8
Pecar supondría violar la Realidad
6
y lograrlo
.
9
El pecado es la proclamación de que el ataque es real y de que la culpa
7
está
justificada
.
10
Asume que el Hijo de Dios es culpable y, por consiguiente, que ha
conseguido
perder su inocencia y también convertirse a sí mismo en algo que Dios
no
creó.
11
Así, la Creación
8
se ve como que
no
es eterna y la Voluntad de Dios
9
, como susceptible de ser atacada
y derrotada
.
12
El pecado es la "gran ilusión" que subyace a
toda
la grandiosidad del ego
10
.
13
Pues
debido
a él, Dios
Mismo
cambia y se torna incompleto.
|
|
6
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T3.6 [50] 82, T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
7
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
8
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la
creación
es el reflejo de la Creación eterna Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que "hacemos" según las leyes de este mundo. Ver
T2.1 [5] 16, T14.4 [36] 110, T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
9
La
Voluntad de Dios
, en Su eterna Unicidad, es amar y ser amado en paz y alegría por Su único Hijo, Cristo, en Quien todos —como Almas perfectas y eternas— somos realmente Uno y Quien es Uno con Dios, Su Padre. Aquí, la Voluntad de Dios quiere decir que por medio del perdón y de la extensión de milagros nos volvamos el reflejo de la eterna Unicidad en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64-65], T13.5 [41]
10
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Pensar de Amor de la eterna Unicidad —en el Cual, todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en el Alma del Hijo único de Dios, Quien es Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, por haber olvidado el Hijo de Dios reírse de ese pensar individual, éste se convirtió, en la ahora mente separada, en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
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T19.3
El PECADO
versus
el ERROR
pár 19-21
|
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T19.3 [19] 14
El Hijo de Dios
puede
estar equivocado,
engañarse
a sí mismo, e incluso usar el poder de su mente
contra
sí mismo
11
.
15
Pero
no puede
pecar realmente
12
.
16
No hay nada que pueda hacer que altere
realmente
Su Realidad
de ninguna
manera o que lo haga
realmente
culpable
13
.
17
Eso es lo que el pecado
quisiera
hacer, pues es su
propósito
.
18
Pero a pesar de toda la salvaje demencia inherente a toda la
idea
del pecado,
éste
sigue siendo realmente
imposible
.
19
Pues el costo del pecado
es
la muerte y, ¿cómo podría perecer Lo que es inmortal?
T19.3 [20] 20
Uno de los
más importantes
credos de la religión demente del ego es que el pecado no es un error sino la
verdad
, y que es la
inocencia
la que pretende engañarnos.
21
La
pureza
se considera arrogancia, y la aceptación de nuestro yo
como pecador
se percibe como santidad.
22
Y esta doctrina es la que
reemplaza
a la Realidad del Hijo de Dios tal como su Padre Lo creó, y tal como quiso que fuese eternamente.
23
¿Es esto
humildad
?
24
¿O más bien un intento de sacar a la Creación
fuera
de la Verdad
14
y mantenerla separada?
T19.3 [21] 25
Cualquier
intento de reinterpretar el pecado como un error siempre será indefendible para el ego.
26
La
idea
del pecado es
absolutamente
sacrosanta en su sistema de pensamiento, y sólo puede abordarse con respeto y miedo reverente.
27
Es el concepto más "sagrado" del sistema del ego: gratificante y poderoso, completamente cierto, y que tiene
necesariamente
que ser protegido por todas las defensas que el ego tiene a su disposición.
28
Pues en el pecado radica su "mejor" defensa, a la que todas las demás se pliegan.
29
El pecado es su armadura, su protección y el
propósito
fundamental de la relación especial
15
tal como el ego la interpreta.
|
|
11
… fabricando o haciendo en un sueño —¿duermen las Almas…?— el tiempo y el espacio y todo lo que éstos han contenido, contienen y contendrán…
12
… porque realmente, no es uno de los innumerables cuerpos que su evolución ha hecho, en esta realidad del ego, que sean concebidos, nazcan, crezcan, multipliquen, desmejoren, enfermen, se maten entre sí, en vejezcan y/o, finalmente, desaparezcan en la nada de donde vinieron…
13
… pues la eterna Unicidad de Dios es inmutable y, en Ella, Que es donde todos realmente estamos, no puede haber pecado ni culpa, sólo Amor eterno y Alegría eterna.
14
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
15
La
relación especial
es la que, pensando, percibiendo y actuando con nuestro ego, entablamos con una o más personas especiales que poseen atributos especiales, con las cuales esperamos llenar nuestras necesidades igualmente especiales. Constituye la renuncia a la eterna y alegre concordia del perfecto Amor que nuestras Almas profesan unas con otras y —Una en Cristo, el Hijo único del Padre— con Dios en Su Unicidad, extendiéndose así la Creación. Es el intento del ego de asegurar para sí el especialismo que Dios le negó, nacido del deseo oculto de que Dios amara a Su Hijo, ahora separado, con un amor especial. Es el insincero interés, amor, amistad o aprecio por otra u otras personas que nuestro ego utiliza para constituir con ellas relaciones por medio de las cuales alcanzar algunos de sus objetivos personales. A veces, estas relaciones especiales devienen en dependencia o codependencia, pero que, en todo caso, siempre constituyen ataques velados. Ver
T15.6-10, T16, T17.5 [28]
|
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T19.3
El PECADO
versus
el ERROR
pár 22-24
|
|
T19.3 [22] 30
Puede afirmarse ciertamente que el ego
edificó
su mundo sobre el pecado.
31
Únicamente en un mundo así
podría
todo ser al revés
16
.
32
Ésta
es
la extraña ilusión que hace que las nubes de la culpa
17
parezcan
densas e impenetrables.
33
La solidez que los cimientos de este mundo
parecen
poseer,
descansa
en ello.
34
Pues el pecado
ha
modificado la Creación, de ser una Idea de Dios a ser un
ideal que el ego
quiere: un mundo gobernado por
él
, integrado por cuerpos que son inconscientes y capaces de caer en la más
completa
corrupción y decadencia.
35
Si esto es una
equivocación
, la Verdad lo puede deshacer fácilmente,
36
pues
todo
error puede ser corregido sólo con que se permita a la Verdad juzgarlo.
37
Pero si al error se le otorga el
estatus
de la verdad, ¿ante qué
se podría
llevar?
38
La "santidad" del pecado se mantiene intacta debido únicamente a este extraño mecanismo.
39
En cuanto que
verdad
, el pecado
es
inviolable, y todo se lleva ante
él
para ser juzgado.
40
Pero si es un
error
, es
él
el que tiene que ser llevado ante la Verdad.
41
Es imposible tener fe en el pecado, pues el pecado
es
falta de fe.
42
No obstante, sí
es
posible tener fe
18
en el hecho de que cualquier
error
puede ser corregido.
T19.3 [23] 43
No hay una sola piedra en toda la ciudadela fortificada del ego defendida más celosamente que la idea de que el pecado es real: constituye la expresión
natural
de lo que el Hijo de Dios ha
hecho
de sí mismo
y de lo que es
.
44
Para el ego
eso no es una equivocación
.
45
Pues ésa
es
su realidad: la "verdad" de la que
siempre
será imposible escapar
19
.
46
Éste es su pasado, presente, y futuro.
47
Pues de alguna manera se las ha arreglado para corromper a su Padre y hacerle cambiar Su Pensar
por completo
.
48
¡Llora, pues, la muerte de Dios, a Quien el pecado ha asesinado!
49
Éste
sería
el deseo del ego, que en su demencia cree haber
logrado
.
T19.3 [24] 50
¿No
preferirías
que todo esto no fuese más que una
equivocación, completamente
corregible, y de la que fuese tan fácil escapar que rectificarla totalmente sería tan sencillo como atravesar la neblina y llegar hasta al sol?
51
Pues eso es todo lo que
es
.
52
Quizá te sientas tentado de
coincidir
con el ego en que es mucho mejor ser pecador que estar equivocado.
53
Pero piensa detenidamente antes de permitirte tomar esa decisión.
54
No la tomes a la ligera, pues
es
elegir entre Cielo e infierno.
|
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16
… de la La
Unicidad
, con mayúscula es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que es la eterna Unicidad de Dios. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
17
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
18
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
19
… para los cuerpos cuyas mentes creen en la realidad del ego (aquí, tocas madera… Pero, ¿con qué estas tocando esa madera? ¿Con tus dedos, que pertenecen a la misma realidad de la madera que están tocando y de los sentidos que nos informan sobre nuestros cuerpos… De esa realidad percibida con el sistema de pensamiento del ego nadie se puede escapar. Ni el propio Jesús pudo escapar de la muerte. Sólo podemos tratar de ver al mundo de otra manera. Podemos tratar de verlo a través del prisma del Amor que nos trae y nos enseña el Espíritu Santo por medio de nuestros impulsos amorosos.
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