“Diferente y hermoso”
2 Samuel 7:1-14; Salmos 89:20-37; Efesios 2:11-12
Domingo 22 julio, 2018
Las lecturas para este domingo no llevan en un número de direcciones. En 2 Samuel, David está listo para construir un templo apropiado para el Señor. Pues, han sido un pueblo de tiendas de campaña durante mucho tiempo. Pero Jehová le dice a David que una tienda de campaña sirve muy bien – Jehová tiene otros planes para David. Otra persona construirá el templo más tarde.
Si leemos Salmos 89, descubrimos cuánto ama Dios a y depende Dios de David. Me encanta Salmos 89. Las palabras sienten bien en la boca. Alguien me preguntó qué significa la palabra pequeña
Se’lah
– se encuentra frecuentemente en las márgenes de los salmos en itálicas. Mi antiguo profesor de hebreo creía que era algo como un juramento: cuando el salmista rompió una cuerda del arpa tal vez gritaba,
“¡Oh, Se’lah!”
No estoy seguro lo que significa la palabra, ni por qué fue ubicado allá, pero conociendo al demasiado humano David, ¿quién sabe? Es posible que sea el equivalente al pastor golpéandose en el pulmón con el martillo y gritando al Señor en una manera menos que piadosa. Cuando me ocurre a mí, “vaya, vaya” no es bastante fuerte.
Pero hagámonos serios por un momento. La lectura de Efesios es uno de los testigos fuertes a nuestra salvación universal. He aquí un texto que, si nosotros como Conferencia Anual lo tomaríamos seriamente, nos guiaría a un sendero de paz. Escuchen por un momento:
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, en su carne las enemistades (la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas), para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo . . .”
¿Lo oye Ud.? Según esta lectura, el crucificado ha dado su vida para juntarnos. ¿Quién es que necesita ser juntado?
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos y a los que estáis cerca, porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Por eso, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. En él todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Esta lectura en este momento podría cambiar nuestros pensamientos acerca de quién puede entrar y quién está dejado afuera. De verdad esta lectura construiría un nuevo templo entre nosotros donde las diferencias se ha ido.
Cuando leo estas palabras me acuerdo de la primera película de Star Wars [La Guerra de las Galaxias]. ¿Recuerda alguien la escena en el bar donde hay toda clase de especies de todas partes del universo, y a nadie le pareció incorrecto o anormal? Parece que la biología no los separó – pasaban un buen tiempo juntos.
Deseo una iglesia donde los miembros han crecido un poco y las diferencias biológicas, sea de pigmentación o sexualidad, se han convertido en algo de ninguna consecuencia, porque
hemos descubierto los dones dentro de todos.
Oración: Querido Dios, gracias por hacernos diferentes y hermosos. Ayúdanos a ver la diferencia como don en vez de una cosa que debemos evitar. Hiciste a todos los humanos brillantes y hermosos, y los declaraste limpios. Perdónanos por nuestra necesidad de separar y dividir. Oramos en el nombre de Él que destruyó cada barrera – aún Jesucristo. Amén.