gráfico por
©Deposit Photos
|
T23.2 [14] 65
Cualquier conflicto tiene necesariamente que tener lugar entre
dos fuerzas
.
66
No
puede existir entre un poder y la nada.
67
No hay nada que
puedas
atacar que no forme realmente parte de Ti
23
.
68
Y, cuando lo atacas, haces dos ilusiones de Ti Mismo, que están
en conflicto
entre sí.
69
Y esto ocurre cada vez que miras
cualquier cosa
que no sea con Amor a cualquier cosa que Dios creó
24
.
70
El conflicto es temible, pues es la
cuna
del miedo.
71
Pero lo que ha nacido de la nada no puede
acreditarse
mediante batallas.
72
¿Por qué vas a querer llenar tu mundo de conflictos contigo Mismo?
73
Deja que toda esa locura sea deshecha para ti y vuelve en paz a recordar a Dios, recuerdo que todavía brilla en tu aquietada mente
25
.
UCSM TEXTO CH 23, II
T23.2
LAS CREENCIAS
IRRECONCILIABLES
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 253
Mi Yo
1
gobierna el Universo
2
.
|
L253.1 1
Es imposible que me pase algo sin haberlo yo pedido
3
.
2
Incluso en este mundo, soy yo quien gobierna mi destino.
3
Lo que sucede es lo que deseo.
4
Lo que no sucede es lo que no quiero que suceda.
5
Tengo que aceptar esto.
6
Pues así
4
se me conduce más allá de este mundo a mis creaciones
5
—niños de mi voluntad— en el Cielo donde mora mi santo Yo y Él, Quien Me ha creado.
L253.2 7
Señor, eres el Yo Que creó al Hijo
6
, Quien crea como Tú
7
y es Uno Contigo.
8
Mi Yo, Que gobierna el Universo, no es sino Tu Voluntad perfectamente unida a la mía
8
, la cual
9
, gustosa y necesariamente, tiene que asentir a la Tuya, de modo que pueda extenderse hasta sí misma
10
.
|
1
Yo
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos —como Almas eternas y perfectas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. También es usado pocas veces como el Yo de Dios. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
2
Universo
, con mayúscula, es sinónimo de la Unicidad de Dios, Cielo, Reino de los Cielos, Realidad, es decir, Todo lo creado por Dios. En minúscula,
universo
puede significar todo lo que está contenido en el tiempo y el espacio según el ego o, si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios. Ver
T28.3 [16] 8, T29.7 [39]
3
… tanto en el eterno Presente de la Unicidad donde mi Alma —Una con todas las demás Almas en Cristo, el Hijo único— sólo da, pide y recibe Amor, como en este mundo donde —desde el instante en el que dormido, el Hijo tuvo la "… diminuta idea alocada," que podía crear por sí solo sin Dios, y de la que "… olvidó reírse", olvido que tuvo, entre otros, los efectos reales (en el sueño) de la hechura del tiempo, del espacio y de todo lo que éstos contienen, así como de establecer las normas o leyes que los regirían— puedo escoger pensar y actuar con mi ego o con el Espíritu Santo.
4
… cuando decido aceptar la Verdad, pensar con el Espíritu Santo, aceptar el Redimir para mí mismo, perdonar, entrar en el instante santo del mundo real, y extender los milagros que me sugiera el propio Espíritu Santo por medio de mi espíritu,
5
Las
creaciones
, en minúscula, son las que hacemos aquí —cuando perdonamos al otro, a los otros, y extendemos milagros— como un reflejo de las Creaciones que creamos como Uno con y en Dios en el Cielo. Y, aquí también,
somos
las creaciones de Dios, cuando después de habernos unido como uno en nuestra mente con el o los hermanos a quienes habíamos perdonado y extendido milagros, experimentamos en un instante santo del mundo real o reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios, Uno con Su Hijo único, Que somos todos nosotros, ahora Uno en Cristo. Ver
T1.1.24 [27] 4, T1.1.44 [71] 3, T14.5 [45] 61
6
El
Hijo único de Dios
o Cristo, en Quien todos —como Almas— somos realmente Uno, y Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo. Ver
T2.5 [101] 107/ T3.7 [57- 59], T10.5
7
… Allá, con y en el Amor del Espíritu Santo, y aquí, como un reflejo de Allá, cuando extiendo milagros.
8
… Allá, Que es donde realmente estamos todos como Almas, Una en Cristo Que es Uno con Dios, y aquí, donde creemos ilusoriamente estar, pero que cuando pensamos con el Espíritu Santo, nuestra voluntad se convierte en el reflejo aquí de la única Voluntad que hay: La de Dios, Uno con Su hijo en el Amor del Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad.
9
… aquí, cuando —repito— decido aceptar la Verdad, pensar con el Espíritu Santo, aceptar el Redimir para mí mismo, perdonar, entrar en el mundo real, y extender los milagros que me sugiera el propio Espíritu Santo por medio de mi espíritu,
10
… aquí, como reflejo de mi verdadera Voluntad, Que es La de Dios.
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
23
LA GUERRA CONTRA TI MISMO
T23.1
INTRODUCCIÓN
1-6
|
T23.1 [1] 1
¿No te das cuenta de que lo
opuesto
a la flaqueza y a la debilidad
1
es la impecabilidad
2
?
2
La
inocencia
3
es fuerza
4
, y ninguna otra cosa la tiene.
3
Los que están libres de pecado no pueden temer, pues el pecado, de la clase que sea, implica debilidad.
4
La demostración de fuerza que utiliza el ataque para
encubrir
la flaqueza no logra
5
ocultarla, pues, ¿cómo
ocultar
lo que no es real?
5
Nadie que tenga un enemigo es fuerte y nadie ataca a menos que crea
tenerlo
.
6
Por consiguiente, creer en enemigos es creer en la
debilidad
, y lo que es débil
no
lo es por la Voluntad de Dios
6
.
7
Al
oponerse
a Ésta, se convierte en Su "enemigo".
8
Y así, se teme a Dios, al considerársele una voluntad
contraria
.
|
|
1
… de la mente en cuanto a decidir qué hacer con su vida según lo que percibe con el ego…
2
La
Impecabilidad
, con mayúscula, es la condición de nuestras Almas en la eterna Unicidad de Dios, Que es donde queremos creer que Todas realmente están y son Una en Cristo, Su único Hijo. En minúscula,
impecabilidad
es el reflejo aquí de esa Condición eterna. El estado de impecabilidad es simplemente esto: todo deseo de atacar ha desaparecido, de modo que no hay razón para percibir al Hijo de Dios de ninguna otra forma que como realmente es. Ver
T20.5 [32], T25.6 [37]
3
… de no concebir el mal —no por ignorancia o falta de experiencia— sino por creer que somos otra cosa que este cuerpo y cerebro imperfectos y transitorios, regidos como están por las leyes de la evolución (todo se come a todo) y de la escasez (las cosas buenas ni abundan ni duran); porque queremos creer que realmente somos el Alma única del único Hijo de Dios...
4
Fuerza,
con mayúscula, significa la Fuerza de Dios para crear o amar en el Cielo, una Fuerza que también dio a Su Hijo de manera que pudieran crear conjuntamente como Uno. En minúscula,
fuerza
—si estás pensando con el ego—significa la fuerza física o psicológica del ego para hacer cosas y, si en vez, estás pensando con el Espíritu Santo, quiere decir el reflejo aquí de la Fuerza de Dios y de Su Hijo de crear y amar. Ver
T7.11, L42, L47
5
… realmente
6
La
Voluntad de Dios
, en el eterno Presente de Su Unicidad —en la Que todas nuestras Almas perfectas y eternas son Una en la única Alma del Hijo único de Dios— quiere que la felicidad que Su Hijo heredó de Él siga imperturbada: que sea perpetua en la Alegría de la Creación plena y que sea eternamente receptiva y completamente ilimitada en Él. Aquí, la Voluntad de Dios es que por medio del perdón y de la extensión de milagros, nos volvamos el reflejo de ese eterno Presente de la Unicidad, en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64-65], T13.5 [41], L193.1
|
|
T23.1 [2] 9
¡Qué extraña se ha vuelto esta guerra contra Ti Mismo
7
!
10
Ahora creerás que
todo
cuanto usas para pecar
8
puede herirte
y convertirse en tu enemigo
.
11
Y
por esa razón
lucharás
contra
eso tratando de debilitarlo y, al creer que lo has logrado, atacarás de nuevo.
12
Tan seguro es que tendrás miedo de lo que atacas como que amarás lo que percibes como libre de pecado.
13
En paz camina el que, libre de pecado, recorre el camino que el Amor le muestra,
14
pues, al hacerlo, el Amor camina
a su lado
,
protegiéndolo
del miedo
9
.
15
Y lo
único
que ve son los que están libres de pecado, quienes
son incapaces
de atacar
10
.
|
|
7
Ti Mismo
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula
ti mismo
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20] 29, T23
8
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1
1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
9
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
10
… en su mente, porque está pensando con el Espíritu Santo. Eso no quiere decir que para sobrevivir, en algunas circunstancias, tenga que atacar a otro(s) cuerpo(s). Recordemos que el Curso no se ocupa de los que sucede en este mundo. Por eso,
T21.1 [1] 1 7
…, no trates de cambiar el
mundo
,
8
sino más bien, opta por cambiar cómo piensas
acerca
de él.
|
|
T23.1
INTRODUCCIÓN
pár 3-4
|
|
T23.1 [3] 16
Camina gloriosamente, con la cabeza alta, y no temas a ningún mal
11
.
17
Los inocentes se encuentran a salvo porque
comparten
su inocencia.
18
Nada de lo que ven hace realmente daño, pues su
concienciación
de la Verdad
12
libera
13
a todas las cosas de la ilusión de ser dañinas
14
.
19
Y lo que
parecía
dañino ahora brilla en la inocencia de ellas, liberadas del pecado y del miedo, y felices por haber regresado al Amor.
20
Los inocentes comparten la fuerza del Amor
porque
vieron la inocencia.
21
Y cada error desapareció porque no lo vieron.
22
Quien busca la gloria la halla donde ésta
se encuentra
realmente.
23
¿Y dónde
podría
estar sino en los inocentes?
T23.1 [4] 24
No permitas que entrometidos sin importancia te arrastren a la insignificancia
15
.
25
No
puede
haber atracción de la culpa
16
en la inocencia.
26
¡Piensa cuán feliz es el mundo por el que caminas, cuando lo haces con la Verdad a tu lado!
27
No renuncies a este mundo de libertad por un leve suspiro de lo que aparenta ser pecado, ni por una diminuta agitación por parte de la atracción de la culpa.
28
¿Dejarías de lado el Cielo a causa de todas esas distracciones insignificantes?
29
Tu destino y tu propósito se encuentran mucho más allá de ellas, en el lugar esclarecido donde la insignificancia no existe.
30
Tu propósito
17
no congenia con ninguna clase de insignificancia.
31
De ahí que no congenie con el pecado.
|
|
11
… mentalmente, porque quieres creer que realmente la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen es una ilusión, ya que no pudo haber sido creada por un Dios de Amor. Ahora bien, mientras vivas en esta realidad, para sobrevivir, ¡por supuesto que te vas a cuidar del mal!
12
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
13
… en tu mente
14
… realmente, ya que en el eterno Presente de la Unicidad Donde realmente están nuestras Almas como Una —ya que al ser todas igualmente perfectas y eternas son las misma cosa: el Alma única del Hijo de Dios, Quien es Uno con Su Padre y Creador.
15
… o falta de
significado
, que
,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
16
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
17
… cuando piensas con el Espíritu Santo, es
Su propósito
, que es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
|
|
T23.1
INTRODUCCIÓN
pár 5-6
|
|
T23.1 [5] 32
No permitamos que la insignificancia haga caer al Hijo de Dios en la tentación
18
.
33
Su gloria está
más allá
de toda insignificancia, al ser tan inconmensurable e intemporal como la Eternidad.
34
No permitas que el tiempo opaque la visión que tienes de él
19
.
35
No lo dejes solo y atemorizado en su tentación; al contrario, ayúdalo a que la supere y perciba la luz
20
de la que forma parte.
36
Tu
inocencia alumbrará el camino a la suya, y así la
tuya
quedará protegida y la
mantendrás
presente en tu concienciación.
37
Pues, ¿quién puede conocer su gloria y al mismo tiempo percibir lo que es insignificante y débil en sí mismo?
38
¿Quién puede caminar temblando de miedo por un mundo temible, y darse cuenta de que la gloria del Cielo brilla sobre él?
T23.1 [6] 39
No hay nada a tu alrededor que realmente no
forme parte
de ti
21
.
40
Mira con Amor y verás la luz del Cielo en todo.
41
Pues así llegarás a comprender todo lo que te ha sido dado.
42
Al perdonarlo
22
afablemente, el mundo brillará y resplandecerá, y todo lo que llegaste a pensar que era pecado, ahora lo reinterpretarás como parte integrante del Cielo
23
.
43
¡Qué bello es caminar, limpio, redimido y feliz, por un mundo que tiene una amarga necesidad de la redención
24
que tu inocencia vierte sobre él!
44
¿Qué otra cosa podrías valorar
más
que esto?
45
Pues he aquí
tu
salvación
25
y
tu
libertad
26
.
46
Y la redención
debe
ser completa para que
tú
la puedas reconocer.
|
|
18
… de creer que la realidad del ego es verdadera,
19
… en el instante santo…
20
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
21
… como el Hijo de Dios que realmente eres
22
Perdonar
es un proceso que comienza cuando decido que quiero ver al mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, LTe.1 (-221)
23
Cielo
, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, Una en el Alma única de Cristo, Su Hijo, a saber que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver
T4.2 [19] 103, T4.4 [41] 3-5, T9.11 [103] 75, L138
24
La
redención
es lo que pone fin a la crucifixión del Hijo de Dios cuando, pensando con el Espíritu Santo, perdonamos al otro y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T12.3, M28
25
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen —regidos como están por las leyes de la evolución y escasez— queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
26
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T5.4 [24]
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
23
LA GUERRA CONTRA
TI MISMO
T23.2
LAS CREENCIAS IRRECONCILIABLES
7-18
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T23.2 [7] 1
El recuerdo de Dios
1
aflora en la mente aquietada.
2
No puede
emerger donde hay conflicto, pues una mente en guerra consigo misma no recuerda la Afabilidad eterna.
3
Los medios de la guerra
no
son los medios de la paz, y lo que el belicoso recuerda
no
es Amor.
4
La guerra es imposible a menos que se valore la creencia en la
victoria
.
5
Estar en conflicto
contigo
mismo implica necesariamente que crees que el ego tiene el poder de
salir triunfante
2
.
6
¿Qué otra razón te haría identificarte con él
3
?
7
Seguramente te habrás dado cuenta de que el ego
está
en guerra con Dios.
8
Es seguro que el ego no
tiene
enemigos.
9
Pero es igualmente seguro que el ego que tiene fijada en sí mismo la creencia que
tiene
un enemigo al que
tiene
que vencer, y que
lo logrará
.
T23.2 [8] 10
¿No te das cuenta de que una guerra contra Ti Mismo
sería
una guerra contra Dios?
11
En este caso, ¿es
concebible
una victoria?
12
Y si lo fuese, ¿es ésta una victoria que tú
quisieras
para ti?
13
La muerte de Dios — si fuera posible— implicaría la
tuya
4
.
14
¿Constituiría esto una
victoria
?
15
El ego
siempre
marcha hacia la derrota,
porque
cree que es posible vencerte,
16
mientras que Dios piensa lo contrario.
17
Esto no es una guerra, sino la creencia demente de que es posible atacar la Voluntad de Dios y derrotarla.
18
Puede que te
identifiques
con esta creencia, pero jamás dejará de ser una locura
5
.
19
Y el miedo reinará en la locura, en la que
parecerá
haber reemplazado al Amor
6
.
20
Éste es el
propósito
del conflicto.
21
Y para los que creen que es posible, los medios parecerán ser reales.
T23.2 [9] 22
Ten por seguro que no es posible que Dios y el ego, o Tú Mismo y el ego, lleguen
alguna vez
a reunirse realmente.
23
El ego y tú
7
parecen
reunirse, y las extrañas alianzas que forman están fundadas sobre bases que no tienen significado.
24
Pues sus creencias convergen sobre el cuerpo: el ego lo escogió como su hogar, y tú crees que es el
tuyo
.
25
Ustedes coinciden en una equivocación, un error de autoevaluación.
26
El ego se une a una
ilusión
8
de Ti Mismo que tú
compartes
con él.
27
Pero las ilusiones no se pueden unir realmente.
28
Todas
son
iguales y, además, no son nada.
29
Su unión está basada en la nada: dos no significan nada al igual que una o mil.
30
El ego se une a la nada,
siendo él mismo
nada.
31
Y la victoria que anhela está tan desprovista de significado como él mismo.
|
|
1
El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
2
… en tu mente, que no vas a poder pensar la mayor parte del tiempo con el Espíritu Santo,
3
Te identificas con él cada vez que crees que la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen
ES
tu verdadera realidad
4
… en la
Unicidad
, Que con mayúscula es, en el eterno Presente del Cielo, Dios creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula,
unicidad
es la idea procesada en nuestro espíritu —la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión, de compartir y de amistad desinteresada— nacida del anhelo natural de unirnos amorosamente a todos y a todo, cuando logramos acallar en nuestro cerebro los deseos, ambiciones y pasiones del ego. Es el reflejo aquí de lo que queremos creer que es la eterna Unicidad de Dios. Ver
T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
5
Locura o demencia
es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos. Ver
T6.6.2 [76]
6
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás.
En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver
P3[2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T4.4, T10.2 [10] [11], T11.9 [77], T11.9 [83], T12.5 [37], T20.6 [38], T29, L46, L50, L67, L68, L195
7
… cuando creyendo en su realidad, piensas con él prácticamente todo el tiempo manifestado en el interminable monólogo "yo", "yo", "yo"…
8
Ilusión
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T8.7 [68] 113, T16, T21.3 [28] 96 T27.9 [82] 37 y 38
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T23.2
LAS CREENCIAS IRRECONCILIABLES
pár 10
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T23.2 [10] 32
Hermanos
9
, la guerra contra el Yo
10
de ustedes está llegando a su fin.
33
El final del viaje se encuentra en el lugar de la paz
11
.
34
¿No te gustaría
aceptar
ahora la paz que allí se te ofrece?
35
Ese "enemigo" contra el que has luchado como si fuese un
intruso
en tu paz, aquí se transforma ante tu mirada en el
portador
de tu paz.
36
Tu "enemigo" era Dios Mismo, Que no sabe de conflictos, victorias o ataques de
ninguna
clase.
37
Él te ama perfecta, completa y eternamente.
38
El Hijo de Dios en guerra contra su Creador es una situación tan ridícula como si la naturaleza le rugiera iracunda al viento y le proclamara que no forma parte de ella.
|
|
9
… en la
relación santa
, que es el reflejo en este mundo de la eterna Relación de Amor de Dios con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas en Cristo, el único Hijo de Dios, Que Él creó y con Quien es Uno en Su Unicidad, Que es donde realmente estamos y, por lo tanto, es nuestra verdadera Realidad. La relación santa es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les permite alejarse gradualmente de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus, que son la parte de la mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo. Es un proceso, generalmente largo, que se inicia cuando dos o más personas que han logrado, en un instante santo, perdonarse totalmente una a la otra, se unen en una meta común a favor de otro u otros, a los que también van a querer perdonar. Este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere por medio de sus espíritus; finalmente, cuando en instantes santos privilegiados sus mentes experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora piensen, perciban y actúen principalmente con sus espíritus, extendiendo el Amor del Espíritu Santo a todos y a todo, curando así en sus mentes al mundo de los efectos de la separación. Ver
T17.6, T22
10
Yo
, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el Hijo único de Dios, en Quien todos — como Almas eternas y perfectas— somos realmente Uno y, Quien es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. También es usado pocas veces como el Yo de Dios. En minúscula, tu
yo
es el ego si estás pensando con él, el yo que creemos que somos en el tiempo y el espacio, el cual, en la separación, hicimos para reemplazar a la eterna Creación de Dios, es decir, a Su único Hijo; o si decidiste pensar con el Espíritu Santo, tu
yo
es el reflejo aquí del eterno Yo de Cristo, en Quien todos somos realmente Uno.
Cristo
, aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
11
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
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T23.2
LAS CREENCIAS IRRECONCILIABLES
pár 11-13
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T23.2 [11] 39
¿Sería acaso posible que la naturaleza
estableciera
esto e hiciese que fuera verdad?
40
Tampoco te
corresponde
decidir qué va a formar parte de ti y qué se mantendrá separado.
41
La guerra contra Ti Mismo se emprendió para enseñar al Hijo de Dios que él
no
es Él
12
,
ni
el Hijo de su Padre.
42
A tal fin,
debe
borrar de su memoria el recuerdo de su Padre.
43
De hecho,
se
olvida en la vida del cuerpo, y si piensas que
eres
un cuerpo
13
, creerás que lo
has
olvidado.
44
Pero la Verdad nunca puede olvidarse de
Sí Misma
y, por consiguiente, tú
no
has olvidado lo que realmente eres.
45
Sólo una extraña ilusión de Ti Mismo, un deseo de triunfar
sobre
lo que realmente eres, no recuerda.
T23.2 [12] 46
La guerra contra Ti Mismo no es sino una batalla entre dos ilusiones
14
, luchando para
diferenciarse
una de la otra, creyendo que la que triunfe será la verdadera.
47
Realmente no
existe
conflicto alguno entre ellas y la
Verdad
.
48
Ni tampoco
son
diferentes una de la otra
15
.
49
Ninguna
de las dos es verdad.
50
Por consiguiente, no importa la forma que adopten.
51
Lo que las hizo
16
es demente, y ellas siguen formando parte de eso.
52
La locura no representa ninguna amenaza para la Realidad
17
ni ejerce influencia alguna sobre Ella.
53
Las ilusiones
no pueden
vencer a la Verdad, ni amenazarla de ninguna manera.
54
Y la Realidad que niegan
no
forma parte de ellas.
T23.2 [13] 55
Lo que
tú
18
recuerdas realmente forma parte de Ti
19
.
56
Pues tienes necesariamente que ser Tal como Dios Te creó
20
.
57
La Verdad no lucha contra las ilusiones, ni las ilusiones contra la Verdad.
58
Las ilusiones
sólo
luchan entre ellas.
59
Al estar fragmentadas, fragmentan a su vez.
60
Pero la Verdad es indivisible, y se encuentra
mucho más
allá de su limitado alcance.
61
Recordarás lo que sabes cuando hayas comprendido que realmente
no puedes estar
en conflicto
21
.
62
Una ilusión que tengas sobre ti mismo puede luchar contra otra, pero la guerra entre dos
ilusiones
constituye un estado en el que
nada ocurre
realmente.
63
No hay ni vencedor ni victoria.
64
Y la Verdad se alza radiante
22
,
apartada
de los conflictos, intocada y aquietada en la paz de Dios.
|
|
12
…
Cristo
,
aquí, es la experiencia mental, en un instante santo del mundo real, de unión o completa identificación con la mente del otro al que creemos haber perdonado totalmente, experiencia que extendemos a todos y a todo, como reflejo aquí de la eterna Unicidad de Dios con Su Hijo único, en cuya Alma, todos —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— somos Uno. Ver
T1.1.32 [45] 7-8, T1.1.34 [48] 8, T30.6 [63] 36, T31.1 [9] 62
13
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
14
… tú como cuerpo cuyo cerebro procesa el pensar del ego, y tu hermano, otro cuerpo, separado del tuyo, tal como lo percibe tu mismo ego,
15
… puesto que todas nuestras Almas son realmente Una en Cristo, el Hijo único de Dios.
16
… tu ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios y ponerse a crear por su cuenta —pero sin perder el Amor general de Dios que, ahora, le daría individualmente— locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo y casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez.. (Ver
T27.9 [82]
37 y 38
),
17
La
Realidad
, con mayúscula, significa la eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula,
realidad
significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio que hicimos y, en la que habitualmente pensamos, percibimos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, perdonamos y extendemos milagros, podemos acceder al nivel superior y espiritual de esta realidad, la cual el
Curso
denomina
mundo real
, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver
T3.6 [50] 82, T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
18
… cuando piensas y percibes con el Espíritu Santo
19
… como Cristo Que realmente eres, en Quien todos nosotros —como Almas— somos realmente Uno.
20
Ver Lecciones 201 a 220
21
… puesto que en el Cielo, Que es Donde todas nuestras Almas realmente están como Una en el Alma única del único Hijo de Dios, no hay conflictos porque no hay individualidades enconadas entre sí, sólo la amorosa Unicidad.
22
… en tu mente que al comienzo, "quiere creer en la Realidad" y, al final, basada sobre las experiencias de Amor que ha extendido en los milagros que le sugirió el Espíritu santo,
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T23.2
LAS CREENCIAS IRRECONCILIABLES
pár 14-15
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T23.2 [14] 65
Cualquier conflicto tiene necesariamente que tener lugar entre
dos fuerzas
.
66
No
puede existir entre un poder y la nada.
67
No hay nada que
puedas
atacar que no forme realmente parte de Ti
23
.
68
Y, cuando lo atacas, haces dos ilusiones de Ti Mismo, que están
en conflicto
entre sí.
69
Y esto ocurre cada vez que miras
cualquier cosa
que no sea con Amor a cualquier cosa que Dios creó
24
.
70
El conflicto es temible, pues es la
cuna
del miedo.
71
Pero lo que ha nacido de la nada no puede
acreditarse
mediante batallas.
72
¿Por qué vas a querer llenar tu mundo de conflictos contigo Mismo?
73
Deja que toda esa locura sea deshecha para ti y vuelve en paz a recordar a Dios, recuerdo que todavía brilla en tu aquietada mente
25
.
T23.2 [15] 74
¡Observen
26
cómo desaparece el conflicto de las ilusiones cuando se lleva ante la Verdad!
75
Pues
sólo
parece real si se ve como una guerra entre dos
verdades en conflicto
, en la que la triunfadora es más verdadera, la
más
real y la
vencedora
de la ilusión que era menos real, que la derrota
convirtió
en una ilusión.
76
Así, en los conflictos, se escoge
entre
dos ilusiones, una que será coronada como real; la otra, despreciada por haber sido vencida.
77
En esta situación, el Padre
nunca
será recordado.
78
No obstante,
no hay
ilusión que pueda invadir Su hogar
27
, y alejarlo de Lo
28
que ama eternamente.
79
Y Lo que Él ama
tiene
que estar por siempre tranquilo y en paz
porque
es Su hogar.
80
Y ustedes
29
, que son amados por Él, no son ilusiones
30
, puesto que son tan verdaderos y tan santos como Él Mismo.
|
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23
Ti
, con mayúscula, quiere decir Tú, como el Alma perfecta y eterna Que, conjuntamente con todas las demás Almas es Una en Cristo, sencillamente, porque al ser todas igualmente perfectas y eternas, son la misma cosa, es decir, son el Hijo único de Dios. En minúscula,
ti
, cuando decides pensar con el Espíritu Santo y has: aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado, extendido milagros y entablado relaciones santas, eres el reflejo aquí de Cristo; y cuando piensas, percibes y actúas con el ego —como lo haces habitualmente— te identificas con él. Ver
T8.4 [20] 29, T23
24
… es decir, aquí, las
cosas vivientes,
que son las que vemos por medio de la visión de Cristo, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T24.6 [46]
25
… en la aquietada mente de tu espíritu.
26
… ustedes que están tratando de formar una relación santa,
27
… cuando pensamos con el Espíritu Santo —que sólo sabe de Amor— nuestro espíritu constituye aquí un reflejo de la Mente única de Dios Que es Una, con la Cual nuestra mente es realmente Una.
28
… Cristo, el único Hijo de Dios,
29
… sus Almas,
30
… que son sus cuerpos,
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T23.2
LAS CREENCIAS IRRECONCILIABLES
pár 16-18
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T23.2 [16] 81
La quietud
31
de tu certeza de Él y de Ti Mismo es el hogar de ambos, quienes realmente
32
moran como Uno y
no
separados.
82
Abre la puerta de Su santísimo hogar y deja que el perdón elimine todo vestigio de la creencia en el pecado que priva a Dios de Su hogar y a Su Hijo
33
con Él.
83
Ustedes
34
no son extraños en la casa de Dios
35
.
84
Da la bienvenida a tu hermano al hogar donde Dios lo colocó en la serenidad y paz, y donde mora con él.
85
Las ilusiones no tienen cabida donde mora el Amor, Que los protege de
todo
lo que no es verdad.
86
Ustedes realmente moran en una Paz tan ilimitada como El Que La creó y, por eso,
todo
les es dado a los que Lo quieren recordar.
87
Sobre Su hogar el Espíritu Santo vela, seguro de que la paz de la que se goza ahí no pueda nunca ser perturbada.
T23.2 [17] 88
¿Cómo podría el lugar de descanso de Dios volverse contra sí mismo y tratar de imponerse Al Que mora ahí?
89
Y piensa en lo que ocurre cuando la casa de Dios se percibe a sí misma dividida:
90
el altar desaparece, la luz se vuelve tenue, el templo del Que es Santo se convierte en morada del pecado.
91
Y no se recuerda nada,
salvo
las ilusiones.
92
Las ilusiones
pueden
estar en conflicto, porque sus formas
difieren
unas de otras.
93
Y batallan
únicamente
para establecer cuál de las
formas
es la verdadera.
T23.2 [18] 94
Las ilusiones se reúnen con ilusiones; la Verdad consigo Misma.
95
La reunión de las ilusiones lleva a la guerra.
96
La paz, cuando se mira a sí misma, se
extiende
a sí misma.
97
La guerra es el estado en la que el miedo nace, crece, e intenta dominar.
98
La paz es el estado donde el Amor habita y busca compartirse.
99
La paz y el conflicto son opuestos.
100
Donde mora uno, el otro
no puede
estar; donde cualquiera de los dos va, el otro desaparece.
101
Así se oscurece el recuerdo de Dios en las mentes que se han convertido en campo de batalla de las ilusiones.
102
Pero muy lejos de esta guerra insensata, Su recuerdo brilla, listo para ser recordado cuando te pongas de parte de la paz.
|
|
31
… en el
instante santo
, que es aquí, la experiencia del reflejo del eterno Presente de la Unicidad de Dios y de todos nosotros —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— Uno en Su Hijo; por consiguiente,
el instante santo no puede ser para ti solo
; puede durar desde una fracción de segundo hasta minutos y horas, y se inicia cuando dejas de lado tu identificación con el ego y su realidad, e invitas al Espíritu Santo a pensar "nos" contigo en tu espíritu, la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios. En ese presente, en el que temporalmente no hay pasado ni futuro y, por tanto, estamos momentáneamente libres de culpa, preparas tu mente con todos los medios que te ofrece el
Curso
, para que por medio del perdón y de la extensión de milagros, llegues a ver a Cristo en el otro y, por consiguiente, en ti mismo; y lo harás tantas veces como sea necesario hasta que experimentes y conciencies que al ser su Alma y La tuya realmente Uno en la Eternidad,
Allá, al no haber individualidades
, no hay nada que perdonar, aunque aquí, aparentemente sí, y de acuerdo a las propias normas del mundo y sus individualidades separadas y en permanente conflicto unas contra otras. El instante santo se expresa plenamente en la relación santa, y cuando ésta comienza, la meta de la relación pasa a ser exactamente lo opuesto de la relación especial que era antes, por eso es imposible que el instante santo llegue a cualquiera de los dos sin el otro y, además, les va a llegar a ambos con que lo pida uno de los dos. Nuestra meta es tratar de convertir cada situación en un instante santo, de manera que nuestras vidas se vuelvan un instante santo permanente en el que, además, ponemos nuestro futuro en las Manos de Dios. Ver
T15.5 a T15.9
32
… en el Cielo,
33
… tú y tu hermano,
34
… tú y tu hermano
35
… el espíritu de cada uno ahora unidos en uno solo en la experiencia de Cristo,
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