gráfico por
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T19.5.2.1 [71] 29
Es imposible buscar el placer por medio del cuerpo y
no
hallar dolor.
30
Es esencial que esta relación se entienda, ya que el ego la considera la
prueba
de la existencia del pecado.
31
Realmente
no es punitiva en absoluto.
32
Pero sí es el resultado inevitable de haberte equiparado
al
cuerpo, que es lo que
indujo
la
invitación
al dolor.
33
Pues eso invita al
miedo
10
a que entre y se convierta en tu
propósito
.
34
Por eso, la atracción de la culpa
tiene
necesariamente que entrar con él y,
cualquier cosa
que el miedo ordene al cuerpo que haga,
será
doloroso.
35
El cuerpo compartirá el dolor de
todas
las ilusiones, y la ilusión de placer
será
la
misma
que la del dolor.
UCSM TEXTO CH 19, V
T19.5.2
Segundo Obstáculo: creer que el cuerpo
es valioso por lo que ofrece
T19.5.2.1
Placer y dolor
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 219
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó.
|
L219 (L199) 1
No soy un cuerpo
1
.
2
Estoy libre.
3
Soy el Hijo de Dios.
4
Aquiétate, mente mía, y piensa por un momento en esto.
5
Y luego regresa a la tierra, sin confusión alguna con respecto a quién Mi Padre ama eternamente como Su Hijo.
|
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
1
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.5.2
Segundo Obstáculo: creer que el cuerpo
es valioso por lo que ofrece
59-67
|
T19.5.2 [59] 1
Dijimos
1
que el primer obstáculo que la paz tiene que superar es el deseo que ustedes tienen de deshacerse de ella.
2
Allí donde la atracción de la culpa impera,
no se quiere
paz.
3
El segundo obstáculo que la paz tiene que superar estrechamente vinculado al primero, es creer que el cuerpo
2
es valioso
por razón de lo que ofrece
.
4
Pues aquí la atracción de la culpa
3
se pone de manifiesto
en el cuerpo y
se ve
en él.
T19.5.2 [60] 5
Ésta es la cosa valiosa que piensan que la paz quiere
arrebatarles
.
6
De esto es de lo que creen que serían despojados,
dejándolos
sin hogar.
7
Y esta es la razón por la que
negarían
un hogar a la paz.
8
Consideran que sería hacer un "sacrificio" demasiado grande, que se les está pidiendo demasiado
4
.
|
|
1
Ver
T19.5.1
Primer obstáculo: el deseo de deshacerte de la paz
2
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos evidentemente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
3
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
4
… ¿Qué nos pide el Curso?, bueno, por ejemplo, que nos aquietémonos bien por un instante. y: "
60
Ven sin ninguno de los pensamientos que alguna vez aprendiste, y deja a un lado todas las imágenes que hiciste.
61
Lo viejo se derrumbará ante lo nuevo, sin que te le opongas o lo apoyes.
62
Ninguna de las cosas que pensabas que eran valiosas, y que requerían de tu cuidado, serán atacadas.
63
Tampoco se atacará tu deseo de oír un llamamiento que realmente nunca se hizo.
64
Nada te hará daño en este santo lugar, donde vienes a escuchar en silencio y a aprender que lo que realmente quieres es la Verdad.
65
No se te pedirá que aprendas más que esto.
66
Pero, a medida que lo escuches, comprenderás que lo único que tienes que hacer es
desprenderte
de los pensamientos que realmente no querías, y que
nunca
fueron verdaderos.
T31.2 [22]"
|
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T19.5.2
Segundo Obstáculo: creer que el cuerpo
es valioso por lo que ofrece
pár 61-62
|
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T19.5.2 [61] 9
Pero ¿se trata de un
sacrificio
o de una
liberación
?
10
¿Qué les ha dado
realmente
el cuerpo que justifique esa extraña creencia que tienen de que la salvación radica en él?
5
11
¿No se dan cuenta de que eso es creer en la
muerte
?
12
Aquí se centra la percepción
6
según la cual el Redimir
7
es un asesinato.
13
He aquí la
fuente
de la idea de que el Amor es miedo
8
.
14
A los mensajeros del Espíritu Santo se les envía mucho más allá del cuerpo, para que exhorten a la mente a unirse en santa comunión y a estar en paz.
15
Tal es el mensaje que yo les di para
ustedes
.
T19.5.2 [62] 16
Sólo los mensajeros del
miedo
ven el cuerpo, pues van en busca de lo que puede sufrir.
17
¿Es acaso un sacrificio que
se le separe
a uno
9
de lo que puede sufrir?
18
El Espíritu Santo no les
exige
que sacrifiquen la esperanza de obtener placer por medio del cuerpo, pues realmente no
hay
esperanza de que el cuerpo se los pueda proporcionar
10
.
19
Pero tampoco puede infundirles el miedo al dolor.
20
El dolor es el
único
"sacrificio" que el Espíritu Santo les pide, y es porque lo
quiere
eliminar
11
.
|
|
5
… Bueno, cuando toco madera con mis nudillos, estoy experimentando esta realidad…
6
Pero en la separación, cuando pensamos con el ego, La
percepción
es el proceso fundamental para sobrevivir por el cual interpretamos o juzgamos la información recibida por nuestros sentidos de algo separado de nuestra mente, algo que ella ha proyectado de acuerdo con su creencia en la realidad del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos por las leyes de la evolución y escasez.
7
El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si quiere creer que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este querer creer le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro querer creer en una fe afianzada en la Verdad que nos propone el
Curso
. Ver
T3.3, T5.3, T9.3
8
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
9
… en la mente
10
… eternamente.
11
… de sus mentes. Eso no les va a quitarlos dolores físicos y psicológicos que puedan sufrir, pero les va a quitar la creencia de que esos dolores son nuestra verdadera y única realidad, ya que la estamos sufriendo en carne o cerebro propios. Esos dolores son de nuestra hechura, porque son producidos por lo que nos ha tocado en la evolución, evolución que puso en marcha nuestra ego primario cuando el Hijo creyó que había logrado separarse de Su Padre…
|
|
T19.5.2
Segundo Obstáculo: creer que el cuerpo
es valioso por lo que ofrece
pár 63-65
|
|
T19.5.2 [63] 21
La paz se extiende desde ustedes únicamente a lo que es
12
eterno, y lo hace
desde
Lo que es eterno en
Ustedes
13
.
22
Fluye a través de todo lo demás.
23
El segundo obstáculo no es más impenetrable que el primero.
24
Pues no quieren deshacerse de la paz
ni limitarla
.
25
¿Qué otra cosa pueden ser esos obstáculos que quieren interponer entre la paz y su avance, sino barreras que colocan entre la voluntad de ustedes y sus logros?
26
Ustedes
quieren
comulgar
14
,
no
festejar el miedo.
27
Quieren
la salvación
15
,
no
el dolor de la culpa.
28
Y quieren tener por morada a su Padre
y
no
un poco de arcilla amontonada.
29
En su relación santa se encuentra el Hijo del Padre de ustedes,
30
Hijo que
nunca
ha dejado de estar en comunión con Él
ni consigo mismo
.
31
Cuando ustedes acordaron unirse uno con el otro, se dieron cuenta de que eso es así.
32
Eso
no
les cuesta nada, sino que los libera de
tener que hacer
cualquier clase de pago.
T19.5.2 [64] 33
Ustedes han pagado un precio exorbitante por sus ilusiones, y
nada
por lo que tanto pagaron les ha aportado paz.
34
¿No les
alegra
saber que el Cielo no puede
ser
sacrificado y que no se les puede pedir ningún sacrificio?
35
No
hay
obstáculo que puedan interponer a nuestra unión, pues
ya
formo parte de la relación santa de ustedes.
36
Vamos a superar
juntos
todos los obstáculos, pues nos encontramos
puertas adentro
, y no afuera.
37
¡Cuán fácil es abrir las puertas desde adentro para dejar que la paz entre y bendiga al mundo que está agotado!
38
¿Cómo va a sernos difícil pasar de largo por las barreras cuando ustedes se han
unido
a lo ilimitado?
39
En sus manos está poner fin a la culpa.
40
¿Se detendrían ahora a buscar culpa el uno en el otro?
T19.5.2 [65] 41
Permítanme ser para ustedes el símbolo del
fin
de la culpa, y mírense uno a otro como me mirarían a mí.
42
Perdónenme todos los pecados que creen que el Hijo de Dios cometió.
43
Y a la luz del perdón
16
de ustedes, él recordará Quién es y olvidará lo que nunca fue.
44
Les pido su perdón, pues si son culpables, yo también tengo que serlo.
45
Pero si superé la culpa y vencí al mundo,
ustedes
estaban
conmigo
.
46
¿Prefieren ver en mí el símbolo de la culpa o el del
fin
de ésta, recordando que lo que yo significo para ustedes cada uno lo ve en
sí mismo
?
|
|
12
… aquí el reflejo de Lo
13
… los pensamientos amorosos que emergen desde nuestro subconsciente a nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo.
14
… que es lo mismo que
Comunicación
y Creación, con mayúscula, que son, en el Cielo, sinónimos, pues Dios, por medio de Su Pensar de Amor o Espíritu Santo, nos creó como Su Hijo único y, mediante esa Comunicación, estableció para toda la Eternidad un canal para la recepción de Su Amor y de Su Voluntad. En minúscula,
comunicación,
cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de Esa eterna Comunicación y, cuando pensamos con el ego, es la comunicación que tratamos de establecer con las mentes separadas de los demás. Ver
T1.1.49 [81] 1-4, T1.1.51 [86] 4, T14.2 [4]
15
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
16
Perdonar
es un proceso que comienza cuando decido que quiero ver al mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave de la salvación de la separación y del ego está en el otro, quiero verlo de otra manera, es decir, quiero perdonarlo aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. En un primer paso, acepto que la causa de mis sufrimientos y dolor no se encuentra en el otro, en los demás, en el mundo, en un dios castigador, o en el destino, sino en mi mente separada que, por estar pensando con el ego, es la guionista y hacedora de todo este mundo en el que creemos que vivimos. Entonces, el Espíritu Santo me dice: "Hermano mío, escoge de nuevo", que es el segundo paso. El tercer paso se da cuando me doy cuenta de que realmente no tengo nada que perdonar aquí, porque no hay nada que perdonar en la Realidad —Donde quiero creer que como Almas estamos todos, Una en Cristo— y al lograr perdonar totalmente a ese otro en el mundo real de mi fuero interior, voy a vivir la divina experiencia de Amor de la unión con él que se va a extender a todos. Este es el último escalón que nos lleva conjuntamente a las puertas del Cielo. Ver
T15.9 [79] 6, T16, T17.7, LTe.1 (-221)
|
|
T19.5.2
Segundo Obstáculo: creer que el cuerpo
es valioso por lo que ofrece
pár 66-67
|
|
T19.5.2 [66] 47
Desde la relación santa de ustedes, la Verdad proclama la Verdad
17
, y el Amor se mira a sí mismo.
48
La salvación fluye desde lo más profundo del hogar que nos ofrecieron a Mi Padre y a mí.
49
Y allí estamos juntos, en tranquila comunión en la que el Padre y el Hijo
18
están unidos.
50
¡Vengan, oh fieles, a la santa unión del Padre y del Hijo en
ustedes
!
51
Y no se
mantengan
separados de lo que se les ofrece, como muestra de agradecimiento por haberle dado a la paz su hogar en el Cielo.
52
Lleven a todo el mundo el alegre mensaje del fin de la culpa, y todo el mundo contestará.
53
Piensen en lo felices que se sentirán cuando todos les den testimonio del fin del pecado y les muestren que el poder de éste ha desaparecido para siempre.
54
¿Dónde puede estar la culpa una vez que la creencia en el pecado ha desaparecido?
55
¿Y dónde está la muerte, una vez que se ha dejado de oír para siempre a su gran defensor?
T19.5.2 [67] 56
Perdónenme por las ilusiones
19
de ustedes, y libérenme del castigo que me quieren imponer por lo que
no
hice.
57
De esta manera,
ustedes
aprenderán la libertad que enseñé al enseñarles al uno y al otro a ser libres, y liberándome así a mí mismo.
58
Formo parte de su relación santa, no obstante preferirían aprisionarme tras los obstáculos que
interponen
a la libertad
20
e impedirme llegar hasta
ustedes
.
59
No obstante, no es posible mantener
alejado
a Uno que
ya
está ahí.
60
Y
en Él se hace
posible que nuestra comunión —en la que
ya
estamos unidos— sea el foco de la nueva percepción que llevará la luz a todo el mundo que está contenido en
ustedes
.
|
|
17
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
18
… Quien es Cristo, en Quien nosotros y todos los demás somos realmente Uno,
19
Ilusión
es todo lo "hecho" por nuestro ego primordial, producto de aquella diminuta idea alocada que era posible al Hijo separarse de la Unicidad de Dios, y ponerse a crear por su cuenta, pero sin perder el Amor que Dios le daba, locura que se adentró en la Eternidad, Donde Todo es Uno con Dios, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse y que, a causa de haberlo enviado al olvido, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de tener efectos reales, entre los cuales están la hechura del tiempo, del espacio, y de todo lo que éstos contienen, incluyendo la expansión y fragmentación de todo casi al infinito, regidos por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T8.5 [41], T8.7 [68] 113, T16, T21.3 [28] 96 T27.9 [82] 37 y 38
20
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T5.4 [24]
|
|
Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.5.2.1
Placer y dolor
68-76
|
|
T19.5.2.1 [68] 1
Tu pequeño papel
1
consiste únicamente en entregarle al Espíritu Santo la
idea
del sacrificio en su totalidad,
2
y
aceptar
a cambio la paz que Él te dio
sin imponer
los límites que impedirían su extensión, lo cual limitaría
tu
concienciación de ella.
3
Pues lo que Él da
tienes
que extenderlo si
quieres
disponer de Su poder ilimitado y utilizarlo para liberar al Hijo de Dios.
4
No es
de este poder
de lo que te quieres deshacer y, puesto que lo tienes,
no lo puedes
limitar.
5
Si la paz no tiene hogar, tampoco lo tenemos ni tú ni yo.
6
Y Aquel Que es nuestro hogar se queda sin techo
junto con
nosotros.
7
¿Es eso lo que quieres?
8
¿Querrías ser un eterno vagabundo en busca de paz?
9
¿Pondrías tus esperanzas de paz y felicidad en lo que necesariamente
tiene
que fracasar?
2
T19.5.2.1 [69] 10
Tener fe en lo Eterno
siempre
está justificado, pues lo Eterno es por siempre bondadoso, infinitamente paciente y, totalmente amoroso
3
.
11
Te aceptará completamente y te dará paz.
12
Pero sólo se puede unir a Lo que
ya
está en paz en ti, que realmente es inmortal como Él.
13
El cuerpo no puede proporcionarte
4
ni paz ni desasosiego, ni dolor ni alegría.
14
Es un medio,
no
un fin.
15
De por sí
no tiene ningún
propósito, sino sólo el que se le
atribuye
.
16
El cuerpo parecerá
ser
lo que sea que constituya el medio para alcanzar la meta que tú le
asignes
.
17
Sólo la mente puede fijar propósitos, y sólo la mente puede discernir los medios necesarios para su logro, así como justificar su uso.
18
Tanto la paz
5
como la culpa
6
son estados mentales que hay que
alcanzar
.
19
Y esos estados son el hogar de la emoción que los suscita y, por consiguiente, que es
compatible
con ellos.
20
Así que piensa cuál de ellos es compatible
contigo
.
7
|
|
1
… para cada miembro de la relación santa en formación, puesto que están lidiando con los obstáculos a la paz,
2
La esperanza es lo último que se pierde. No hay dudas que la evolución, a nivel del cuerpo individual, tarde o temprano termina con la inevitable muerte. Y tampoco hay duda que mucha gente quiere creer que después de la muerte DEBE haber otra cosa, preferiblemente mejor que el infierno que termina siendo esta vida. La creencia en la irrealidad de esta realidad —que podemos palpar con nuestros sentidos y entender con nuestro razonamiento, lógica y sentido común— que propone el Curso es lo que es difícil de aceptar.
3
Tener fe
es un proceso continuo que empieza cuando conciencio que a veces experimento pensamientos caritativos, compasivos, de compartir, de amistad desinteresada…, y
quiero creer
que son reflejos del Cielo que me vienen por medio del Espíritu Santo en mí; y ese
querer creer
se va a ir transformando en una
fe
al yo aplicar cada vez más y más a mi vida los procesos de no juzgar, perdonar y extender milagros que propone el
Curso
para salvarnos del sistema de pensamiento del ego y de todos los efectos que su separación de Dios ha causado y sigue causando. Esa
fe
se va a consolidar progresivamente a medida que en las relaciones santas que vayamos formando experimentemos la paz —que no es de este mundo— que los efectos de esos procesos traen consigo, lo cual, a su vez, reforzará nuestra decisión de
querer creer
en la
Verdad
que también nos propone el Curso, a saber, que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente de Su Unicidad, Nuestra
verdadera Realidad
, donde sólo hay Amor, Paz y Alegría y, que al no haber creado Dios más nada, nada que no sea Ella, realmente existe. Ver
T1.1.51 [93], T8.11 [110], T11.10 [95]
4
… a tu mente
5
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
6
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
7
Que yo sepa, nadie se ha "esfumado" de esta vida, ni Jesús de Nazareth, por creer que nuestra verdadera Realidad se encuentra en un eterno Presente de una Unicidad de un Dios (aquí siempre ausente y silencioso) que nos ha creado, de toda Eternidad, en un Pensamiento de Amor como un Hijo único, y que no creó MÁS NADA. Entonces, a menos de una revelación que nos diga lo contrario, tendremos que cargar con este cuerpo (que no somos) hasta que la muerte lo regrese a la nada de donde vino… ¿Qué no puede aportar aquí la creencia que nos ofrece el Curso: un poco de paz y un poco de alegría…
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T19.5.2.1
Placer y dolor
pár 70-73
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T19.5.2.1 [70] 21
Ésta es la elección que tienes ante ti, y
es
libre.
22
Pero todo lo que
radica
en ella
vendrá
con ella, y lo que crees ser
jamás
podrá estar
separado
de ella.
23
El cuerpo
aparenta
ser el gran traidor de la fe.
24
En él residen la desilusión y las semillas de la falta de fe, pero
sólo
si le pides lo que
no puede
dar
8
.
25
¿Puede
tu
equivocación ser causa razonable para deprimirte, desilusionarte y atacar por represalia a lo que crees que te ha fallado?
26
No uses tu
error
para justificar tu falta de fe.
27
Realmente
no
has pecado
9
, pero te
has
equivocado con respecto a lo que significa tener fe.
28
Y la corrección de
tu
error te
dará
motivos para tener fe.
T19.5.2.1 [71] 29
Es imposible buscar el placer por medio del cuerpo y
no
hallar dolor.
30
Es esencial que esta relación se entienda, ya que el ego la considera la
prueba
de la existencia del pecado.
31
Realmente
no es punitiva en absoluto.
32
Pero sí es el resultado inevitable de haberte equiparado
al
cuerpo, que es lo que
indujo
la
invitación
al dolor.
33
Pues eso invita al
miedo
10
a que entre y se convierta en tu
propósito
.
34
Por eso, la atracción de la culpa
tiene
necesariamente que entrar con él y,
cualquier cosa
que el miedo ordene al cuerpo que haga,
será
doloroso.
35
El cuerpo compartirá el dolor de
todas
las ilusiones, y la ilusión de placer
será
la
misma
que la del dolor.
T19.5.2.1 [72] 36
¿No es acaso esto inevitable?
37
Bajo las órdenes del miedo, el cuerpo
irá
en busca de la culpa para servir a su amo, cuya atracción por la culpa mantiene intacta toda la ilusión de su existencia.
38
Así, esto
constituye
la atracción del
dolor
.
39
En efecto, regido por
esta
percepción, el cuerpo se convierte en siervo del dolor, lo persigue con gran dedicación y, acata la idea de que el dolor
es
placer.
40
Ésta es la
idea
que subyace a la excesiva importancia que el ego atribuye al cuerpo.
41
Y esta es la relación demente que él mantiene oculta, lo que no le impide nutrirse de ella.
42
A
ti
te enseña que el placer corporal es felicidad.
43
Pero a
sí mismo
se susurra: "Trae consigo la muerte".
T19.5.2.1 [73] 44
¿Por qué razón debería ser el cuerpo
tan importante
para ti?
45
Aquello de lo que está
hecho
ciertamente no es valioso.
46
Y es igualmente cierto que no
tiene
sentimientos.
47
Te
transmite los sentimientos que tú
quieres
.
48
Pues al igual que cualquier otro medio de comunicación, el cuerpo recibe y transmite los mensajes que se le dan.
49
Pero
no
tiene sentimientos por ellos.
50
Todos los sentimientos que afectan a esos mensajes se los dan el emisor y el receptor.
51
Tanto el ego como el Espíritu Santo reconocen esto, y ambos también reconocen que, en este caso,
emisor y receptor son la misma persona
.
52
El Espíritu Santo te
dice
esto con alegría.
53
El ego te lo
oculta
, pues no quiere que lo conciencies.
54
¿Quién transmitiría mensajes de odio y de ataque si entendiese que se los está enviando a
sí mismo
?
55
¿Quién se acusaría, se declararía culpable y se condenaría a
sí mismo
?
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8
… una prueba de que la eterna Unicidad sí existe…
9
El
pecado
de todos los pecados fue la diminuta idea alocada que se coló en la Eternidad, donde Todo es Uno, y de la que el Hijo de Dios olvidó reírse. Por haberlo olvidado, ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos aparentemente reales, como fue la hechura del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez. Ver
T27.9 [82] 37 y 38
Pero como esta realidad del ego no fue creada por Dios,
LTe.4 (-L251).1 1
Pecar
es estar demente.
2
Es el medio que hace que la mente pierda su cordura y trate de dejar que las ilusiones ocupen el lugar de la Verdad.
3
Y, al estar loca, la mente ve ilusiones donde la Verdad debería estar, y donde realmente está.
4
El pecado dio ojos al cuerpo pues, ¿qué van a querer ver los que están libres de pecado?
5
¿Qué necesidad tienen de escenas, sonidos o tacto?
6
¿Qué van a querer oír, o alcanzar para agarrar?
7
¿Qué van a querer percibir por los sentidos?
8
Percibir por los sentidos es no conocer.
9
Y la Verdad no puede contener sino el Conocimiento y nada más.
10
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de las Almas de cada uno y de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
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T19.5.2.1
Placer y dolor
pár 74-76
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T19.5.2.1 [74] 56
El ego
11
siempre
proyecta sus mensajes
fuera
de ti, al creer que es
otro
y no tú el que ha de sufrir por tus mensajes de ataque y culpa.
57
E incluso si el que sufre eres
tú
,
otro
ha de sufrir aún más.
58
El supremo engañador reconoce que esto no es verdad, pero como "enemigo" de la paz que es, te incita a que
envíes afuera
todos tus mensajes de odio y así, te liberes
a ti mismo
.
59
Y para convencerte de que esto es posible, le ordena al cuerpo que busque dolor atacando a otro, lo llame placer, y te lo
ofrezca
como liberación
de ser
atacado.
T19.5.2.1 [75] 60
No hagas caso de su locura, ni creas que lo que es imposible
12
es verdad.
61
No olvides que el ego ha
dedicado
el cuerpo a la meta del pecado y que tiene
absoluta
fe en que esto se puede lograr.
62
Sus tristes discípulos entonan incesantemente alabanzas al cuerpo, en solemne celebración del poderío del ego.
63
No hay ni uno solo
que no
crea que
sucumbir
a la atracción de la culpa es la
manera de escaparse
del dolor.
64
Ni uno solo de ellos
puede dejar
de identificarse a sí mismo con su propio cuerpo,
sin
el cual moriría, pero
dentro
del cual, su muerte es igualmente inevitable.
T19.5.2.1 [76] 65
Los discípulos del ego no se dan cuenta de que se han dedicado
a sí mismos
a la muerte.
66
Se les ha
ofrecido
la libertad
13
pero no la han aceptado, y lo que se ofrece tiene también que recibirse para que sea dado verdaderamente.
67
Pues el Espíritu Santo es también un medio de comunicación, que recibe del Padre Sus mensajes para luego ofrecérselos al Hijo
14
.
68
Al igual que el ego, el Espíritu Santo es a la vez emisor y receptor.
69
Pues lo que se envía por medio de Él
regresa
a Él, buscándose a sí mismo en el trayecto, y
encontrando
lo que busca.
70
De igual manera, el ego
encuentra
la muerte que
él
busca, entregándotela a
ti
.
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11
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Pensar de Amor de la eterna Unicidad —en el Cual, todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en el Alma del Hijo único de Dios, Quien es Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que el Hijo se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, por haber olvidado el Hijo de Dios reírse de ese pensar individual, éste se convirtió, en la ahora mente separada, en una idea seria, capaz de lograr algo y tener efectos reales, tales como "hacer" el tiempo, el espacio, y todo lo que estos contienen, regidos por las leyes de la evolución y de la escasez; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
12
… en la Eternidad, aquí sí lo es y por eso crees que…
13
Libertad
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, la libre Voluntad de Dios de Amar o crear, Que es también la libre Voluntad de todos nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único hijo, de amar y ser amados. Aquí, en minúscula,
libertad
, cuando pienso "nos" con el Espíritu Santo, es la liberación del confinamiento impuesto por las mentes individuales separadas unas de otras, para amar sin excepción y por igual a todos, como reflejo de la Unicidad; y, cuando pienso con el ego, es lo que decido hacer con mi libre albedrío, según las leyes de la evolución y escasez. Ver
T2.6 [109], T5.4 [24]
14
… por medio de esos impulsos amorosos o "altruistas" que de vez en cuando emergen de nuestro subconsciente, de nuestro
residuo bendito
, que es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
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