gráfico por
©Deposit Photos
|
|
T11.10 [92] 54
Él
siempre
ha deshecho todo lo que es indigno del Hijo de Dios, pues ésa era Su misión, misión que
Le
fue encomendada por Dios.
55
Y Lo que Dios da,
siempre ha existido
.
UCSM TEXTO CH 11,
X LA INCULPABILIDAD Y LA INVULNERABILIDAD
|
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Libro de Lecciones
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
|
L135.1 1
¿Quién se defendería a menos que creyera que lo están atacando, que el ataque es real y que defendiéndose es cómo se puede salvar
1
?
2
La insensatez
2
de defenderse radica en esto: otorga absoluta realidad a las ilusiones y luego intenta lidiar con ellas como si fuesen reales
3
.
3
Esto añade más ilusiones a las ilusiones, haciendo además que la corrección sea doblemente difícil de lograr
4
.
L135.2 4
Y esto es lo que haces cuando tratas de planificar el futuro, reactivar el pasado, u organizar el tiempo presente, de acuerdo con tus deseos
5
.
5
Actúas basándote en la creencia
6
de que tienes que protegerte de lo que está ocurriendo porque necesariamente encierra una amenaza para ti.
6
Sentirte amenazado es reconocer en ti una debilidad inherente, creer que hay un peligro que tiene el poder de impulsarte a que prepares una defensa apropiada.
|
|
1
La
invulnerabilidad
es tu perfecta liberación de creer que algo aquí te pueda hacer realmente daño, porque quieres creer que realmente somos Almas perfectas y eternas, Uno en el Hijo único de Dios, y que estamos en Su eterna Unicidad —donde sólo hay Amor, paz y alegría— en vez de ser cuerpos en este mundo del tiempo y del espacio, regido por las leyes de la evolución y escasez. Esta creencia te ayuda a usar la indefensión —que conjuntamente con la inculpabilidad es la condición, para poder perdonar— como medio de enseñar a tu hermano que somos realmente inmunes al ataque y que él es realmente inocente, pues su ataque no pudo hacer daño a nuestra Alma, y al no permitirle pensar que sí lo pudo hacer, le estarás enseñando que el Redimir —Que aceptaste para ti— también es suyo. Demuestras eso al no alterarte y, en lo posible, enseñar un cuerpo sano. Porque al alterarte y enfermarte, le estarías enviando a tu hermano el mensaje que dice: “Mira hermano, por tus manos muero". Vivir la invulnerabilidad es querer ser el reflejo aquí del Cielo, donde no hay nada que perdonar, porque ninguna Alma puede hacer daño a Otra, ya que Todas son Uno en Cristo, el Hijo único de Dios.
2
… según el sistema de pensamiento del Espíritu Santo cuya principal función es despertarnos a nuestra verdadera Realidad por medio del proceso del Redimir que nos va a llevar al mundo real después de que perdonemos y extendamos milagros
3
… por medio de la razón, la lógica, el sentido común y todos los medios que ha inventado el ego para atacar y/o defenderse más eficazmente.
4
… la corrección de la que se trata aquí, es la corrección en tu mente, es cambiar de sistema de pensamiento, no la de cambiar el mundo que, hagas lo que hagas, se seguirá rigiendo por las leyes de la evolución y escasez.
5
… egoístas de ego. ¡Por supuesto que vas a seguir planificando el futuro, reactivando el pasado, u organizando el tiempo presente. La diferencia es que ahora lo vas a hacer con otro sistema de pensamiento en tu espíritu, que es la parte de tu mente que todavía puede comunicarse con Dios por medio del Espíritu Santo.
|
|
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
pár
3-5
|
|
L135.3 7
El mundo está basado en esta creencia demente.
8
Y todas sus estructuras, pensamientos y dudas, sus castigos e imponentes armamentos, sus normas jurídicas y códigos, su ética, sus líderes y sus dioses, no hacen más que perpetuar esta sensación de amenaza.
9
Pues nadie andaría por el mundo revestido de una armadura a cuestas sino fuese porque el terror le encoge el corazón.
L135.4 10
Defenderse da miedo
7
11
porque surge del miedo, el cual se intensifica con cada defensa que se establece.
12
Crees que defenderte te ofrece seguridad,
13
sin embargo lo que hace es proclamar que el miedo es real y que el terror está justificado.
14
¿No te parece extraño que al elaborar tus planes, reforzar tu armadura y asegurar más tus cerraduras, no te detengas a pensar qué es lo que estás defendiendo, cómo lo estás defendiendo y contra qué?
L135.5 15
Examinemos en primer lugar qué es lo que defiendes.
16
Debe de ser algo muy débil y fácil de asaltar.
17
Debe de ser algo que es presa fácil, incapaz de protegerse a sí mismo y que, por consiguiente necesita que lo defiendas.
18
¿Qué otra cosa, sino el cuerpo
8
adolece de tal fragilidad que para proteger su insignificante
9
vida es necesario prestarle un constante cuidado, estar alerta y preocuparse profundamente por su bienestar?
19
¿Qué otra cosa que no sea el cuerpo flaquea y necesariamente deja de servir de digno anfitrión del Hijo de Dios?
|
6
… del ego: El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad —Donde todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte.
7
El
miedo
es la motivación primordial del sistema de pensamiento del ego, constituye un síntoma de tu profundo sentido de ser atacado y de pérdidas pasadas, presentes y futuras. Pero cuando decides pensar con el Espíritu Santo y aceptas solamente los pensamientos amorosos de todos, considerando todo lo demás como pedimentos de ayuda, Él te enseña que el miedo —tanto en ti como en los demás— es realmente un pedido de ayuda. Ver
T8.9 [82], T8.10 [90], T8.10 [94]
8
El
cuerpo
—cuando pensamos con el ego— es su encarnación, regido por las leyes de este mundo y constituye la prueba viviente de que este mundo es real y de que estamos realmente separados de Dios y unos de otros. Pero cuando pensamos con el Espíritu Santo, el
cuerpo
es el medio por el cual el Hijo de Dios recobra la cordura. Aunque el cuerpo fue concebido para encerrar al Hijo en el infierno sin escapatoria posible, ahora la meta del Cielo va a substituir a la búsqueda del infierno, y como el Hijo único de Dios que realmente somos, extendemos nuestra mano para tomar la de nuestro hermano y ayudarlo a caminar el sendero con él. Ahora nuestros cuerpos se han vuelto santos y nuestras mentes unidas y acertadas sirven para curar las mentes equivocadas que sólo sabían de vida efímera y de muerte. Ver
T1.1.51 [86] 5, T2.2 [45], T2.3 [53] 14-15, T2.3 [56] LTe.5 (-L261)
9
Significado,
con mayúscula es, en la eterna Unicidad, el de la relación de Amor de Dios con Nosotros, como Almas, Uno en Cristo, Su único Hijo, en perfectas paz y alegría. En minúscula, cuando pensamos con el Espíritu Santo,
significado
es el reflejo aquí de ese eterno Significado y, cuando pensamos con el ego, es el significado que damos aquí a nuestra existencia separada, según las leyes de este mundo. Ver
T20.7 [45]
|
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
pár
6-11
|
L135.6 20
Sin embargo
10
, no es el cuerpo el que puede temer o ser algo temible.
21
Las únicas necesidades que tiene son las que tú mismo le asignas
11
.
22
No necesita
12
complicadas estructuras que lo defiendan, ni medicamentos para conservar la salud, ni cuidados, ni que te preocupes por él en absoluto
13
.
23
Si defiendes su vida, le haces regalos para embellecerlo o construyes muros para protegerlo, estás declarando que tu hogar está a merced del ladrón del tiempo, que es corruptible, que se está deteriorando y que es tan vulnerable que tienes que protegerlo con tu propia vida.
L135.7 24
¿No es éste un cuadro aterrador?
25
¿Puedes acaso tener paz con semejante concepto de tu hogar?
26
Sin embargo, ¿qué otra cosa, sino tus propias creencias, fue lo que otorgó al cuerpo el derecho a servirte de esta manera?
27
Fue tu mente la que asignó al cuerpo todas las funciones que percibes en él y la que fijó su valor muy por encima del pequeño montón de polvo y agua que realmente es.
28
¿Quién defendería semejante cosa si reconociese que eso es lo que es?
L135.8 29
El cuerpo no necesita ninguna defensa
14
.
30
No podemos hacer suficiente hincapié en esto.
31
El cuerpo se mantendrá fuerte y saludable si la mente
15
no abusa de él
16
asignándole funciones que no puede cumplir, propósitos que están fuera de su alcance y metas exageradas que no puede alcanzar.
32
Tales intentos —ridículos aunque profundamente apreciados— son la fuente de muchos de los ataques dementes a que lo sometes.
33
Pues parece que no está a la altura de tus esperanzas, necesidades, valores y sueños.
L135.9 34
El "yo" que
17
necesita protección no es real.
35
El cuerpo
18
—sin valor intrínseco ni merecedor de la más mínima defensa— sólo requiere que se le perciba como algo completamente ajeno a ti, para convertirse en un instrumento saludable y útil, por medio del cual la mente puede funcionar hasta que ese cuerpo deje de tener utilidad.
36
Pues ¿quién querría conservarlo una vez que haya dejado de ser útil?
L135.10 37
Defiende el cuerpo y habrás atacado a tu mente.
38
Pues habrás visto en ella las debilidades, las limitaciones, las faltas y los defectos de los que piensan que hay que liberar al cuerpo.
39
Así, no podrás ver a la mente como algo separado de las condiciones corporales,
40
e impondrás al cuerpo todo el dolor que proviene de concebir a la mente como frágil, limitada, apartada de las demás mentes y separada de su Fuente.
L135.11 41
Éstos son los pensamientos que necesitan curación y una vez que éstos hayan sido corregidos y reemplazados por la Verdad, el cuerpo responderá con salud.
42
La Verdad es la única defensa real del cuerpo.
43
Sin embargo, ¿acaso recurres a Ella para defenderlo?
44
El tipo de protección que le ofreces no lo beneficia en absoluto, sino que añade más angustia a tu mente.
45
Y no sólo no te curas, sino que eliminas toda esperanza de curación, pues no puedes ver dónde debe depositarse la esperanza, para ser significativa.
|
10
… cuando decides creer en la Verdad, has aceptado el Redimir para ti mismo y piensas con el Espíritu Santo, conciencias que
11
… para cumplir aquí la función que Dios te dio
12
… absolutamente
13
… como si fuese tu única realidad a la que debes defender hasta con tu vida si fuese necesario. En vez de “preocuparte” por él, te ocupas de él en cuanto a lo que necesite para que puedas cumplir tu verdadera función aquí. Pero si en vez de decidirte a pensar con el Espíritu Santo sigues pensando con el ego, entonces,
14
… de vida o muerte, sino que se le dote con lo que necesite para cumplir con la función que Dios le dio.
15
… pensando con el Espíritu Santo
16
… como lo hace habitualmente el ego
17
… creo con el ego que
18
… como nos lo enseña reiteradamente el Espíritu Santo cuando lo invitamos a que piense con nosotros
|
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
pár
12-15
|
L135.12 46
La mente que se ha curado
19
no hace planes.
47
Simplemente, ejecuta los que recibe al escuchar a una Sabiduría que no es la suya.
48
La mente espera hasta que se le haya enseñado lo que debe hacerse y luego procede a hacerlo.
49
La mente no depende de sí misma para nada, exceptuando su adecuación para ejecutar los planes que le fueron asignados.
50
La mente se siente segura por la certeza que tiene de que ningún obstáculo puede impedir que progrese hacia el logro de cualquier meta que sirva al plan mayor, que fue diseñado para el bien de todos.
L135.13 51
La mente que se ha curado ha sido liberada de la creencia de que tiene que hacer planes, si bien no puede saber cuál desenlace sería el mejor; los medios por los que éste se puede alcanzar ni cómo reconocer el problema que el plan tiene como propósito solucionar.
52
La mente que hace planes, al ejecutarlos, necesariamente hará un mal uso del cuerpo, mientras no reconozca que esto es así.
53
Pero cuando acepte que eso es verdad se curará y dejará de lado al cuerpo.
L135.14 54
Esclavizar el cuerpo para que ejecute los planes que una mente no curada traza para salvarse a sí misma es lo que hace que el cuerpo se enferme.
55
En tal caso, no será libre para convertirse en instrumento que ayude a un plan que abarque mucho más que su propia protección y que sólo requiera sus servicios por corto tiempo.
56
Cuando se utiliza al cuerpo con este propósito, su salud está asegurada.
57
Pues todo lo que la mente utilice para tal fin, funcionará a la perfección, más con la fuerza que le ha sido dada y que no puede fallar.
L135.15 58
Tal vez no sea fácil darse cuenta de que los planes que uno mismo inicia no son otra cosa que defensas para llevar a cabo el propósito para el que todas ellas fueron hechas.
59
Éstas constituyen los medios por los que una mente atemorizada intentaría hacerse cargo de su propia protección, pero a costa de la Verdad.
60
No es difícil darse cuenta de esto en algunas de las formas que esos autoengaños adoptan, en las que la negación de la Realidad es muy evidente.
61
No obstante, no es frecuente darse cuenta de que cuando se hacen planes es para defenderse.
|
19
Curar
(o
curación
como proceso), cuando se piensa y se percibe con el ego, es el proceso por el cual tratamos de curar al cuerpo y/o a la mente de lo que se percibe que es una enfermedad. Pero cuando decidimos pensar con el Espíritu Santo, es el proceso por el cual queremos curar en nuestra mente la creencia en la realidad del tiempo y el espacio, en la que somos cuerpos separados unos de otros y de Dios. Para ello, cada uno acepta el Redimir para sí mismo y se pone seria y consecuentemente a perdonar y a extender milagros, entablando así relaciones santas con todos. Este proceso llevará nuestra mente al mundo real y a la unión con todas las demás mentes en la experiencia de Cristo. El último paso —el de despertarnos conjuntamente con todos a la Realidad Que queremos creer que realmente nunca habíamos abandonado— lo dará Dios Mismo, completándose así la curación de nuestra mente de su creencia en la enfermedad de la separación y en todas las secuelas que ésta trajo consigo. Ver
T2.3 [69], T4.5 [66] 56, T4.9 [106], T5.1 [1]-[2], T5.2 [5] 1, T5.3 [18], T19.2
|
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
pár
16-20
|
L135.16 62
La mente que hace planes para sí misma está tratando de controlar acontecimientos futuros.
63
No cree que se le proveerá de lo que necesite, a menos que se aprovisione ella misma.
64
El tiempo se usa para subrayar el futuro, que se controlará mediante el aprendizaje y la experiencia derivada de sucesos pasados y creencias previas.
65
De este modo, se pasa por alto el tiempo presente, ya que se basa en la idea de que el pasado ha enseñado lo suficiente como para permitir a la mente dirigir su curso futuro.
L135.17 66
Por consiguiente, la mente que hace planes se niega a cambiar.
67
Lo que antes aprendió se convierte en la base de sus futuras metas.
68
Sus experiencias pasadas determinan su elección de lo que va a suceder.
69
Y no se da cuenta de que, aquí y ahora, tiene todo lo que necesita para garantizar un futuro bastante diferente del pasado, libre de la continuidad de cualquier vieja idea y de creencias que enferman.
70
Aquí la anticipación no juega ningún papel, pues la confianza que se tiene dirige el andar.
L135.18 71
Las defensas son los planes que emprendes para oponerte a la Verdad.
72
Su objetivo es seleccionar lo que apruebas y descartar lo que consideras incompatible con lo que crees que es tu realidad.
73
Pero, al final, lo que va a quedar no significará nada.
74
Pues Tu Realidad es "la amenaza" que tus defensas quieren atacar, ocultar, despedazar y crucificar.
L135.19 75
¿Qué es lo que no podrías aceptar
20
si sólo supieses que todo lo que sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir
21
, es afectuosamente planeado por Aquel Cuyo único propósito es tu bien?
76
Tal vez hayas comprendido mal Su plan
22
, pues Él nunca sería capaz de ocasionarte dolor
23
.
77
Pero tus defensas no te dejaron ver Su amorosa bendición, que iluminó cada paso que diste alguna vez.
78
Mientras hacías planes para morir, Él te llevaba cariñosamente hacia la Vida eterna.
L135.20 79
Confiar en Él ahora es la defensa que te promete un futuro tranquilo, sin ninguna traza de sufrimiento y lleno de una alegría que aumenta constantemente, a medida que esta vida se convierte en un instante santo, ubicado en el tiempo pero que se fija únicamente en la inmortalidad.
80
No permitas que ninguna defensa, sino tu confianza actual dirija el futuro, y esta vida se convertirá en un encuentro significativo con la Verdad que sólo tus defensas querían ocultar.
|
20
… aquí, en la realidad relativa del ego,
21
… en la eterna realidad de Dios,
22
… achacándole los males, desgracias, enfermedades, cataclismos, guerras, etc. A Él,
23
… ya que en la eterna Unicidad que es donde estamos realmente, sólo hay Amor, Paz y Alegría que no son de este mundo
|
L E C C I Ó N 135
Si me defiendo es porque me atacan.
pár
21-29
|
L135.21 81
Sin defensas, te conviertes en una luz que el Cielo, agradecido, reconocerá como Propia.
82
Y ella te conducirá por los caminos que se establecieron para tu felicidad, de acuerdo con el antiguo plan que comenzó al nacer el tiempo.
83
Tus seguidores unirán su luz a la tuya, y ésta aumentará hasta que el mundo esté iluminado por la alegría.
84
Y nuestros hermanos dejarán gustosamente de lado sus engorrosas defensas, que de nada les sirvieron y sólo causaban terror.
L135.22 85
Hoy llenos de confianza, anticiparemos esos momentos, pues forman parte de lo que se planeó para nosotros.
86
Estaremos seguros de que todo lo que necesitemos para lograrlo nos será dado hoy.
87
No haremos planes acerca de cómo se va a lograr, sino que nos daremos cuenta de que no querer defendernos es lo único que se requiere para que la Verdad emerja con certeza en nuestras mentes.
L135.23 88
Hoy en dos sesiones de quince minutos cada una, nos abstendremos de hacer planes sin sentido y de guardar pensamientos que impidan que la Verdad entre en nuestras mentes.
89
Hoy recibiremos en lugar de hacer planes, de manera que podamos dar en vez de organizar.
90
Y en verdad se nos da cuando decimos:
L135.24 91
Si me defiendo es porque me atacan.
92
Pero, al no querer defenderme, seré fuerte,
93
Y descubriré lo que mis defensas ocultaban.
L135.25 94
Ninguna otra cosa sino eso.
95
Si hacen falta planes, ya se te dirá cuáles son.
96
Puede que no sean los planes que tú creías que necesitabas, ni tampoco las respuestas a los problemas que confrontabas.
97
Pero van a ser las respuestas a otro tipo de pregunta, la cual aún sigue sin respuesta — aunque necesita ser contestada— hasta que por fin te llegue la Respuesta.
L135.26 98
Todas tus defensas han tratado de impedir que recibieses lo que vas a recibir hoy.
99
Y con la luz y la alegría de la simple confianza, te preguntarás sorprendido cómo pudiste llegar a pensar que tenías que defenderte de ser liberado.
100
El Cielo no pide nada.
101
Es el infierno el que exige extravagantes sacrificios.
102
Hoy no renunciarás a nada durante estos momentos en los que te presentas ante Tu Creador, sin defensas, tal como realmente eres.
L135.27 103
Él se ha acordado de ti.
104
Hoy nosotros nos acordaremos de Él.
105
Pues ésta es la Pascua Florida de tu salvación.
106
Y te vuelves a levantar de lo que parecía ser la muerte y la desesperanza.
107
Ahora la luz de la esperanza renace en ti, pues vienes sin defensas a aprender cuál es tu parte en el plan de Dios.
108
¿Qué insignificantes planes o creencias mágicas pueden seguir teniendo valor, una vez que has recibido tu función de la Voz que habla por Dios Mismo?
L135.28 109
No trates de organizar este día según lo que crees que te beneficiaría más.
110
Pues no puedes concebir toda la felicidad que te va a llegar cuando no planees nada.
111
Aprende hoy,
112
y todo el mundo dará este paso gigantesco y celebrará contigo tu Pascua Florida.
113
A lo largo del día, cuando pequeñas cosas insignificantes parezcan ponerte a la defensiva y te tienten a hacer planes, recuerda que éste es un día de aprendizaje especial y reconócelo diciendo lo siguiente:
L135.29 114
Ésta es mi Pascua Florida.
115
Y quiero mantenerla santa.
116
No me defenderé, porque el Hijo de Dios no necesita defenderse de la Verdad de Su Realidad.
|
Un Curso Sobre Milagros
edición original
Texto
Capítulo
11
EL PLAN DE DIOS PARA LA SALVACIÓN
T11.10
LA INCULPABILIDAD Y LA INVULNERABILIDAD
|
T11.10 [85] 1
Si no se sintiesen culpables no
podrían
atacar, pues la condenación es la raíz de los ataques
1
.
2
Es el juicio que emite una mente contra otra, considerándola
indigna
de amor y
merecedora
de castigo.
3
Pero justamente en esto radica la escisión.
4
Pues la mente que juzga se percibe a sí misma
separada
de la mente que está juzgando, creyendo que al castigar
a otra
mente ella puede librarse del castigo.
5
Todo esto no es más que el intento ilusorio de la mente de negarse a sí misma y, al mismo tiempo,
eludir la sanción que esta negación conlleva
.
6
No
constituye un intento de
renunciar
a la negación, sino de
aferrarse a ella
.
7
Pues la culpa es la que les impide ver al Padre y la que los ha llevado a la demencia
2
.
|
|
1
La
culpa
o
culpabilidad
, aquí, cuando pensamos con el ego, es el sentimiento de haber faltado contra las normas que a lo largo de su vida según sus reflexiones, creencias y experiencias, cada uno ha considerado relevantes. En el Cielo no hay normas ni culpa, ya que Dios sólo sabe del Amor que comparte en paz y alegría con todas nuestras Almas Una en el Alma de Su único Hijo, en el eterno Presente de Su perfecta Unicidad. En cambio, aquí reina la imperfección del ego y de sus obras: el tiempo, el espacio, y todo lo que éstos contienen, regidos como están por las leyes de la evolución y de la escasez. Cuando creemos que ésa es nuestra realidad, sentimos culpabilidad por no estar a la altura de la perfección relativa que anhelamos. Pero cuando aceptamos el Redimir para nosotros mismos, queremos creer que realmente somos esas Almas perfectas y eternas que son Una con el Hijo y, por lo tanto, que no nos hemos separado de Dios. También, en nuestras mentes que ahora piensan con el Espíritu Santo, queremos ver las faltas imperdonables como errores subsanables por medio del perdón y de la extensión de milagros, y de esa manera, ser aquí el reflejo de lo que realmente somos y hacemos en el Cielo, a saber: Almas que son Una en el Hijo, que ama a Dios y es amado por Él en la alegre Concordia del Amor o Espíritu Santo que así era antes de que el tiempo pareciera existir. Ver
T4.5 [61], T5.7 [61], T5.7 [64] 38-39, T5.8 [73], T12, T13.3, T14.2, T16.6, T19.5.1.1
2
Demencia o locura
es el sistema de pensamiento del ego que parte de la creencia que la realidad es la del tiempo y del espacio, regidos por las leyes de la evolución y escasez, que percibimos con nuestros sentidos.
3
El Autor del Curso trata de explicar lo inexplicable para nuestro limitado entendimiento, a saber: que el Hijo de Dios, a pesar de ser perfecto, imaginémonos que tuvo una pesadilla en la que una diminuta idea alocada se adentró en la Eternidad, Donde Todo (es decir, Dios, el Espíritu Santo o Amor y Él, Su único Hijo) es Uno con Dios, idea de la que no sólo olvidó reírse sino que además la envió al olvido, convirtiéndola en una idea seria que, entre otras posibles cosas, "hizo" el tiempo y el espacio, y todo lo que éstos han contenido, contienen y contendrán. La pesadilla terminará cuando no quede en ella ningún Hijo de Dios que crea que está separado de Su Padre y Creador.
|
T11.10
LA INCULPABILIDAD Y LA INVULNERABILIDAD
pár 86-93
|
T11.10 [86] 8
La aceptación de la culpa en la mente del Hijo de Dios fue el comienzo de la separación, mientras que la aceptación del Redimir será su final
3
.
9
El mundo que ven es el sistema ilusorio de aquellos a los que la culpa ha enloquecido.
10
Observen detenidamente este mundo y se darán cuenta de que es así.
11
Pues este mundo es el símbolo del castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son leyes de muerte.
12
Los niños vienen al mundo con dolor y a través del dolor.
13
Su crecimiento va acompañado de sufrimiento, y aprenden lo que son penas, separación y muerte.
14
Sus mentes están atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas decaen cuando sus cuerpos se lastiman.
15
Parecen amar, no obstante abandonan y son abandonados.
16
Parecen perder lo que aman, la cual es quizá la más alienada de todas las creencias.
17
Y sus cuerpos se marchitan, exhalan el último suspiro, se les da sepultura, y aparentemente dejan de existir.
18
No hay ni uno de ellos que no haya pensado que Dios es cruel.
T11.10 [87] 19
Si ese
fuese
el mundo real, Dios
sería
ciertamente cruel.
20
Pues ningún Padre podría al mismo tiempo someter a Sus hijos a eso, como precio para la salvación, y
ser
amoroso.
21
El Amor no mata para salvar
.
22
Si Lo hiciese, atacar
sería
la salvación y esa es la interpretación del
ego
,
no
La de Dios.
23
Sólo un mundo donde reina la culpa podría exigir eso, pues sólo los que se sienten culpables podrían
concebirlo
.
24
El "pecado" de Adán no habría podido afectar a ninguno de ustedes si no hubiesen creído que fue el
Padre
Quien lo expulsó del paraíso.
25
Pues a raíz de
esa
creencia se perdió el conocimiento del Padre, ya que sólo los que
no
Lo comprenden
podían
creer tal cosa.
T11.10 [88] 26
Este mundo
es
la imagen de la crucifixión del Hijo de Dios.
27
Y hasta que no se den cuenta de que el Hijo de Dios
realmente no puede ser
crucificado, éste será el mundo que verán.
28
Pero no se
darán
cuenta de eso hasta que acepten el Hecho eterno de que
el Hijo de Dios no es culpable
.
29
Sólo
merece
Amor porque realmente sólo ha
dado
Amor.
30
No
se
Le puede condenar porque nunca ha condenado.
31
El Redimir es la última lección que necesita aprender; pues ésta le enseña que, al no haber nunca pecado,
no necesita salvarse
.
T11.10 [89] 32
Hace tiempo dijimos que el Espíritu Santo comparte la meta de todos los buenos maestros, cuyo objetivo final es hacerse innecesarios, enseñando a sus estudiantes todo lo que saben.
33
Eso es lo
único
que quiere el Espíritu Santo, pues dado que comparte el Amor del Padre por Su Hijo, quiere extirpar
toda
culpa de la mente del Hijo para que, al tener paz, éste pueda recordar a su Padre.
34
La paz y la culpa son conceptos mutuamente incompatibles, y al Padre
sólo se
le puede recordar estando en paz.
35
El Amor y la culpa no pueden coexistir, y al aceptar uno se está
negando
al otro.
36
La culpa oculta a Cristo de la mirada de ustedes, pues la culpa constituye la negación de la irreprochabilidad del Hijo de Dios.
T11.10 [90] 37
En el extraño mundo que han hecho, el Hijo de Dios ciertamente
ha
pecado.
38
Por tanto, ¿cómo iban a poder
verlo
?
39
Al hacer al
Hijo
invisible, surgió el mundo del justo castigo en medio de la nube oscura de la culpa que aceptaron y que tienen en tanta estima.
40
Pues la irreprochabilidad de Cristo es la prueba de que el ego jamás existió ni jamás podrá existir.
41
Si no hay culpa, el ego no
tiene
vida y el Hijo de Dios ciertamente
está
libre de toda culpa.
42
Cuando se examinan a sí mismos y juzgan con sinceridad lo que hacen, tal como se les pidió que hicieran
4
, puede que sientan la tentación de preguntarse cómo
pueden
estar libres de culpa.
43
Antes de contestar, tengan en cuenta lo siguiente:
T11.10 [91] 44
No
es en el tiempo donde están libres de culpa, sino
en la Eternidad
.
45
Ciertamente,
han
"pecado"
en el pasado
pero el pasado realmente no
existe
,
46
porque lo que es eterno
no
va a ninguna parte.
47
En efecto, el tiempo parece moverse en una sola dirección, pero cuando lleguen al final de él, cual una larga alfombra que se hubiera extendido a todo lo largo del pasado por detrás de ustedes, el tiempo se enrollará a sí mismo y desaparecerá.
48
Mientras sigan creyendo que el Hijo de Dios es culpable, seguirán caminando por esa alfombra, creyendo que les conduce a la muerte.
49
Y el viaje parecerá largo, cruel y absurdo, pues eso es lo que
es
.
T11.10 [92] 50
El viaje en el que el Hijo de Dios
se
ha embarcado es ciertamente inútil; pero el viaje en el que su Padre lo embarca es de liberación y alegría.
51
El Padre
no
es cruel, y por consiguiente Su Hijo
no puede
herirse a sí mismo.
52
La venganza que el Hijo teme
y que además ve
, nunca recaerá realmente sobre él, pues aunque
cree
en ella, el Espíritu Santo sabe que no es verdad.
53
El Espíritu Santo se encuentra al
final
del tiempo, que es donde
Ustedes
realmente están, puesto que Él está
con
ustedes.
54
Él
siempre
ha deshecho todo lo que es indigno del Hijo de Dios, pues ésa era Su misión, misión que
Le
fue encomendada por Dios.
55
Y Lo que Dios da,
siempre ha existido
.
T11.10 [93] 56
Ustedes me irán viendo a medida que aprendan que el Hijo de Dios está libre de culpa.
57
Él siempre estuvo buscando su inculpabilidad
5
y la ha encontrado.
58
Pues cada uno trata de escapar de la prisión que ha hecho, y a ninguno se le niega la manera de encontrar la liberación.
59
Al estar ésta
realmente en
él, la
ha
encontrado.
60
Cuándo
la va a encontrar es sólo cuestión de tiempo, y el tiempo no es sino una ilusión.
61
Pues el Hijo de Dios está libre de culpa
ahora
, y el brillo de su pureza resplandece incólume por siempre en la Mente de Dios.
62
El Hijo de Dios será
siempre
Tal como fue creado.
63
Nieguen el mundo de
ustedes
y no juzguen al Hijo de Dios, pues Su eterna Inculpabilidad se encuentra en la Mente de su Padre y Lo protege para siempre.
|
4
Ver
T4.5 [57] 13
Examina con sinceridad qué es lo que has pensado que Dios no habría pensado y qué no has pensado que Dios habría querido que pensaras.
14
Examina con sinceridad tanto lo que has hecho como lo que has dejado de hacer, y entonces cambia tu forma de pensar para que así puedas pensar como lo hace Dios.
5
Inculpabilidad
significa la condición de estar libre de culpabilidad. En el
Curso
, "inculpabilidad" y "estar libre de culpa o de culpabilidad" son sinónimos. La
Inculpabilidad
, con mayúscula, es del Cielo, donde al ser todos Almas perfectas y eternas, Uno en Cristo y Cristo Uno con Dios, la culpa no tiene cabida y, en minúscula, es Su reflejo aquí. Ver
T11.10, T13.8, T14.2
|
|
T11.10
LA INCULPABILIDAD Y LA INVULNERABILIDAD
pár 94-99
|
|
T11.10 [94] 64
Cuando hayan aceptado el Redimir para sí mismos, se darán cuenta de
que no hay culpa alguna en el Hijo de Dios
.
65
Y
sólo
cuando lo vean como libre de culpa, podrán comprender su Unicidad.
66
Pues la
idea
de la culpa trae consigo la creencia de que uno puede condenar a otro, proyectando así separación en vez de unidad.
67
Uno solamente puede condenarse a
sí mismo
y, al hacerlo, le será imposible reconocer que
es
el Hijo de Dios.
68
Habrá negado la condición para que pueda existir, que es Su perfecta Irreprochabilidad.
69
El Hijo de Dios fue creado por Amor, y en el Amor es Donde mora.
70
La bondad y la misericordia lo han acompañado siempre, pues jamás dejó de extender el Amor de su Padre.
T11.10 [95] 71
A medida que logren percibir a los santos compañeros que viajan con ustedes, se darán cuenta de que no
hay
tal viaje, sino tan sólo un despertar.
72
El Hijo de Dios —Que nunca duerme— ha mantenido la fe en su Padre
por
ustedes.
73
No hay ningún camino
por
el cual transitar,
ni
tiempo para hacerlo.
74
Pues Dios no espera a Su Hijo en el tiempo, ya que nunca ha estado dispuesto a estar sin Él.
75
Y así ha sido siempre.
76
Permitan que el resplandor de la Santidad del Hijo de Dios disipe la nube de culpa que oscurece vuestra mente, y al aceptar su pureza
como
la de ustedes, aprendan de él que realmente
es
de ustedes.
T11.10 [96] 77
Ustedes son invulnerables
porque
realmente están libres de toda culpa.
78
Pueden aferrarse al pasado
sólo
por medio de la culpa.
79
Pues ésta determina que
serán
castigados por lo que han hecho, de modo que dependen del tiempo unidimensional, yendo del pasado hacia el futuro.
80
Nadie que crea esto puede comprender lo que significa la palabra "
siempre
".
81
Y, por consiguiente, la culpa
tiene
necesariamente que impedirles apreciar la Eternidad.
82
Ustedes son inmortales
porque
son eternos, y "siempre" tiene necesariamente
que ser
ahora, en este instante.
83
Por lo tanto, la culpa es una forma de conservar en sus
mentes
el pasado y el futuro para así asegurar la continuidad del ego.
84
Pues si lo que
ha sucedido va a ser
castigado, la continuidad del ego queda garantizada.
85
No obstante, lo que garantiza la verdadera continuidad de ustedes es la garantía de Dios y no la del ego.
86
Y la inmortalidad es lo opuesto al tiempo, pues el tiempo pasa mientras que la inmortalidad es constante.
T11.10 [97] 87
Aceptar el Redimir les enseña
lo que realmente es la inmortalidad
, pues al aceptar que están libres de culpa se dan cuenta de que el pasado nunca existió y, por consiguiente, de que no hay necesidad del futuro.
88
En el tiempo
, el futuro
siempre
se asocia con expiar, y
sólo
la culpa podría inducir el sentimiento de que es
necesario
expiar.
89
Por consiguiente, aceptar la inocencia del Hijo de Dios como propia
de ustedes
es la manera que tiene Dios de hacerles recordar a Su Hijo, y lo que Éste es en Verdad.
90
Pues Dios nunca condenó a Su Hijo, que al estar libre de culpa,
es
realmente eterno
6
.
T11.10 [98] 91
Ustedes no pueden disipar la culpa otorgándole primero realidad y
luego
redimiéndola.
92
Ése es el plan que el ego propone
en lugar
de simplemente disiparla.
93
El ego cree que
se redime por medio del ataque
, al estar completamente comprometido con la noción demente de que atacar
es
salvarse.
94
Y
ustedes
, que en tanta estima tienen a la culpa,
también
deben creer eso, pues ¿de qué otra manera —salvo identificándose
con
el ego
7
— podrían estimar tanto a lo que no quieren?
T11.10 [99] 95
El ego enseña a que uno se ataque a sí mismo
porque
uno es culpable, y esto tiene necesariamente
que aumentar
la culpa, pues ella es el
resultado
de haber atacado.
96
Por consiguiente, según las enseñanzas del ego,
es
imposible escapar de la culpa.
97
Pues atacar
confiere realidad a la culpa
, y si ésta
es
real no hay manera de superarla.
98
No obstante, el Espíritu Santo la disipa simplemente al reconocer en la calma que nunca existió.
99
Al ver que el Hijo de Dios está libre de toda culpa, Él
sabe
que eso es verdad.
100
Y al ser también verdad para
uno mismo
,
uno no se puede
atacar a sí mismo, pues
si no hay
culpa es imposible atacar.
101
Por consiguiente, ustedes
se han
salvado
porque
el Hijo de Dios está libre de toda culpa.
102
Y al ser Él completamente puro, ustedes
son
realmente invulnerables.
|
|
6
El
Redimir —
siempre con mayúscula— es, según el
Curso
, el camino de regreso a la Unicidad de Dios de la Que —como las Almas perfectas y eternas que realmente somos— nunca nos hemos separado. El camino comienza (primer paso) cuando, frente al caos existencial ocasionado por el ego que experimentamos a diario, concienciamos que anhelamos vivir de otra manera; que, si a veces tenemos impulsos de ser compasivos, de compartir y de amar desinteresadamente, es porque algo en nosotros debe ser más que un ser separado de los demás, regido por las leyes de la evolución y la escasez, que vive una vida sin otro significado que el de sobrevivir con el menor esfuerzo, todo lo mejor y todo el tiempo posible. En este punto (segundo paso), y sin otra prueba que ese anhelo y esos impulsos a favor de los demás, el estudiante del
Curso
debe decidir si
quiere creer
que éstos le vienen de Dios por medio del Espíritu Santo, o más bien de la evolución. Si se decide por la evolución, su motivación para ahondar en ese anhelo y en esos impulsos a favor de otros y expresarlos en hechos concretos, le vendrá de su razonamiento y de la ética que quiera adoptar. En cambio, si mediante un acto de fe acepta que su origen pueda ser divino, también querrá creer que hay otra vida fuera del tiempo y del espacio, en la que su Alma perfecta y eterna es, conjuntamente con todas las demás Almas, una en el único Hijo que Dios ha creado a Su Semejanza y con Quien es Uno en Su eterna Unicidad. Este
querer creer
le motivará a dar preponderancia a pensar con su espíritu —la parte de la mente que es capaz de compasión, compartir y amar desinteresadamente— y a alejarse del pensar egocentrista del ego, que es la otra parte de su mente que es completamente ilusoria y, por consiguiente, sólo hacedora de ilusiones. El
Curso
nos dice que si decidimos pensar con el Espíritu Santo —que es el tercer paso— Él nos enseñará cómo perdonar y extender milagros y así emprender el camino de regreso a la Unicidad de Dios o proceso del Redimir. Y serán los resultados que obtendremos cada vez más al perdonar y extender milagros, lo que convertirá nuestro
querer creer
en una
fe
afianzada en la
Verdad
que nos propone el
Curso
. Ver
T3.3, T5.3, T9.3
7
El
ego
: es el pensar individual que, pasando por alto el Amor de la eterna Unicidad — Donde todos, cual Almas perfectas y eternas, somos Uno en Cristo, el Hijo único de Dios, y Uno con nuestro Padre y Creador— adentró la diminuta idea alocada de que se podía separar de Dios y crear por su cuenta y, a causa de haberse enviado este pensamiento al olvido, se convirtió en una idea seria, capaz de hacer el tiempo, el espacio y todo lo que estos contienen, y regirlos por las leyes de la evolución; es la substitución de la Verdad por la ilusión, de lo Infinito por lo temporal, de la Vida por la muerte, de la Completitud por la fragmentación; es la voluntad diferente y opuesta a La de Dios; es la otra parte de nuestra mente que cree ser una mente individual y egoísta, oculta dentro de un trocito de barro, separada de las demás mentes y trocitos, contra las cuales compite caóticamente en diferentes relaciones especiales hasta la muerte. Ver
T3.6, T4.3, T4.6, T10, T18.2 [4], T27.9 [82] 37, T27.9 [83], LTe.12 (-L331)
|
|
Un Curso sobre Milagros – Preliminares
COMPRAR:
or COMPRAR aquí en la tienda CIMS:
|
|
COURSE IN MIRACLES SOCIETY
(Sin ánimo de lucro
)
Donar
|
En la actualidad, todos los proyectos CIMS están respaldados por donaciones de tiempo libre, talento y dinero. Si desea apoyar alguna de las actividades de la Sociedad de alguna manera, no dude en ponerse en contacto.
Debido al carácter internacional de CIMS, Internet es nuestro principal medio de comunicación y colaboración.
Para hacer una donación deducible de impuestos en apoyo de las lecciones diarias, haga clic aquí.
Además, por medio de su testamento u otro plan de sucesión, puede nombrar "Curso en la Sociedad de Milagros" como el beneficiario de una parte de su sucesión, o de activos particulares en su sucesión. De esta manera, está honrando a sus seres queridos y al mismo tiempo brinda un apoyo crítico a la extensión de LOVE.
|
|
SHARE THE BLESSING of UCSM!
|
|
|
|
|
|
|