Dios es un Dios de paz.




¿Alguna vez te has sentido ansioso y lleno de preocupación?  ¿O incluso alejado de Dios? Si tu respuesta es sí, no dejes de leer.

Dios, es un Dios de paz, y él siempre está llamando a la puerta de nuestro corazón. ¿Recuerdas tu primer encuentro con Dios? Todos recordamos una inmensa alegría y una seguridad acogedora. Eso sucede c uando lo hemos invitado a nuestra vida, en otras palabras, tenemos paz con Dios y pronto aprendemos que el Señor nunca nos dejará ni nos dará la espalda cuando estemos en crisis, porque solemos involucrarlo en todo, le pedimos participar en cada circunstancia que vivimos y entonces experimentamos la paz de Dios en todo momento.

Sin embargo, con el paso del tiempo todos llegamos a estar expuestos a ambientes hostiles que nos afectan emocionalmente y físicamente, y es entonces cuando dejamos de experimentar su paz. 
Nos envolvemos tanto en aquello que nos turba que olvidamos de su cuidado incondicional, pero no nos damos cuenta que ese malestar es un llamado de alerta de nuestra alma que  necesita experimentar de nuevo la clase de paz que sólo Dios puede dar.  Pero recuerda, tendrás su paz de nuevo  sólo a través de tu relación personal con el Señor y de lo fuerte que sea esta.

Romanos 5:1 confirma que mantener una relación con Dios, para obtener su paz, se consigue por medio de la fe:  
Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.


Deseo que experimentes la paz de Dios en tu vida diaria. No fuiste creado para vivir la vida con un espíritu de ansiedad o temor. Mantén tu oración constante sobre las situaciones que pueden producirte ansiedad para que obtengas la paz de Dios que será el escudo de tu mente y corazón. 

¡Abramos nuestros corazones y confiemos en el Señor!




Tu amigo, 
Randy O. Morrison.

¡Conéctate con nosotros!