gráfico por
©Deposit Photos
|
T31.5 [59] 115
El mundo no te puede enseñar imágenes de ti, a menos que
quieras
aprender cómo son.
116
Llegará el momento en que todas las imágenes habrán desaparecido
12
, y entonces te darás cuenta de que no sabes quién eres realmente.
117
Es a esta mente libre de ataduras y receptiva a la que retorna la Verdad, sin impedimentos ni limitaciones.
118
Allí donde los conceptos del yo han sido dejados de lado, la Verdad se revela exactamente como
es
.
119
Cuando cada concepto haya sido puesto en tela de juicio y cuestionado, y se haya reconocido que en su concepción
no
hubo ninguna suposición que pueda resistir a la luz, entonces, la Verdad quedará libre para entrar a Su santuario, ya limpio y libre de toda culpa.
T31.5 [60] 120
No hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:
121
No sé lo que soy,
por consiguiente
, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo debo mirar al mundo, o a mí mismo.
T31.5 [61] 122
No obstante, con este aprendizaje nace la salvación
13
.
123
Y lo que tú realmente eres, te
hablará
de Sí Mismo
14
.
UCSM TEXTO CH 31
LA SENCILLEZ DE LA SALVACIÓN
T31.5
El CONCEPTO del yo
versus
el YO
1
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 2
¿Qué es EL EGO?
1-5
|
LTe.12 (-L331).1 1
El ego no es otra cosa que idolatría: el signo de un yo limitado y separado, nacido en un cuerpo, condenado a sufrir y a terminar su vida en la muerte.
2
Es la voluntad que ve a la Voluntad de Dios
1
como un enemigo, y que adopta una forma en la cual Aquella es negada.
3
El ego es la "prueba" de que la fuerza es débil y el Amor
2
temible, de que la Vida
3
es realmente muerte, y sólo lo que se opone a Dios es verdadero.
LTe.12 (-L331).2 4
El ego está demente.
5
Lleno de miedo
4
, se sitúa más allá de Lo que está en todas partes, apartado del Todo y separado del Infinito.
6
En su demencia, cree haber vencido a Dios Mismo, y en su terrible autonomía, "ve" que la Voluntad de Dios ha sido destruida.
7
Sueña que lo están castigando, y tiembla ante las figuras que aparecen en sus sueños: son sus enemigos que andan tras él para matarlo, antes de que pueda asegurar su seguridad atacándolos primero.
LTe.12 (-L331).3 8
El Hijo de Dios no tiene ego.
9
¿Qué puede saber él de locura
5
y de la muerte de Dios, cuando mora en Dios?
10
¿Qué puede saber él de penas y sufrimientos, cuando realmente vive en una eterna Alegría?
11
¿Qué puede saber Él de miedos y sufrimientos, pecados y culpas, odios y ataques, cuando todo Lo que Le rodea realmente es una Paz sin fin y se encuentra eternamente libre de conflictos y de perturbaciones, en la tranquilidad y silencio más profundos?
LTe.12 (-L331).4 12
Conocer el reflejo aquí de la Realidad
6
significa no ver
7
al ego y sus pensamientos, obras, actos, leyes y creencias, sueños, esperanzas, planes para su salvación, y el costo que conlleva creer en él.
13
Cuando se sufre, el precio que hay que pagar
8
por tener fe en el ego es tan inmenso que, a diario, en su oscuro santuario, se ofrece la crucifixión del Hijo de Dios
9
y la sangre ha de correr sobre el altar, donde sus seguidores enfermos se preparan para morir.
|
1
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
2
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T20.6 [38], L46, L67, L68, L195
3
La
Vida
, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente del Cielo o Realidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas y eternas, somos Uno en el único Hijo de Dios, Cristo, Que es Uno con Dios en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
vida
quiere decir nuestra vida aquí, sea como reflejo de Nuestra Vida eterna cuando pensamos con el Espíritu Santo, o de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego. Ver
T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
4
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T2.4, T4.5, T5.7, T11.3, T12.3, T21.5, T23.5, T24.7, T27.3
5
Locura o demencia
es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos. Ver
T6.6.2 [76]
6
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
7
… como realmente reales…
8
… mentalmente en el fuero interno,
9
… "Padre, ¿por qué me has abandonado…?
|
P A R T E 2
¿Qué es EL EGO?
pár 5
|
LTe.12 (-L331).5 14
No obstante, una sola azucena de perdón
10
cambiará la oscuridad en luz, y el altar de las ilusiones en el santuario de la Vida Misma
11
.
15
Y la paz será restituida para siempre a las santas mentes a las que Dios realmente creó como Su Hijo, Su Morada, Su Alegría, Su Amor; completamente Suyas, completamente Una con Él.
|
10
… en tu mente pensando con el Espíritu Santo…
Perdonar
es un proceso que comienza cuando habiendo logrado en la vida el mejor lugar que he podido, dadas las circunstancias en las que me ha tocado nacer y vivir, me pregunto si habrá alguna otra manera de vivir en el mundo con menos competencia, agresividad, y defensas, y con algo de paz y alegría; decido que quiero ver al mundo de otra manera, y para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
11
… de la parte "ego" de tu mente a la parte "espíritu"… En minúscula, la
mente
representa nuestra mente aquí, en la separación, y puede estar acertada o equivocada dependiendo de la voz que escuche. El
Curso
la describe como si tuviese dos partes: el espíritu (o mente acertada) y el ego. El espíritu es la parte que aún puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, cuando pensamos, percibimos, perdonamos y extendemos milagros con Él. El ego es la parte que piensa según la evolución, es completamente ilusoria y sólo hacedora de ilusiones. Ver
T2.2, T2.3, T5.4, T7.6
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 331
No hay conflicto,
pues mi voluntad es La Tuya.
|
L331.1 1
¡Padre, qué insensato soy al creer que Tu Hijo podía causarse sufrimientos a sí mismo!
2
¿Acaso podía haber planeado su condenación sin que se le hubiese provisto de una manera segura de liberarse?
3
Padre, Tú me amas.
4
Nunca hubieses podido abandonarme desolado, para morir en un mundo de dolor y crueldad.
5
¿Cómo pude pensar que el Amor
1
se había abandonado a Sí Mismo?
6
No hay otra voluntad que la Voluntad del Amor.
7
El miedo es un sueño, y no tiene voluntad que pueda oponerse realmente a la Tuya.
8
Estar en conflicto es dormir, y estar en paz es haber despertado.
9
La muerte es ilusión; la Vida, Verdad eterna.
10
No hay oposición a Tu Voluntad.
11
No hay conflicto, pues realmente mi voluntad es realmente La Tuya.
L331.2 12
El perdón nos demuestra que la Voluntad de Dios
2
es realmente la única que hay, y que La compartimos.
13
Miremos las santas vistas que nos muestra hoy el perdón, de modo que podamos encontrar la paz de Dios.
14
Amén.
|
1
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T20.6 [38], L46, L67, L68, L195
2
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64] y [65], T13.5 [41], L193
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
31
LA SENCILLEZ DE LA SALVACIÓN
T31.5
El CONCEPTO del yo
versus
el YO
1
43-61
|
T31.5 [43] 1
El aprendizaje del mundo se basa en un concepto del yo ajustado a la realidad del mundo.
2
De hecho, se ajusta muy bien a ella.
3
Pues este yo es una imagen que conviene a un mundo de sombras e ilusiones.
4
Aquí, el yo se encuentra en casa, donde lo que ve se adapta a él.
5
Formar un concepto del yo es
la razón de ser
de las enseñanzas del mundo.
6
Su propósito es el siguiente: que vengas a este mundo
sin
un yo, y que te
hagas
uno a medida que crezcas.
7
Y cuando hayas alcanzado la "madurez", lo habrás perfeccionado para que se pueda enfrentar al mundo en igualdad de condiciones, plenamente adaptado a sus exigencias.
T31.5 [44] 8
El yo que
tú
has hecho es sólo un
concepto
,
9
que
no
guarda semejanza alguna con tu Yo.
10
Es un ídolo, hecho para tomar el lugar de Tu Realidad
2
como Hijo de Dios
3
.
11
El concepto de yo que el mundo enseña no es lo que aparenta ser,
12
pues está hecho para servir dos propósitos, de los cuales la mente sólo puede reconocer uno.
13
El primer propósito presenta la cara de la inocencia, el aspecto
con el cual
se actúa.
14
Ese rostro es el que sonríe, agrada e, incluso, parece amar.
15
Busca compañeros y observa —de vez en cuando con lástima— a los que sufren y, a veces, hasta ofrece consuelo.
16
Cree que es bueno en un mundo malo.
|
|
1
Yo
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos — como Almas eternas y perfectas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula, tu
yo
es el ego si estás pensando con él, el yo que creemos que somos en el tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo; o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu yo es el reflejo aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
Cristo
, aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45], T1.1.34 [48], T30.6 [63], T31.1 [9], T31.5
2
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
3
El
Hijo único de Dios
o Cristo, en Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver
T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
|
|
T31.5
El CONCEPTO del yo
versus
el YO
1
pár 45-49
|
|
T31.5 [45] 17
Este aspecto puede volverse furioso, pues el mundo es malvado, e incapaz de proporcionar el amor y la protección que merece la inocencia.
18
De modo que este rostro a menudo se llena de lágrimas ante las injusticias que el mundo inflige a los que quieren ser generosos y buenos.
19
Este aspecto
nunca
es el primero en atacar.
20
Pero cada día, cientos de cosas insignificantes llevan a cabo pequeños ataques contra su inocencia, llevándola gradualmente a irritarse y, por último, al insulto abierto y al maltrato.
T31.5 [46] 21
La cara de inocencia que el concepto del yo lleva puesta tan orgullosamente, puede tolerar que se ataque en defensa propia, pues, ¿acaso no es un hecho harto conocido que el mundo trata ásperamente a la inocencia indefensa?
22
Nadie omite esta cara al construir una imagen de sí mismo, pues la necesita.
23
Pero lo que está detrás de ella, no lo
quiere
ver.
24
No obstante, es ahí donde el aprendizaje del mundo tiene puestas sus miras, pues es ahí donde se establece la "realidad" del mundo, asegurándose así que el ídolo perdure.
T31.5 [47] 25
Tras la cara de inocencia, hay una lección para cuya enseñanza se hizo el concepto del yo.
26
Es una lección acerca de un terrible desplazamiento, y de un miedo tan devastador que la cara que sonríe por delante del concepto del yo tiene por siempre que mirar a lo lejos no sea que perciba la traición que éste oculta.
27
Lo que la lección enseña es esto: "Yo soy lo que tú has hecho de mí y, al mirarme, quedas condenado por lo que soy".
28
El mundo sonríe con aprobación ante este concepto del yo, pues garantiza que los caminos del mundo se mantengan seguros, y que los que caminan por ellos no puedan escapar.
T31.5 [48] 29
Ésa es la lección central que asegura que tu hermano sea condenado eternamente,
30
pues lo que
tú
eres ahora se ha vuelto
su
pecado.
31
Para esto no hay perdón posible.
32
Ya no importa lo que él haga, pues tu dedo acusador apunta hacia él, sin vacilación y con puntería mortal.
33
También apunta hacia ti, pero este hecho se mantiene aún más oculto en la neblina que se encuentra tras la cara de inocencia.
34
Y, en esas bóvedas ocultas, se conservan todos sus pecados así como los tuyos, mantenidos en la oscuridad, donde no se pueden percibir como errores, que la luz
4
seguramente mostraría.
35
No se te puede
culpar
por lo que eres, ni tampoco puedes
cambiar
lo que tú yo te hace hacer.
36
Y, a pesar de que cada uno es el símbolo de sus pecados para el otro, en silencio y con tenaz insistencia sigues condenando a tu hermano por la cosa odiosa que tú eres.
T31.5 [49] 37
Los conceptos se aprenden.
38
No son naturales
5
.
39
No existen fuera del aprendizaje.
40
No te han sido dados y, por consiguiente, tienen necesariamente que hacerse.
41
Ninguno de ellos es verdadero, y muchos son el producto de imaginaciones febriles que arden llenas de odio y de distorsiones nacidas del miedo.
42
¿Qué es un concepto sino un pensamiento al que su hacedor da un significado de su propia cosecha?
43
Los conceptos mantienen vivo al mundo
6
,
44
aunque
no
se pueden usar para demostrar que el mundo es real.
45
Pues todos son hechos
en
el mundo, nacen bajo su sombra, crecen amoldándose a su forma de ser y, finalmente, alcanzan la "madurez" con su pensar.
46
Son conceptos idólatras, coloreados con los pinceles del mundo, los cuales no pueden pintar ni una sola imagen que represente la Verdad
7
.
|
|
4
… del Espíritu Santo, Que aquí, es el pensar de Cristo que conciencia el Conocimiento que yace más allá de la percepción. Al producirse la separación, el Espíritu Santo comenzó a estar presente aquí como una protección, inspirando al mismo tiempo el comienzo del proceso del Redimir. Su
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
5
Lo
natural,
en la eterna Unicidad o Cielo, es la perpetua armonía reinante y también la perpetua concordia alegre del Amor Que eternamente se profesan el Padre y Su Hijo, Cristo, en Quien todos, como Almas, somos Uno y, en Ello, la Creación se extiende. Aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, lo natural es ser reflejo de Lo que somos en la eterna Unicidad, es decir, miramos a todo y a todos como uno con nosotros, perdonamos y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Cuando pensamos con el ego, lo
natural
es lo que percibimos aquí con nuestros sentidos y que están regidos por las leyes de este mundo.
6
… en tu mente,
7
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
|
|
T31.5
El CONCEPTO del yo
versus
el YO
1
pár 50-55
|
|
T31.5 [50] 47
Un concepto del yo no tiene sentido, pues nadie aquí puede ver realmente
para
qué sirve y, por consiguiente, no puede describir lo que realmente es.
48
Además, todo aprendizaje dirigido por el mundo comienza y finaliza con el solo propósito de que aprendas este concepto de ti mismo: que decidas acatar las leyes de este mundo y nunca te aventures
más allá de
sus sendas, ni te des cuenta de cómo te ves a ti mismo.
49
Ahora, el Espíritu Santo tiene que encontrar un modo de ayudarte a comprender que este concepto del yo tiene que ser deshecho, para que te pueda llegar
alguna
paz mental.
50
Además, no se puede desaprender, excepto por medio de lecciones dirigidas a enseñarte que realmente eres
otra cosa
.
51
Pues, de lo contrario, se te estaría pidiendo que cambiases lo que ahora crees, por la pérdida total de tu yo, lo cual te infundiría aún mayor terror.
T31.5 [51] 52
Por eso, las lecciones del Espíritu Santo están programadas en pasos fáciles que —aunque a veces puede producirse cierta incomodidad y alguna angustia— no hacen añicos lo aprendido, sino que apenas hacen una retraducción de lo que parece ser la evidencia a Su favor.
53
Consideremos, pues, qué prueba hay de que seas lo que tu hermano hizo de ti.
54
Pues, si bien aún no te has dado cuenta de que eso es lo que piensas, seguramente ya habrás aprendido a estas alturas que te
comportas
como si así fuera.
55
¿
Reacciona él
por
ti
?
56
¿Acaso sabía él exactamente lo que te iba a ocurrir?
57
¿Puede él ver tu futuro y determinar por adelantado lo que deberías hacer en
toda
circunstancia?
58
Para poseer tal presciencia de lo que ha de suceder, él tendría que haber hecho el mundo, y a ti también.
T31.5 [52] 59
Que seas lo que tu hermano hizo de ti es bastante improbable.
60
Incluso, si lo hubiese hecho, ¿quién te dio la cara de inocencia?
61
¿No será obra
tuya
?
62
Entonces, ¿quién es el yo que la hizo?
63
¿Y quién es el que se engaña con toda tu bondad, y la ataca de esa manera?
64
Olvidémonos de la ridiculez de este concepto y pensemos simplemente en esto: lo que tú crees que eres consta de dos partes.
65
Si una de ellas fue generada por tu hermano, ¿quién estaba allí para generar la otra?
66
Y, ¿de quién hay que mantener algo oculto?
67
Incluso si el mundo fuese perverso, no habría necesidad de ocultar aquello de lo que
estás
hecho.
68
¿Quién va a verlo?
69
¿Y qué, excepto lo que es atacado, podría
necesitar
defensa?
T31.5 [53] 70
Tal vez la razón de que este concepto tenga que mantenerse oculto es que, de ser expuesto a la luz, el que pensaría que no es verdad serías
tú
.
71
¿Y qué le ocurriría al mundo que ves
8
si todas sus fundaciones fuesen eliminadas?
72
Tu concepto del mundo
depende
de este concepto del yo.
73
Y
ambos
desaparecerían si se pusiese en duda a cualquiera de ellos.
74
El Espíritu Santo no quiere precipitarte al pánico.
75
Por consiguiente, sólo pregunta si puede plantear una
simple
pregunta.
T31.5 [54] 76
Hay
alternativas con respecto a lo que debes ser.
77
Por ejemplo, podrías ser lo que has escogido que tu
hermano
sea.
78
Esto cambia el concepto del yo de ser algo completamente pasivo y, por lo menos, allana el camino para que se pueda tomar una decisión consciente y reconocer — aunque sea parcialmente— que alguna interacción ha tenido lugar.
79
Se entiende en parte que tú decidiste por los dos, y que lo que él representa tiene el significado que
tú
le diste.
80
Eso también demuestra algunos indicios de visión con respecto a la ley de la percepción
9
, según la cual lo que ves refleja el estado mental del que
percibe
.
81
Pero ¿quién escogió primero?
82
Si eres lo que escogiste que tu hermano fuese, quiere decir que hubo alternativas entre las cuales escoger, y alguien tuvo que haber decidido primero cuál escoger, dejando a las otras de lado.
T31.5 [55] 83
Si bien este paso representa un avance, todavía no se aproxima a la cuestión básica.
84
Algo tuvo que haber sucedido
antes
de que surgieran estos conceptos del yo.
85
Y algo tuvo que haber aprendido las enseñanzas que los originó.
86
Esto no lo puede explicar ninguno de los dos puntos de vista en cuestión.
87
La ventaja principal de haber pasado del primer punto de vista al segundo es que, de alguna manera,
participaste
en la elección por decisión
propia
.
88
Pero esta ganancia se paga por medio de una pérdida casi igual, pues ahora se te culpa de lo que tu
hermano
es.
89
Y tienes necesariamente que
compartir
su culpa
10
, ya que la escogiste
para
él a imagen y semejanza de la tuya propia.
90
Mientras que antes
sólo
él era el traidor, ahora
tienes
que ser condenado conjuntamente con él.
|
|
8
… con tu ego
9
Percepción
: En el eterno Presente de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo, y Uno con Dios— la percepción no existe, porque el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y, por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación, cuando pensamos con el ego, La
percepción
es el proceso fundamental para sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente, algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Y cuando habiendo decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, nuestra percepción gradualmente se vuelve "
acertada
", es decir, trata de librarse de cualquier pensamiento en el que se ataca, iniciando el proceso de llevarnos a la "
percepción verdadera
" en el mundo real donde perdonaremos a nuestro (s) hermano (s), perdonándonos así a nosotros mismos también. Ver
T3.4, T3.5, T10.7, T13, T14.6 [46], L134, M5.3.1, M19.5
10
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
|
|
T31.5
El CONCEPTO del yo
versus
el YO
1
pár 56-61
|
|
T31.5 [56] 91
El concepto del yo ha sido siempre la gran preocupación del mundo.
92
Y cada persona cree que tiene que encontrar la solución al enigma de lo que es.
93
A la salvación se la puede ver simplemente como la
escapatoria
de todos los conceptos.
94
No se ocupa en absoluto del contenido de la mente, sino del sencillo hecho de
que ésta piensa
.
95
Y aquello que puede pensar puede decidir, y se le
puede
mostrar cómo pensamientos diferentes conllevan consecuencias diferentes.
96
Así, puede aprender que
todo
lo que piensa refleja la profunda confusión que siente con respecto a cómo fue hecho y a qué es.
97
Y el concepto del yo parece contestar vagamente lo que realmente no sabe.
T31.5 [57] 98
No busques tu Yo en símbolos,
99
pues no
hay
concepto que pueda representar lo que realmente eres.
100
Lo que importa es que te des cuenta de cuál es el concepto que aceptas para ti, mientras percibes un yo que interactúa con el mal, y que reacciona ante cosas malintencionadas.
101
Pues, en todo caso, el concepto que tienes de ti mismo seguirá estando bastante desprovisto de significado
11
.
102
Y no percibirás que sólo puedes relacionarte contigo mismo.
103
Ver un mundo culpable no indica otra cosa sino que tu aprendizaje ha sido dirigido por el mundo, y que lo miras tal como te miras a ti mismo.
104
El concepto del yo abarca todo lo que miras, y
nada
existe fuera de esta percepción.
105
Si
algo
te puede herir es porque estás viendo una representación de tus deseos secretos.
106
Eso es todo.
107
Y, en
cualquier
clase de sufrimiento que padezcas, verás tu propio deseo oculto de matar.
T31.5 [58] 108
Concebirás muchos conceptos del yo a medida que progrese tu aprendizaje.
109
Cada uno demostrará los cambios ocurridos en tus propias relaciones, según haya cambiado la percepción que tienes de ti mismo.
110
Y cada vez que tenga lugar un cambio, se producirá en ti cierta confusión, pero siéntete agradecido de que el aprendizaje del mundo esté aflojando la dominación que ejercía sobre tu mente.
111
Y ten la seguridad y la felicidad que trae consigo la confianza de que esa dominación desaparecerá finalmente por completo y dejará a tu mente en paz.
112
El papel de acusador se presentará en muchos sitios y de muchas maneras.
113
Y en cada caso, parecerá acusarte a
ti
.
114
Pero no temas, pues el cambio no será deshecho.
T31.5 [59] 115
El mundo no te puede enseñar imágenes de ti, a menos que
quieras
aprender cómo son.
116
Llegará el momento en que todas las imágenes habrán desaparecido
12
, y entonces te darás cuenta de que no sabes quién eres realmente.
117
Es a esta mente libre de ataduras y receptiva a la que retorna la Verdad, sin impedimentos ni limitaciones.
118
Allí donde los conceptos del yo han sido dejados de lado, la Verdad se revela exactamente como
es
.
119
Cuando cada concepto haya sido puesto en tela de juicio y cuestionado, y se haya reconocido que en su concepción
no
hubo ninguna suposición que pueda resistir a la luz, entonces, la Verdad quedará libre para entrar a Su santuario, ya limpio y libre de toda culpa.
T31.5 [60] 120
No hay afirmación que el mundo tema oír más que ésta:
121
No sé lo que soy,
por consiguiente
, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo debo mirar al mundo, o a mí mismo.
T31.5 [61] 122
No obstante, con este aprendizaje nace la salvación
13
.
123
Y lo que tú realmente eres, te
hablará
de Sí Mismo
14
.
|
|
11
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo.
Ver
T2.2 [21], T2.6, T7.5 [26], T7.6 [46], T30.8, L14
12
… en tu mente
13
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen —regidos como están por las leyes de la evolución y escasez— queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T9.6, T11, T22, T31, LTe.2 (-L231)
14
Tú Mismo
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula,
tú mismo
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20], T23
|
|
Un Curso sobre Milagros – Preliminares
COMPRAR:
or COMPRAR aquí en la tienda CIMS:
|
|
COURSE IN MIRACLES SOCIETY
(Sin ánimo de lucro
)
Donar
|
En la actualidad, todos los proyectos CIMS están respaldados por donaciones de tiempo libre, talento y dinero. Si desea apoyar alguna de las actividades de la Sociedad de alguna manera, no dude en ponerse en contacto.
Debido al carácter internacional de CIMS, Internet es nuestro principal medio de comunicación y colaboración.
Para hacer una donación deducible de impuestos en apoyo de las lecciones diarias, haga clic aquí.
Además, por medio de su testamento u otro plan de sucesión, puede nombrar "Curso en la Sociedad de Milagros" como el beneficiario de una parte de su sucesión, o de activos particulares en su sucesión. De esta manera, está honrando a sus seres queridos y al mismo tiempo brinda un apoyo crítico a la extensión de LOVE.
|
|
SHARE THE BLESSING of UCSM!
|
|
|
|
|
|
|