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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
M13.5 34 ¿Cuál es el verdadero significado del sacrificio? 35 Es el costo de creer en las ilusiones. 36 Es el precio que hay que pagar por negar la Verdad14. 37 No hay placer en el mundo que no lo exija pues, de lo contrario, se vería al placer como si fuese dolor, y nadie pide dolor si lo reconoce. 38 Es la idea de sacrificio lo que lo ciega. 39 Él no ve lo que está pidiendo. 40 Y por consiguiente, busca el placer de mil maneras y en mil lugares distintos, creyendo en cada ocasión que está allí, y terminando, en cada ocasión, desilusionado. 41 "Busca, pero no halles" sigue siendo el decreto implacable de este mundo, y nadie que persiga las metas del mundo puede eludirlo15.
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
P A R T E 2
¿Qué es UN MILAGRO? pár 1-5
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LTe.13 (-L341).1 1 Un milagro es una corrección1. 2 No crea, ni realmente cambia nada en absoluto2. 3 Sólo observa la devastación3 y le recuerda a la mente4 que lo que ve5 es falso. 4 El milagro deshace6 el error, pero sin intentar ir más allá de la percepción7, ni exceder la función del perdonar8. 5 Por consiguiente, se mantiene dentro de los límites del tiempo. 6 No obstante, allana el camino para el retorno del reflejo aquí del eterno Presente y el despertar del Amor9, pues el miedo10 ha de desvanecerse ante el suave remedio que el milagro trae consigo.
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1 … de tu forma habitual de pensar con el ego que es —en el eterno Presente de la de la Unicidad de Dios, donde nuestras Almas perfectas están unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo—el pensar individual que adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo podía separarse de Dios, y crear por su cuenta. Al haber el Hijo olvidado reírse de su locura, ésta se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad egoísta opuesta a la Voluntad de Amor de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes, contra las cuales, en relaciones especiales, compite caótica e interminablemente hasta la muerte del cuerpo. Ver T3.6, T4.3, T4.6, T10, LTe.12 (-L331)
2 … en la Unicidad, con mayúscula es sencillamente la idea de que Dios, en el eterno Presente del Cielo, está creando a Su único Hijo en un pensamiento de Amor o Espíritu Santo, Amor que se profesan eternamente Uno al Otro en perfecta armonía y alegre concordia. En minúscula, aquí, en nuestra mente acertada o espíritu, unicidad es la idea nacida del anhelo natural de, amorosamente, unificar todas nuestras Almas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, en una experiencia en nuestro fuero interno, que nos dice que realmente no estamos solos, aislados y separados unos de otros, ni desamparados —como la percepción de nuestros cuerpos que el ego nos quiere hacer ver y creer— sino que realmente somos Uno con Dios en las perfectas Paz y Alegría de Su eterna Unicidad, arropados por el Amor o Espíritu Santo. Ver T8.5 [38], T10.2 [15], T26.2
3 … de la realidad del mundo del ego
4 … que ahora está pensando con el Espíritu Santo,
5 … todavía con los ojos del ego
6 … en la mente
7 Percepción: En el eterno Presente de la Unicidad de Dios —Que es donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, el Hijo único, Quien es Uno con Su Padre— la percepción no existe, porque el Conocimiento nos hace saber y experimentar que Todo es Uno y, por consiguiente, no hay nada que percibir. Pero en la separación, cuando pensamos con el ego, la percepción es el proceso fundamental para sobrevivir por el cual nuestra razón, lógica y sentido común interpretan, juzgan, seleccionan y evalúan la información recibida por nuestros sentidos de la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. El Curso la define como "Percepción equivocada". Y, cuando habiendo decidido pensar con el Espíritu Santo, hemos aceptado el Redimir para nosotros mismos, perdonado y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo, estudiado y aplicado al menos una vez las Lecciones del Curso, nuestra "Percepción verdadera" gradualmente nos va a llevar al mundo real —que es la meta del Curso—donde, en nuestro fuero interno, experimentaremos el reflejo aquí de la Unicidad de Dios, donde sólo hay Amor, paz y alegría. Ver T3.4, T3.5, T10.7, T13, T14.6 [46], L134, M5.3.1, M19.5
8 Perdonar forma parte del proceso de aceptar el Redimir para sí mismo. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que por estar pensando con el ego —hacedor de toda esta realidad en la que creo vivir— es su guionista. El segundo paso sucede cuando el Espíritu Santo me sugiere: "decide de nuevo", y hago algo respecto a ese otro al que he estado tratando de perdonar. El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
9 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
10 El miedo es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando has aceptado el Redimir para ti mismo, perdonado y extendido los milagros que te ha sugerido el Espíritu Santo y, con la visión de Cristo, aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseñará que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
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P A R T E 2
¿Qué es UN MILAGRO?
pár 2-3
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LTe.13 (-L341).2 7 El milagro contiene el don de la gracia, pues se da y se recibe como una sola cosa. 8 Y así, ilustra la ley de la Verdad11, la Cual el mundo12 no acata, por ser totalmente incapaz de entender los caminos de Aquella. 9 Un milagro invierte la percepción que antes percibía al revés13, poniendo fin así a las extrañas distorsiones que estaban manifiestas. 10 Ahora, la percepción14 es receptiva a la Verdad. 11 Ahora se considera justificado perdonar.
LTe.13 (-L341).3 12 El perdón es la morada de los milagros. 13 Los ojos de Cristo los extiende a todo aquello que miran con compasión y con Amor. 14 La percepción queda corregida en Su mirada y, aquello cuyo propósito era maldecir, ahora viene para bendecir. 15 Cada azucena que se da como muestra de haber perdonado ofrece al mundo entero el milagro silencioso del Amor. 16 Y cada una de ellas es colocada ante la Palabra de Dios, sobre el altar universal15 al Creador y a la Creación, a la luz de la perfecta Pureza y de la Alegría infinita.
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11 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse en nuestro fuero interno, en un instante santo del mundo real, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haber unificado su Alma con La tuya en Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la percepción de que el tiempo y del espacio y todo lo que estos contienen son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen la única y verdadera realidad. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
12 … de la mente que se identifica y piensa con el ego
13 … alusión que la retina del ojo "ve" de forma invertida que el cerebro luego endereza…, en contraposición a La visión de Cristo que es, en un instante santo en mi fuero interno, la que mira más allá del cuerpo de la persona que quiero perdonar y, cuando logro acceder al mundo real, ve su Alma perfecta y eterna, Una con La mía, en la experiencia de Cristo, nuestra verdadera Identidad. Basado en esa experiencia, cada vez que decida pensar con el Espíritu Santo, es decir, pensar con mi mente acertada, voy a percibir el mundo de otra manera, en la que, en mi fuero interno, no hay nada que no justifique perdonar completamente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirme a esa y otras personas, en relaciones santas. Ver T11.7, T12.5 [42]
14 …pensando con el Espíritu Santo,
15 … de la parte "espíritu" de la mente que ahora se identifica con y abarca a todos y a todo
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P A R T E 2
¿Qué es UN MILAGRO?
pár 4-5
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LT13 (-L341).4 17 El milagro se acepta primero mediante un acto de fe, porque pedirlo implica que la mente ya está dispuesta a concebir lo que no puede ver ni comprender16. 18 No obstante, la fe convocará a sus testigos17 para demostrar que aquello en lo que se basa está realmente ahí. 19 Y así, el milagro18 justificará tu fe en él y demostrará que estaba fundado sobre un mundo más real19 que el que antes veías: un mundo que ha sido redimido20 de lo que tú creías que veías.
LT13 (-L341).5 20 Los milagros caen del Cielo como la lluvia sobre un mundo árido y polvoriento, donde creaturas hambrientas y sedientas vienen a morir. 21 Pero ahora tienen agua; 22 ahora el mundo está lleno de verdor. 23 Y brotan señales de Vida21 por doquier, para demostrar que Lo que nace a la Vida nunca puede morir, pues Lo que tiene Vida es inmortal.
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16 Tener fe en algo que nuestra razón y/o lógica y/o sentido común no pueden explicar, es —para nuestro bienestar existencial— querer creer que ese algo de alguna manera, forma o estado existe. Y, en este caso, basado en los impulsos amorosos que emergen desde lo más profundo de mi subconsciente, pido al Espíritu Santo que me sugiera el correspondiente milagro que quisiera extender al otro, a los otros, a los que he perdonado….
17 … los impulsos amorosos que de vez en cuando emergen de lo más profundo del subconsciente, del residuo bendito que es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Este reflejo se nos manifiesta en nuestro fuero interno mediante impulsos caritativos, compasivos, de compartir, de amor o amistad desinteresados que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, y que sólo podemos tomar en serio cuando nos ponemos a pensar con el Espíritu Santo en nuestro espíritu (o mente acertada), que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T5.7 [60] 7, T8.5 [33], T12.3 [11], T18.11 [98], T28.2
18 … por sus efectos
19 … el del reflejo aquí del Amor de Dios
20 Aceptar para sí mismo el Redimir —siempre con mayúscula— es un acto de Amor; es reconocer el Alma del que perdonamos; es haberse decidido a pensar cada vez más "nos" con el Espíritu Santo y cada vez menos "yo", "yo", "yo" con el ego; es el acto de compartir desinteresadamente; es querer creer que la separación nunca ocurrió y, por lo tanto, no somos cuerpos sino realmente las Almas perfectas y eternas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único Que Dios creó; es dejar de creer en la realidad del ego y querer creer en la Realidad, el eterno Presente de la Unicidad con Dios; es siempre una manera de escapar del miedo. Ver T2.2 [36], T2.5 [86, 103], T3.3, T5.3, L139
21 La Vida, con mayúscula, es la única Vida que realmente existe, pues fue creada por Dios en el eterno Presente de Su Unicidad, en la que todos, sin excepción, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, Que es Uno con Su Padre en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula, vida quiere decir nuestra vida aquí, sea como reflejo de Nuestra Vida eterna cuando pensamos con el Espíritu Santo o, de acuerdo con las leyes de este mundo, cuando pensamos con el ego. Ver T4.4 [48], T6.6.1 [61], T23.5, L167
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 350
Los milagros1 reflejan el eterno
Amor2 de Dios.
Ofrecerlos es recordarlo a Él,
y mediante Su recuerdo,
salvar3 el mundo.
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L350.1 1 Padre, lo que perdonamos se vuelve parte de nosotros, tal como nos percibimos a nosotros mismos. 2 El Hijo de Dios incorpora todas las cosas dentro de sí mismo, tal como Tú Lo creaste. 3 Tu recuerdo depende de su perdonar. 4 Lo que él es realmente no se ve afectado por sus pensamientos. 5 Pero lo que mira sí es resultado directo de ellos. 6 Así pues, Padre mío, quiero dirigirme a Ti. 7 Sólo Tu recuerdo4 me liberará. 8 Y sólo mi perdón5 me enseña a dejar que Tu recuerdo vuelva a mí para, agradecido, darlo al mundo en agradecimiento.
L350.2 9 Y a medida que acumulemos milagros que nos vienen de Dios, nos sentiremos ciertamente agradecidos. 10 Pues a medida que Lo recordemos, Su Hijo6 nos será restaurado en la Realidad del Amor.
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1 Extender un milagro a otro, es la máxima expresión de Amor que puedes experimentar en tu fuero interno, cuando, después de haber aceptado el Redimir para ti mismo y logrado perdonar totalmente a un hermano, se corre el velo que te impedía verlo con la visión de Cristo, y unes tu Alma a La de él en una unión de Amor, que se extiende a todas las Almas, ya que, realmente, hay Una sola, La del Hijo único de Dios. El milagro trasciende las leyes de este mundo, remplazándolas por una verdadera empatía o altruismo, como reflejo aquí del Amor que nuestras Almas comparten en el Cielo, reflejo que cura la mente de tu hermano de su creencia en la realidad del ego y, al mismo tiempo, consolida tu propia curación. El milagro es el medio para alcanzar conjuntamente la meta del Curso, no se pide, sino que sucede y, al suceder, se acepta que su origen es divino, mediante un acto de fe. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y en: LTe.13 (-L341)
2 Amor, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetua Armonía y alegre Concordia; y aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás. En minúscula, amor se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él. Ver P3 [2], T1.1.3 [3], T1.1.53 [100], T3.6 [38], L46, L67, L68, L195
3 La salvación 1) es el proceso de deshacer la separación que nunca fue, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez; 2) es querer creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya Unicidad estamos realmente todos, como Almas perfectas unificadas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios; 3) es ir dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, pensar con el Espíritu Santo; 4) es aceptar el Redimir para nosotros mismos; 5) es perdonar al otro y a los demás y extender los milagros que nos sugiera el Espíritu Santo; 6) es entablar relaciones santas y multiplicar el perdonar y la extensión de milagros. Ver T9.6, T11, T22, T31, LTe.2 (-L231)
4 El residuo bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Este reflejo se nos manifiesta en nuestro fuero interno mediante impulsos caritativos, compasivos, de compartir, de amor o amistad desinteresados que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, y que sólo podemos tomar en serio cuando nos ponemos a pensar con el Espíritu Santo en nuestro espíritu (o mente acertada), que es la parte de nuestra mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo. Ver T5.7 [60] 7, T8.5 [33], T12.3 [11], T18.11 [98], T28.2
5 Perdonar forma parte del proceso de aceptar el Redimir para sí mismo. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que por estar pensando con el ego —hacedor de toda esta realidad en la que creo vivir— es su guionista. El segundo paso sucede cuando el Espíritu Santo me sugiere: "decide de nuevo", y hago algo respecto a ese otro al que he estado tratando de perdonar. El tercer paso se da cuando en mi fuero interno, me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonarle, ni a él ni a nadie, porque en la Realidad —que es Donde quiero creer que realmente están todas nuestras Almas, unificadas como Una en Cristo— sólo hay Amor. El último paso se da en un instante santo del mundo real, cuando habiendo logrado perdonar totalmente a ese otro, voy a vivir la divina experiencia de Cristo o de Amor de la unión de su Alma con la Mía, unión que se va a extender a todas las demás Almas, ya que realmente hay una sola. Esta experiencia es la que nos lleva a todos los que fueron, son y serán, a las puertas del Cielo. Ver T16, T17.7, T29.7, L121. L122, LTe.1 (-221)
6 El Hijo único de Dios o Cristo —en Cuya única Alma, todas las Nuestras están unificadas como Una en Cristo— es Uno con Dios en Su eterna Unicidad. Nos convertimos aquí en el reflejo de Cristo cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente al otro (s) y extendemos los milagros que nos sugiera el Mismo Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el sistema de pensamiento del ego y creemos que su realidad del tiempo y del espacio es verdadera —que es lo que hacemos "usualmente"— entonces nos convertimos en el Hijo separado de Dios. Ver T10.5, T10.8, T20.3, T29.9, L163, L191, LTE.14 (-L351)
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Manual Para Los Maestros
M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO? pár 1-8
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M13.1 1 Aunque, para la Verdad1, el término sacrificio no tiene absolutamente ningún significado2, para el mundo sí lo tiene. 2 Al igual que todas las cosas del mundo, su significado es temporal, y se disolverá finalmente en la nada de dónde provino, una vez que deje de haber uso para él. 3 De momento, su verdadero significado es una lección. 4 Al igual que todas las demás lecciones, ésta también es una ilusión, puesto que en la Realidad3 no hay nada que aprender. 5 No obstante, esta ilusión debe ser reemplazada por un mecanismo correctivo: otra ilusión que reemplace a la primera para que ambas puedan desaparecer finalmente. 6 La primera ilusión —que debe ser desplazada antes de que otro sistema de pensamiento pueda arraigarse— es que es un sacrificio renunciar a las cosas de este mundo. 7 ¿Qué otra cosa que una ilusión4 podría ser esto, si el mundo en sí no es más que eso?
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1 La Verdad, con mayúscula —que realmente no soy un cuerpo sino un Alma, Tal como Dios me creó— según el Curso, no se puede describir ni tampoco explicar; sólo puede experimentarse, en un instante santo del mundo real en nuestro fuero interno, al haber logrado perdonar totalmente a otro y haberlo visto con la visión de Cristo. En esto radica aquí, la paz de Dios. Sus condiciones son querer creer que: 1) Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) Dios no creó más nada. 3) Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. 4) En esto radica aquí, la paz de Dios. En minúscula, la verdad es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29
2 Significado, con mayúscula es, en el eterno Presente de la Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo, significado es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver T2.2 [21], T2.6, T7.5 [26], T7.6 [46], T30.8, L14]
3 La Realidad, con mayúscula, significa la infinita y eterna Unicidad de Dios, en la Cual, todos nosotros, sin excepción, cual Almas unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, somos Uno con Nuestro Padre, compartiendo con Él Su Amor, el Espíritu Santo. Algunos de sus sinónimos son: Cielo, Eternidad, Reino, Reino de los Cielos, Universo. En minúscula, realidad significa la ilusión de la separación, la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez que hicimos, realidad en la que habitualmente creemos, percibimos, pensamos y actuamos con el ego. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, estudiamos y aplicamos el Curso, podemos trascender esta realidad en nuestro fuero interno, ingresando al mundo real, que es el reflejo aquí de la eterna Realidad. Ver T8.10, T11.4, T11.9, T18, T30.9
4 Ilusión o fantasía es todo lo "hecho" por nuestro ego primario, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver T8.5 [41], T16
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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
pár 2-3
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M13.2 8 Se tiene que haber aprendido mucho, tanto para reconocer como para aceptar el hecho de que el mundo no tiene realmente nada que ofrecer. 9 ¿Qué puede significar el sacrificio de lo que no es nada? 10 No puede significar que tengas menos debido a eso. 11 De acuerdo con el pensar del mundo, no hay sacrificio que no incluya al cuerpo5. 12 Piensa por un momento en lo que el mundo llama sacrificio. 13 El poder, la fama, el dinero, los placeres físicos; y… ¿quién es el "héroe" que posee todas esas cosas? 14 ¿Podrían acaso significar algo excepto para un cuerpo? 15 Pero un cuerpo no puede evaluar. 16 Al ir en pos de tales cosas, la mente se identifica a sí misma con el cuerpo, oscureciendo6 Su Identidad7 y perdiendo de vista lo que realmente es.
M13.3 17 Una vez que se ha producido esta confusión, resulta imposible para la mente comprender que todos los "placeres" del mundo no son nada. 18 Pero qué sacrificio —¡y ciertamente que lo es!— conlleva todo esto. 19 Pues ahora la mente se ha condenado a sí misma a buscar sin hallar; a estar por siempre insatisfecha y descontenta; a no saber qué es lo que realmente quiere hallar. 20 ¿Quién puede escapar de esta auto-condenación? 21 Sólo a través de la Palabra de Dios8 podría ser esto posible, 22 pues la auto-condenación es una decisión sobre la identidad, y nadie duda de lo que cree ser. 23 Podrá dudar de todo, pero nunca de esto.
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5 El cuerpo—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el cuerpo es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver T1.1.51 [86], T2.2 [45], T2.3 [53], T2.3 [56], L161.4, LTe.5 (-L261)
6 … el reflejo aquí de
7 Identidad, con mayúscula, es el eterno Yo de Cristo, el único Hijo de Dios, en Quien todos, como Almas unificadas como Una, somos realmente Uno con Dios. En minúscula, es la identidad del ego. Pero cuando decidimos pensar y percibir con el Espíritu Santo, nuestra identidad se convierte en el reflejo aquí de la Identidad de Cristo, el Hijo único de Dios Que realmente somos. Ver T7.10 [97], T20.9, LTE.14 (-L351)
8 … sólo decidiendo pensar más a menudo con el sistema de pensamiento del Espíritu Santo. ¿Y cómo es ese sistema? Muy sencillo, al igual que Dios, el Espíritu Santo sólo sabe de Amor y, por lo tanto, todo lo interpreta por medio del filtro del Amor general que arropa a todo y a todos…
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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
pár 4
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M13.4 24 Los maestros de Dios no se lamentan cuando renuncian a los placeres del mundo. 25 ¿Acaso es un sacrificio renunciar al dolor? 26 ¿Acaso se resiente un adulto cuando entrega los juguetes que tenía de niño? 27 ¿Acaso alguien que ya vislumbró la faz de Cristo mira con añoranza al matadero que se encuentra en su pasado? 28 Nadie que se haya escapado del mundo y de todos sus males mira hacia atrás condenándolo. 29 En cambio, sí tiene que alegrarse por haberse librado del sacrificio que le habrían exigido todas las cosas que el mundo valora. 30 Por ellas, sacrificaba su paz9. 31 Por ellas, sacrificaba su libertad10. 32 Y, para poseerlas, hubiera tenido que sacrificar su esperanza de alcanzar11 el Cielo12 y el recuerdo del Amor de Su Padre. 33 ¿Quién, en su sano juicio, escogería lo que13 no es nada como substituto de lo que lo es todo?
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9 Paz, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en el eterno Presente de la Unicidad por ser amados y amar, es saber que realmente no somos cuerpos sino Almas, unificadas todas como Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo, paz es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver T6.6.2, T7.7, T13.5, T19.5, T24, T29.6, T29.7, L105, L188, L200, M11, M20
10 Libertad con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula, libertad, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver T2.6 [109], T13.7 [62], T17.6 [52], L199, LR6 (-206)
11 … el reflejo aquí de
12 Cielo, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que realmente somos, unificadas como Una en Cristo, Su Hijo, a saber, que nada más existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver T4.2 [19], T4.4 [41], T9.11 [103], L138
13 … realmente se refiere en general a nuestra verdadera condición en el Cielo, Que es donde realmente estamos todos cual Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, que nunca se separó de su Padre, con Quien es eternamente Uno.
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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
pár 5-6
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M13.5 34 ¿Cuál es el verdadero significado del sacrificio? 35 Es el costo de creer en las ilusiones. 36 Es el precio que hay que pagar por negar la Verdad14. 37 No hay placer en el mundo que no lo exija pues, de lo contrario, se vería al placer como si fuese dolor, y nadie pide dolor si lo reconoce. 38 Es la idea de sacrificio lo que lo ciega. 39 Él no ve lo que está pidiendo. 40 Y por consiguiente, busca el placer de mil maneras y en mil lugares distintos, creyendo en cada ocasión que está allí, y terminando, en cada ocasión, desilusionado. 41 "Busca, pero no halles" sigue siendo el decreto implacable de este mundo, y nadie que persiga las metas del mundo puede eludirlo15.
M13.6 42 Tal vez creas que este Curso requiere que sacrifiques todo lo que verdaderamente tienes en gran estima. 43 En cierto sentido, eso es cierto, pues tienes en gran estima a las cosas que crucifican al Hijo de Dios, y el objetivo de este Curso es liberarlo. 44 Pero no te equivoques en cuanto al significado del sacrificio. 45 Siempre significa renunciar a lo que quieres. 46 Y, oh maestro de Dios, ¿qué es lo que quieres? 47 Dios te ha llamado y tú has contestado. 48 ¿Sacrificarías ahora ese Llamamiento16? 49 Son pocos17 los que hasta ahora lo han oído, y no tienen a más nadie a quien recurrir sino a ti. 50 No hay otra esperanza en todo el mundo en la que puedan confiar. 51 No hay otra voz en todo el mundo que sea eco de la de Dios. 52 Si sacrificas la Verdad, ellos se van a quedar en el infierno. 53 Y, si se quedan en el infierno, tú los acompañarás.
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14 Las condiciones de la Verdad, con mayúscula, según el Curso, son querer creer que: 1) Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, unificadas como Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad; 2) Dios no creó más nada. 3) Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. 4) En esto radica aquí, la paz de Dios. Ver T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
15 … que son: sobrevivir lo más largo y —a como dé lugar— lo mejor posible y, con el menor esfuerzo…
16 El Llamamiento de Dios es la voz del Espíritu Santo en el nivel superior de tu subconsciente, que quiere avivar tu voluntad para que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos y entre todos ustedes y Dios, renunciando a ella por medio del Redimir, hasta que tu mente nuevamente completa se reincorpore a crear, devolviendo a Dios Lo que es Suyo; es el llamamiento a regresar al pensar acertado, para que la Filiación se encamine a ser lo que nunca ha dejado de ser: todos, como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, unificadas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Él en Su eterna Unicidad. Ver T5.3 [16], [19] y [20], T5.4, T27.3 [18]
17 … de los que te ha tocado conocer…
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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
pár 7
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M13.7 54 No olvides que el sacrificio es total. 55 No hay sacrificios a medias. 56 No puedes renunciar al Cielo parcialmente. 57 No puedes estar en el infierno sólo un poco. 58 La Palabra de Dios no admite excepciones. 59 Esto es lo que La hace santa18 y que esté más allá del mundo. 60 Es Su santidad la que señala hacia Dios. 61 Es Su santidad la que te pone a salvo. 62 Te es negada cada vez que —por la razón que sea— atacas a un hermano. 63 Pues es cuando esto sucede que te separas de Dios. 64 Una separación que es realmente imposible. 65 Una escisión que no puede suceder. 66 No obstante, una escisión en la que19 seguramente vas a creer, porque has establecido una situación que es imposible20. 67 Y en esa situación, puede que lo imposible parezca suceder21. 68 Y parece suceder "a expensas" de la Verdad.
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18 Santidad, con mayúscula, es el Estado de perfecto Amor o Espíritu Santo que —como Alma, unificada con TODAS las demás Almas como Una en Cristo, el único Hijo de Dios— vivimos con Dios en perfectas Paz y Alegría, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula, santidad es la experiencia en mi fuero interno del reflejo aquí de ese Estado. Ver T1.1.31 [42] a [44], T2.2 [45], T5.4 [23], T14.5, L36, L37, L39
19 … por estar pensando con el ego y creyendo en su realidad en el tiempo y espacio…
20 … en el eterno Presente de la Unicidad que es Donde realmente estamos todos como Almas, Una en el Alma única del único Hijo de Dios, Quien es Uno con su Padre y Creador…
21 … según tus sentidos…
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M.13 ¿CUÁL ES EL VERDADERO
SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
pár 8
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M13.8 69 Maestro de Dios, no olvides el significado del sacrificio, y recuerda lo que va a significar cada decisión que tomes en términos de costos. 70 Decide a favor de Dios, y todo te será dado22 sin costo alguno. 71 Decide en contra de Él, y estarás escogiendo lo que no es nada23, a costa de la concienciación24 de todo25. 72 ¿Qué quieres enseñar26? 73 Recuerda solamente lo que quieres aprender, 74 pues eso es lo único que debería importarte. 75 El Redimir27 es para ti. 76 Tu aprendizaje Lo pide y tu aprendizaje Lo da. 77 El mundo no Lo contiene. 78 Pero, aprende este Curso, y el Redimir es tuyo. 79 Dios te ofrece Su Palabra, pues necesita maestros. 80 ¿Qué otro camino hay para salvar a Su Hijo?
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22 … en tu mente
23 … esta realidad del tiempo y del espacio y de todo loque éstos contienen, incluyendo esta pizca de polvo cósmico que llamamos Tierra…
24 .. en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo…
25 … el reflejo aquí del Todo que es la Unicidad, el Cielo, la Realidad…
26 … sobre todo, con tu ejemplo…
27 Aceptar para ti mismo el Redimir, siempre con mayúscula, es el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que quieres creer que nunca te separaste. La 1ª etapa comienza cuando, frente al caos existencial regido por las leyes de la evolución y la escasez y el miedo que experimentas a diario, conciencias que anhelas vivir de otra manera que un cuerpo, separado de los demás cuerpos, que lleva una vida sin otro significado que el de sobrevivir lo mejor y lo más largo posible. La 2ª etapa consiste en observar que frente al especialismo habitual de tu ego, a veces, también te llegan impulsos compasivos, de compartir y de amistad desinteresada. 3ª etapa: Sin otras pruebas que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, debes decidir si quieres creer que éstos tienen un origen divino o, más bien, que son un error de la evolución. Si te decides por la evolución, tu motivación para convertir esos impulsos en hechos concretos te vendrá de la ética o altruismo que adoptes. 4ª etapa. En cambio, si mediante un acto de fe, aceptas que su origen pueda ser divino, también querrás creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que tu Alma es Una con todas las demás Almas en Cristo, el Hijo único de Dios. Este querer creer (hasta lograr creer) debería motivarte a pensar cada vez más con el Espíritu Santo, y cada vez menos con tu ego. En la última y 5ª etapa, el Espíritu Santo te enseñará cómo no juzgar, perdonar y extender milagros y, así, en instantes santos en tu fuero interno, accederás a la visión de Cristo en el mundo real, que es la meta de nuestro viaje. Ver T2.3, T2.5, T3.3, T5.3, T5.4, T13.9, T14.5, T15.3, T25 [86- 87], L139, M28
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