Acción de alerta #3 - COP14
28 de marzo de 2019
Prevención del Tsunami de Desechos de Material Plástico: 
Adopción del Protocolo Noruego en COP14
Una propuesta oportuna

Noruega ha propuesto un paquete de bien evaluadas y oportunas enmiendas a los anexos de la Convención de Basilea que efectivamente comenzará a abordar el temible pronóstico tico de una inminente crisis de desechos plásticos. Esta crisis deriva en gran parte de los dos siguientes acontecimientos globales:

1. El trastorno en el mercado global debido a las nuevas restricciones a las importaciones impuestas por China que han resultado en que los intermediarios de desechos plásticos se enfoquen en nuevos desprevenidos países (por ejemplo, países del Sudeste Asiático donde se descargan miles de contenedores de chatarra de desechos plásticos no deseados). Los países tienen el derecho a saber qué viene a sus costas antes de que lleguen allí y debieran también tener el derecho a rechazar de conformidad al mecanismo de Consentimiento Previo e Informado establecido en la Convención de Basilea. 
 
2. Todos nos hemos dado cuenta que los océanos del planeta, incluyendo su fauna marina y recursos pesqueros, sufren un grave problema de desechos marinos, particularmente plásticos, muchos de los cuales se originan en tierra y que son trasladados por los ríos hacia el mar. Plásticos no deseados, o plásticos comerciados de los cuales sólo una fracción son reciclables y el resto son desechados, claramente exacerban esta desafortunada situación.
 
La Convención de Basilea, siendo el único tratado sobre desechos y el que regula el comercio de desechos, está bien posicionado para marcar una diferencia en la reducción del daño causado por la contaminación plástica. Con la Convención podemos garantizar que los plásticos que probablemente no serán reciclados de una manera ambientalmente racional sean incluidos bajo el régimen de transparencia y control de la Convención de Basilea.
 
La propuesta noruega es simple y elegante:

Noruega propone optimizar el uso de tres distintas categorías de desechos plásticos y chatarra:

1) Primero, están los desechos de material plástico que son caracterizados como peligrosos y que se encuentran en el Anexo VIII;

2) Segundo, están las chatarras de material plástico que no son caracterizadas como peligrosas indicadas en el Anexo IX. Noruega ha propuesto calificar de manera importante esta entrada para eliminar plásticos mixtos y contaminados;

3) Tercero, plásticos que son difíciles de clasificar o manejar corresponden a desechos que requieren una consideración especial de acuerdo al Anexo II.

Cuándo son los plásticos desechos peligrosos


El lenguaje propuesto por Noruega para el Anexo VIII simplemente parafrasea que las Partes han acordado definir desechos peligrosos de acuerdo al Artículo 1,1 a) de la Convención, pero que, en el contexto de los desechos de material plástico

"A AXXX Desechos de material plástico que contienen o están contaminados con constituyentes del Anexo I en la medida que presenten características de Anexo III (véase nota relacionada en la lista B B3010)."

Quienes estén descontentos con la ausencia de un nivel mínimo de concentración de contaminantes deben tener presente que la Convención intencionalmente no establece esos niveles (siendo PCBs la única excepción), debido a que determinar qué concentraciones presentan características peligrosas a) depende de los más recientes avances científicos, y b) de que, en ciertas ocasiones, los niveles deben ser determinados específicamente caso a caso y en relación a las condiciones de su manejo.

C
uándo son los plásticos desechos no peligrosos


Respecto al Anexo IX, Noruega propone reemplazar encabezado de la entrada B3010 vigente para agregar claridad, de la siguiente forma:

B3010 Desechos de material plástico:
Los siguientes materiales plásticos, siempre que no estén al punto en que impida la recuperación de desechos mediante un manejo ambientalmente racional, mezclados con otros materiales plásticos u otros desechos o que no estén contaminados. Envíos de estos materiales plásticos deberán ser preparados con arreglo a una especificación y estar en condiciones de ser reciclados inmediatamente requiriendo, a lo más, trabajo mecánico preparatorio adicional mínimo (Véase nota relacionada en la lista A AXXXX).

Las resinas indicadas se presumen no peligrosas y, por lo tanto, pueden ser transportadas como desechos no peligrosos, siempre y cuando sean reciclables inmediatamente. Si están contaminadas o mezcladas con otros desechos u otros tipos de plástico no podrán someterse al Anexo IX si no que se someterán a algún otro tipo de control contemplado en la Convención (ya sea bajo el Anexo VIII o el II).

Esto, en nuestra opinión, es muy importante y prudente para asegurar que solamente aquellos desechos que son realmente reciclables estén fuera del régimen de control de la Convención de Basilea. Muchos plásticos que actualmente están involucrados en la exacerbación de los desechos marinos y terrestres pueden no ser peligrosos en sí mismos, pero, tal como los residuos domiciliarios, necesitan ser considerados especialmente debido a su propensión a crear contaminación intratable y dañina.

Si bien se puede argumentar que algunos de los términos indicados anteriormente son subjetivos, cualquier ambigüedad debiera luego ser desarrollada en un Documento Guía. La intención de este nuevo texto es suficientemente clara. Cualquier ambigüedad remanente en esta etapa no debiera ser usada como excusa para no adoptar en COP14 lo que es urgentemente necesario hoy. No estamos en condiciones de esperar dos años más.

Cuándo son los plásticos desechos que requieren consideración especial

A la fecha, el Anexo II de la Convención de Basilea no ha sido usado mucho, pero cumple un importante rol en la Convención. El Anexo II no nos atrapa en el debate sobre si ciertos materiales plásticos son peligrosos o no. No vale la pena perder el tiempo en ese debate cuando es claro que éstos probablemente causan serios daños al medioambiente como desechos, o al generar emisiones dañinas o residuos luego de un reciclaje sucio. El Anexo II no se ve afectado por la Enmienda Ban ("Basel Ban Amendment"), excepto si un país o un grupo de países desea incorporarla a nivel nacional, como lo ha hecho la UE. Pero el Anexo II sí debe someterse a la Convención de Basilea (por ejemplo, consentimiento previo e informado, sometido al comercio solamente entre Partes, requerimientos de ESM, etc.). La propuesta de Noruega de ampliar el Anexo II es apropiada para los desechos plásticos.

Anexo II

Propuesta de nueva entrada:

"Y 48 Desechos de material plástico no incluidos bajo la entrada AXXXX del Anexo VIII ni B3010 del Anexo IX."

La intención aquí es establecer una disposición residual que cubra todos los desechos plásticos ue son mezclados, inclasificables, y que probablemente sean difíciles de manejar o reciclar mediante un manejo ambientalmente racional. De esta forma, los controles establecidos en la Convención de Basilea serán aplicables a cualquier desecho de material plástico que no caiga dentro del Anexo III o del Anexo IX. Está claro que aquí la intención es proveer a las Partes de la Convención de Basilea de mecanismos de control sobre el comercio no deseado y mal manejo de desechos plásticos.
 
El problema abordado

Los peligros que los plásticos presentan para el medioambiente y la salud humana están bien determinados. El plástico hoy se encuentra en todos los mayores sistemas acuíferos - tanto en su forma visible como es su forma particulada (como el micro-plástico y el nano-plástico) y presenta una grave amenaza para el ecosistema marino. Incluso puede entrar en la cadena alimenticia y afectar humanos mediante la emisión de dañinos aditivos. Cuando son quemados en un incinerador o en espacios abiertos, los plásticos sueltan persistentes contaminantes orgánicos, una multitud de emisiones tóxicas, y gases de efecto invernadero. Cuando no se han establecido protecciones adecuadas, el reciclaje de plásticos también puede ser extremadamente dañino para los trabajadores y para los recolectores informales de desechos que se ven expuestos a peligrosas condiciones de trabajo.

Hasta enero del año pasado, China era el principal receptor de los desechos plásticos mundiales, que habitualmente eran procesados en establecimientos rudimentarios donde el material no reciclable era quemado o enterrado, llevando a una masiva contaminación ambiental e impactos en la salud pública. China ha respondido apropiadamente al problema de falta de capacidad de manejo ambientalmente racional en su propio país y el atiborramiento de plástico de bajo valor en sus costas mediante la imposición de una prohibición a las importaciones de desechos de material plástico. China ha optado por enfocarse en la recolección y adecuado reciclaje de los desechos plásticos generados a nivel doméstico.

Pero el súbito rechazo de China a ser el vertedero de los plásticos mundiales ha tenido un dramático y potencialmente devastador efecto en el resto del mundo en desarrollo. Ahora que China ha cerrado sus fronteras a los desechos extranjeros, hemos descubierto que masivos volúmenes del mismo tipo de desechos han sido redirigidos desde puertos chinos y están llegando a los puertos de países del Sudeste y Sur Asiático, donde existe una baja capacidad de manejar desechos de una manera ambientalmente racional.
Niños recolectan botellas plásticas entre la basura que llega a las costas de la Bahía de Manila en Filipinas. Derechos AFP.
Si bien este problema ha sido destacado de manera anecdotal, actualmente no contamos con los medios suficientes para cuantificar apropiadamente y monitorear esta potencialmente dañina comercialización - y aún peor, no hay medios en lo absoluto para controlarlo en caso que presente algún problem. Actualmente, los flujos tranfronterizos de plástico no son visibles y los países se enteran de estas importaciones una vez que ya es demasiado tarde para tomar medidas preventivas. Mientras los plásticos no sean catalogados como desechos controlados, los países en que se enfocan o os intermediarios no pueden anticiparse a los dañinos envíos y, más aún, no pueden rehusar la importación en una base multilateral y con la cooperación multilateral de la Convención de Basilea, en caso que quieran hacerlo.

Sin esos controles, los nuevos influjos mundiales de desechos de material plástico, bajo el nombre de reciclaje, se vuelven epidémicos con severas consequencias globales, incluyendo una mayor exacerbación en la crisis de desechos marinos. No podemos seguir permitiendo que semejantes materiales peligrosos - que ya se encuentran implicados en la destrucción del medio ambiente marino - sean enviados a través del mundo sin la debida transparencia, monitoreo, y la posibilidad de ser controlado.

¡Cuidado con las Tácticas Dilatorias!
 
Mientras la propuesta noruega va ganando apoyo de parte de los países, las industrias de envases y plásticos han tratado de derrotarla proponiendo tácticas dilatorias. Estas tácticas buscarán que se usen los siguientes argumentos:
 
  1. Alianzas Sí, Acción Legal No - Sí, la contaminación por plásticos es un tema importante, pero tenemos que estudiar más el problema - Una alianza es la manera de proseguir. Este argumento ya lo hemos escuchado en el OEWG de parte de países como Canadá, Australia y los EEUU.
     
    Porqué esto está equivocado:  La historia ha comprobado que las alianzas no son buenas para proveer urgentes acciones legales correctivas como son previstas por el Artículo 18 de la Convención. Una Alianza de los Plásticos será una instancia útil para el diálogo, pero la historia ha demostrado que les puede tomar años terminar siquiera unas directrices. Además, están desafortunadamente dominadas por los países desarrollados, de habla inglesa, y por intereses industriales que cuentan con amplios presupuestos para viajar. Habitualmente no reflejan el balance de necesidades de todas las Partes.
  1. El lenguaje no es tan bueno como podría; necesitamos un grupo de trabajo para modificarlo.
     
    Porqué esto está equivocado:  Si bien es fácil discutir la letra del texto propuesto por Noruega, no crearon esta propuesta en el vacío. Ésta ha sido examinada por muchos países, incluyendo todos los países de la UE. BAN considera que es muy ambiciosa en ciertos aspectos, pero reconocemos la intención detrás de su letra, así como su urgencia global. Estamos de acuerdo en que se pueden desarrollar guías para la interpretación de nuevas entradas en una etapa posterior, pero en este momento hay barcos cargados de basura inundando desprevenidos países. Ser oportunos es esencial y cualquier propuesta que atrase su adopción hasta que un grupo de trabajo concluya sus eternos debates debiera ser mirado con sospecha.
 
  1. No tenemos evidencia de que el comercio de desechos plásticos esté exacerbando el problema de los desechos marinos. Hasta que ello sea comprendido de mejor manera, no debiéramos apresurarnos en cambiar la Convención.
     
    Porqué esto está equivocado: 
    Es un hecho bien establecido que muchos de los plásticos exportados a Asia desde Europa y Norte América no son reciclados, si no más bien clasificados y grandes porciones de ellos son desechados. Si los plásticos son desechados en regiones que presentan intensas lluvias gran parte del año, significa que estos plásticos pasan de ser contaminación terrestre a ser contaminación marina al ser transportados por los ríos. Seguir intentando distinguir entre contaminación terrestre y contaminación marina no tiene sentido. Toda contaminación por plásticos será problemática para el medioambiente.
  1. Nos gusta la idea, pero necesitamos más tiempo para implementarla. El plazo de seis meses del Artículo 18 de la Convención es demasiado corto. Sorprendentemente, algunos países de la UE hoy están planteando este argumento.
     
    Porqué esto está equivocado:  Los arquitectos de la Convención establecieron un adecuado balance entre trabas administrativas y atrasos inapropiados. Seis meses es bastante tiempo cuando se considera cuántos desechos plásticos indeseados serían transportados durante ese tiempo. Esperar más tiempo sólo implicaría que los países tendrán que establecer a nivel nacional un mosaico de prohibiciones a las importaciones para protegerse. No hay ninguna razón de peso para no aceptar el plazo de seis meses para la implementación. Puede ser una medida desesperada para atrasar y debilitar la iniciativa.

Conclusión

Afortunadamente, el marco de la Convención de Basilea está establecido para proveer una oportuna primera solución a la crisis de los desechos plásticos. Fue precisamente por esta razón - controlar un peligroso y fuera de control mercado de los desechos, que la Convención de Basilea y el procedimiento de Consentimiento Previo e Informado fueron creados.

Si bien es fácil criticar el creativo texto propuesto por Noruega, y destacar la falta de claridad inherente al texto, es importante recordar que "lo perfecto es enemigo de lo bueno". Guías pueden ser desarrolladas posteriormente y con la ayuda de Plastics Partnerships. En este momento, ser oportuno es esencial y cualquier propuesta que retrase su adopción hasta que un grupo de trabajo debata eternamente el texto debiera ser mirado con sospecha. El planeta necesita urgentemente controles a la caótica situación del mercado del plástico. Los países necesitan ahora el derecho a rechazar desechos plásticos.

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Por lo tanto, nosotros los llamamos a adoptar la propuesta Noruega en el COP14.

De esta manera, podremos tomar el primer poderoso paso para abordar la crisis global de desechos plásticos

FIN