gráfico por
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T19.5.1 [40] 1
El primer obstáculo que la paz debe salvar es el deseo de ustedes de
deshacerse
de ella
1
.
2
Pues no puede extenderse
a menos que
ustedes la
conserven
.
3
Ustedes
son el centro desde donde ella irradia hacia afuera, llamando a los otros
a entrar
.
4
Ustedes
2
son su hogar; la tranquila morada desde donde ella se extiende afablemente hacia afuera, aunque sin
abandonarlos jamás
.
5
Si
ustedes
la dejasen sin hogar, ¿cómo podría ella morar en el Hijo de Dios?
6
Si la paz se ha de diseminar por toda la creación
3
,
tiene que
empezar con ustedes, y extenderse
desde
ustedes a cada hermano que llamen, y llevarle descanso mediante su
unión
con ustedes.
UCSM TEXTO CH 19, V
T19.5.1
Primer obstáculo: el deseo
de deshacerse de la paz
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 217
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó.
|
L217 (L197) 1
No puede ser sino mi propia gratitud la que me gano.
2
¿Quién debe dar gracias por mi salvación
1
, sino yo mismo?
3
¿Y cómo, sino por medio de la salvación, puedo encontrar el Yo a Quien debo estar agradecido?
|
No soy un cuerpo. Estoy libre,
pues sigo siendo Tal como Dios Me creó
1
.
|
1
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.5
LOS OBSTÁCULOS
A LA PAZ
1
INTRODUCCIÓN
37-39
|
T19.5.in [37] 89
A medida que esta paz
2
se expanda desde lo más profundo de ustedes para abrazar a
toda
la Filiación y ofrecerle descanso, se topará con muchos obstáculos.
90
Algunos tratarán de imponerlos
ustedes
.
91
Otros parecerán provenir de otras partes: de sus hermanos y de diversos aspectos del mundo
externo
.
92
No obstante, la paz los cubrirá afablemente, extendiéndose más allá de ellos
completamente
libre.
93
La extensión del propósito del Espíritu Santo
3
desde la relación de ustedes a otros, para
incluirlos
amablemente
en
ella, ya ha comenzado.
94
Esta es la manera en que Él armonizará medios y fin.
95
La paz que Él depositó profundamente en
los dos
, se extenderá tranquilamente a
cada
aspecto de sus vidas, rodeándolos de radiante felicidad y con la pausada concienciación de estar
completamente
protegidos.
96
Y llevarán su mensaje de Amor, seguridad y libertad a todo aquel que se acerque al templo de ustedes, donde la curación
4
lo está esperando.
|
|
1
Hemos reorganizado esta parte del Capítulo 19 creando el Subcapítulo
T19.5
y las Secciones y Subsecciones que siguen a continuación, de manera de darle una cierta coherencia a la lectura de estos textos difíciles.
2
Paz
, con mayúscula, es el estado en el que nos encontramos en la Eternidad por ser amados y amar, es saber que como Almas somos Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre, en perfecta quietud y perfecta libertad de todo peligro, conflicto, culpa o escasez. En minúscula, cuando pensamos y percibimos con el Espíritu Santo,
paz
es el estado que experimentamos en el mundo real cuando hemos perdonado totalmente al otro y extendido los milagros que nos ha sugerido el Espíritu Santo. Pero cuando pensamos con el ego, paz es el estado que se puede obtener transitoriamente según los acuerdos y leyes del mundo. Ver
T6.3 [38], T6.6.2, L200
3
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
4
Curación
es el estado mental que se logra al final del proceso de curar en el que nuestra mente —ahora pensando y percibiendo con el Espíritu Santo— es llevada al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo; y en el instante santo de esa experiencia, ella se cura de la creencia en la realidad del tiempo y del espacio, del pensar del ego, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Ver
T2.3, T5, T8.9, T13.2, T17
|
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T19.5
LOS OBSTÁCULOS
A LA PAZ
1
INTRODUCCIÓN
pár 38-39
|
|
T19.5.in [38] 97
No
tendrán que esperar para dárselo, pues lo
llamarán
y él les responderá,
reconociendo
en la llamada de ustedes el Llamamiento de Dios
5
.
98
Y lo albergarán y le darán descanso tal como les fue dado a
ustedes
.
99
Todo eso harán.
100
No obstante, primero deberán expandir la paz que ya mora en lo más profundo de sus fueros internos
6
,
transponiendo
los obstáculos que
habían
colocado ante ella.
101
Esto harán
, pues nada que se emprenda
con
el Espíritu Santo queda inconcluso.
102
Ciertamente no pueden estar seguros de
nada
de lo que ven
fuera
de ustedes, pero de lo que sí pueden estar seguros es de lo siguiente: el Espíritu Santo les pide que Le ofrezcan un lugar de reposo donde
ustedes
puedan descansar en Él
7
.
103
Él les respondió y, al hacerlo, entró a formar parte de su relación
8
.
104
¿No querrían
corresponder
ahora a Su gracia
9
entablando una relación con Él?
105
Pues fue
Él
Quien ofreció a la relación de
ustedes
el presente de la santidad, sin la cual les habría resultado eternamente imposible apreciarse uno al otro
10
.
T19.5.in [39] 106
Él sólo
les
pide que acepten
por
Él la gratitud que Le deben.
107
Y cuando se miran uno al otro con amable deferencia, es a Él a Quien
están
mirando.
108
Pues están mirando allí donde Él está
11
, y no separado de ustedes.
109
No
pueden ver al Espíritu Santo, pero
sí
a sus hermanos como son de verdad
12
.
110
Y la luz
13
en ellos les mostrará todo lo que
necesiten
ver.
111
Cuando la paz que mora en ustedes se haya extendido hasta abarcar a
todos y cada uno
, la función del Espíritu Santo aquí se habrá cumplido.
112
¿Qué
necesidad
habrá de
ver
entonces?
113
Cuando Dios Mismo haya dado el paso final, el Espíritu Santo reunirá
todos
los agradecimientos y gratitud que ustedes Le han ofrecido, y los depositará tranquilamente ante Su Creador en el Nombre de Su santísimo Hijo.
114
Y el Padre los
aceptará
en
Su
Nombre.
115
¿Qué necesidad habrá de ver, en presencia de
Su
gratitud?
|
|
5
El
Llamamiento
de Dios es la voz del Espíritu Santo en el nivel superior de tu subconsciente, que quiere avivar tu voluntad para que cures la separación que hay entre tú y tus hermanos y entre todos ustedes y Dios, renunciando a ella por medio del Redimir, hasta que tu mente nuevamente completa se reincorpore a crear, devolviendo a Dios Lo que es Suyo; es el llamamiento a regresar al pensar acertado, para que la Filiación se encamine a ser lo que nunca ha dejado de ser: todos, como las Almas eternas y perfectas que realmente somos, Una en Cristo, el único Hijo de Dios, y Uno con Él en Su eterna Unicidad. Ver
T27.3 [18] 53-54
6
El
residuo bendito
es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Una en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
7
… en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo.
8
… cambiando su relación de especial a santa, aceptando el Redimir para sí mismos, perdonando y extendiendo milagros. La
relación santa
es el reflejo en este mundo de la eterna Relación de Amor de Dios con todas las Almas perfectas y eternas que realmente somos, unificadas todas en Cristo, el único Hijo de Dios, Que Él creó y con Quien es Uno en Su Unicidad, Que es donde realmente estamos y, por lo tanto, es nuestra verdadera Realidad. La relación santa es la fuente de la salvación para los integrantes de la relación especial, pues les permite alejarse gradualmente de sus egos y pensar y actuar cada vez más con sus espíritus, que son la parte de la mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo. Es un proceso, generalmente largo, que se inicia cuando dos o más personas que han logrado, en un instante santo, perdonarse totalmente una a la otra, se unen en una meta común a favor de otro u otros, a los que también van a querer perdonar. Este proceso florece y fructifica cuando extienden a otros los milagros que el Espíritu Santo les sugiere por medio de sus espíritus; finalmente, cuando en instantes santos privilegiados sus mentes experimentan el mundo real, se produce en ellas, a un profundo nivel subconsciente, una curación de los efectos del pensar y actuar con sus egos, haciendo que ahora piensen, perciban y actúen principalmente con sus espíritus, extendiendo el Amor del Espíritu Santo a todos y a todo, curando así en sus mentes al mundo de los efectos de la separación. Ver
T17.6, T22
9
El
Estado de Gracia (o Gracia)
, con mayúscula, es nuestro eterno Estado Natural en el que Todos, como Almas, perfectas y eternas, somos Una en Cristo, el Hijo, y el Hijo es Uno con el Padre. Todo es Amor compartido por Todos en perfectas Paz y Alegría. En minúscula, estado de gracia (o gracia) es el reflejo aquí de ese eterno Estado Natural y se experimenta cuando, pensando y percibiendo con el Espíritu Santo, perdonamos totalmente y extendemos milagros a otro y, por medio de él, a todos los demás. Ver
T3.3 [24] 84, T7.12 [108], L168
10
.. como Cristo que somos…
11
… en su relación santa, ahora que los dos son uno en Cristo,
12
… por medio de la
visión de Cristo
, que es la parte de un proceso que comienza cuando decido que quiero ver el mundo de otra manera, para lo cual invito al Espíritu Santo a pensar y percibir conmigo. Luego, al darme cuenta de que la clave para salvarme del ego y de la separación está en perdonar al otro, aún sin saber muy bien qué es perdonar de verdad. Al lograr perdonarlo totalmente en el mundo real de mi fuero interior, voy a experimentar la
visión de Cristo
, que es la divina experiencia de Amor de la unión con el otro, unión que voy a extender a una unión universal con todo y todos, ya que quiero creer que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, en la eterna Unicidad de Dios, nuestra única y verdadera Realidad. Ver
T11.7, T12.5 [42]
13
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
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Nota para el lector: Los últimos 3 párrafos T19.4 [37], [38] y [39] aparecen en el libro impreso como T19.5.in.
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Capítulo
19
MÁS ALLÁ DEL CUERPO
T19.5.1
Primer obstáculo: el deseo
de deshacerse de la paz
40-48
|
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T19.5.1 [40] 1
El primer obstáculo que la paz debe salvar es el deseo de ustedes de
deshacerse
de ella
1
.
2
Pues no puede extenderse
a menos que
ustedes la
conserven
.
3
Ustedes
son el centro desde donde ella irradia hacia afuera, llamando a los otros
a entrar
.
4
Ustedes
2
son su hogar; la tranquila morada desde donde ella se extiende afablemente hacia afuera, aunque sin
abandonarlos jamás
.
5
Si
ustedes
la dejasen sin hogar, ¿cómo podría ella morar en el Hijo de Dios?
6
Si la paz se ha de diseminar por toda la creación
3
,
tiene que
empezar con ustedes, y extenderse
desde
ustedes a cada hermano que llamen, y llevarle descanso mediante su
unión
con ustedes.
T19.5.1 [41] 7
¿Por qué querrían dejar a la paz sin hogar?
8
¿De qué creen que tendría que
desprenderse
para poder morar con ustedes?
9
¿Cuál
parece
ser el costo que tanto se resisten a pagar?
10
La pequeña barrera de arena todavía se interpone entre ustedes.
11
¿La reforzarían
ahora
?
12
No
se les pide que la quiten sólo para ustedes.
13
Cristo se los pide para
Él Mismo
.
14
Él quiere llevar paz a todos y cada uno, pero ¿cómo podría hacerlo
si no es
a través de ustedes?
15
¿Dejarían que un pequeño banco de arena, un muro de polvo, una diminuta barrera aparente se interpusiese entre sus hermanos y la salvación
4
?
16
Y, sin embargo, este diminuto residuo de atacarse uno al otro que todavía estiman, constituye el primer obstáculo con el que la paz que mora en ustedes
5
se topa en su avance hacia adelante.
17
Este pequeño muro de odio
todavía
quiere oponerse a la Voluntad de Dios
6
y mantenerla limitada.
|
|
1
… mientras su relación se mantenga "especial": La
relación especial
es la que, pensando, percibiendo y actuando con nuestro ego, entablamos con una o más personas especiales que poseen atributos especiales, con las cuales esperamos llenar nuestras necesidades igualmente especiales. Constituye la renuncia a la eterna y alegre concordia del perfecto Amor que nuestras Almas profesan unas con otras y —Una en Cristo, el Hijo único del Padre— con Dios en Su Unicidad, extendiéndose así la Creación. Es el intento del ego de asegurar para sí el especialismo que Dios le negó, nacido del deseo oculto de que Dios amara a Su Hijo, ahora separado, con un amor especial. Es el insincero interés, amor, amistad o aprecio por otra u otras personas que nuestro ego utiliza para constituir con ellas relaciones por medio de las cuales alcanzar algunos de sus objetivos personales. A veces, estas relaciones especiales devienen en dependencia o codependencia, pero que, en todo caso, siempre constituyen ataques velados. Ver
T15.6-10, T16, T17.5 [28]
2
… su espíritu, la parte de nuestras mentes que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo,
3
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la
creación
es el reflejo de la Creación eterna Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que "hacemos" según las leyes de este mundo. Ver
T2.1 [5] 16, T14.4 [36] 110, T30.3 [35], LTe.11 (-L321)
4
La
salvación
es el proceso por el cual, cuestionando nuestra creencia en la realidad del ego, del tiempo y del espacio y de todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y escasez, queremos creer en el eterno Presente de la Realidad del Amor de Dios, en Cuya eterna Unicidad todos —como Almas perfectas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios— estamos realmente. Para ello, vamos dejando cada vez más de lado el pensar, percibir y actuar egocentrista del ego y, en su lugar, queremos pensar con el Espíritu Santo, aceptamos el Redimir para nosotros mismos, perdonamos al otro y a los demás, entablamos relaciones santas y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T11, T31, L96, L186, LTe.2 (-L231)
5
… en el espíritu, la parte de nuestra mente separada que aún se mantiene en contacto con Dios por medio del Espíritu Santo, y cuyos pensamientos procesamos con la parte de nuestro cerebro que es capaz de compasión y de compartir.
6
La
Voluntad de Dios
, en Su eterna Unicidad, es amar y ser amado en paz y alegría por Su único Hijo, Cristo, en Quien todos —como Almas perfectas y eternas— somos realmente Uno y Quien es Uno con Dios, Su Padre. Aquí, la Voluntad de Dios quiere decir que por medio del perdón y de la extensión de milagros nos volvamos el reflejo de la eterna Unicidad en la Que, en paz y con alegría, nos amamos unos a otros como uno en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Él. Ver
T12.7 [64-65], T13.5 [41]
|
|
T19.5.1
Primer obstáculo: el deseo
de deshacerse de la paz
pár 42-45
|
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T19.5.1 [42] 18
El propósito del Espíritu Santo
7
se encuentra en paz dentro de ustedes.
19
No obstante,
aún
no están dispuestos a dejar que se les
una
completamente.
20
Todavía se oponen en algo a la Voluntad de Dios.
21
Y ese algo constituye un límite que quieren imponerle al todo.
22
La Voluntad de Dios es Una,
no
muchas.
23
No
tiene
oposición, pues
fuera de
Ella realmente no hay ninguna otra.
24
Lo que ustedes todavía quieren represar detrás de su pequeña barrera y mantener
separado
de uno y de otro parece ser más poderoso que el Universo
8
, pues quiere
retener
a Éste
y a Su Creador
.
25
Este muro insignificante pretende ocultar el propósito del Cielo y, además, mantenerlo
alejado
del Cielo.
T19.5.1 [43] 26
¿
Rechazarían
la salvación que les ofrece el
Dador
de la salvación?
27
Pues en eso es en lo que
se
han convertido.
28
La paz no sería más capaz de
abandonarlos
que abandonar a Dios.
29
No tengan miedo de este pequeño obstáculo,
30
pues
no
puede frenar la Voluntad de Dios.
31
La paz
se desbordará
por encima de él, y se unirá a ustedes
sin
impedimentos.
32
La salvación no les puede
ser
negada.
33
Es
el
propósito
de ustedes.
34
No pueden
decidir otra cosa que no sea ésta.
35
Realmente no
tienen
ningún propósito fuera del que tienen uno para el otro, ni ninguno fuera del que pidieron al Espíritu Santo que
compartiera
con ustedes.
36
¡Es que el pequeño muro va a derrumbarse tan silenciosamente por debajo de las alas de la paz!
37
Pues la paz enviará los mensajeros de ustedes por todo el mundo.
38
Y las barreras caerán ante su llegada con la misma facilidad con la que superará las que ustedes quieran interponer.
T19.5.1 [44] 39
Vencer al mundo no es más difícil que superar el pequeño muro de ustedes.
40
Pues en el milagro de
su
relación —una vez
lib
e
rada
de esa barrera— se encuentra
cada
milagro.
41
No hay grados de dificultad en los milagros, pues todos
son
realmente iguales.
42
Cada uno supone una tranquila
victoria
de la atracción del Amor sobre la de la culpa.
43
¿Cómo se puede
fallar
en esto,
dondequiera
que se emprenda?
44
La culpa no puede levantar barreras
reales
contra el Amor
9
.
45
Y todo lo que parece interponerse entre ustedes
tiene que
derrumbarse debido a la petición que
ustedes
respondieron.
46
Y por haber respondido, El que les contestó quiere llamar.
47
Su hogar reside en la relación santa de ustedes.
48
No traten de interponerse
entre
Él y Su santo propósito, pues
es
también el de ustedes.
49
Al contrario, déjenlo que
extienda
tranquilamente el milagro de la relación de ustedes a todos los que están
incluidos
en ese propósito, tal como fue dado.
T19.5.1 [45] 50
En el Cielo reina un silencio, una feliz expectativa, un leve respiro alegre, al reconocerse que el viaje ha terminado.
51
Pues el Cielo los conoce bien, tal como ustedes realmente conocen el Cielo.
52
Ahora, ninguna ilusión se interpone entre ustedes.
53
No miren el pequeño muro de sombras
10
.
54
El sol se ha elevado
por encima
de él.
55
¿Cómo puede una sombra
impedirles
que vean el sol?
56
De igual modo, tampoco se
les
puede mantener en las sombras, alejados de la luz
11
en la que a las ilusiones les llega su fin.
57
Todo
milagro
12
no constituye sino el final de una ilusión.
58
Tal fue el viaje; tal su final.
59
Y en la meta de la Verdad
13
que
aceptaron
, a
todas
las ilusiones les llegará necesariamente su fin.
|
|
7
El
propósito del Espíritu Santo
es que aprendamos a pensar, percibir y actuar cada vez más pensando con Él y cada vez menos con el ego; de manera de liberar la fuerza de Dios en nosotros para que reverbere en todo lo que pensemos o hagamos; es —por medio del perdón y de la extensión de milagros— reconocer en el otro, en los demás, y en la relación santa, a nuestro verdadero Yo, Cristo, ya que todos somos realmente Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, el Hijo único de Dios, Quien es Uno con Su Padre en el eterno Presente de Su Unicidad; es liberarnos del pensar del ego para poder regresar a la Unicidad de Dios, de la Que realmente nunca nos hemos separado; es buscar y hallar en el otro y en los demás, el reflejo aquí del eterno Amor que Dios y Su Hijo comparten en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor Que eternamente Se profesan Uno a Otro, extendiendo así la Creación; es aprender a dar paz para tener paz, porque la paz es la condición aquí para alcanzar el conocimiento, porque esa es la condición para entrar en el mundo real. Ver
T4.2 [21] 111, T7.4 [23], T8.4 [22]
P
8
Universo
, con mayúscula, es sinónimo de la Unicidad de Dios, Cielo, Reino de los Cielos, Realidad, es decir, Todo lo creado por Dios. En minúscula,
universo
puede significar todo lo que está contenido en el tiempo y el espacio según el ego o, si estás pensando con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de la Unicidad de Dios. Ver
T28.3 [16] 8, T29.7 [39]
9
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
10
… que el ego siempre percibe, como parte de su sistema de pensamiento
11
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
12
Un
milagro
es la máxima expresión de
Amor
que podemos experimentar en nuestro
espíritu
cuando, después de haber aceptado el
Redimir
para nosotros mismos y haber logrado
perdonar
a nuestro hermano por lo que
realmente
no hizo, se corre en nuestra
mente
el velo que nos impedía verlo con la
visión de Cristo
, y nos extendemos a su
Alma
en una unión de Amor en la que también se encuentran incorporadas todas las demás Almas, ya que en el eterno Presente de la
Unicidad
—Que es Donde realmente estamos todos como Almas perfectas y eternas— somos Una en Cristo
,
el Hijo único de Dios. En este sentido, al reflejar aquí las Leyes de Dios y la
Verdad
, el milagro trasciende las leyes de este mundo. El uso primario del milagro que hace el
Espíritu Santo
por medio de nuestro espíritu, es extender Su Amor para curar la mente del hermano que hemos perdonado de su creencia en la
realidad
del
ego
y, al mismo tiempo, consolidar la curación de la nuestra. El milagro es el medio para alcanzar la
meta
del Curso. El milagro no se pide sino que sucede, y al suceder, se acepta mediante un acto de
fe
. Ver las definiciones de las palabras en negrillas en el Glosario y,
LTe.13 (-L341)
13
El
mundo real
es la meta de nuestro viaje, el estado de la mente que percibe aquí con el Espíritu Santo el reflejo de la eterna Unicidad. En esta percepción, no vemos nada que no justifique perdonar totalmente, extender los milagros que sugiera el Espíritu Santo y unirnos a otro (a otros) en una relación santa a favor de todos los demás. Ver
T12.7, L129, LTe.8 (-L291)
|
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T19.5.1
Primer obstáculo: el deseo
de deshacerse de la paz
pár 46-48
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T19.5.1 [46] 60
El insignificante y alocado deseo
14
de deshacerse de Aquel Que invitaron a
entrar
y de
expulsarlo
tiene necesariamente que generar conflicto.
61
A medida que observan el mundo, ese insignificante deseo, desarraigado y flotando a la deriva, puede llegar a posarse brevemente sobre
cualquier cosa
, pues ahora no
tiene
ningún propósito.
62
Antes
de que el Espíritu Santo entrara a morar con ustedes, ese deseo
parecía
tener un
magno
propósito: la dedicación fija e inalterable al pecado y a sus resultados
15
.
63
Ahora deambula sin rumbo, vagando a la deriva, causando tan sólo mínimas interrupciones en la atracción que ejerce el Amor.
T19.5.1 [47] 64
Este deseo cual pluma al viento, esta diminuta ilusión, este residuo microscópico de la creencia en el pecado, es todo lo que queda de lo que una vez
pareció
ser el mundo.
65
Ya no es una implacable barrera a la paz.
66
Su inútil deambular hace que sus resultados
parezcan
más erráticos e impredecibles que antes.
67
No obstante, ¿qué
podría
ser más inestable que un sistema ilusorio rígidamente organizado?
68
Su
aparente
estabilidad no es otra cosa que su siempre presente
debilidad
, que lo abarca
todo
.
69
La
variabilidad
que este ínfimo residuo produce indica simplemente cuán
limitados
son sus resultados.
T19.5.1 [48] 70
¿Cuán poderosa puede ser una diminuta pluma ante las inmensas alas de la Verdad
16
?
71
¿Puede acaso oponerse al vuelo de un águila o impedir el avance del verano?
72
¿Puede interferir en los
efectos
que el sol veraniego produce sobre un jardín cubierto de nieve?
73
Vean con cuánta facilidad se puede recoger este pequeño vestigio y llevarlo a lo lejos para que nunca vuelva, y despídanse de él con alegría y no con pesar.
74
Pues de por sí no es nada,
ni apoyaba
nada cuando tenían mayor fe en su protección.
75
¿No preferirían darle la bienvenida al cálido sol veraniego en lugar de poner su atención en un copo de nieve que se está derritiendo, y tiritar recordando el frío del invierno?
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14
… de nuestro ego y su sistema de pensamiento,
15
… dedicados a sobrevivir a como dé lugar, a posesionarse lo más arriba posible en la jerarquía humana del poder y de la posesión y disfrute de las escasas cosas "buenas" que ofrece transitoriamente el mundo,
16
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T23.2 [13], T29.8
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