Un Curso Sobre Milagros
edición original
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El Amor no conquista todas las cosas,
pero sí las pone en su debido lugar.
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Él te llama desde cada parte de la Filiación, debido al Amor que profesa a Su Hijo.
gráfico por ©Deposit Photos
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T9.11 [99] 39 Tu Padre no te ha negado. 40 Él no toma represalias pero sí te pide que regreses. 41 Cuando piensas que Él no ha respondido a tu llamamiento es porque tú no has respondido al Suyo. 42 Él te llama desde cada parte de la Filiación, debido al Amor que profesa a Su Hijo26. 43 Si oyes Su mensaje27, es porque te ha respondido, y sabrás de Él si escuchas atentamente. 44 El Amor de Dios está en Todo Lo que creó, pues Su Hijo está en todas Partes28. 45 Mira en paz a tus hermanos, y Dios llegará a toda prisa a tu corazón en agradecimiento por el presente que Le diste.
CH 9. LA CORRECCIÓN DEL ERROR
9.11 NEGAR A DIOS
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
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P A R T E 1
L E C C I Ó N 113
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L1 (L95-96) Para los repasos de mañana y noche:
L113 (L95) 1 Soy realmente un Yo1 Que es Uno, unido a Mi Creador.
2 Mías son la Serenidad y la perfecta Paz, pues Soy un Yo Que es Uno, totalmente completo, Uno con toda la Creación y con Dios.
L113 (L96) 3 La salvación proviene de mi Yo, Que es Uno.
4 Desde mi único Yo, Cuyo conocimiento aún permanece en mi mente, veo el perfecto plan de Dios para mi salvación perfectamente consumado.
5 Al dar la hora:
6 Soy un Yo Que es Uno, unido a Mi Creador.
7 Media hora más tarde:
8 La salvación proviene de Mi único Yo.
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
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Capítulo 9
LA CORRECCIÓN DEL ERROR
T9.11 NEGAR A DIOS pár 93-107
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T9.11 [93] 1 Los ritos que se le profesan al dios de la enfermedad1 son extraños y muy estrictos. 2 Nunca se permite la alegría, pues la depresión es la señal de tu lealtad a él2. 3 Estar deprimido significa que has abjurado de Dios3. 4 Son muchos los que tienen miedo de la blasfemia, pero no entienden lo que ésta es4. 5 No se dan cuenta de que negar a Dios es negar la propia Identidad5 de ellos, y en esta negación el costo del pecado6 es la muerte7. 6 El sentido de esto es muy literal: al negar la Vida8 se percibe su opuesto9, de la misma manera en que toda forma de negación10 reemplaza lo que existe11 con lo que no existe12. 7 Nadie puede realmente hacer eso13, pero que eres capaz de pensar que sí lo puedes hacer, y además, que crees que sí lo has hecho, está fuera de toda duda.
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1 … el dios caprichoso y castigador de la Biblia…
2 … yo pecador: En el Cielo, según el Curso, no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, en el eterno Presente de Su Unicidad. Aquí, donde reina la imperfección de los cuerpos regidos por las leyes de la evolución y escasez, cuando pensamos con el ego, la culpa es el sentimiento de no haber estado a la altura de las circunstancias, o de haber faltado contra normas generalmente cambiantes que rigen nuestras vidas. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo y aceptar el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente no somos cuerpos sino Almas creadas por Dios a Su Semejanza y, por lo tanto, nunca nos separamos de nuestro Padre y Creador. Además, mediante la visión de Cristo, ahora vemos a las faltas que antes juzgábamos como imperdonables, como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros y, de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos: el Hijo único, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo, como era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
3 … el Dios de Amor que te propone el Curso.
4 … Por ejemplo, la muleta "gracias a Dios" de uso impreciso —porque Dios (el Dios del Curso) no tiene nada que ver con la realidad del ego— y uso general para no precisar lo que realmente se quiere decir, si se piensa, para los que creen o quieren creer en un Dios de Amor, constituye una blasfemia o, en todo caso, una falta de respeto…
5 Identidad, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas unificadas como Una, somos realmente Uno con Dios. En minúscula, es la identidad del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos. Ver T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (-L351)
6 El pecado de todos los pecados fue la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Su Padre y crear por su cuenta, idea que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver T27.9 [82]
7 Cuando pensamos con el ego, la muerte es el final de la vida aquí, pues, según él, ésta no es otra cosa que nacer, crecer, envejecer, perder vitalidad y, finalmente, morir. Eso lo confirma el hecho de que nadie ha regresado de la muerte para contar su historia… Pero, cuando pensamos con el Espíritu Santo, queremos creer que la muerte no es nada y, cuando nuestro cuerpo haya fallecido y, con él, nuestros sueños hayan desaparecido, sabremos que, como Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, seguimos siendo Uno con Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en perpetua Armonía y alegre Concordia. Ver T9.11 [96], T10.2 [13], L163, M27 … es creer que la muerte es real y el fin de nosotros como cuerpo, es creer que la única certeza que hay en esta vida es, precisamente, la muerte…
8 La Vida, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Que es Uno con Su Padre en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, vida quiere decir nuestra vida aquí, sea como reflejo de Nuestra Vida eterna cuando pensamos con el Espíritu Santo o, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego. Ver T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
9 … la vida de nuestro cuerpo, aquí, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego
10 … del Dios que nos propone el Curso,
11 … es decir el reflejo aquí de la Vida
12 … realmente, es decir, nuestro cuerpo transitorio en la realidad del tiempo y del espacio del ego.
13 … porque realmente, todos somos Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad.
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 94
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T9.11 [94] 8 No obstante, no olvides que negar a Dios dará lugar inevitablemente a la proyección14, y creerás que son otros, y no tú, los que te han hecho a ti todo lo que te ha sucedido en la proyección. 9 Recibirás el mensaje que envías porque ése es el mensaje que quieres recibir. 10 Puede que creas que juzgas a tus hermanos por los mensajes que te envían, pero de hecho tú los has juzgado primero por el mensaje que les enviaste. 11 No les atribuyas tu falta de alegría, o no podrás ver en ellos la chispa que podría traértela15. 12 Lo que produce depresión es no querer ver la chispa en otros, y cada vez que ves a tus hermanos desprovistos de ella es porque estás negando a Dios.
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14 Cuando pensamos, actuamos y percibimos con el ego, la proyección es de la individualidad que necesita sobrevivir en el mundo de la evolución y escasez, proyectando espontáneamente ese pensamiento egocéntrico y defensivo hacia todo lo de afuera, incluyendo a los demás. Esta proyección también mantiene vigente nuestra separación de Dios.
15 … la chispa de Amor del reflejo aquí de sus Almas que realmente son Una con la mía en la experiencia de Cristo, 1) es la idea que resuelve el aparente dilema en el Curso, que, por un lado, reza: "Dios creó a un solo Hijo, y no creó más nada" y, por el otro, "la Filiación es la suma de todas las Almas creadas por Dios.", dilema que es resuelto en el proceso de extender milagros: "Un milagro hace que las Almas sean una en Cristo."; 2) en mi fuero interno, Cristo también es la divina experiencia de mi mente acertada o espíritu en un instante santo del mundo real, de la unión de mi Alma con el Alma del otro(a), experiencia de Amor que se extiende a las Almas de todos los que fueron, son y serán, como reflejo aquí del eterno Presente de la Unicidad de Dios. Ver T1.1.19 [19], [45] y [48], T2.2 [20], T30.6 [63], T31.1 [9]
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 95-97
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T9.11 [95] 13 Mantenerse fiel a la negación de Dios es la religión del ego16. 14 El dios de la enfermedad17 exige obviamente que se niegue la salud18, porque la salud está en directa oposición a la propia supervivencia del dios de la enfermedad19. 15 Pero considera lo que esto significa para ti. 16 A no ser que estés enfermo, no podrás conservar los dioses que hiciste, pues sólo estando enfermo es como los podrías querer para ti. 17 Por consiguiente, la blasfemia es autodestructiva, y no destructiva de Dios. 18 Blasfemar significa que estás dispuesto a no conocerte a ti mismo20, con el fin de estar enfermo. 19 Ésta es la ofrenda que tu dios exige pues, al ser éste producto de tu demencia, tiene necesariamente que ser una idea demente. 20 Tu dios adopta muchas formas, pero si bien puede parecer ser muchas cosas diferentes, no es sino una sola idea: la negación de Dios21.
T9.11 [96] 21 En esta idea, la enfermedad y la muerte penetraron en la mente del Hijo de Dios en contra de Su Voluntad. 22 El "ataque contra Dios" hizo pensar a Su Hijo que era huérfano y, en su depresión, hizo al dios de la depresión. 23 Ésa fue su alternativa a la alegría porque no quería aceptar el hecho de que, si bien era un creador, él había sido creado. 24 No obstante, el Hijo se encuentra desamparado sin el Padre, Quien es su única Ayuda. 25 Dijimos anteriormente22 que por su cuenta ustedes no pueden hacer nada, pero es que no están aquí por sí mismos. 26 Porque si lo estuvieran, lo que han hecho sería verdad, y nunca podrían escapar.
T9.11 [97] 27 Es porque ustedes no se hicieron a sí mismos23 por lo que no tienen que preocuparse por nada. 28 Sus dioses no son nada porque el Padre de Ustedes no los creó. 29 No pueden hacer creadores que sean distintos a Su Creador, de la misma manera que Él tampoco hubiese podido crear un Hijo que no fuese como Él. 30 Si la Creación es compartir, Ella no puede crear lo que no es igual a Ella Misma, 31 pues sólo puede compartir lo que es igual a Ella. 32 Estar deprimido es aislarse, y, por consiguiente, la depresión no pudo haber sido creada.
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16 … apoyada por su razón, lógica y sentido común.
17 … la realidad del ego que perciben mis sentidos es la única realidad que hay que se puede comprobar…
18 … según el Espíritu Santo, que es querer creer que la separación nunca sucedió y, por consiguiente, nuestros cuerpos y el Cosmos del que forman parte no existen en la Realidad de Dios…
19 … que es el dios que hemos inventado para tratar de explicar lo que sucede en este mundo, regido como está por las leyes de la evolución y escasez
20 … como El Hijo único de Dios o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras están unificadas como Una en Cristo— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Mismo Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
21 … Que sólo es Amor.
22 Ver T8.7 [58] 41
23 … como cuerpos imperfectos y transitorios, sino que realmente son Almas perfectas y eternas creadas por Dios, Que sólo sabe de Amor.
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 98-99
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T9.11 [98] 33 Hijo de Dios, tú no has pecado pero sí has estado muy equivocado. 34 No obstante, eso puede corregirse y Dios te ayudará a tal fin, pues sabe que tú no puedes realmente pecar contra Él24. 35 Tú Lo negaste a pesar de que realmente lo amabas, sabiendo que si hubieses reconocido tu Amor por Él, no hubieses podido negarlo. 36 Por consiguiente, haberlo negado quiere decir que Lo amas, y que sabes que Él Te ama25. 37 Recuerda que lo que niegas tienes necesariamente que haberlo conocido antes. 38 Y si aceptas la negación, también puedes aceptar que se deshaga.
T9.11 [99] 39 Tu Padre no te ha negado. 40 Él no toma represalias pero sí te pide que regreses. 41 Cuando piensas que Él no ha respondido a tu llamamiento es porque tú no has respondido al Suyo. 42 Él te llama desde cada parte de la Filiación, debido al Amor que profesa a Su Hijo26. 43 Si oyes Su mensaje27, es porque te ha respondido, y sabrás de Él si escuchas atentamente. 44 El Amor de Dios está en Todo Lo que creó, pues Su Hijo está en todas Partes28. 45 Mira en paz a tus hermanos, y Dios llegará a toda prisa a tu corazón en agradecimiento por el presente que Le diste.
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24 … en el eterno Presente del Cielo o Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
25 … como Cristo, Su único Hijo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y Cristo es Uno con Dios.
26 … Que al ser único, en Él, como Cristo, desaparecen todas nuestras individualidades al darnos cuenta —en la experiencia del mundo real— que realmente somos Su única Alma.
27 … en las Almas de los demás, que el Hijo de Dios nunca se separó de Él…
28 … de la Unicidad, Donde Todo es Uno, y es por eso que Dios no puede tener preferencias, ya que Él creó un solo Hijo y nada más, con Quien es Uno.
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 100-101
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T9.11 [100] 46 Para curar29, no recurras al dios de la enfermedad sino sólo al Dios del Amor, pues curar significa que Lo has reconocido. 47 Cuando Lo reconozcas, sabrás que Él nunca dejó de reconocerte y que, en Su reconocimiento de ti, radica Tu Ser30. 48 No estás realmente enfermo y tampoco puedes realmente morir. 49 Pero puedes confundir a tu yo con cosas que sí mueren. 50 No obstante, recuerda que hacerlo constituye una blasfemia, pues quiere decir que estás mirando sin Amor a Dios y a Su creación31, de la cual no puede estar realmente separado. 51 Sólo se puede amar a Lo eterno, pues el Amor no muere32. 52 Lo que es de Dios es Suyo eternamente, y tú eres realmente de Dios. 53 ¿Acaso Dios iba a permitirse a Sí Mismo sufrir? 54 ¿Y acaso iba a ofrecer a Su Hijo algo que no fuese aceptable para Él?
T9.11 [101] 55 Si quieres aceptarte a ti mismo tal como Dios Te creó, te será imposible sufrir. 56 Pero, para hacer esto, primero tienes que reconocerlo como Tu Creador33. 57 Esto no se debe a que se te vaya a castigar si no lo haces. 58 Se debe simplemente a que reconocer a tu Padre es reconocerte a ti mismo Tal como eres34. 59 En efecto, tu Padre Te creó completamente libre de pecado, completamente libre de dolor y completamente a salvo de todo sufrimiento. 60 Si niegas a tu Padre, traerás pecado, dolor y sufrimiento a tu propia mente, debido al poder que Él Le dio35. 61 Tu mente36 es capaz de crear en falso mundos, pero también37 puede negar lo que crea en falso, porque es libre de decidir.
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29 Curar (o curación como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, curar es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra Alma a los instantes santos del mundo real y a la unión con todas las demás Almas en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver T2.3 [69], T4.9 [106], T5.3 [18], T19.2, L137, L139
30 Ser, con mayúscula, es el Ser de Dios, Que, en el eterno Presente de Su Unicidad, abarca todas las Cosas creadas por Él en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, a saber: nuestras Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo. En minúscula, ser —cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo— es la experiencia de ser aquí el reflejo de lo que realmente somos todos con Dios en Su eterna Unicidad. Cuando pensamos con el ego, ser es la experiencia en nosotros de nuestro ego. Ver T11.9 [83]
31 … reflejo aquí del Alma Que realmente eres
32 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
33 … al extender los milagros que el Espíritu Santo te sugiera, después de haber perdonado totalmente…
34 … realmente en el Cielo.
35 … poder de "crear", que tu ego primario y tú han cambiado por el poder de "hacer" cosas separados de Dios…
36 … separada, es decir el ego, que es la parte de tu mente que hace o fabrica ilusiones
37 … si decides pensar con el Espíritu Santo en tu espíritu, que es la otra parte de tu mente que todavía es capaz de comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo,
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 102-103
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T9.11 [102] 62 No te das cuenta de lo mucho que te has negado a ti mismo, ni de cuánto Dios —en Su Amor— quisiera que no fuese así. 63 No obstante, Él no quiere interferir en tus decisiones porque no conocería a Su Hijo si éste no fuese realmente libre. 64 Interferir en tus decisiones sería atacarse a Sí Mismo, y Dios no está loco. 65 Cuando tú Lo negaste38, el que estaba loco eras tú. 66 ¿Querrías que Él compartiese tu demencia? 67 Dios nunca dejará de amar a Su Hijo, y Su Hijo nunca dejará de amarlo a Él. 68 Ésa fue la Condición bajo la cual tuvo lugar la Creación de Su Hijo, Condición que quedó fijada para siempre en la Mente de Dios. 69 Conocer esto es estar cuerdo. 70 Negarlo es estar demente. 71 Dios se dio a Sí Mismo a Ti cuando Te creó, y Sus Dones39 son eternos. 72 ¿Te prohibirías a ti mismo entregarte a Él?
T9.11 [103] 73 Como resultado de los presentes que haces a Dios, el Reino será restituido a Su Hijo40. 74 Su Hijo se excluyó a sí mismo del Don de Dios, al negarse a aceptar Lo que había sido creado para Él, y Lo que Él había creado en Nombre de su Padre41. 75 El Cielo espera su regreso pues fue creado para ser la Morada del Hijo de Dios. 76 Tú no te vas a encontrar realmente en casa en ninguna otra parte, ni en ninguna otra condición. 77 No te niegues la alegría que realmente fue creada para Ti, cambiándola por la infelicidad que todos ustedes se infligieron a sí mismos. 78 Dios te proporcionó los medios para deshacer lo que todos ustedes hicieron. 79 Escucha y te darás cuenta de lo que todos ustedes realmente son.
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38 … cuando en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, se adentró una diminuta idea alocada, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. A causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales. (... tales como, entre otras cosas, la hechura del tiempo y del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra y, sobre ella, nuestro cuerpo individual separado y compitiendo con los demás cuerpos por las escasas cosas "buenas"…). Ver T27.9 [82]
39 Don con mayúscula, es el Don de amar o de crear —que es lo mismo— que Dios dio a Su Hijo al crearlo. En minúscula, don es el reflejo aquí del Don de Dios. Presente se refiere a los presentes aquí del Espíritu Santo o a los del Hijo separado que piensa con Él. Regalos son los que ofrece el Hijo separado que piensa con el ego. Ver T7.6 [42] 24, T7.7 [65] 82 T7.8 [81]
40 … Cristo, en Quien todos, como Almas, somos realmente Uno y Él es Uno con Dios.
41 La oración es, en el eterno Presente de la Unicidad, el mayor Don con el Cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. la única Voz que eternamente nos profesamos Dios y todos nosotros como las Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su único Hijo, en medio de la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo. Y en Ello, la Creación se extiende: Dios dando gracias a Su Extensión, Que es Su Hijo; y Éste, en el cantar de Su Crear en Nombre de Su Padre, dándole gracias a Él, por haberlo creado. Cuando termine el tiempo, el Amor Que Ellos comparten es Lo que toda oración será por toda la Eternidad, porque así era antes de que el tiempo pareciera existir. La oración que pide cosas de este mundo dará lugar a experiencias de este mundo. Si eso es lo que la oración del corazón pide, es lo que se le dará, porque es lo que recibirá. Al Hijo dormido de Dios sólo le queda este poder. Pero es suficiente. Sus palabras no tienen importancia. Sólo la Palabra de Dios tiene algún significado que sólo el Espíritu Santo comprende. Y eso, también, es suficiente. Ver T3.7 [56] y [60], T6.3 [32], L183.11, L254, M21.3, C1.in.
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 104-105
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T9.11 [104] 80 Si Dios sabe que Sus Hijos están completamente libres de pecado, constituye una blasfemia percibirlos como culpables. 81 Si Dios sabe que Sus Hijos están libres de todo dolor, constituye una blasfemia percibir sufrimiento en cualquier parte. 82 Si Dios sabe que Sus Hijos son completamente alegres, constituye una blasfemia sentirse deprimido. 83 Todas estas ilusiones, y las múltiples formas en que se puede blasfemar, son contrarias a aceptar la Creación tal como Ella es. 84 Si Dios creó a Su Hijo perfecto, así es como debes aprender a verlo para aprender a ver42 de Su Realidad. 85 Y como parte de la Filiación es como debes verte a ti mismo, para aprender a ver43 La Tuya.
T9.11 [105] 86 No percibas nada que Dios no haya creado, o Lo estarás negando. 87 Suya es la única Paternidad que existe, y es tuya sólo porque realmente Él Te La ha dado. 88 Los regalos que te das a ti mismo no tienen significado, pero los presentes que das a tus creaciones44 son como los Dones de Dios porque los estás dando en Su Nombre. 89 Por eso tus creaciones son tan reales como Las Suyas. 90 No obstante, la verdadera Paternidad tiene que ser reconocida si es que se ha de conocer al verdadero Hijo. 91 Tú crees que las cosas enfermizas que has hecho son tus verdaderas creaciones porque crees que las imágenes enfermizas que percibes son los Hijos de Dios.
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42 … el reflejo aquí
43 … el reflejo aquí de
44 Las creaciones, aquí, en minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, son las que producimos —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios, en el Cielo. Y, cuando pensamos con el ego —según el Curso— no "creamos" sino que "hacemos," de acuerdo con las leyes de este mundo. Ver T2.1 [5], T14.4 [36], T30.3 [35], LTe.11 (- L321) Ver T1.1.24 [27], T1.1.44 [71], T14.5 [45]
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T9.11 NEGAR A DIOS
pár 106-107
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T9.11 [106] 92 Sólo tendrás algo aceptando la Paternidad de Dios, porque Su Paternidad te lo dio realmente Todo. 93 Por eso, negar a Dios es negarte a ti mismo45. 94 La arrogancia es la negación del Amor porque el Amor comparte mientras que la arrogancia retiene. 95 Mientras ambas cosas te parezcan deseables, el concepto de elección, que no proviene de Dios, seguirá en ti. 96 Si bien esto no es verdad en la Eternidad, en el tiempo lo es, de modo que mientras el tiempo perdure en las mentes46 de todos ustedes47, habrá alternativas. 97 El tiempo en sí fue tu decisión.
T9.11 [107] 98 Si quieres recordar la Eternidad, tienes que aprender a mirar sólo Lo que es eterno48. 99 Si todos ustedes permiten que lo temporal les preocupe, es porque están viviendo en el tiempo. 100 Como siempre, tu decisión estará determinada por lo que valoras. 101 El tiempo y la Eternidad no pueden ser ambos reales porque se contradicen entre sí. 102 Si decides aceptar como real únicamente lo intemporal, empezarás a comprender lo que es la Eternidad y a hacerla tuya.
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45 Ti Mismo, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas están unificadas como Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios Que realmente somos. En minúscula, ti mismo, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver T8.4 [20], T23
46 La Mente, con mayúscula, se refiere a la Mente o el Pensar de Dios o de Su Hijo o de Cristo, y representa el agente que activa al Alma (o Espíritu), aportándole su energía creadora o Amor. En la separación, la mente del Hijo separado parece tener tres partes: 1) El espíritu, que es la parte que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo, Quien se nos manifiesta por medio de impulsos amorosos y revelaciones; 2) el ego, que recibe del ego primario en la fuente de la separación, los impulsos de vida y de sobrevivencia, los cuales, al ser procesados por nuestro cerebro —subconsciente o conscientemente— dan vida a nuestro cuerpo y nutren a nuestra razón, lógica y sentido común de lo necesario para defendernos y sobrevivir; y 3) el decididor, que es lo que en nosotros decide todo el tiempo si pensar con el ego —que es lo que hacemos "usualmente"— o con el espíritu. Ver T7.3, T19.2, T25.5, L45, L165
47 … TODAS las mentes porque nadie puede, en su propia mente, pretender entrar al Cielo como individualidad, ya que Ahí sólo está Dios con Su único Hijo, Que realmente somos TODOS nosotros con Almas perfectas y eternas, Una en la única Alma de Cristo, Que es el Hijo de Dios, Uno con Su Padre y Creador en el Amor del Espíritu Santo.
48 … mediante La visión de Cristo es, en un instante santo en mi fuero interno, la que mira más allá del cuerpo de la persona que quiero perdonar y, cuando logro acceder al mundo real, ve su Alma perfecta y eterna, Una con La mía, en la experiencia de Cristo, nuestra verdadera Identidad. Basado en esa experiencia, cada vez que decida pensar con el Espíritu Santo, es decir, pensar con mi mente acertada, voy a percibir el mundo de otra manera, en la que, en mi fuero interno, no hay nada que no justifique perdonar completamente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirme a esa y otras personas, en relaciones santas. Ver T11.7, T12.5 [42]
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