A puertas cerradas
22 abril, 2018 – Cuarto domingo de la Resurrección
Juan 20:19-24
Cuando era tarde el primer día, los Discípulos estaban escondiéndose a puertas cerradas. Había rumores en todas partes y había gran peligro a los seguidores de Jesús que estaban muy cerca a él. Las puertas estaban cerradas con llave y Jesús vino y estaba puesto en medio de ellos.
Tomás, quien no estaba, oirá lo que ocurrió más tarde y dirá, “¡Tienes que estar tomándome el pelo!” (traducción libre). Pero Jesús está puesto en medio de ellos en el poder de la resurrección, y ordena que reciban el Espíritu Santo.
¿Cómo predicamos esta lectura? ¿Está feliz que el leccionario se ha movido a Hechos? Jesús viene y está puesto entre ellos – ¿es que pasa por las paredes? Pues, probablemente usaron maderas fuertes para cerrar aquella puerta.
¿Conocemos el peligro de puertas cerradas? ¿Qué causaría que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, se esconda a puertas cerradas estos días? Los legisladores aterrados de Iowa y nuestra nueva Gobernadora votaron a desaprobar que las ciudades de Iowa se hagan “Ciudades de Santuario” la semana pasada. ¿Es que estos SOÑADORES y sus padres han causado que los legisladores tenga miedo? ¿De qué tienen miedo los legisladores, sentando allá a puertas cerradas en el Capitolio del Estado?
Una cosa es segura, el Crista Resucitado no estará allá. La última vez que yo miré, el Cristo Resucitado estaba con las víctimas – quizás con los padres y los SOÑADORES. Las leyes que desaprueban los santuarios jamás funcionarán en una democracia. Las iglesias en mi cuidad tienen santuarios y en muchos lugares han ofrecido la bienvenida. “Santuario” es una palabra muy vieja que tenía sus comienzos en la libertad y la seguridad que da el Cristo Resucitado.
Recientemente, para animarnos un poco, fuimos al concierto de Willie Nelson. Willie es metodista. Temprano en su carrera, cantaba y dirigía el coro de su iglesia en Texas. Pero, pronto mandaron que saliera él, porque descubrieron que también cantaba en una taberna local los sábados. Más tarde, unos nuestros presidentes del seminario convenció a Willie que se haga administrador de una de nuestras escuelas, y ha continuado a bendecir a la América rural desde entonces con sus Espectáculos de Farm Aid. A Jan y a mí nos encanta el buen Willie.
Llegamos temprano y nos juntamos con miles de personas de todas partes del estado y de más allá. La multitud era una mezcla de ancianos, “boomers” de unos 65 años, y sus hijos/nietos, los milenarios. Y para este anciano, me parecía mucho como la iglesia. Cantamos canciones gigantemente teológicas como “Will the Circle Be Unbroken [Será intacto el círculo]” y claro ese gran himno de los últimos días “I’ll Fly Away [Me Volaré].” Y Willie introdujo una nueva canción,
“Me desperté esta mañana y todavía no estoy muerto.”
Mi oración para esta iglesia anciana nuestra es que nosotros también
nos despertaremos una mañana y descubriremos que no estamos muertos
.
De verdad, ¡Crista ha resucitado! Ahora que demolamos esas puertas cerradas y que experimentemos la nueva vida que Cristo puede traer. “¡No teman!” debe ser el nuevo grito si de verdad creemos que “¡Sí, Cristo ha resucitado!”
Oración: Querido Dios, ayúdanos a saber que puertas cerradas invitan dudas y temores. Ven a nuestros santuarios – expulsa temores y entra. ¡Sí! Ven pronto, Señor Jesús. Amén.