Las transiciones diarias son la conexión entre sus experiencias día a día. Puede ser un desafío para los niños que experimentan mucho temor y no han aprendido a auto-regularse todavía. Al igual que las transiciones de la vida a medida que se van desarrollando por lo que proveer en la medida de lo posible un ambiente seguro y avisarles con tiempo de ser posible ayuda a que ellos se sientan más seguros para conectarse, aprender y recibir de nosotros los adultos.
Muchas veces es algo simple lo que causa una conducta no deseada y al buscar la manera de hacer su día más predecible y acompañarlos con nuestra presencia física y sintonizados con sus emociones puede ayudarles a atravesar las temporadas y momentos difíciles que enfrentarán.
Pasando a las estrategias fisiológicas, nos referimos a aquellas necesidades básicas para el funcionamiento adecuado del cuerpo de los niños y adolescentes que Dios ha traído a nuestras vidas por medio de la adopción o la familia de acogida temporal.
Una de las áreas importantes en temas del desarrollo adecuado tiene que ver con la nutrición y las necesidades sensoriales.
Es importante que tengan acceso a meriendas y comidas nutritivas y saludables cada 2 o 3 horas y que tengan una dieta balanceada de proteínas, vegetales, frutas y carbohidratos. Si su hijo/a tiene alguna necesidad especial asegúrense de tomar en consideración lo que su médico o nutricionista le recomiende.
Muchas veces ellos tienen una sensación de vacío porque experimentaron desnutrición y puede que quieran comer de más, guarden comida a escondidas o se enojen porque les piden esperar a la cena y ellos no confían que los van a alimentar. Una de las maneras de ayudarlos con esto es 1. teniendo meriendas saludables a la mano que puedan ver y 2. estableciendo y manteniendo los rituales familiares a las horas de comer a las cuales con el tiempo se pueden ir acostumbrando y enfrentar su temor cuando, como adultos encargados de su cuidado y desarrollo óptimo les mostramos y aseguramos con palabras y acciones que vamos a cuidarlos y proveer lo que necesitan.
La hidratación constante ayuda también al funcionamiento adecuado de su cerebro y su cuerpo para su crecimiento, aprendizaje, memoria, etc. Tomar agua cada dos horas es lo ideal. Si es necesario comprar una botella de su superhero o personaje favorito o encontrar una forma creativa de animarles a tomar agua puede reducir muchas pataletas y malhumores.
Hay chicos que pueden tener una mayor sensibilidad hacia las diferentes texturas, olores y sabores para lo que es importante enseñarles a usar sus palabras y no verlos como ''meticulosos, exigentes o groseros'' sino como una dificultad o parte del desorden de procesamiento sensorial que experimentan al no haber recibido la estimulación adecuada al principio de su vida. Esto se puede ver también en su sensibilidad de usar ciertos tipos de ropa, zapatos, telas, o como aprietan las cosas si las rompen accidentalmente. Muchas veces sus reacciones son en defensa a su sensibilidad sensorial no una conducta de maldad.
Promover que puedan tener un descanso adecuado, tomando en cuenta las rutinas como vimos anteriormente a la hora de dormir para ayudarles a adaptarse y facilitar el descanso. Dormir bien permite una mejor regulación emocional y disposición para el aprendizaje, además que favorece su crecimiento.
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