“Siga predican, cuando es necesario use palabras”
Domingo 30 junio, 2019
2 Reyes 2:1-2, 6-14; Gálatas 5:1, 13-25; Lucas 9:51-62
Por: Bill Cotton
Lucas 9:62
Jesús le contestó: —Ninguno que, habiendo puesto su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el reino de Dios.
Gálatas 5:14
Porque toda la Ley en esta sola palabra se cumple: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
2 Reyes 2:14
Después tomó el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, y dijo: «¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?». Apenas hubo golpeado las aguas del mismo modo que Elías, estas se apartaron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó.
Las lecturas para domingo son un bufet para el/la predicador/a. El Evangelio ofrece un aviso severo: “No mirar atrás.” Pablo ofrece a todos los que viven por la ley un mandato sólo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Y en 2 Reyes encontramos el manto del profeta pasado de Elías a Eliseo. Para meditar en ese texto uno necesita la música de “Carros de Fuego” en el fondo.
En la Conferencia de Iowa, el 30 de junio es el día para despedirse de pastores que se mudan. Y estamos cerca al 4 de julio, un tiempo para celebrar amor a nuestro país, etc. Así que, ¿qué debe hacer el/la predicadora?
Recientemente Jan me dio el libro
Canciones de América [Songs of America]
, escrito por John Meacham y Tim McGraw. El subtítulo es
Patriotismo, Protesta, y la Música que Creó una Nación [Patriotism, Protest, and the Music that Made a Nation.
Los escritores presentan el argumento que la música da coraje a una nación. Ken Burns nos acuerda que oímos la historia de América, el bien y el mal, en canción. Canciones de América lo hacen posible encontrar la verdad. Y ciertamente el genio de la fe cristiana se monta en las palabras de los himnos grandes y pequeños. Se me ocurre que nosotros la iglesia somos salvados por nuestra música. La música suaviza y justifica, y lo hace posible que superemos y venzamos. Los escritores preguntan, “¿De verdad qué habría sido el Movimiento para Derechos Civiles sin la promesa que
superaremos [we shall overcome]?
” Tal música nos guió a lo que Martin Luther King, Jr. nombraría
la comunidad amada
. Se dice que King lloró como escuchó a Lyndon Johnson proclamar las palabras “superaremos” al Confreso en su discurso para justificar la aprobación de la propuesta sobre los derechos de votar. La canción de un movimiento se había convertido en el mantra de un presidente.
En tiempos recientes nosotros la Iglesia hemos sido duros con nosotros mismos. Y parte de nuestro problema es que nos hemos apartado de los grandes himnos de la fe. La teología del metodismo fue enseñada en esos himnos maravillosos de Carlos Wesley. Pensaba en esto mientras escuchaba la banda de alabanza en nuestra reciente Conferencia Anual. Los jóvenes estaban llenos de energía y hacían lo mejor que pudieran. Pero una cosa les faltaba: necesitaban conectar con nuestras tradiciones, nuestro pasado, para que funcionara.
Todavía recuerdo asistiendo al primer servicio de culto de jazz en la majestuosa Capilla de Perkins en la Southern Methodist University en los 60. Su recepción fue mixta. Pero aquel día, “
Sólo excelso, amor divino
” a la jazz tomó un significado totalmente nuevo para mí.
Siempre he pensado que Dios debe haber cantado la creación del mundo. Job nos acuerda que suenan los bordes del cielo. Y Salmos 150 quiere que nos volvamos con alabanzas innombrables – para incluir todos los instrumentos de sonido. No hemos llegado allá todavía con nuestra música, pero puede ocurrir.
El 30 de junio también es el día para despedirse a los pastores que su mudan. Lo que aprendí en más de 50 años como pastor es que en este negocio,
hacemos más amigos que podemos guardar.
El mudar siempre es un interrupción, hay cosas dejadas incompletas. Pero, vemos al viejo Elías yendo más en un carro de fuego, dejando atrás al Joven Turco Eliseo. La antorcha ya es pasada a la próxima generación. Y eso es nuestro llamado, confiar en el sistema y dejar que el/la nuevo/a pastor/a haga la suya.
Como me envejezco pienso más en América. ¿Qué significa a este teólogo, que algunas discutía dónde o si la bandera debe estar en el santuario? Entonces recordé algunas palabras acerca de un conductor de autobús escolar:
“Mirando fijamente a las caras en el espejo retrovisor,
mirando la promesa de la tierra prometida,
un niño sueña con fama y fortuna
un niño ayuda a pagar el alquiler
Uno podría encontrarse en la prisión
Es posible que una podría ser presidente
Solamente en América
Soñando en rojo, blanco, y azul
Solamente en América
Donde soñamos tan grande como queramos
Todos recibimos una oportunidad
Todos pueden bailar
¡Solamente en América!”
– Palabras por Kix Brooks de Brooks & Dunn
Esto sueños pueden realizarse, especialmente si tomamos seriamente el mandato de Pablo en Gálatas de “amar a tu prójimo como a ti mismo.” Pues, si te quedas o si te mudas, que sigamos el consejo de San Francisco “siga predicando y cuando sea necesario use palabras.”
Querido Dios, Creador del cielo y de la tierra, dador de vida y aliento, fabricante de color y belleza, danos el poder de cantar tus alabanzas, de cuidar tu Tierra, de proteger a los débiles, y de celebrar el don de la vida. Oramos en el nombre de Jesús el Cristo. Amén.