gráfico por
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T16.4 [27] 55
A medida que aprendes, tu gratitud hacia tu Yo —Que te enseña Lo que Él
es
— aumentará y te ayudará a honrarlo.
56
Y te darás cuenta de Su poder, de Su fuerza y de Su pureza, y Lo amarás como su Padre Lo ama.
57
Su Reino no tiene límites ni fin, ni hay nada en Él que no sea perfecto y eterno.
58
Todo eso es lo que
tú
realmente eres
47
, y nada
fuera
de esto
eres
tú.
UCSM TEXTO CH 16, IV
T16.4
LA RECOMPENSA POR ENSEÑAR
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 182
Me aquietaré un instante
y me iré a casa
1
.
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L182.1 1
Este mundo en el que pareces vivir no es realmente tu Casa.
2
Y en algún recodo de tu mente, sabes que esto es verdad.
3
El recuerdo de Tu casa sigue rondándote, como si hubiera un lugar que te llamara a regresar, si bien no reconoces la voz ni lo que ésta te recuerda.
4
No obstante, sigues sintiéndote como un extraño aquí, procedente de algún lugar desconocido.
5
No se trata de algo tan concreto que puedas decir con certeza que eres un exiliado aquí,
6
sino más bien de un sentimiento persistente, a veces no más que una leve punzada que en otras ocasiones apenas recuerdas, algo que descartas sin ningún miramiento pero que sin duda ha de volver a rondarte otra vez.
L182.2 7
No hay nadie que no sepa de lo que estamos hablando.
8
No obstante, hay quienes tratan de ahogar su sufrimiento entreteniéndose en juegos para pasar el tiempo y alejar su tristeza.
9
Otros prefieren negar que están tristes y no reconocen en absoluto que se están tragando sus lágrimas.
10
Hay quienes afirman incluso que esto de lo que estamos hablando son ilusiones y que no se deben considerar sino como un sueño más.
11
No obstante, ¿quién podría afirmar sinceramente, sin ponerse a la defensiva o engañarse a sí mismo, que no sabe de lo que estamos hablando?
L182.3 12
Hoy hablamos en nombre de cada uno de los que andan por este mundo, porque no se siente en casa.
13
Camina a la deriva enfrascado en una búsqueda interminable, buscando en la oscuridad lo que no puede hallar y sin saber qué es lo que anda buscando.
14
Construye miles de casas, pero ninguna de ellas satisface a su agitada mente.
15
No se da cuenta de que las construye en vano.
16
La casa que realmente anda buscando no la puede construir él.
17
El Cielo
2
no tiene substituto.
18
Todo lo que alguna vez hizo fue el infierno.
L182.4 19
Tal vez pienses que lo que quieres encontrar es la casa de tu infancia.
20
La infancia de tu cuerpo y el lugar que le dio cobijo son ahora recuerdos tan distorsionados que lo que guardas es sencillamente una imagen de un pasado que nunca tuvo lugar.
21
No obstante, hay en ti un Niño que anda buscando la Casa de Su Padre, pues sabe que aquí Él es un extraño.
22
Su Infancia es eterna, llena de una eterna Inocencia.
23
Por doquier que este Niño camina, es tierra santa.
24
Su Santidad
3
es Lo que ilumina al Cielo y Lo que trae a la tierra es el puro reflejo de la Luz que brilla en lo Alto, reflejo en el que el Cielo y la tierra se encuentran unidos como uno.
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1
Casa
, con mayúscula, es sinónimo del Cielo, Realidad, Unicidad, etc. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
casa
es el espíritu, la parte de nuestra mente separada que aún se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo; y cuando pensamos con el ego, es la morada de éste. Ver
T5.5 [42] 77, T5.5 [43] 78-80, T9.8 [65] 33, T11 [103] 5, T10.4 [24] 10-11
2
Cielo
, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, Una en Cristo, Su Hijo, a saber que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver
T4.2 [19] 103, T4.4 [41] 3-5, T9.11 [103] 75, L138
3
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
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L E C C I Ó N 182
Me aquietaré un instante
y me iré a casa
1
.
pár 5-9
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L182.5 25
Este Niño que mora en ti es el Que Tu Padre conoce como Su Hijo.
26
Este Niño que mora en ti es el Que conoce a Su Padre.
27
Él anhela tan profunda e incesantemente volver a Su Casa que Su voz te suplica que Lo dejes descansar por un momento.
28
Tan sólo pide unos instantes de respiro: un intervalo de tiempo durante el cual pueda volver a respirar el aire santo que llena la Casa de Su Padre.
29
Tú también eres Su casa.
30
Él va a regresar.
31
Pero dale un poco de tiempo para que pueda volver a ser Él Mismo, en la paz de tu fuero interno, que es Su casa, descansando en silencio, y en paz y lleno de Amor.
L182.6 32
Este Niño necesita tu protección.
33
Se encuentra lejos de Su Casa.
34
Es tan pequeño que parece muy fácil no hacerle caso y no oír su vocecita, quedando así su grito de ayuda ahogado en los estridentes sonidos y destemplados ruidos discordantes del mundo.
35
No obstante, Él sabe que en ti aún radica Su segura protección.
36
Tú no Le fallarás.
37
Volverá a Su Casa y tú Lo acompañarás.
L182.7 38
Este Niño representa tu disposición a no querer defenderte; ésa es tu fuerza.
39
Él confía en ti.
40
Vino porque sabía que tú no le fallarías.
41
Te susurra incesantemente cosas de Su Casa.
42
Pues desea llevarte consigo de vuelta a Ella, a fin de poder quedarse Él Mismo Allí, y no tener que regresar de nuevo a donde no le corresponde estar, y donde vive proscrito en un mundo de pensamientos que le son ajenos.
43
Su paciencia no tiene límites.
44
Va a esperar en tu fuero interno hasta que oigas Su suave voz pidiéndote que Lo dejes ir en paz contigo, a donde Él realmente se encuentra en Casa, al igual que Tú.
L182.8 45
Cuando te hayas aquietado un instante, cuando el mundo se haya alejado de ti, cuando las ideas sin valor cesen de tener valor en tu agitada mente, entonces oirás Su voz.
46
Te llamará tan conmovedoramente que ya no podrás seguir negándole.
47
En ese instante, te llevará a Su casa y tú permanecerás allí con Él, en perfecta Quietud, Silencio y Paz, más allá de toda palabra, intocado por el miedo y la duda, sublimemente seguro de que realmente estás en Casa.
L182.9 48
Hoy descansa a menudo con Él,
49
pues decidió convertirse en un niño pequeño para que pudieras aprender cuán fuerte es quien carece de defensas, y ofrece únicamente los mensajes del Amor a quienes creen que es su enemigo.
50
Con el poder del Cielo en Sus manos, los llama amigos y les da Su fuerza para que puedan darse cuenta de que quiere ser su Amigo.
51
Les pide que Lo protejan, pues Su casa está muy lejos y no quiere regresar a ella solo.
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L E C C I Ó N 182
Me aquietaré un instante
y me iré a casa
1
.
pár 10-12
|
L182.10 52
Cristo
4
renace como un niño pequeño cada vez que alguien abandona su casa para vagar.
53
Pues ella debe aprender que realmente sólo quiere proteger a este Niño, Que viene sin defensas y a Quien ampara la disposición de no querer defenderse.
54
Hoy de vez en cuando, ve con Él a casa.
55
Tú eres un extraño aquí, al igual que Él.
L182.11 56
Dedica algún tiempo hoy a dejar a un lado tu escudo, que de nada te ha servido, y a deponer la espada y la lanza que blandiste contra un enemigo que realmente no existe.
57
Cristo te ha llamado amigo y hermano.
58
Ha venido incluso a pedirte ayuda para que Lo dejes regresar hoy a Su Casa, completado y completamente.
59
Cristo ha venido como lo haría un niño pequeño que tiene que implorar la protección y el amor de Su padre.
60
Rige el Universo y, sin embargo, te pide incesantemente que regreses con Él y que no sigas convirtiendo a las ilusiones en tus dioses.
L182.12 61
Tú no has perdido tu inocencia.
62
Y es por ella que anhelas;
63
ella es lo que tu corazón desea.
64
Es su Voz la que oyes, y éste es el llamamiento que no puedes ignorar.
65
Ese santo Niño todavía sigue a tu lado.
66
Su casa es la tuya.
67
Hoy Él te da su disposición a no querer defenderse y tú la aceptas a cambio de todos los juguetes bélicos de los que fuiste hacedor.
68
Y ahora el camino está libre y despejado, y el final del viaje puede por fin vislumbrarse.
69
Aquiétate por un instante, regresa a casa con Él y goza de paz durante unos momentos.
|
4
Cristo
, aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
16
PERDONAR LAS ILUSIONES
T16.4
LA RECOMPENSA POR ENSEÑAR
21-29
|
T16.4 [21] 1
Has enseñado bien
1
, aunque todavía no has aprendido a
aceptar
el bienestar que te produce enseñar.
2
Si te pones a examinar
lo
que has enseñado, y cuán ajeno es a lo que creías que
conocías
, tendrás
obligatoriamente
que darte cuenta de que tu Maestro
2
provino de más allá
de tu sistema de pensamiento
3
y, por eso pudo observarlo imparcialmente y percibir que no era verdadero.
3
Y
lo tuvo que
haber hecho basándose en un sistema de pensamiento muy diferente, que
no tenía nada en común con el tuyo
4
.
4
Pues ciertamente lo que Él ha enseñado y lo que tú has enseñado
por medio
de Él no
tiene
nada en común con lo que tú enseñabas
antes
de Su llegada
5
.
5
Y los resultados han sido traer paz donde antes había dolor y que el sufrimiento ha desaparecido para ser reemplazado por la alegría.
T16.4 [22] 6
Has
enseñado lo que es la libertad
6
, pero
no
has aprendido a ser libre
7
.
7
Anteriormente dijimos: "Por sus frutos los conocerás, y ellos se conocerán a sí mismos"
8
.
8
Pues es cierto que te juzgas a
ti mismo
9
de acuerdo con lo que enseñas
10
.
9
Las enseñanzas del ego
11
producen resultados
inmediatos
, porque
aceptas
inmediatamente sus decisiones
como si fueran tuyas
12
.
10
Y esa aceptación
significa
que estás dispuesto a juzgarte a ti mismo de acuerdo con ellas.
11
Causa y efecto
13
están claramente definidos en el sistema de pensamiento del ego, pues todo tu aprendizaje ha ido encauzado a
establecer
la relación que hay entre ellos.
12
Entonces, ¿cómo
no
tener fe en lo que con tanta diligencia te enseñaste a creer?
13
Pero recuerda cuánto cuidado pusiste en escoger sus testigos, y cuánto en
evitar
a los que hablaban a favor de la Causa de la Verdad y de
Sus
efectos.
|
|
1
… sobre todo por medio del ejemplo que has tratado de dar como resultado de haber aceptado una y otra vez el Redimir para ti mismo, haber perdonado lo mejor que has podido y haber extendido los milagros que te sugirió el Espíritu Santo
2
… el Espíritu Santo
3
… egóico del ego
4
… pensar "nos" con la mente acertada en vez de mantener todo el tiempo el diálogo interno de tu "yo", "yo", "yo" con tu ego, es decir, con la parte de tu mente que está equivocada…
5
… a tu espíritu o la parte acertada de tu mente, cuando decidiste pensar con el Espíritu Santo
6
… de la creencia en la realidad del ego que tus sentidos captan y tu razón, lógica y sentido común comprenden; del pasado, de los resentimientos y odios, del mal, de una vida sin verdadero significado, sin verdadero Amor
7
… de estar pensando casi todo el tiempo con tu ego.
8
Ver
T9.4 [30]
9
… como cuerpo o como Alma: El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
. El término
Alma
, siempre con mayúscula, es el Pensamiento único de Dios Que Él creó semejante a Sí Mismo, entendiéndose que al ser de Dios, el Alma es eterna y nunca nació. Todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— cuando nos unimos como Una en Cristo, somos el Hijo único de Dios, Que es Uno con Su Padre en el eterno Presente de la Unicidad. Ver
T2.1 [5] 18, T2.2 [20] 20-21, T2.3 [61] 60, T3.6 [38] 2-3, T3.7 [41] 39, T4.2 [8] 19-28, T4.2 [14] 63-64, T4.2 [19] 99-104, T4.4 [42] 9-13, T4.4 [54] 79, T4.8 [96] 15-18, T5.9 [95] 77, T7.10 [92] 8-9, T7.10 [93] 15-24, T9.9 [79] 73, T10.5 [31]
10
… sobre todo por medio del ejemplo.
11
… según su sistema de pensamiento
12
… ya que usualmente estás identificado con el ego y su realidad.
13
Dios, en Su eterna Unicidad, es la única
Causa
y, las Almas que Él creó a Su Semejanza, perfectas y eternas, Una en Cristo, Su Hijo, Su
Efecto
. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
causa
y
efecto
, significa el reflejo de la Causa y Efecto divinos; y, cuando pensamos con el ego, son las causas y efectos de las leyes de la evolución y la escasez que rigen este mundo, según las percibimos con nuestros sentidos y nos las explicamos por medio de nuestra razón, lógica y sentido común. Ver
T2.5 [97] 78-82, T21.3 [25] [26], T26.8 [60]
|
|
T16.4
LA RECOMPENSA POR ENSEÑAR
pár 23-24
|
|
T16.4 [23] 14
¿No te demuestra el hecho de
no
haber aprendido lo que
has
enseñado que
no
percibes a la Filiación como una?
15
¿Y no te demuestra también que no te consideras a
ti mismo
uno con Ella?
16
Pues es imposible enseñar eficazmente si
se carece totalmente
de convicción, y es igualmente imposible que la convicción se encuentre
fuera
de ti
14
.
17
Nunca habrías podido enseñar lo que es la libertad a no ser que
efectivamente
creyeses en ella.
18
Y
tiene que
ser que lo que enseñaste
provino de ti mismo
.
19
Y, sin embargo, es evidente que
no conoces
a este Yo y, por consiguiente, no Lo reconoces
aun cuando actúa
en ti.
20
Lo que está activo tiene necesariamente que estar presente
ahí
.
21
Y
sólo
si niegas
15
lo que ha hecho
16
podrías en algún momento negar Su presencia.
T16.4 [24] 22
Este
Curso
trata sobre cómo
conocerte
a ti mismo
17
.
23
Has enseñado
lo que eres
18
, pero
no
has permitido
19
que lo que realmente eres
te
enseñe a
ti
20
.
24
Has tenido
mucho
cuidado en evitar lo obvio, y en
no
ver la
verdadera
relación de Causa y Efecto que es
perfectamente
evidente
21
.
25
No obstante, si en tu fuero interno
22
se encuentra
todo
23
y lo has enseñado
24
,
26
entonces, ¿qué puede ser en tu mente lo que
no
lo aprendió?
27
Tiene que ser esa parte
25
que
realmente
se encuentra fuera de ti
26
,
no
porque la proyectaste,
sino porque es la Verdad
27
.
28
Y es esa parte que
recibiste en ti
28
, que
no
es lo que tú eres.
29
Es lo que
todos ustedes
aceptan que entre en sus mentes y que
realmente
hace que no cambien.
30
Las ilusiones no son sino creencias en
lo que no está ahí
.
31
Y el aparente conflicto entre Verdad e ilusión,
sólo
puede ser resuelto
separándote
29
de la ilusión
30
y
no
de la Verdad
31
.
|
|
14
Ti
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula,
ti
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20] 29, T23
15
… como sucede cuando quieres comprender tu espiritualidad y creencias con la razón, lógica y sentido común del ego.
16
… en los demás y en ti, por medio de el reflejo aquí de tu Yo, o Cristo,
17
… tanto la parte egocéntrica de tu mente (o ego) que cree en la realidad del tiempo y del espacio regida por las leyes de la evolución y escasez, como la parte que es capaz de compasión y de compartir (o espíritu) que se rige por el sistema de pensamiento del Espíritu Santo
18
… Cristo
19
… por estar pensando casi todo el tiempo con tu ego,
20
… usando tu espíritu, que es la parte de tu mente separada que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu Santo.
21
… cuando piensas con el Espíritu Santo
22
… en tu espíritu, cuando decides pensar con el Espíritu Santo,
23
El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
24
… con tu ejemplo, cuando has tenido pensamientos de compasión, de compartir y de Amor, y gestos desinteresados hacia los que habías perdonado totalmente que avalaron esos pensamientos,
25
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Pensar de Amor de la eterna Unicidad —en el Cual, todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en el Alma del Hijo único de Dios, Quien es Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, por haber olvidado el Hijo de Dios reírse de ese pensar individual, éste se convirtió, en la ahora mente separada, en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
26
… cuando tu pensar es reflejo aquí del pensar Amor de tu Alma que, con todas las demás Almas, realmente es Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador en el Amor del Espíritu Santo,
27
… a saber, que el ego y todas sus hechuras son ilusorios porque, al contrario de Su Hijo, no fueron creados por Dios
28
… en tu mente en el momento de la separación,
29
… en tu mente
30
… del sistema de pensamiento del ego y de su creencia en la realidad del tiempo y del espacio,
31
… que siendo Dios, sólo es…
|
|
T16.4
LA RECOMPENSA POR ENSEÑAR
pár 25-26
|
|
T16.4 [25] 32
Lo que has enseñado
32
ya lo ha
logrado
, pues el Espíritu Santo forma
parte de ti
33
.
33
Al haber sido creado por Dios, Él no ha abandonado ni a Dios ni a Su creación
34
.
34
Él es a la vez Dios
y
tú
35
, del mismo modo en que tú eres realmente Uno con Dios y Él.
35
Pues la Respuesta de Dios a la separación
36
te aportó más que lo que tú trataste de
llevarte contigo
37
.
36
En efecto, el Espíritu Santo te protegió
conjuntamente
con tus creaciones
38
, manteniendo como uno en ti
39
lo que querías
excluir
40
.
37
Y ellas
ocuparán el lugar
de lo que
tú
aceptaste en tu mente para
reemplazarlas
41
.
38
Tus creaciones son
muy
reales,
pues
forman parte del Yo
42
que no conoces.
39
Y ellas se comunican contigo por medio del Espíritu Santo
43
, y te ofrecen gustosamente su poder y gratitud hacia ti por
haberlas
creado, para que los utilices en tus enseñanzas sobre tu Yo, Que es el hogar de ellas.
40
Tú, que eres el anfitrión de Dios, lo eres también de
ellas
,
41
pues Nada real ha abandonado nunca la Mente de Su Creador.
42
Y lo que
no
es real
nunca
estuvo en
Ella
.
T16.4 [26] 43
Tú
no
eres realmente dos yoes
44
en conflicto.
44
¿Qué puede haber
más allá
de Dios?
45
Si tú
45
, que Lo contienes y Él, que te contiene,
son
el universo
46
, todo lo demás tiene que estar
fuera
, donde
no
hay
nada
.
46
Tú has enseñado esto y, desde muy lejos en el universo, aunque
no
más allá de ti mismo, los testigos de tu enseñanza se han congregado para ayudarte a aprender.
47
Su gratitud se ha unido a la tuya y a La de Dios para fortalecer tu fe en lo que has enseñado.
48
Pues lo que enseñaste es verdad
.
49
Cuando estás solo,
te excluyes
de tu propia enseñanza y te
separas
de ella.
50
Pero, al compartir
con
los demás,
tienes
necesariamente que darte cuenta de que no fue sino a
ti mismo
a quien enseñaste, y que
aprendiste
debido a la convicción que
compartiste
con ellos.
|
|
32
… sobre la Verdad
33
… en tu espíritu en tu mente
34
… tú, el Hijo separado de Dios
35
… ya que fuiste creado en un Pensamiento de Amor
36
… el Espíritu Santo
37
… el ego en el momento de la separación
38
Las
creaciones
, en minúscula, son las que hacemos aquí —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos milagros— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios en el Cielo. Y, aquí también,
somos
las creaciones de Dios, cuando después de habernos unido como uno en nuestra mente con el o los hermanos a quienes habíamos perdonado y extendido milagros, experimentamos en un instante santo del mundo real o reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios, Uno con Su Hijo único, Que
somos
todos nosotros, ahora Uno en Cristo. Ver
T1.1.24 [27] 4, T1.1.44 [71] 3, T14.5 [45] 61
39
… como reflejo aquí de Cristo,
40
… las demás Almas
41
… el ego individual en vez del Cristo colectivo que realmente eres como Uno con todas las demás Almas.
42
… de Cristo. Ver
T16.4 [23] 19
43
… a través de los impulsos amorosos que de vez en cuando emergen de lo más profundo de tu subconsciente.
44
… el de Cristo y el del ego
45
… que conjuntamente con las demás Almas eres realmente Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien a su vez es Uno con Dios,
46
Universo
, con mayúscula, es sinónimo de la Unicidad de Dios, Cielo, Reino de los Cielos, Realidad, es decir, Todo lo creado por Dios. En minúscula,
universo
puede significar todo lo que está contenido en el tiempo y el espacio según el ego o, si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios. Ver
T28.3 [16] 8, T29.7 [39]
|
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T16.4
LA RECOMPENSA POR ENSEÑAR
pár 27-29
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T16.4 [27] 51
Este año comenzarás a aprender y a hacer que lo que aprendas
corresponda
a lo que enseñas.
52
Esto fue lo que
decidiste
por tu propia disposición a enseñar.
53
Aunque parecías sufrir por esto, la alegría de enseñar pronto será tuya.
54
Pues la alegría de enseñar reside
en el estudiante
, que la ofrece al maestro con gratitud, y la comparte
con
él.
55
A medida que aprendes, tu gratitud hacia tu Yo —Que te enseña Lo que Él
es
— aumentará y te ayudará a honrarlo.
56
Y te darás cuenta de Su poder, de Su fuerza y de Su pureza, y Lo amarás como su Padre Lo ama.
57
Su Reino no tiene límites ni fin, ni hay nada en Él que no sea perfecto y eterno.
58
Todo eso es lo que
tú
realmente eres
47
, y nada
fuera
de esto
eres
tú.
T16.4 [28] 59
A tu santísimo Yo se le debe toda alabanza por lo que realmente eres, y por Lo Que es El Que Te creó
tal
como eres.
60
Tarde o temprano, cada uno tiene que salvar la brecha que imagina existe entre sus dos yoes.
61
Cada uno construye ese puente que
lo va a llevar a salvar
la brecha
48
, tan pronto como esté dispuesto a hacer un ligero esfuerzo por construirlo
49
.
62
Sus pequeños esfuerzos están suplementados poderosamente por la fuerza del Cielo y por la voluntad conjunta de todos los que hacen que el Cielo sea lo que realmente es, al estar todos unidos dentro de él.
63
Y así, el que quiere cruzar al otro lado es literalmente transportado allá.
T16.4 [29] 64
Tu puente está mejor construido de lo que piensas, y tu pie está firmemente asentado sobre él.
65
No tengas miedo de que la atracción de los que te están esperando al otro lado del puente no te vaya a ayudar a cruzarlo sin contratiempos.
66
Pues
llegarás
donde quieres estar, y donde te aguarda tu Yo.
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47
… Cristo, en Quien todos, como Almas eternas y perfectas, somos realmente Una y, esa única Alma es Uno con Dios, como Su único Hijo.
48
… que le separa de las demás Almas que realmente son Una en el Alma única o Yo, Cristo…
49
… queriendo ver el mundo de otra manera y aceptando el Redimir para sí mismo
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