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T12.3 [14] 28
Piensas que has hecho un mundo que Dios quiere destruir y que si amas a Dios
, y ciertamente Le amas, tendrías que dejar de lado a este mundo,
lo cual harías si Le amaras
.
29
Por consiguiente, has usado el mundo para
encubrir tu Amor
, y cuanto más profundamente te adentres en la oscuridad de los basamentos del ego, más te
acercarás
al Amor que yace oculto ahí.
30
Y esto es lo que te asusta.
UCSM TEXTO CH 12,
III EL MIEDO A LA REDENCIÓN
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 138
El Cielo es la decisión que debo tomar.
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L138.1 1
En este mundo
1
, optar por el Cielo
2
constituye una decisión, porque aquí creemos que hay alternativas entre las cuales escoger.
2
Pensamos que todas las cosas tienen un opuesto y que lo que queremos, lo escogemos.
3
Si el Cielo existe, tiene que haber un infierno también, pues la contradicción entre opuestos es la manera en que construimos lo que percibimos y lo que creemos que es real.
4
La Creación
3
no conoce opuestos
4
.
5
Pero aquí
5
, la oposición forma parte de lo que es "real".
L138.2 6
Esta extraña percepción de la Verdad, es lo que hace que decidirse por el Cielo parezca ser lo mismo que renunciar al infierno.
7
En realidad, no es así.
8
Pero lo que es verdad en la Creación de Dios no podrá ponerse de manifiesto aquí hasta que no se refleje de alguna forma que el mundo pueda entender
6
.
9
La Verdad no puede arribar allí donde sólo podría ser percibida con miedo, pues eso afirmaría el error de que se puede llevar la Verdad
7
ante las ilusiones.
10
La oposición
8
le niega la bienvenida a la Verdad y, por consiguiente, no puede hacer acto de presencia.
|
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1
… pensando con el ego,
2
Cielo
, con mayúscula, es lo único Que Dios ha creado. No es un lugar ni un estado. Simplemente es la concienciación de la perfecta Unicidad del Padre con todas las Almas que somos realmente, Uno en Cristo, Su Hijo, a saber que nada existe, ni fuera ni dentro de Ella. Algunos de sus sinónimos son: Realidad, Unicidad, Reino de Dios, Reino de los Cielos. Ver
T4.2 [19] 103, T4.4 [41] 3-5, T9.11 [103] 75
3
La
Creación
, con mayúscula, es en el Cielo la suma de todo lo que Dios ha creado, a saber: Nosotros como Almas perfectas y eternas, Una en Cristo, Su único Hijo, con Quien comparte como Uno Su Amor o Espíritu Santo en la eterna Unicidad o Santísima Trinidad. No creó Más nada, por lo tanto no existe más nada realmente. En minúscula, aquí, cuando pensamos con el Espíritu Santo, la
creación
es el reflejo de la Creación eterna Que queremos creer que es verdad y que es nuestra verdadera y única Realidad. Cuando pensamos con el ego, no "creamos" sino que "hacemos" según las leyes de este mundo.
4
… puesto que en la Unicidad, nuestra verdadera Realidad, todo es Uno en Dios
5
… nuevamente pensando con el ego y creyendo en su realidad,
6
… por medio del perdonar y de la extensión de milagros…
7
La
Verdad
, con mayúscula, es que Dios existe, es perfecto y eterno, y en Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo, nos creó a todos —sin excepción y a Su Semejanza— Almas perfectas y eternas, Una en Su único Hijo, Cristo, con Quien es Uno en la perpetua Armonía y alegre Concordia del Amor que Se profesan Uno a Otro en el eterno Presente. Dios no creó más nada. Por eso, nada de Ésta, Nuestra verdadera Realidad, puede ser amenazado, nada que no sea Ella, realmente existe. En esto radica
aquí
, la paz de Dios. En minúscula, la
verdad
es la verdad del ego, cuyo sistema de pensamiento está basado en la creencia de que la percepción que tiene del tiempo y del espacio, y de todo lo que estos contienen, es que son reales, están regidos por las leyes de la evolución y escasez, y constituyen su única y verdadera realidad. Ver
T6.6.3 [94], T7.5, T14, T29.8
8
… del pensar con el ego
|
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L E C C I Ó N 138
El Cielo es la decisión que debo tomar.
pár
3-5
|
|
L138.3 11
Decidir es obviamente la manera de escapar de lo que parecen ser opuestos.
12
Tomar una decisión permitirá que una de las metas en conflicto se convierta en la mira de tus esfuerzos y en lo que empleas el tiempo.
13
Si no tomas una decisión, desperdiciarás el tiempo y se disiparán tus esfuerzos.
14
Estarás gastando tiempo a cambio de nada.
15
Y el tiempo pasará sin que logres resultados.
16
No sentirás que has ganado, pues no habrás logrado ni aprendido nada.
L138.4 17
Es necesario que se te recuerde que, aunque crees enfrentarte a miles de opciones, en realidad sólo hay una
9
.
18
E incluso, ésta, apenas aparenta ser una.
19
No te dejes confundir por todas las dudas que produciría una miríada de decisiones.
20
Toma una sola.
21
Y una vez que la hayas tomado, percibirás que no fue una decisión en absoluto, pues la Verdad es verdad y nada más es real.
22
No hay opuesto que escoger en su lugar.
23
No hay contradicciones ante la Verdad.
L138.5 24
Toda decisión está basada en lo que se ha aprendido.
25
Pero la Verdad no es algo que se pueda aprender, sino que sólo se puede reconocer.
26
En reconocerla reside su aceptación y a medida que se va aceptando, se va conociendo.
27
Pero el Conocimiento
10
se encuentra más allá de las metas que nos proponemos enseñar dentro del marco de este
Curso.
28
Nuestras metas son metas de enseñanza que se logran aprendiendo cómo alcanzarlas, qué son y qué te ofrecen.
29
Tus decisiones son el resultado de lo que has aprendido, pues se basan en lo que has aceptado como la Verdad con respecto a lo que eres y a lo que tus necesidades tienen que ser.
|
9
… querer creer en la eterna Unicidad, la Cual intuyes cuando, pensando con el Espíritu Santo, logras perdonar a otro (s) totalmente en un instante santo en el mundo real y le (s) extiendes el o los milagros que el mismo Espírtu Santo te sugiere,
10
Conocimiento
, con mayúscula, es lo que saben todas nuestras Almas, Uno en Cristo, el Hijo único de Dios: que están compartiendo con Dios Su Amor o Espíritu Santo, en el eterno Presente de Su Unicidad. En minúscula,
conocimiento
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es lo que experimentamos en el mundo real al perdonar totalmente a otro, con quien ahora somos uno; es saber que esa experiencia es el reflejo aquí del eterno Conocimiento. Y cuando pensamos con el ego, es lo que se puede llegar a conocer en este mundo, de acuerdo con sus leyes. Ver
T3.5 [35] 45, T3.5 [37] 56, T3.5 [37] 51-54, T25.4 [25] 13
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L E C C I Ó N 138
El Cielo es la decisión que debo tomar.
pár
6-8
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L138.6 30
En este complejo mundo enajenado, el Cielo parece adoptar la forma de una decisión que deba tomarse en lugar de ser sencillamente lo que es.
31
De todas las decisiones que has tratado de tomar, ésta es la más sencilla, la más definitiva, el prototipo de todas las demás, la que resuelve todas las decisiones.
32
Incluso si pudieses decidir todas las demás, ésta seguiría sin resolver.
33
Pero, cuando la resuelvas, las demás se resolverán con ella, pues todas las decisiones sólo la ocultan adoptando diferentes formas.
34
He aquí la última y única decisión por medio de la cual se acepta o se niega la Verdad.
L138.7 35
Así pues, hoy comenzamos a considerar la decisión que la hechura del tiempo tiene como fin ayudarnos a tomar.
36
Tal es su santo propósito, diferente ahora del que le habías conferido: ser un medio para demostrar que el infierno es real, que toda esperanza termina en desesperación y que la vida misma finalmente tiene que sucumbir ante la muerte.
37
Sólo con la muerte se reconcilian los opuestos, pues poner fin a la oposición es morir.
38
Y así, se considera que la salvación es la muerte, pues la vida se ve como un conflicto.
39
Resolver el conflicto es, por consiguiente, poner fin a tu vida.
L138.8 40
Estas creencias dementes pueden posesionarse del subconsciente con gran intensidad, y aprisionar la mente con un terror y una ansiedad tan intensos que a ésta le resultará imposible abandonar sus ideas sobre su propia protección.
41
Hay que salvarla de la salvación, amenazarla de ponerla a salvo, y armarla de una coraza mágica contra la Verdad.
42
Y estas decisiones se toman sin concienciarlas, para mantenerlas a salvo de todo cuestionamiento, razón o duda.
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L E C C I Ó N 138
El Cielo es la decisión que debo tomar.
pár
9-13
|
L138.9 43
El Cielo se escoge conscientemente.
44
La decisión no puede tomarse hasta tanto se vean las alternativas con claridad y se hayan comprendido.
45
Todo lo que se encuentra velado en penumbras tiene que someterse al entendimiento, para juzgarlo nuevamente, pero esta vez con la ayuda del Cielo
11
y todos los errores de juicio que la mente cometió antes se pueden corregir ahora, a medida que la
12
Verdad descarta todo lo que contenía aquella penumbra
13
por carecer de causa
14
.
46
Ahora todo eso dejó de tener efectos
15
.
47
No se puede seguir ocultando, pues se ha reconocido que está hecho de la nada.
L138.10 48
La decisión consciente a favor del Cielo será tan segura como el fin del miedo al infierno, una vez que sea liberada del escudo que protege la falta de concienciación y sea llevada ante la luz.
49
¿Quién podría decidir entre lo que se ve con claridad y lo que no se puede reconocer?
50
Por otra parte, ¿quién podría dejar de escoger entre dos alternativas si ve que sólo una es valiosa mientras que la otra carece de valor, al no ser sino una fuente imaginaria de culpa y dolor?
51
¿Quién podría dudar en tomar una decisión como ésa?
52
¿Acaso vamos nosotros a dudar en tomarla hoy?
L138.11 53
Al despertar, nos decidimos por el Cielo y dedicamos cinco minutos a asegurarnos de que hemos tomado la única decisión que es cuerda.
54
Reconocemos que estamos haciendo una elección consciente entre lo que existe y lo que tan sólo aparenta ser la Verdad.
55
En efecto, cuando se lleva su pseudo-existencia ante lo que es real, se ve cuán frágil y transparente es.
56
Ahora no inspira terror, pues lo que se hizo enorme, vengativo y despiadado de tanto odio necesita de la oscuridad para dar cobijo al miedo.
57
Ahora se reconoce que no fue más que un error insensato y trivial.
L138.12 58
Antes de irnos a dormir esta noche, reafirmaremos la decisión que habremos estado tomando de hora en hora.
59
Y ahora, dedicaremos los últimos cinco minutos de nuestro día a la decisión que tomamos al despertar.
60
Con el pasar de cada hora hemos reafirmado nuestra decisión con un breve momento de quietud dedicado a mantener la cordura.
61
Y, finalmente, concluiremos el día con lo que sigue a continuación, reconociendo que sólo nos decidimos por lo que realmente queremos:
L138.13 62
El Cielo es la decisión que debo tomar.
63
La tomo en este instante y no cambiaré de parecer, pues es Lo único que realmente quiero.
|
11
… por medio del Espíritu Santo
12
… mente que se ha decidido por la… Verdad
13
… del pensar y creer del ego
14
… porque el tiempo y el espacio y todo lo que estos contienen, incluyendo nuestros cuerpos y egos, no fueron creados por Dios
15
… en el pensamiento y en la percepción, que ahora se hacen a través del Espíritu Santo que llevamos en nuestro espíritu, que es la parte de nuestra mente que todavía se puede comunicar con Dios por medio del Espíritu Santo
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Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
12
EL PROBLEMA DE LA CULPA
T12.3
EL MIEDO A LA REDENCIÓN
[
EN PAUSA PARA EL FIN DE SEMANA]
|
T12.3 [10] 1
Tal vez te preguntes por qué es tan crucial que mires de frente a tu odio y te des cuenta de su magnitud.
2
Puede que también pienses que al Espíritu Santo le sería muy fácil mostrártelo y desvanecerlo,
sin
que tuvieses necesidad de concienciarlo por ti mismo.
3
No obstante, si no lo haces, habrás interpuesto un obstáculo adicional entre el Redimir y tú, obstáculo del que todavía no te has dado cuenta.
4
En efecto, hemos dicho que nadie toleraría el miedo
1
si lo reconociese
.
5
Pero en tu estado trastornado,
no temes al miedo
.
6
No te
gusta
, pero tu deseo de atacar
no
es lo que
realmente
te asusta.
7
Tu hostilidad no te perturba seriamente.
8
La mantienes oculta porque tienes
más
miedo de lo que encubre.
T12.3 [11] 9
Incluso podrías examinar la piedra angular más oscura del ego
sin
miedo si no creyeses que
, sin el ego
, encontrarías en ti algo a lo que todavía tienes más miedo.
10
No tienes miedo de la crucifixión
.
11
Lo que te aterra de verdad es la
redención
2
.
12
Bajo los oscuros basamentos del ego yace el recuerdo de Dios
3
, y es
a eso
a lo que realmente tienes miedo.
13
Pues este recuerdo te restituiría
instantáneamente
al Lugar que te corresponde, y
éste
es el Lugar que has intentado
abandonar
.
T12.3 [12] 14
Tu miedo a los ataques no es nada en comparación con tu miedo al Amor
4
.
15
Hasta estarías dispuesto a examinar tu salvaje deseo de dar muerte al Hijo de Dios,
si no creyeses que ese deseo te salva del Amor
.
16
Pues ese deseo
causó
la separación.
17
Lo has protegido porque no
quieres
que se cure la separación, y te das cuenta de que si despejaras el nubarrón que lo oculta, el Amor por tu Padre te
impulsaría
a contestar Su llamamiento y a saltar al Cielo.
18
Crees que la salvación se encuentra en atacar porque atacando
impedirías
que
eso
te ocurriese.
19
Pues todavía más profundo que los basamentos del ego, y
mucho
más fuerte que lo que éste pueda llegar a ser, se encuentra tu intenso y ardiente Amor por Dios,
y el Suyo por Ti
.
20
Esto es lo que realmente quieres ocultar
.
|
|
1
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
2
La
redención
es lo que pone fin a la crucifixión del Hijo de Dios cuando, pensando con el Espíritu Santo, perdonamos al otro y extendemos los milagros que nos sugiere el Espíritu Santo. Ver
T12.3, M2
3
El
residuo
bendito es la memoria o reflejo que llevamos en lo profundo de nuestro subconsciente, del arropamiento del Amor de Dios a todos cual Almas, Uno en Cristo, Su único Hijo, en Su eterna Unicidad. Ver
T5.7 [60] 7
4
Amor
, con mayúscula, se refiere, en la eterna Unicidad, al Espíritu Santo o eterno Amor de Dios que Él comparte con nosotros —como Almas Uno en Cristo, Su único Hijo— y nosotros con Él en perpetuas Armonía y alegre Concordia; y
aquí
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es
Su reflejo o amor general y sin preferencias que tenemos para con los demás
. En minúscula,
amor
se refiere al amor interesado y preferencial de nuestro ego, cuando pensamos con él.
|
T12.3
EL MIEDO A LA REDENCIÓN
pár 13-15
|
T12.3 [13] 21
Con toda sinceridad, ¿no te es más difícil decir "te quiero" que "te odio"?
22
Asocias amor con debilidad y odio con fuerza, y te parece que tu propio y
verdadero
poder es tu verdadera
debilidad
.
23
Pues al oír el llamamiento del Amor no podrías controlar tu alegre respuesta y, además todo este mundo que crees controlar
desaparecería
.
24
Así pues, parece que el Espíritu Santo está
atacando tu fortificación
5
, pues tú
no
quieres
permitir que Dios entre
y Él no quiere
ser
excluido.
T12.3 [14] 25
Has construido todo tu sistema de pensamiento demente porque crees que estarías
desamparado
en Presencia de Dios, y quieres
salvarte
de Su Amor porque crees que te aplastaría hasta que no quedara nada de ti.
26
Temes que te
arranque
de ti mismo
y que te vuelva insignificante
.
27
Pues crees que la magnitud radica en desafiar, y que atacar es una demostración de grandiosidad.
28
Piensas que has hecho un mundo que Dios quiere destruir y que si amas a Dios
, y ciertamente Le amas, tendrías que dejar de lado a este mundo,
lo cual harías si Le amaras
.
29
Por consiguiente, has usado el mundo para
encubrir tu Amor
, y cuanto más profundamente te adentres en la oscuridad de los basamentos del ego, más te
acercarás
al Amor que yace oculto ahí.
30
Y esto es lo que te asusta.
T12.3 [15] 31
Eres capaz de aceptar la demencia
porque la hiciste
, pero no puedes aceptar el Amor
porque no es de tu hechura
.
32
Todos ustedes preferirían ser esclavos de la crucifixión que Hijos redimidos de Dios.
33
Pues tu muerte
individual
te parece más valiosa que tu unicidad viviente con todos, y lo que te es
dado
no te parece tan valioso como lo que
hiciste
.
34
Temes más a Dios que al ego
6
, y el Amor no puede entrar donde no es bienvenido.
35
Pero el odio sí
puede
, pues entra por
su
propia voluntad sin que le importe la
tuya
.
|
5
… edificación militar defensiva
6
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad — Donde todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
|
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T12.3
EL MIEDO A LA REDENCIÓN
pár 16-18
|
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T12.3 [16] 36
La razón por la que tienes que mirar de frente a tus ilusiones y no seguir ocultándolas es que
no descansan sobre sus propios basamentos
.
37
Cuando están ocultas
aparentan
estarlo y, por consiguiente,
parecen sustentarse a sí mismas
.
38
Ésta
es la ilusión fundamental sobre la que descansan.
39
Pues
debajo de
ellas, y soterrada mientras
sigan
ocultas, se encuentra la mente amorosa que
creyó
haberlas hecho con ira.
40
Y el dolor en esta mente es tan evidente que, cuando se pone al descubierto, la necesidad que tiene de ser curada no
se
puede negar.
41
Ninguno de los trucos y estratagemas que le ofreces pueden curarla, pues
aquí
está la
verdadera
crucifixión del Hijo de Dios.
T12.3 [17] 42
Y sin embargo, realmente
no
está crucificado.
43
Y en esto radica
tanto
su dolor
como
su curación, pues la visión del Espíritu Santo es misericordiosa y su remedio diligente.
44
No
oculten
el sufrimiento de Su mirada, sino llévenlo gustosamente
ante
Él.
45
Depositen ante Su eterna cordura
todo
vuestro dolor y
permítanle
que los cure
7
.
46
No dejen ningún vestigio de dolor oculto de Su luz
8
, y busquen en sus mentes con gran minuciosidad cualquier pensamiento que tengan miedo de revelar.
47
Pues Él sanará cada pensamiento insignificante que hayan conservado con el propósito de herirse, depurándolo de su insignificancia y restituyéndolo a la grandeza de Dios.
T12.3 [18] 48
Bajo toda tu grandiosidad, que tienes en tanta estima, está tu verdadera petición de ayuda.
49
Pues pides Amor a tu Padre a medida que Él te pide que regreses a Él.
50
En ese lugar que ocultaste, sólo quieres unirte al Padre en amoroso recuerdo de Él.
51
Encontrarás ese lugar donde mora la Verdad a medida que lo veas en tus hermanos, que si bien pueden engañarse a sí mismos, al igual que tú, anhelan la grandeza que está en ellos.
52
Y, al percibirla, le darás la
bienvenida
y será
tuya
.
53
Pues la grandeza es del Hijo de Dios por
derecho
, y
no
hay ilusión que pueda satisfacerle o le impida ser lo que él realmente
es
.
54
Lo único que es real es Su Amor, y lo
único
que puede satisfacerle es Su realidad.
|
|
7
… en sus mentes de los pensamientos que creen que el dolor es verdad. El dolor, en el mundo del ego es ciertamente percibido por nuestros sentidos e interpretado por nuestra razón; pero no es verdadero, porque Dios no tuvo nada que ver con él ni con la hechura del tiempo y del espacio ni de todo lo que éstos contienen, incluido nuestros cuerpos, regidos como están, no por el Amor, sino por las leyes de la evolución y escasez.
8
Luz
, con mayúscula, es el Conocimiento que Dios nos dio al crearnos mediante Su Pensamiento de Amor o Espíritu Santo. En minúscula,
luz
, cuando pensamos con el Espíritu Santo, es el reflejo aquí de esa Luz eterna, reflejo que llega a nuestro espíritu en nuestra mente en un instante santo del mundo real, cuando hemos perdonado totalmente a otro u otros, y extendido los milagros que nos hubiese sugerido el Espíritu Santo; y, cuando pensamos con el ego, tiene todos los demás significados que podemos encontrar en el diccionario. Ver
T26.11 [90] 48 L61, L63, L69, L73, L75, L93
|
|
T12.3
EL MIEDO A LA REDENCIÓN
pár 19-20
|
|
T12.3 [19] 55
Sálvalo de sus ilusiones para que puedas aceptar la magnitud de tu Padre en paz y con alegría.
56
Pero no excluyas a nadie de tu Amor o, de lo contrario, ustedes estarán ocultando un oscuro lugar en sus mentes donde el Espíritu Santo no es bienvenido.
57
Y
te
excluirás a
ti mismo
de Su poder sanador, pues al no ofrecer Amor a todos por igual no
quedarás
completamente curado.
58
La curación tiene que ser tan completa como el miedo, pues el Amor no puede entrar donde haya la más mínima mancha de miedo que malogre Su bienvenida.
T12.3 [20] 59
Ustedes, los que prefieren el especialismo
9
a la cordura, no podían obtener el Amor en sus
mentes
acertadas.
60
En efecto, estaban
10
en paz hasta que pidieron un favor especial
11
.
61
Dios no se los concedió, pues lo que pedían era algo ajeno a Él y ustedes no podían pedir eso a un Padre que verdaderamente amaba a Su Hijo.
62
Por consiguiente, hicieron de Él un padre
no
amoroso, al exigirle lo que sólo un padre no amoroso
podía
dar.
63
Y la paz del Hijo de Dios quedó hecha pedazos, pues él ya no podía comprender a su Padre.
64
Tuvo miedo de lo que había hecho, pero tuvo todavía más miedo de Su
verdadero
Padre, por haber atacado a Su Propia y gloriosa Igualdad
con
Él.
|
|
9
El
especialismo
es la forma habitual de pensar con su ego de la individualidad nacida del pensamiento del Hijo de Dios, que le hizo separarse de Su Padre con el fin de "hacer cosas" por su cuenta; de lo cual resultó la hechura del tiempo y del espacio regidos por la evolución. Es el deseo de estar separado y por encima de los demás, de poseer más y ser más que ellos, por el convencimiento de que somos merecedores —por encima y hasta en contra de los demás— de las escasas cosas buenas que ofrece el mundo. Ningún precio es demasiado alto para obtenerlas, y se buscan en las relaciones especiales en las que otros nos ofrecen su amor, su amistad, su aprecio especiales y la entrega de sus cuerpos y mentes igualmente especiales y con ellos, lo que poseen que el ego cree que le hace falta. Pero el especialismo nunca puede amar, apreciar o compartir verdaderamente, ya que constituye una traición y un ataque contra la eterna y amorosa Unicidad de Dios con Su único Hijo, en Quien todas nuestras Almas eternas y perfectas son Una. En consecuencia, el especialismo desconfía de todos, al considerarlos como potenciales atacantes o competidores, y por eso no se le escapa ninguna falta o error que puedan cometer; además, atacará a los que directa o indirectamente interfieran o se opongan a sus designios interesados. Ver
T16.6, T24, T27.9 [82] 37, T27.9 [83]
10
… como Almas perfectas y eternas, Una en el Hijo único de Dios,
11
El favor de poder separarnos del eterno Presente de la Unicidad para ponernos a crear solos por nuestra cuenta, pero sin perder el Amor de Dios que, de general, sin discriminación ni excepción, se convertiría en especial para cada uno de nosotros, según nuestras dificultades individuales al estar creando en falso (o "haciendo" cosas) por nuestra cuenta. Por eso, la respuesta de Dios a nuestras plegarias individuales y egocéntricas es el silencio, ya que ÉL no sabe de individualidades separadas unas de otras y de Él…
|
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T12.3
EL MIEDO A LA REDENCIÓN
pár 21-22
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T12.3 [21] 65
En la Paz
12
, el Hijo de Dios no necesitaba nada ni pedía nada.
66
Pero en la guerra
13
,
exigió
todo y no
encontró
nada.
67
Pues, ¿cómo podía la afabilidad del Amor
14
responder a sus exigencias,
sino
marchándose en paz y retornando al Padre?
68
Si el Hijo no deseaba
permanecer
en paz, no podía permanecer Allí
15
en absoluto.
69
Pues una mente oscurecida no puede vivir en la luz, y tiene que buscar un lugar oscuro donde pueda creer que está donde realmente
no
está.
70
Dios no
permitió
que ocurriera eso.
71
No obstante, ustedes
exigieron
que sucediera y, por consiguiente, creyeron que sucedió
16
.
T12.3 [22] 72
"
Singularizar
" es "
aislar
" y, por consiguiente,
causar soledad
.
73
Dios no les hizo eso.
74
¿Acaso podía Él
apartarlos sabiendo
que vuestra paz reside en Su Unicidad?
75
Lo único que les negó fue vuestra petición de dolor, pues sufrir no forma parte de Su Creación.
76
Habiéndoles
dado
la facultad de crear, no se La podía
quitar
.
77
Lo único que hizo fue contestar a la petición demente de ustedes con una Respuesta cuerda
17
que residiese con ustedes en su demencia.
78
[
Y esto, ciertamente, lo hizo
.
79
Nadie que escuche Su Respuesta podrá dejar de renunciar a la demencia.]
80
Pues Su Respuesta es el punto de referencia que se encuentra
más allá de
las ilusiones, desde el cual, mirando
hacia
atrás, las pueden observar y
ver
que son dementes.
81
Basta con que busquen
ese
lugar y lo
encontrarán
, pues el Amor
18
reside en ustedes y los conducirá ahí.
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… eterna del Cielo
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… inevitable que ocasionan las leyes de la evolución y escasez que rigen la realidad del tiempo y del espacio del ego,
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… en él
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… en el Cielo o en la eterna Unicidad.
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Eso fue lo que nuestro ego primario interpretó del silencio de Dios: que no permitiría la separación solicitada. Entonces —siempre en el sueño— la exigió y creyó haberla conseguido, pero a costa de haber perdido el Amor general y sin excepción de Dios…
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… el Espíritu Santo,
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… del Espíritu Santo
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