En una entrevista para Oldways , Michael Pollan, periodista estadounidense experto en alimentación, nos dice: «La dieta mediterránea me parece un planteamiento muy coherente con el enfoque de «comer poco, y sobre todo, alimentos de origen vegetal. La comida es real, es decir, las plantas y los animales han alimentado a los humanos durante mucho tiempo, y los alimentos de origen vegetal tienen gran importancia». De hecho, cuando los expertos en nutrición tratan a pacientes con problemas de peso o con riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, la dieta mediterránea es una de sus recomendaciones principales. Esto se debe a que hace décadas que se están investigando los beneficios de la dieta mediterránea, y se siguen publicando nuevos estudios prometedores constantemente. En un nuevo estudio publicado este mes, con casi 4.000 adultos durante cinco años, los que seguían una dieta mediterránea perdían significativamente más peso que los que seguían una dieta baja en grasas. De forma parecida, en un estudio de Abril de 2016 con más de 15.000 adultos de 39 países diferentes, los investigadores descubrieron que cada punto de más en la puntuación en la dieta mediterránea significaba de un 7-10% menor riesgo de enfermedades coronarias graves (infarto, derrames cerebrales o la muerte). La pasta desempeña un papel realmente importante en la rica y nutritiva cocina mediterránea. De hecho, en un nuevo estudio del   British Medical Journal , se relacionó la pasta con un menor riesgo de mortalidad en todas las causas (al igual que el pan de grano entero, los cereales integrales, grano en total y pan en total). Parte de lo que diferencia a la pasta de otros alimentos con cereales o grano, es su estructura única. En un artIculo de The Atlantic , el doctor Furio Brighenti nos explica «cómo la estructura de los alimentos afecta a la absorción del almidón en azúcar», cuestión que él ha visto en diferentes estudios sobre diversos tipos de pasta. «Aunque su composición sea la misma, su absorción es distinta.» Puede que por este motivo no sea una sorpresa que en un estudio con más de 10.000 adultos estadounidenses, aquellos que comían pasta con regularidad ingerían significativamente más fibra (unos 2 g al día) que los que no tomaban pasta, y que «la pasta, los noodles y los granos cocinados (excluyendo el grano que no es de la pasta)» estaban estrechamente relacionados con una dieta de calidad superior.