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T17.7 [58] 8
En cualquier situación en que no
sepas
qué hacer, lo
primero
que tienes que considerar es sencillamente esto: "¿Qué es lo que quiero que resulte de esta situación?
9
¿Cuál es su
propósito
?"
10
La meta debe clarificarse al
principio
, pues eso es lo que
determinará
el resultado.
11
El ego procede a la inversa.
12
La
situación
se convierte en el determinante del resultado,
que puede ser cualquier cosa
.
13
La razón de este enfoque desorganizado es evidente.
14
El ego no sabe qué es lo que
quiere
que resulte de la situación
3
.
15
Es
consciente de lo que
no
quiere, pero sólo de eso.
16
No tiene en mente ninguna meta
positiva
4
.
UCSM TEXTO CH 17, VII
T17.7
PERDONAR EN FORMA PRÁCTICA
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 193
Todas las cosas
1
son lecciones
que Dios quiere que yo aprenda.
|
L193.1 1
Dios no sabe de aprendizajes.
2
No obstante, Su Voluntad se extiende hasta lo que Él no entiende, en cuanto que Él quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua y por siempre en aumento; que se expanda eternamente en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él.
3
Ésa es Su Voluntad.
4
Y, en consecuencia, Su Voluntad provee los medios para garantizar que se cumpla.
L193.2 5
Dios no ve contradicciones.
6
Sin embargo, Su Hijo cree verlas.
7
Por lo tanto, tiene necesidad del Único
2
que puede corregir su mirada errante y ofrecerle la visión que lo llevará de regreso Donde cesa la percepción.
8
Dios no percibe en absoluto.
9
No obstante, Él es el Que provee los medios para que la percepción se vuelva lo suficientemente hermosa y verdadera como para que la luz del Cielo brille sobre ella.
10
Él es el Que responde a las contradicciones de Su Hijo y Quien mantiene la Inocencia de Éste a salvo y para siempre.
L193.3 11
Dios no ofrece perdón, pues sabe que ningún pecado es realmente posible
3
.
12
Y sin embargo, dejó que a Su santa ley del Amor se le diera una forma que podría ofrecerse al mundo
4
.
13
Y creó a Uno
5
Que podría percibir la forma que esta ley debería adoptar, de manera que la pudiese recibir cada mente que la había olvidado tal como existe en el Cielo y en Dios.
14
De esta manera, abarcó lo que Él no podía aceptar ni comprender
6
, dando Su Amor y Respuesta a una pregunta que, aunque no tenía significado
7
, Su Hijo Le había preguntado.
L193.4 15
Aquel Que Dios creó para remplazar con paz y alegría los pensamientos alocados que se infiltraron en la mente de Su santísimo Hijo, ahora está cumpliendo Su función.
16
Está redireccionando cada lección de odio que tú quieres enseñar, por una en la que el perdón
8
hace acto de presencia y devuelve amor por odio, de manera de eliminar así el miedo
9
.
17
Y ahora, la culpa
10
no puede hacer acto de presencia, pues su fuente ha sido excluida a medida que el propósito de la lección se ha ido cambiando por el de la inculpabilidad
11
: el odio ha sido desraizado por el Amor.
|
1
Las
cosas,
en minúscula, son, aquí, las cosas que perciben nuestros sentidos.
2
… el Espíritu Santo
3
… en el Cielo, Que es Donde realmente estamos todos, como Almas perfectas y eternas, Una en el Alma del único Hijo de Dios.
4
… expresada por medio de los impulsos amorosos que emergen desde lo más profundo de nuestro subconsciente, del
residuo bendito
, que es la memoria o reflejo que llevamos por dentro, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
5
… el Espíritu Santo
6
… que Su Hijo quisiera separarse para crear por su cuenta…
7
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
8
Perdonar
es un proceso que comienza cuando decido que quiero ver al mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, LTe.1 (-221)
9
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
10
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
11
Inculpabilidad
significa la condición de estar libre de culpabilidad. En el
Curso
, "inculpabilidad" y "estar libre de culpa o de culpabilidad" son sinónimos. La
Inculpabilidad
, con mayúscula, es del Cielo, donde al ser todos Almas perfectas y eternas, Una en Cristo y Cristo Uno con Dios, la culpa no tiene cabida y, en minúscula, es Su reflejo aquí. Ver
T11.10, T13.8, T14.2
|
L E C C I Ó N 193
Todas las cosas
1
son lecciones
que Dios quiere que yo aprenda.
pár 5-9
|
L193.5 18
Éstas son las lecciones que Dios quiere que aprendas.
19
Su Voluntad se refleja en todas ellas, y ellas reflejan Su amorosa Bondad para con el Hijo que Él ama.
20
Cada lección encierra un pensamiento central, que es el mismo en todas ellas.
21
Sólo varía su forma: según las distintas circunstancias y acontecimientos; según los diferentes caracteres y diferentes temas; todos ellos aparentes pero no reales.
22
Todas las lecciones son iguales en cuanto al contenido fundamental se refiere,
23
que es éste:
L193.6 24
Perdona y verás esto de forma diferente.
L193.7 25
Es cierto que no parece que toda aflicción no sea más que una falta de perdón.
26
No obstante, ése es el contenido que se encuentra tras la forma.
27
Esta uniformidad es lo que hace que el aprendizaje sea seguro, ya que la lección es tan sencilla que, al final, no se puede rechazar.
28
Nadie puede ocultarse todo el tiempo de una Verdad tan obvia que, aunque se presente en innumerables formas, puede reconocerse en todas ellas con la misma facilidad en todas ellas, sólo con querer ver la sencilla lección que allí se encierra.
L193.8 29
Perdona y verás esto de forma diferente.
L193.9 30
Estas son las palabras que el Espíritu Santo te dice en todas tus tribulaciones, todo dolor y todo sufrimiento, sea cual sea la forma en que se manifiesten.
31
Éstas son las palabras con las que a la tentación le llega su fin, y la culpa —ahora abandonada— deja de ser objeto de reverencia.
32
Éstas son las palabras que ponen fin al sueño de pecado, y libran a la mente de todo miedo.
33
Éstas son las palabras mediante las cuales la salvación
12
llega al mundo entero.
|
12
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
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L E C C I Ó N 193
Todas las cosas
1
son lecciones
que Dios quiere que yo aprenda.
pár 10-14
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L193.10 34
¿Es que no deberíamos aprender a decir estas palabras cada vez que nos sintamos tentados de creer que el dolor es real, y que la muerte sea nuestra elección en lugar de la Vida?
35
¿Es que no deberíamos aprender a decirlas una vez que hayamos comprendido el poder que tienen para liberar a todas las mentes de la esclavitud?
36
Son palabras que te dan poder sobre todos los acontecimientos que parecen tener control sobre ti.
37
Los verás acertadamente cuando conciencies plenamente estas palabras, y no olvides que son aplicables a todo lo que ves o a todo lo que cualquier hermano observe imperfectamente.
L193.11 38
¿Cómo puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente, o cuándo alguna otra persona no logra percibir la lección que debería aprender?
39
¿Parece real el dolor en esta percepción?
40
Si lo parece, ten por seguro que no se está aprendiendo la lección,
41
y que una falta que no se ha perdonado permanece oculta en la mente que ve el dolor a través de los ojos que ella misma dirige.
L193.12 42
Dios no quiere que sufras así.
43
Quiere ayudarte a que te perdones a ti mismo.
44
Su Hijo no recuerda realmente Quién es.
45
Y Dios no quiere que Su Hijo olvide Su Amor ni todos los dones que Su Amor trae consigo.
46
¿Vas a renunciar ahora a tu propia salvación?
47
¿Vas a dejar de aprender la sencilla lección que el Maestro celestial pone ante ti para que todo dolor desaparezca y Dios pueda ser recordado por Su Hijo?
L193.13 48
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que aprendas.
49
No quiere dejar ningún pensamiento rencoroso sin corregir, ni que una espina o un clavo lastime en modo alguno a Su santo Hijo.
50
Quiere asegurarse de que el reflejo de Su santo descanso permanezca sereno e imperturbable, sin preocupaciones, en el reflejo aquí de un eterno Hogar Que cuida de Él.
51
Y quiere que todas las lágrimas sean enjugadas y que no quede ni una sola más por derramar, ni ninguna que no espere el momento señalado para derramarse.
52
Pues Dios ha dispuesto que la risa reemplace a cada una de ellas y que Su Hijo vuelva a ser libre.
L193.14 53
Hoy trataremos de superar en un solo día miles de aparentes obstáculos a la paz.
54
Permite que la compasión te llegue cuanto antes.
55
No trates de posponer su llegada ni un sólo día más, ni un solo minuto más, ni un solo instante más.
56
Para eso se hizo el tiempo.
57
Empléalo hoy para lo que es su verdadero propósito.
58
Dedica, mañana y noche, el tiempo que puedas disponer para servir a su adecuado propósito y no permitas que el tiempo que dediques a las prácticas sea menor que el necesario para satisfacer tus más profundas necesidades.
|
L E C C I Ó N 193
Todas las cosas
1
son lecciones
que Dios quiere que yo aprenda.
pár 15-20
|
L193.15 59
Dedícale todo el tiempo que puedas, y luego dedícale un poco más, pues ahora queremos apurarnos en levantarnos para ir a la casa de nuestro Padre.
60
Hemos estado ausentes demasiado tiempo y ya no queremos seguir demorándonos más aquí.
61
Y a medida que practicamos, pensemos en todas las cosas con las que nos hemos quedado para aprovecharlas por nuestra cuenta y que hemos mantenido fuera del alcance de la curación
13
.
62
Entreguémoslas todas a Aquel que sabe cómo mirarlas de manera que desaparezcan.
63
La Verdad es Su mensaje; la Verdad es Su enseñanza.
64
Suyas son las lecciones que Dios quiere que aprendamos.
L193.16 65
Hoy y en cada uno de los días venideros, al inicio de cada hora, dedica un poco de tiempo a practicar la lección del perdón en la forma que se indique para ese día.
66
Y trata de aplicarla a lo acontecido durante la hora que acaba de terminar, de manera que la próxima hora esté libre de lo que ocupaba a la anterior.
67
De esta manera, las cadenas del tiempo se soltarán fácilmente.
L193.17 68
No permitas que ninguna hora arroje su sombra sobre la siguiente, y cuando ésta haya transcurrido deja que todo lo acontecido durante su curso se vaya con ella.
69
De este modo, permanecerás libre, y en eterna paz, en el mundo del tiempo.
70
Ésta es la lección que Dios quiere que aprendas: Hay una manera de mirarlo todo que te acerca un paso más a Él y a la salvación del mundo.
L193.18 71
A todo lo que habla de terror, responde de esta manera:
L193.19 72
Perdonaré y esto desaparecerá.
L193.20 73
Ante toda aprensión, preocupación o sufrimiento, repite estas mismas palabras.
74
Y entonces tendrás en mano la llave
14
que abre las puertas del Cielo, que hace que el Amor de Dios el Padre baje finalmente a la tierra para elevarla hasta el Cielo.
75
Dios Mismo dará este paso final.
76
No te niegues a dar los pequeños pasos que Él te pide que des para llegar a Él.
|
13
Curación
es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver
T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17
14
La
llave del
Curso
y de la salvación es el otro, los demás, a quienes vas a perdonar, extender los milagros que te sugiera el Espíritu Santo, y con quienes vas a entablar relaciones santas. Ver
13.7 [62]
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
17
EL PERDÓN Y LA CURACIÓN
T17.7
PERDONAR EN FORMA PRÁCTICA
57-64
|
T17.7 [57] 1
La aplicación práctica del propósito del Espíritu Santo es extremadamente sencilla, aunque
inequívoca
.
2
De hecho,
para poder
ser sencilla
tiene que
ser inequívoca.
3
Lo sencillo es sólo lo que
se entiende fácilmente
y, para ello, es evidente que
debe ser claro
.
4
La determinación de la meta del Espíritu Santo es
general
1
,
5
pero Él te
ayudará
a
determinarla en forma específica
, porque para aplicarla aquí,
hay que
ser específico
2
.
6
Para
cualquier
situación, el Espíritu Santo provee directrices
muy
específicas, porque —recuerda— tú aún no te has dado cuenta de que su aplicación es universal.
7
Por consiguiente, a estas alturas y para cada situación, es esencial que las utilices de forma separada, hasta tanto puedas ver
más allá
de cada situación con mayor seguridad y con un entendimiento mucho más amplio del que ahora posees.
T17.7 [58] 8
En cualquier situación en que no
sepas
qué hacer, lo
primero
que tienes que considerar es sencillamente esto: "¿Qué es lo que quiero que resulte de esta situación?
9
¿Cuál es su
propósito
?"
10
La meta debe clarificarse al
principio
, pues eso es lo que
determinará
el resultado.
11
El ego procede a la inversa.
12
La
situación
se convierte en el determinante del resultado,
que puede ser cualquier cosa
.
13
La razón de este enfoque desorganizado es evidente.
14
El ego no sabe qué es lo que
quiere
que resulte de la situación
3
.
15
Es
consciente de lo que
no
quiere, pero sólo de eso.
16
No tiene en mente ninguna meta
positiva
4
.
T17.7 [59] 17
Sin una meta clara, positiva, y predeterminada, la situación simplemente parece suceder y no se entiende sino cuando
ya ha sucedido
.
18
Entonces
la miras
en retrospectiva
, y tratas de reconstruir el significado
5
que
debía
haber tenido.
19
Y te equivocarás
,
20
no sólo porque tus juicios están vinculados
al pasado
, sino porque tampoco tienes idea de lo que debería haber sucedido.
21
Por no haber determinado de antemano la meta hacia la cual
encauzar
los medios,
22
ahora el único juicio que
queda
por hacer es si al ego le gusta o no lo que pasó: si es aceptable para él, o si clama por venganza.
23
La ausencia de un criterio
preestablecido
en relación al resultado final hace que sea difícil de comprender e imposible de evaluar.
T17.7 [60] 24
La ventaja que tiene decidir de antemano lo que
quieres
que suceda es sencillamente que percibirás la situación como un medio para
hacer
que ésta se logre.
25
Por consiguiente, harás todo lo posible por
pasar por alto
todo lo que interfiera en su logro, y te concentrarás sólo en lo que te ayude a lograrlo.
26
Es bastante obvio que
este
enfoque te ha acercado más a la manera con la que el Espíritu Santo
distingue
la Verdad de lo falso.
27
Lo verdadero viene a ser lo que se puede utilizar para
alcanzar
la meta,
28
y lo falso, lo que es inútil
desde ese punto de vista
.
29
Ahora la situación
tiene
significado, pero sólo porque la
meta hizo
que lo tuviera.
|
|
1
… para todos los que fueron, son y serán,
2
… ya que el Hijo de Dios parece haberse separado de Su Padre y Creador y, además, haberse fraccionado en una multiplicidad de individualidades separadas unas de otras y compitiendo unas contra otras para sobrevivir…
3
… porque no sabe lo que le depara el futuro…
4
… porque su objetivo primordial es sobrevivir a como dé lugar…
5
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
|
|
T17.7
PERDONAR EN FORMA PRÁCTICA
57-64
pár 61
|
|
T17.7 [61] 30
La meta
6
de la Verdad tiene otras ventajas prácticas.
31
Si la situación se usa a favor de la Verdad
7
y de la cordura
8
, su desenlace
tiene que
ser la paz.
32
Y esto será así,
independientemente
de cuál
sea
el desenlace.
33
Si la paz es la
condición
de la Verdad y de la cordura, y no
puede darse sin
ellas, allí donde hay paz
ellas tendrán que estar
.
34
La Verdad viene por Sí Misma.
35
Si experimentas
paz
es porque la Verdad te
ha
llegado, y así
verás
el desenlace de verdad, pues el engaño no podrá prevalecer contra ti.
36
Y
reconocerás
este desenlace justamente
porque
estás en paz
9
.
37
Aquí vuelves a ver lo
opuesto
a la manera de ver del ego, pues el
ego
cree que es la
situación
la que
da lugar
a la experiencia.
38
Por su parte, el Espíritu Santo sabe que la situación sucederá tal como determina la meta, y que la experimentarás
de acuerdo con
esa meta.
|
|
6
La
meta
del
Curso
: es aprender a pensar, percibir y actuar cada vez más con el Espíritu Santo y cada vez menos con el ego, de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
7
… en la Cual quiero creer: La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
8
Cordura, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su sistema de pensamiento en nuestro espíritu que parte de la creencia en la Verdad: La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del Cosmos, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por la evolución y la escasez, y constituyen su única y verdadera realidad; y que nuestra vocación y función aquí es tratar lo más posible de ser reflejos de esa Realidad, aceptando el Redimir para nosotros mismos, perdonando, extendiendo milagros y entablando relaciones santas para multiplicar el perdón y la extensión de milagros hasta abarcar a todos. Y cuando pensamos con nuestro ego, la cordura es el estado mental al que llegamos por medio del sentido común y del razonamiento. Ver
T6.6.2 [76], T17.7 [61]
9
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
|
|
T17.7
PERDONAR EN FORMA PRÁCTICA
57-64
pár 62-64
|
|
T17.7 [62] 39
La meta de la Verdad
requiere fe
10
.
40
La fe está implícita en la aceptación del propósito del Espíritu Santo,
y esta fe lo abarca todo
.
41
Donde se ha establecido la meta de la Verdad,
tiene
necesariamente que haber fe.
42
El Espíritu Santo ve la situación
como un todo
.
43
La meta establece el hecho de que
todo aquel
que esté involucrado en la situación
desempeñará
el papel que le corresponde para lograr la consecución de la misma.
44
Esto es inevitable
.
45
Nadie fracasará en nada.
46
Esto
parece
requerir una fe que está
más allá
de ti, y más allá de lo que eres capaz de
dar
.
47
No obstante, esto es así,
sólo
desde el punto de vista del ego, pues éste cree que la manera de "resolver" los conflictos es
fragmentándolos
y, por consiguiente,
no
percibe la situación como un todo.
48
De este modo, el ego intenta dividir la situación en
segmentos
y lidiar con cada uno de ellos
por separado
, pues tiene fe en la separación y
no
en la Completitud
11
.
T17.7 [63] 49
En los casos en los que el ego enfrenta un
aspecto
de la situación cuya solución
parece
ser difícil, tratará de
trasladar este aspecto a otro sitio
y resolverlo allí.
50
Y
parecerá
tener éxito, salvo que ese intento
entrará en conflicto con la unidad
12
, y necesariamente enturbiará la meta de la Verdad
13
.
51
Y no se podrá experimentar la paz,
salvo
en fantasías.
52
Si la Verdad
no
te ha llegado, es porque has
negado
tu fe en Ella, fe a la que has
impedido
estar donde Le corresponde por derecho propio
14
.
53
De este modo,
pierdes
la comprensión de la situación que la meta de la Verdad te haría ver.
54
Pues las soluciones que provienen de la fantasía sólo aportan experiencias de
ilusión
, y la ilusión de paz
no
es la condición apropiada que permita la entrada a la Verdad
15
.
T17.7 [64] 55
Los substitutos de cualquier
aspecto
de una situación son los testigos de tu
falta
de fe.
56
Demuestran que
no
creíste que la situación
y el problema
estuviesen en el mismo lugar
16
.
57
El problema
era
la falta de fe, y
esto
es lo que estás demostrando cuando
separas
el problema de su fuente y lo pones en otro lugar.
58
Como resultado de ello,
no ves el problema
17
.
59
De no haberte faltado la fe en que
podía
ser resuelto, el
problema
habría desaparecido.
60
Y la situación habría tenido
significado
para ti, porque hubieses eliminado la
interferencia
que te impedía comprender
18
.
61
Trasladar el problema
a otro lugar
es
perpetuarlo
,
62
pues te desentiendes
de
él y
haces
que sea irresoluble.
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10
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
11
La
Completitud
, con mayúscula, en el Cielo, es de Dios y de todos nosotros como Almas perfectas y eternas que realmente somos, Una en Cristo, Su Hijo, Quien es Uno con Su Padre en el Amor del Espíritu Santo que Ambos comparten en la paz y alegría de la eterna Unicidad. En minúscula, la
completitud
es el reflejo aquí de la eterna Completitud, y se experimenta en nuestra mente en un instante santo del mundo real cuando, después de haber perdonado totalmente a un hermano (s), nos unimos a él (ellos) como uno en la experiencia de Cristo. Ver
T2.5 [102], T6.3 [25], T15.8 [78] 90-94, T29.3 [19] 69
12
… de todos como Uno en Cristo
13
… que es regresar a la Unicidad de Dios de la Cual nunca nos separaramos realmente
14
… en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo.
15
… en tu mente que sigue pensando con el ego.
16
… tu mente separada, por estar pensando con el ego…
17
… que es la separación de Dios, que tu ego te hace creer que sucedió por medio de lo que experimentan tus sentidos y te explica tu razón, lógica y sentido común de ego...
18
… que la solución se encuentra en aceptar el Redimir para ti mismo, perdonar y extender milagros al otro, a los otros, ya que todos, como Almas, somos realmente Uno en Cristo, el Hijo de Dios en el eterno Presente de la Unicidad de Su Padre, con Quien es Uno.
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